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viernes, 4 de febrero de 2022

Lauren Bacall: Mito del cine

 


Betty Joan Perske nació el 16 de septiembre de 1924 en Nueva York. Fue la única hija del matrimonio de inmigrantes judíos de clase media formado por William. vendedor, y Natalie, secretaria. Sus padres se divorciaron cuando Betty tenía 5 años, por lo que la pequeña se fue a vivir con su madre a un moderno apartamento del barrio de Harlem. Después, el contacto con su padre desapareció por completo y madre e hija se mudaron a otro lugar más confortable en Manhattan.

Fascinada por las estrellas de Hollywood

Betty jamás sufrió privaciones económicas, pero tampoco tuvo posibilidad de caprichos. Estudió en el internado para niñas Highland Manor, donde practicó deportes como la natación, el baloncesto o el béisbol. Poco después se matriculó en la escuela de secundaria Julia Richmand High School y los domingos por la mañana acudía a la New York School of the Theatre. El teatro y las estrellas del cine le fascinaban y su admiración por Bette Davis la llevó a matricularse en la American Academy of Dramatic Arts, debutando en Broadway en 1942.

Su primera gran desilusión llegó cuando la American Academy no le concedió una beca para seguir estudiando y Betty tuvo que dejar sus estudios para buscar trabajo. Encontró empleo como acomodadora en un cine al tiempo que entraba en la agencia de modelos de Harry Conmover. Con 174 cm de altura, pelo largo y rubio, facciones angulosas y mirada penetrante, sus rasgos no pasaron desapercibidos. Apareció en la portada de la revista Harper's Bazaar y captó la atención de la esposa de Howard Hawks, que convenció a su marido para que la contratara como protagonista femenina de su película "Tener o no tener" (1944), en la que diría una de las frases más conocidas de la historia del cine: "Conmigo no tienes que fingir. No tienes que decir nada. Si me necesitas, silba. Sabes silbar ¿no? Solo tienes que juntar los labios y soplar. Y acudiré a tu llamada". En el rodaje conoció a Humphrey Bogart. Pese a su fama de hombre duro y juerguista, Betty -a la que habían puesto el nombre artístico de Lauren Bacall- supo llevarle a su terreno. Ambos se enamoraron, pero tuvieron que  mantener su relación de forma clandestina, ya que el actor seguía casado con su tercera esposa, Mayo Methot. Finalmente, consiguió el divorcio y, pese a la diferencia de edad -Lauren tenía 21 años y Bogart 44- se casaron en 1945. A partir de entonces, formaron una de las parejas cinematográficas más glamourosas. Juntos protagonizaron otros tres clásicos del cine negro: "El sueño eterno" (1946), "La senda tenebrosa" (1947) y "Cayo Largo" (1948). "Bogie era muy fuerte, amable, sentimental y romántico. Tenía un fuerte carácter, un gran sentido del honor y no toleraba las mentiras. Reunía todas las cualidades que le gustaban a mi madre en un hombre. No tuvimos un matrimonio perfecto, discutíamos, él bebía y cuando me casé yo era una cría, no tenía experiencia con los hombres, pero le amaba", afirma la actriz siempre que le preguntan por su marido. Con él tuvo dos hijos: Steve, nacido en 1949, y una niña, Leslie, en 1952, que sería el ojito derecho del famoso actor. La familia se mudó a una enorme mansión, donde pudieron ejercer de padres amorosos -apenas acudían a las fiestas de Hollywood- y cuidarse de la marcha de sus carreras.

Una comedia junto a la sexy Marilyn Monroe

En 1953, Lauren Bacall aceptó trabajar en su primera comedia, "Cómo casarse con un millonario", junto a la sex symbol del momento, Marilyn Monroe. Pero, cuando estaba en la cúspide de su carrera y se sentía más enamorada que nunca de Bogart, el actor falleció en 1957 a consecuencia de un cáncer de garganta. Tras incinerar sus restos mortales, intentó esparcir las cenizas de su esposo en el océano desde su velero, el "Santana", pero en aquel momento las leyes lo prohibían y fue enterrado en Forest Lawn, el mismo cementerio donde ahora descansa Michael Jackson. Para superar la tristeza se volcó en el trabajo y vivió un romance con Frank Sinatra: "Empecé a sentirme como una adolescente frívola, necesitaba sus llamadas, quería verle. mitigaba mi soledad, pero sabía que era imposible un futuro sólido con él porque era muy mujeriego". Tras cuatro años de viudez se casó con el también actor Jason Robards, un bebedor empedernido que le trajo un sin fin de problemas, pero al que adoraba cuando estaba sobrio y con quien tuvo a su último hijo, Sam, en 1961.

Vecina de John Lennon en el edificio Dakota

Hizo realidad su sueño de trabajar con Paul Newman en "Harper, investigador privado" (1966) y con Ingrid Bergman en "Asesinato en el Orient Express" (1974). Por aquel entonces ya se había divorciado de Jason y vivía lujosamente en un gran apartamento en el célebre edificio Dakota, lugar en el que unos años más tarde asesinarían a John Lennon. "Yo estaba en casa y oí un ruido extraño, pensé que un coche había tenido un problema, pero luego me enteré de que le habían disparado. Fue algo terrible y conmovedor", confesaría la actriz años después a una amiga.

A lo largo de su vida, Lauren Bacall, que tiene fama de tacaña, siempre ha hecho gala de su templanza, de su fuerte personalidad y de mantener una prudencial distancia de sus admiradores. Cansada cada vez más de buscar papeles interesantes para el cine, la actriz seleccionaba con cuidado sus guiones y, cuando no trabajaba, disfrutaba de la compañía de sus nietos o asistía a fiestas sociales. En 1997 obtuvo su primera candidatura al Oscar por "El amor tiene dos caras", pero Juliette Binoche le arrebató la codiciada estatuilla y las cámaras de televisión certificaron la gran decepción de Lauren. A pesar de ello, se sentía reconocida en lo profesional, porque años antes había ganado dos premios Tony -prestigioso galardón teatral- por las obras "Aplauso" (1970) -durante las representaciones se enamoró de Len Cariou- y "La mujer del año" (1981). Con el paso de los años se volvió mucho más crítica y no soportaba el comportamiento de las estrellas: "Están más preocupadas por la cirugía estética y por el modelito que usarán en la alfombra roja que por trabajar con esfuerzo y demostrar que tienen talento y que valen. Me parece patético".

Durante el rodaje de "Dogville" (2003) trabajó junto a Nicole Kidman, que se encontraba muy deprimida por su entonces reciente ruptura con Tom Cruise. Lauren la consoló. "Este chico está medio loco. La había dejado por Penélope Cruz o alguna   estupidez así y me cuesta entender el comportamiento que tiene en los últimos años. Es inapropiado, vulgar e inaceptable utilizar tu vida privada para vender algo".

Autora de dos libros autobiográficos

Su nieta le convenció para ir al cine a ver "Crepúsculo", diciéndole que era la mejor película de vampiros del cine. Al acabar, comentó: "Quería pegarle con un zapato en la cabeza, pero no quiero que después escriba un libro sobre mí (sonríe). Acto seguido le regalé el dvd de "Nosferatu", la obra maestra de Murnau y le dije: "Eso sí que es un film de vampiros". Ha plasmado su vida de mito de Hollywood en dos autobiografías, "por mí misma" (1978) y "Ahora" (1994).

Lauren Bacall seguía siendo considerada como un mito del cine clásico y con 88 años participó en filmes, siendo el último The Walker, el cual fue presentado en el Festival de Cine de Berlín.

Fue premiada con un Óscar honorífico a su carrera en 2009.

La mañana del 12 de agosto de 2014 a los 89 años, fallece en su casa como consecuencia de un derrame cerebral.


miércoles, 27 de octubre de 2021

Tom Hanks: Uno de los grandes actores de Hollywood

 


Thomas Jeffrey Hanks nació el 9 de julio de 1956 en Concord (California). Sus padres, el cocinero Amos Hanks y la enfermera Janet Frager, se divorciaron en 1960, cuando él y sus tres hermanos (Jim, actor; Larry, profesor de entomología, y Sandra, escritora) eran muy pequeños. El joven Hanks se fue a vivir con su padre, con quien recorrió varias ciudades hasta establecerse en Oakland (California). Allí, además de trabajar en el estadio de fútbol americano Oakland Coliseum vendiendo palomitas y cacahuetes, Tom cursó bachillerato en la Skyline High School donde ya mostró un gran interés por la interpretación. "Yo era un "friki", exageradamente tímido, pero también el gracioso que hacía comentarios divertidos cuando pasaban dispositivas en clase. Nunca me metía en problemas. Era un buen chaval, muy responsable", dijo en una entrevista.

Dos hijos de su primer matrimonio

El punto de inflexión de su vida llegó cuando se matriculó en el Chabot College de Hayward (California) para estudiar teatro y vio la obra "El repartidor de hielo", de Eugene O'Neill, interpretada por Joe Spano, que dejó a Tom encandilado. Tras pasar por la Universidad Estatal de Sacramento, dejó California a finales de los 70 para irse a la ciudad de Nueva York, donde conoció y se casó con la actriz Samantha Lewes. La boda se celebró en 1978 y, antes de divorciarse en 1985, la pareja tuvo dos hijos, el ahora también actor Colin Hanks (1977), que le ha hecho abuelo de dos nietas, y Elizabeth Ann (1982).

De la comedia a los papeles dramáticos

Tuvo su primera oportunidad televisiva con "Bosom Buddies" e intervino en otras series como "Vacaciones en el mar" o "Enredos de familia" y debutó en el cine con un pequeño papel en "Sabe que estás sola" (1980). A partir de entonces, su vis cómica le valió el título de rey de la comedia y protagonizó cintas como "1,2,3... Splash" (1984), en la que trabajó con Daryl Hannah; "Esta casa es una ruina" (1986) y "Big" (1988), donde era un niño atrapado en el cuerpo de un adulto, papel con el que ganó el Globo de Oro y fue nominado por primera vez al Oscar. Entre filme y filme, Hanks se casó en segundas nupcias con la actriz y productora Rita Wilson, a la que había conocido en 1985 en el rodaje de "Voluntarios". La pareja ha tenido dos hijos, Chester (1991) y Truman (1996)

Al final de los 80, el actor dio un giro a su carrera buscando papeles más profundos y complejos. En 1989, rodó "La hoguera de las vanidades", y, tres años más tarde, dio un impulso definitivo a su faceta dramática con el papel de un abogado enfermo de sida en "Philadelphia", con el que ganaría su primer Oscar. Al año siguiente, repitió el éxito de crítica y público con la inolvidable "Forrest Gump", gracias a la cual se llevó a casa su segunda estatuilla al mejor actor. La conquista de dos Oscar consecutivos (ha sido el segundo actor de la historia en lograrlo, tras Spencer Tracy) hizo que su cotización aumentara hasta convertirse en uno de los actores mejor pagados del cine.

Duro teniente en la Segunda Guerra Mundial

Tom no paraba de trabajar. En 1995, hizo "Apolo 13" y, en 1998, a las órdenes de Steven Spielberg, protagonizó "Salvar al soldado Ryan", que le supuso una nueva nominación. Ese año -1998- trabajó con Meg Ryan en la comedia romántica "Tienes un e-mail", repitiendo fórmula con la actriz, con la que en 1993 ya había rodado otro éxito de taquilla: "Algo para recordar". "Náufrago" (2001) supuso una nueva nominación y su cuarto y último Globo de Oro hasta el momento. En 1996, después de participar en la serie "Historias de la cripta", debutó como guionista y director con "The Wonders" y, en el 2011, repitió detrás de las cámaras con "Larry Crowne". Esa experiencia como realizador no le ha impedido seguir eligiendo buenos papeles y formando parte de producciones como "Camino a la perdición", "Atrápame si puedes", con Leonardo DiCaprio; "La Terminal", "El Código da Vinci", "Ángeles y Demonios", "Capitan Phillips", "El puente de los espías", y la última que se ha estrenado, "Esperando al rey", donde Hanks da vida a un empresario que viaja a Arabia Saudí por negocios.

La lista de filmes de Tom, que han recaudado más de 8.500 millones de euros en todo el mundo, es inacabable y sigue creciendo. En otoño llegó "Inferno", tercera parte de "El Código da Vinci").

Problemas de drogas de su hijo Chester

Pero este éxito en la gran pantalla y su sólido matrimonio con Rita Wilson no le han protegido contra una de las peores pesadillas para un padre: la caída en el infierno de las drogas de su hijo Chester, que ha tenido serios problemas con la cocaína. A pesar de la gran discreción con la que el actor siempre ha llevado su vida privada, el año pasado se supo que su hijo estuvo supuestamente más de un mes desaparecido. Después, el joven admitió públicamente sus adicciones. "Hace un par de meses estaba vendiendo coca, y esnifando hasta que no podía más", confesó el joven, que señaló que había ingresado en un centro de desintoxicación y que por eso no había dado señales de vida en tanto tiempo. El apoyo de su padre ha sido y sigue siendo constante para lograr que Chester pueda rehacer su vida lejos de las drogas.

En el 2013, el actor anunció en un conocido programa de TV que padece diabetes del tipo 2, circunstancia que sospechaba desde que, a los 36 años, sus niveles de azúcar en sangre empezaron a ser más altos de lo normal. El protagonista de "Big" ha sido capaz de mantener su peso a raya a pesar de lo difícil que es siendo diabético, especialmente cuando, por exigencias de algunos guiones, ha tenido que engordar y adelgazar en varias ocasiones. En "Ellas dan el golpe", que protagonizó con Geena Davis y Madonna, tuvo que aumentar 15 kilos, mientras que en "Náufrago", primero ganó 20 kilos de peso en dos meses y después, en cinco meses, perdió 30.

Tom saltó a las páginas de los diarios al anunciar que, el 12 de julio de 2016 -tres días después de su 60º cumpleaños- su madre, Janet Frager, había fallecido a los 84 años de edad. "Ella marcaba la diferencia en muchas vidas. Le dijimos adiós ayer. Buen viaje, mamá", escribió en las redes sociales.

El asteroide número 12.818 lleva su nombre

Entre las aficiones del actor está la de coleccionar máquinas de escribir antiguas, de las que tiene unas 80. Aparte, es un gran apasionado de la historia espacial. De hecho, además de intervenir en la serie de la HBO "De la tierra a la luna", tiene un asteroide, el 12.818, que lleva su nombre. Como dato curioso hay que decir que está emparentado con uno de los presidentes más importantes de EEUU, Abraham Lincoln. Lo explicó cuando fue el narrador del telefilme "Matar a Lincoln" y dijo que su relación con el político le viene por parte de la madre del mandatario, Nancy Hanks, que se casó con Thomas Lincoln en 1806. 


miércoles, 4 de agosto de 2021

Michael Caine: El "gentleman" del cine británico

 


Maurice Joseph Micklewhite, verdadero nombre de Michael Caine, nació el 14 de marzo de 1933 en un humilde hogar de un barrio del sur de Londres (Gran Bretaña). Su padre, Maurice, era mozo en un mercado de pescado y su madre, Ellen Frances Marie, asistenta. Durante los bombardeos alemanes de la segunda guerra mundial, él y su hermano Stanley, tres años menor, fueron evacuados y trasladados a una granja en Norfolk. Acabada la guerra, toda la familia se trasladó al East End, barrio obrero por excelencia. En la biografía que escribió en 1992, Caine recordaba que los dos únicos lujos de su infancia los tuvo por dos taras físicas: "Unas botas ortopédicas como remedio a una cojera producida por el raquitismo y unas gafas que necesitaba debido a una enfermedad llamada blefora, que tenían los cristales tan gruesos como su montura de concha negra".

Fascinado por el cine y las lecturas, Maurice vivió una infancia llena de privaciones y una primera juventud bastante conflictiva ya que se integró en una banda, de la que llegó a ser cabecilla. Por suerte, cuando tenía 14 años conoció a un sacerdote que le permitió salir del entorno de "hooligans" y le abrió las puertas al teatro de aficionados.

Soldado en la guerra de Corea y actor teatral

En 1949, con 15 años, dejó la escuela para desempeñar trabajos poco cualificados hasta que cumplió el servicio militar en Corea con los Fusileros Reales. Cuando lo licenciaron, continuó con el mismo tipo de ocupaciones, pero empezó a estudiar interpretación por las tardes. Su primer trabajo en teatro fue como ayudante de regidor y, al poco, ingresó en el Lowestoft Repertory Theatre de Suffolk, como joven protagonista con el nombre artístico de Michael Scott. Allí se enamoró de la primera actriz, Patricia Haines, con la que se casó en 1955 y tuvo una hija, Dominique. Su confianza en sí mismo y un cambio de apellido, tomado de "El motín del Caine", película que vio anunciada en la marquesina de un cine, le animaron a regresar a Londres, donde ingresó en la compañía Theatre Workshop de Joan Littlewood. Hizo un pequeño papel en la película "Un infierno en Corea" y trabajó como figurante en montajes del West End, pero todo eso no era suficiente para llegar a fin de mes. En 1958, ya divorciado de Patricia con la que la relación no había funcionado, Michael se fue a París, intentando una nueva vida. Al cabo de unos meses, volvió a Londres y, con la ayuda económica de su madre, siguió en el teatro, trabajando por todo el Reino Unido.

Después de muchas obras y televisión de segunda fila, suplió a Peter O'Toole en una obra teatral que tuvo mucho éxito en Londres y que le supuso una larga gira.

Disimuló su acento de barrio para ser teniente

Pero el gran giro en su carrera se produjo cuando, a los 30 años, obtuvo el papel del degenerado y aristocrático teniente Bromhead en "Zulú" (1964), para el que tuvo que disimular su acento "cockney" (típico de barrio y considerado muy vulgar en Londres, pero del que él se siente muy orgulloso). Los críticos se fijaron en un excelente trabajo y, traspasada la barrera del anonimato, encarnó a dos de sus personajes favoritos: Harry Palmer, el antihéroe triste y laborioso de "Ipcress" (1965) y el mujeriego y derrochador profesor de "Alfie" (1966), film que le convirtió en estrella y le valió su primera candidatura al Oscar. En lo que quedaba de años 60 y principios de los 70, Caine aumentó su prestigio como actor versátil, dando vida a personajes muy diversos en películas dirigidas por realizadores de la talla de Vittorio de Sica, Joseph Losey, Robert Aldrich, John Huston, Otto Preminger, John Frankeheimer o Joseph L. Mankiewicz. Su trabajo en un film de éste último, "La huella" (1972) -en magistral duelo con el gran Laurence Olivier -le valió una nueva nominación para el Oscar, premio que le arrebataría Marlon Brando con "El padrino".

Miembro activo de una pandilla de seductores y bebedores del calibre de Peter O'Toole, Richard Harris, Oliver Reed y Terence Stamp (con el que compartió piso), la bebida llegó a ser un serio problema para Caine en los años locos del "swinging London", hasta que un día vio un anuncio de café en televisión. No es que decidiera sustituir el "gin tonic" por los cortados, sino que se quedó fascinado con la protagonista. Removió cielo y tierra hasta dar con la que creía una bellísima brasileña. Resultó ser Shakira Baksh, una joven de ascendencia india nacida en la Guyana Británica, que, conocedora de su fama de crápula, se negó a salir con él. "Ella vivía en la zona de Fulham con su madre, que me cogía el teléfono y me decía que su hija no podía salir conmigo porque en ese momento se estaba lavando el pelo...Tras varias negativas idénticas, pensé que era la chica con el pelo más limpio de Londres", ha explicado el actor con su proverbial ironía. Tras dos semanas de insistencia, se conocieron y, en 1973, se casaron. Ahí acabó la vida disoluta de Caine, que, al poco, fue padre de su segunda hija, Natasha Halima. "Si solo me hubiera dedicado a actuar me habría vuelto loco", ha dicho, reconociendo que encontró en su segundo matrimonio una estabilidad emocional que aun dura. 

Dos Oscar para un caballero de la Reina

Amante de la jardinería, la vida hogareña y el "fish and chips", este actor, propietario de siete restaurantes y un productora de cine, se marchó en 1979 a EEUU para escapar de la presión fiscal británica. Logró su primer Oscar en 1987 por su trabajo en "Hannah y sus hermanas", de Woody Allen, mientras que el segundo llegó 13 años más tarde por su entrañable médico de "Las normas de la casa de la sidra". Ese mismo año 2000, Isabel II le nombró "sir". "Lo considero una victoria de mi gente, la clase obrera", declaró este hombre que ha trabajado en más de un centenar de películas. 

En 1997 encarnó al expresidente de Sudáfrica, Frederik de Klerk, que sacó a Nelson Mandela de la cárcel en la película "Mandela and the Klerk".

En 2000 la Corte Real británica le nombró caballero, lo que le convirtió en Maurice Micklewhite. Él escogió recibir su caballería bajo su verdadero nombre como un signo de respeto por su padre, que se llama de la misma manera. En el interior del Actors Studio en 1998, indicó que se trataba de una tradición gitana la de poner el nombre Maurice al primogénito en la familia. Contrariamente a la costumbre generalizada entre los actores, Caine siempre ha utilizado su nombre verdadero en la vida real.

En 2013, a sus 80 años interpretó a Matthew Morgan en la película "Mr. Morgans Last Love" junto a Clemence Poesy, personificando a un viudo octogenario que entabla una cercana relación con una mujer joven (Pauline). En la película aparecen también Gillian Anderson y Justin Kirk.

Recientemente ha explicado que la muerte (natural o por algún cáncer) es su principal preocupación y está librando una batalla para prolongar su longeva existencia mejorando drásticamente su estilo de vida siendo apoyado por su esposa. Michael Caine se ha posicionado a favor de la separación de Reino Unido de la Unión Europea, votando a favor del "Brexit".



lunes, 12 de julio de 2021

Bette Davis: Una de las mejores "malas" de Hollywood


Ruth Elizabeth Davis nació el 5 de abril de 1908 en Lowell, Massachussets (EEUU). Fue la primogénita de Harlow Morrell Davis, abogado, y Ruthie Augusta Favor, ama de casa. Su nacimiento no fue motivo de alegría para su padre, que, al saber del embarazo de su mujer, le pidió que abortara para poder prosperar en su carrera laboral. El hecho de que su progenitor nunca la hubiera querido marcó el carácter de Ruth, para quien la vida fue siempre una carrera de obstáculos. En 1909, nació su hermana Bárbara, a la que llamaban Bobbie. Betty, que cambiaría su apelativo familiar por Bette tras la lectura de la novela de Balzac "La cousine Bette", fue una niña tímida y asustadiza, de frente abombada, nariz pequeña y dientes desiguales.

Cuando tenía siete años sus padres se divorciaron y su madre, que era una mujer de carácter, decidió, en 1921, trasladarse con sus hijas a Nueva York donde al principio salió adelante trabajando como maestra de una residencia femenina. Mientras las dos niñas estudiaban en un internado, estudió fotografía y montó su propio estudio. En la escuela, Bette fue una alumna brillante y perfeccionista. A los ocho años había visto su primera película, una sentimental cinta protagonizada por Mary Pickford, que despertó su fascinación por el cine. También le encantaban los cuentos de los Hermanos Grimm, las novelas de Louise May Alcott y los romances históricos.

Estudiante de arte dramático y danza

Estudio arte dramático en la Academia Cushing, donde conoció al que luego sería su primer marido, Harmon Nelson, y actuó en producciones escolares, compañías de repertorio estivales y grupos semiprofesionales. Tras ser rechazado su ingreso en la prestigiosa escuela teatral de Eva LeGallienne por tener "una actitud fría y poco sincera", estudió danza con Martha Graham y asistió a las clases de John Murray Andreson's Acting Dramatic School. George Cukor, el que años más tarde sería uno de los más destacados directores de la época dorada de Hollywood, le ofreció su primer papel pagado, debutó en Broadway en 1929 y, en una de sus funciones, un cazatalentos de la Universal le propuso hacer una prueba para el cine. Así un frío día invernal de 1930, Bette y su madre llegaron a Los Ángeles en tren. No vieron a nadie en el andén aunque, según ella misma explicó años más tarde, "había alguien del estudio esperándonos en la estación, pero se fue de allí porque no vio a nadie con aspecto de actriz". Los inicios de su carrera cinematográfica fueron en la Universal, compañía que la contrató tras someterla a una segunda prueba de cámara, y, en 1931, debutó con "Bad sister". Cinco películas después, la contrató la Warner Brothers.

Una boda, dos Oscar y un romance con Wyler

En 1932, año en que se casó con Harmon Nelson, la actriz se decía a sí misma que "si Hollywood no funciona, estoy preparada para ser la mejor secretaria del mundo". Pero funcionó. Más de veinte filmes después, obtuvo excelentes críticas por "Cautivos del deseo" (1934) y, al año siguiente, ganó su primer Oscar por "Peligrosa". Tuvieron que pasar otras 12 películas para que ganara de nuevo el Oscar a la Mejor Actriz por "Jezabel" (1938), donde compartía protagonismo con Henry Fonda. Durante el rodaje mantuvo una relación amorosa con el director, William Wyler, al que describió como "el hombre causante de mi perfecta felicidad". Se adoraban de una forma pasional. Bette le insistía en que se casaran, pero él le daba largas y la ruptura llegó de una forma inesperada: Wyler le envió una carta en la que le pedía que se casara con él, advirtiéndole de que, si no le respondía en 24 horas, se casaría con otra. Davis tardó una semana en abrir la misiva y la relación se rompió. Eso no fue óbice para que trabajaran de nuevo juntos en una película que, ironías del destino, se llamó "La carta". Al poco, Bette se emparejó con el multimillonario Howard Hughes y su marido, cansado de sus aventuras, presentó el divorcio alegando "comportamiento lascivo y ademanes crueles". Por su parte, ella aseguró: "No sé por qué me casé con Ham. Era un hombre blando, sin carácter. Supongo que, en aquellos momentos, necesitaba estabilidad sentimental".

"La cantina de Hollywood" con Cary Grant

Cansada de los papeles flojos e insulsos que le daba la Warner, dejó colgados a estos estudios para irse a Inglaterra, pero aquello le costó un juicio que perdió y tuvo que volver a EEUU, donde le rebajaron el sueldo y tuvo que aceptar todo lo que le proponían. En 1940, se casó con Arthur Farnsworth y, junto a Cary Grant, montó "La cantina de Hollywood", un bar por el que tanto pasaban las estrellas como los militares. A lo largo de la década de los 40 hizo algunos de sus trabajos más prestigiosos como "La loba" o "El señor Skffington" y, en 1945, dos años después de haber enviudado ya que su segundo marido falleció de un infarto, se casó por tercera vez con el ex boxeador William Grant Sherry, con el que, en 1947, tuvo a su hija Bárbara Dee Bee. Tras su maternidad, volvió al cine para protagonizar la película de Mankiewicz "Eva al desnudo", que le proporcionó una nominación al Oscar por su excelente interpretación y un nuevo marido, ya que se enamoró del actor Gary Merrill. Se casaron en el verano de 1950 y, durante su relación, adoptaron dos hijos: una niña, Margot, que sufría retraso mental, y un niño, Michael. Pero, la vida familiar nunca fue el fuerte de esta mujer que ha sido, para muchos, la mejor "mala" de la historia del cine y, para otros, una de las grandes estrellas de la etapa dorada de Hollywood. Dotada de una mirada magnética, su imagen de mujer fría, colérica, neurótica y egocéntrica le acompañó durante toda su carrera. No por casualidad, desde luego.

Tras una nueva etapa de teatro en Broadway, Frank Capra la recuperó para Hollywood con "Un gangster para un milagro" (1961), cuyo rodaje fue un infierno por las peleas entre Davis y Glenn Ford. Al parecer, éste había declarado que él había aconsejado la contratación de Bette en agradecimiento a la oportunidad que ella le había brindado años atrás. Lejos del agradecimiento, la reacción de la actriz fue tan fulminante como acerada: "¿Quién es ese hijo de perra que se ha atrevido a decir que ha ayudado a que me llamasen de nuevo? ¡Ese tío de mierda no me hubiera ayudado ni a salir de una cloaca! ¡Jamás debí volver a Hollywood!"

Duelo real y escénico con Joan Crawford

Al año siguiente, junto a la diva Joan Crawford, Bette protagonizó "¿Qué fue de Baby Jane?", en cuyo rodaje se vivieron algunos de los enfrentamientos más famosos de la historia del cine. Ambas actrices demostraron su carácter. En la escena donde Davis golpeaba a Crawford, los golpes fueron tan fuertes que a Joan le tuvieron que dar puntos. En la secuencia que la Davis arrastraba a la Crawford, ésta última puso pesas en sus bolsillos para que la Bette se dañara la espalda. Lo más divertido fue cuando Bette colocó una máquina dispensadora de Coca-Cola en el "set" para enojar a Joan, ya que su esposo era un alto ejecutivo de Pepsi. En lo verbal, la cosa no fue mejor, ya que la Davis le dedicó frases como "No la mearía aunque estuviese ardiendo en llamas" o "ha dormido con todas las estrellas masculinas de la MGM, menos con Lassie".

Aunque la truculenta composición que hizo en aquella película la había convertido de nuevo en una de las actrices mejor pagadas del cine americano, su carrera empezó a tocar fondo y, con su vitriólico humor, publicó un anuncio en la revista "Variety" con el siguiente texto: "Se ofrece actriz con treinta años de experiencia en el cine y dos Oscar. Capaz de moverse y más afable de lo que dicen los rumores. Madre de tres hijos y divorciada. Desea empleo estable en Hollywood". Pero no hubo suerte para una actriz 10 veces nominada al Oscar que, por su intensidad y amaneramiento, siempre se imponía a sus personajes, y su carrera entró en un imparable declive.

Nueve últimas películas

Entre 1965 y 1989, año de su muerte, sólo intervino en nueve películas, la mayoría de muy baja calidad y que aceptó para poder mantener a sus hijos y a su hermana, ingresada en un hospital mental. En los años 80, los múltiples avatares de su vida privada quedaron al descubierto en un libro -"My mother's keeper"- publicado por su hija Bárbara, que no dejaba a la actriz muy bien parada y que provocó que la desheredara. Davis publicó, después, una biografía que tituló "Esto y aquello".

En 1983, mientras rodaba el episodio piloto de la serie "Hotel", la operaron de un cáncer de mama y tuvo cuatro embolias que le causaron parálisis en el lado derecho de la cara, en el brazo izquierdo y dificultad para hablar. Tras una dura rehabilitación, intervino en "Las ballenas de agosto" (1987) junto a la leyenda del cine mudo Lillian Gish y, cuando ya creía que todo el mundo se había olvidado de ella, acudió muy enferma, en septiembre de 1989, al Festival Internacional de Cine de San Sebastián donde le otorgaron el Premio Donostia por toda su trayectoria. En su discurso de agradecimiento, dijo emocionada: "Ustedes me han devuelto la vida". Pero le quedaba muy poca. El 6 de octubre cuando estaba a punto de volver a Los Ángeles, tuvo que ser internada en un hospital de Neuilly (París) en el que falleció a consecuencia del cáncer que se le había vuelto a reproducir. En su epitafio hizo inscribir: "Lo hizo del modo más difícil". Por el centenario de su nacimiento, Correos de EEUU sacó una edición limitada de sellos con su efigie.


 

lunes, 5 de julio de 2021

Peter O'Toole: Protagonista del filme "Lawrence de Arabia"

 


Peter Seamus O'Toole nació el 2 de agosto de 1932 en Connemara, County Galway (Irlanda). Fue hijo de Patrick Joseph, orfebre y corredor de apuestas de caballos, y Constance Jane, una enfermera escocesa. Siendo un bebé, sus progenitores viajaron durante unos cinco años por el norte de Inglaterra donde se realizaban las mejores apuestas.

Poco después de iniciarse la II Guerra Mundial fue evacuado a Leeds, donde estuvo durante seis o siete años en un colegio católico de monjas, donde le golpeaban con la regla porque era zurdo: "Aquel lugar era maravilloso, pero las monjas querían que yo hiciera todo con la derecha, no podían soportar que un niño fuera diferente".

De pequeño, soñaba con ser periodista y, tras dejar el colegio a los 14 años, ejerció como tal en el "Yorkshire Evening News". Tiempo después, se enroló en la Royal Navy como telegrafista. De regreso a Leeds, un amigo le animó a que se dedicara a la actuación y se inscribió en la Royal Academy of Dramatic Art, donde coincidió con Richard Harris, Alan Bates y Albert Finney, quien se convirtió en uno de sus amigos íntimos. O'Toole empezó su carrera en los escenarios del Bristol Old Vic Theater, donde se especializó en obras clásicas.

Boda con Sian Phillips, madre de sus dos hijas

Su debut en el prestigioso West End londinense, en 1957 con la comedia "Oh, My Papa", fue tan desastroso que se emborrachó y terminó en los juzgados. En una obra de teatro se enamoró de la actriz Sian Phillips, que se quedó embarazada estando aún casada con otro. Tras lograr un divorcio rápido en México, O'Toole se casó con ella y nació su primera hija, Kate, en 1960. Ese mismo año empezó a hacer pequeños papeles en películas como "Kidnapped", "Los dientes del diablo" y "El robo al banco de Inglaterra", hasta que el director David Lean le dio el papel protagonista de "Lawrence de Arabia", película que se convertiría en uno de los clásicos del séptimo arte. Gracias a este trabajo, el hasta entonces desconocido actor logró su primera nominación al Oscar. No lo ganó, pero se convirtió en una estrella de primera magnitud, cuya intensa mirada azul se hizo tan legendaria como la de Elizabeth Taylor y Paul Newman. O'Toole bordó la interpretación de Thomas Edward Lawrence, quie, en la vida real, había sido uno de los hijos ilegítimos de Sir Thomas Chapman, arqueólogo especializado en el Medio Oriente. Poco antes de la I Guerra Mundial, Lawrence trabajó para una compañía topográfica que, en realidad, era una tapadera del espionaje británico. Tras ser aceptado como consejero militar, se unió al príncipe Faysal -convertido posteriormente en Faysal I de Iraq- y juntos organizaron la sublevación e insurrección de los árabes contra el Imperio turco, aunque sus esfuerzos a favor de la independencia del pueblo árabe no tuvieron fruto. Falleció en 1935 en un accidente de moto tras licenciarse de las Fuerzas Aéreas Reales (RAF).

Burton y Harris, compañeros de juergas

En 1963, Peter O'Toole fue padre de otra niña, Patricia y su carrera cinematográfica avanzaba a toda máquina, ya que obtuvo su segunda nominación a la estatuilla por "Becket" (1964), donde trabajó con Richard Burton, uno de sus compañeros de juergas y borracheras. "El, Richard Harris y yo hacíamos, en público, lo que los demás hacían en privado. Bebíamos y sabíamos lo que era la maría", explicó en una ocasión.

En los años 60 rodó películas tan inolvidables como "Lord Jim" (1965); "Cómo robar un millón y..." (1966) con Audrey Hepburn; "La Biblia" (1966) y "El león en invierno" (1968), junto con Katharine Hepburn, con la que no se llevó muy bien hasta que protagonizaron la siguiente anécdota: "Decía que yo estaba medio loco y tuvimos mala relación hasta que ella dio un puñetazo a un taxista. Eso nos empató y desde entonces fuimos buenos amigos. Era una mujer divina". En 1969, protagonizó "Adiós, míster Chips" y "¿Qué tal Pussycat?", primera aparición cinematográfica de Woody Allen.

En la siguiente década, su carrera empezó a deteriorarse, siendo una excepción el filme "El hombre de la Mancha" (1972), con Sofía Loren, porque estaba más ocupado en emborracharse que en actuar. Protagonizó tantas juergas hasta altas horas de la madrugada que, en una ocasión, salió a tomar una copa en París y se despertó en Córcega. En 1975, estuvo a punto de morir por lo que fue descrito como una "irregularidad abdominal", pero la verdad fue que le tuvieron que extirpar parte del estómago y del intestino a causa de su abuso del alcohol. "No me arrepiento de una sola gota", solía repetir. Su esposa, que tiempo después manifestó que O'Toole "era un ser peligroso y perjudicial", le abandonó por otro hombre tras protagonizar numerosas broncas. El actor jamás volvió a casarse, al parecer porque su moral católica le hacía ver mal el divorcio.

En 1979, protagonizó la escandalosa "Calígula" y, tres años más tarde, conoció a la modelo Karen Brown, con la que convivió durante seis años y con la que tuvo a su tercer hijo, Lorcan, nacido en 1983 y que ha seguido sus pasos profesionales, aunque con menor éxito. La pareja se separó y, tras una agria disputa por la custodia del niño, fue finalmente el actor quien se encargó de criarle. Padre e hijo se lo pasaban muy bien, compartían confidencias en su casa de Hampstead -a las afueras de Londres- y se divertían practicando cricket, deporte favorito de O'Toole.

Oscar honorífico por toda su carrera artística

Poco a poco fue menguando su actividad en el cine. Tenía los ojos tan sensibles que los focos de los estudios y del teatro habían empeorado su visión hasta casi dejarle ciego. Sobre su estado de salud comentaba que "he tenido todas las enfermedades posibles e imaginables, salvo, para mi fortuna, el infarto de miocardio y el cáncer. Físicamente siempre he sido muy vulnerable" y así lo dejó patente en sus últimas apariciones públicas.

Durante el rodaje de "Fantasmas" (1998) se enamoró platónicamente de Rose Mcgowan, quien, años después, saltó a la fama con la serie "Embrujadas". También se comentó que había tenido un breve romance con Ursula Andress. A partir de los años 80, intervino en películas como "Masada" (1981), "El último emperador" (1987), "Los viajes de Gulliver" (1996) y "Troya" (2004). Ni las drogas ni el alcohol habían mermado su memoria y su genio interpretativo y, de hecho, se sabía de memoria los 154 sonetos de Shakespeare, a quien consideraba el escritor más importante del mundo.

Ganó cuatro Globos de Oro, un Emmy, un Bafta y estuvo nominado ocho veces a los Oscar, pero jamás lo obtuvo como mejor intérprete. La Academia intentó hacer justicia otorgándole, en el 2003, una estatuilla honorífica, que, en principio, él rechazó porque creía que aún tenía posibilidad de "ganar esa mierda de premio de forma rotunda, pero mis hijos me convencieron". Hombre amable y discreto, jamás hablaba mal de nadie y dedicaba su ocio a la lectura.

Un retiro sin lágrimas y mucho agradecimiento

En julio del 2012, anunció su retirada a través de un comunicado: "Queridos todos, me ha llegado la hora de tirar la toalla. Me retiro del cine y del teatro. Me he quedado sin aliento y no volveré", añadiendo que "uno debe decidir por sí mismo cuándo es el momento de irse. Me voy de la profesión sin una lágrima y profundamente agradecido". A partir de ese momento no concedió ninguna entrevista y se dedicó a escribir sus memorias. Con todo, no se pudo negar a aceptar un papel en "Catalina de Alejandría"´. Finalmente, un cáncer se llevó al actor, en su casa de Londres, el pasado 14 de diciembre de 2013.


miércoles, 12 de mayo de 2021

Jane Fonda: Activista y actriz ganadora de dos Oscar

 


Jane Seymour Fonda nació el el 21 de diciembre de 1957 en Nueva York. Fue la primogénita del actor Henry Fonda y de su segunda esposa, Frances Seymour, perteneciente a una familia de la alta sociedad norteamericana y que ya tenía una hija, Pan Brokaw de un anterior matrimonio. A los pocos meses del nacimiento de Jane, la familia se trasladó a Los Ángeles, donde Henry Fonda empezaba una prolífica carrera cinematográfica que le llevaría a convertirse en leyenda del Séptimo Arte. Los Fonda vivieron en una gran casa en Beverly Hills, en la que la pequeña -una niña hermosa, tímida y juguetona a la que apodaban "lady Jane"- recibía los arrumacos de estrellas como Greta Garbo, Judy Garland, James Stewart o Ginger Rogers. Tras nacer su hermano Peter, en 1940, toda la familia se trasladó a una enorme granja en las colinas de Santa Mónica, donde había establos y huerto.

Su madre se suicidó

A pesar de vivir en un aparente cuento de hadas, la infancia de Jane estuvo marcada por la falta de afecto. Henry empalmaba una película con otra y nunca le demostró cariño, mientras que  su madre se preocupaba más por los actos sociales que por sus hijos. Aquello marcó profundamente a la futura actriz, que décadas más tarde afirmó que, "si un padre y una madre que te mimen y te digan 'te quiero', resulta muy difícil llegar a quererse uno mismo. Mi padre era un héroe para los que les gustaba el cine, pero a casa no traía aquel espíritu. Su trabajo solo nos dio problemas y desavenencias, jamás la felicidad. Y mi madre siempre  estuvo desequilibrada con grandes depresiones". La situación familiar se hizo insostenible. Henry pidió el divorcio, lo que fue un durísimo mazazo para el delicado equilibrio psíquico de la madre. La internaron en un sanatorio y el 25 de abril de 1950 se quitó la vida cortándose el cuello con una cuchilla de afeitar. A Jane y Peter, que se fueron a vivir con su abuela materna, les dijeron que Frances había muerto de un ataque al corazón, pero, años más tarde, descubrieron por la prensa lo que había pasado.

Graves problemas de bulimia y anorexia

Tras estudiar en la Brentwood School y en la Emma Willard School, ingresó en un internado donde empezaron sus trastornos alimenticios. Quería ser una chica guapa y delgada para atraer a los chicos. Esos problemas derivaron en una bulimia grave, alternada con períodos de anorexia, que mantuvo en secreto durante más de veinte años.

Adolescente poco brillante en sus estudios, trabajó en dos películas junto a su padre. A instancias de éste, que estaba en contra de que Jane siguiera sus pasos profesionales, ingresó en el elitista Vassar's College y se especializó en música y pintura, lo que la llevó a trasladarse a París para continuar su formación. Pero, al poco tiempo, regresó a casa con la firme intención de dedicarse a la interpretación. Influida por una amiga, la actriz Susan Strasberg, en 1956 se matriculó en el célebre Actor's Studio, de Nueva York. Para pagarse las clases, trabajó como modelo, siendo muy cotizada.

Tras intervenir en varias  obras teatrales, en 1959, el director Joshua Logan, que era su padrino, la contrató para su primera película: "Me casaré contigo", que protagonizó junto a Anthony Perkins. Durante el rodaje se le disparó la bulimia, tuvo episodios de sonambulismo, de miedo a los hombres y problemas de identidad. En esa época descubrió el ballet, al que se hizo "adicta" porque le permitía controlar y cambiar la forma de su cuerpo. Hasta que empezó con el "Programa de Gimnasia de Jane Fonda", en 1978, practicaba ballet en cualquier parte del mundo donde estuviera. Tras su primer gran éxito con "Un domingo en Nueva York" (1963), el director francés Roger Vadin, descubridor de la actriz Brigitte Bardot, la llamó para protagonizar "Juegos de amor a la francesa". Durante el rodaje surgió el amor y se casaron en 1965. A partir de ahí, Jane alternó el cine francés con el americano. Tuvo un gran éxito con "Descalzos por el parque" (1967), junto a Robert Redford, y, al año siguiente, estrenó "Barbarella", que la convirtió en "sex symbol" de la época. Apodada la "Bardot americana", en 1968 tuvo a su primera hija, Vanessa. Tras el Mayo francés y un iniciático viaje a la India tomó  conciencia política, una faceta que nunca ha abandonado.

Por su trabajo en la excepcional "Danzad, danzad, malditos" (1969), de Sidney Pollack, recibió su primera candidatura al Oscar, pero su relación con Vadim se iba desmoronando. Sus colaboraciones profesionales no tenían éxito y, a veces, complacía a su marido realizando tríos sexuales. "Nunca me obligó a nada, sabía lo que estaba haciendo, pero sentía que si no lo hacía, Vadim me dejaría. Pensaba que, sin él, no existiría", confiesa descarnadamente en su biografía, "Jane Fonda. Memorias" ("Temas de hoy"), publicada hace unos años.

Oscar por "Klute" y boda con Tom Hayden

En 1970 la pareja se separó, Jane dejó a Vanessa al cuidado de su padre y se metió de lleno en temas sociales. Tras ganar el Oscar a la Mejor Actriz por "Klute" (1971), en cuyo rodaje se enamoró de Donald Sutherland, se convirtió en uno de los personajes famosos que se manifestaba contra la guerra de Vietnam: apoyó a los norvietnamitas, denunció la actuación de los soldados americanos y viajó al país asiático. Fue acusada de "traidora" y la apodaron "Hanoi Jane". Además, se convirtió en feminista radical, luchó contra la marginación de indios y negros, fue detenida en cinco ocasiones y el FBI le abrió un expediente. Les llevó a juicio, que ganó al demostrar que habían atentado contra sus derechos civiles. En 1973, se casó con Tom Hayden, un radical de origen apache que comulgaba con sus mismas ideas. Seis meses después nació su segundo hijo, Troy Garity. Durante los años 70 intervino en filmes tan conocidos como "El pájaro azul" (1976), "Julia" (1977) -que le valió otra nominación al Oscar por su interpretación de la escritora Lillian Hellman-, "El regreso" (1978), junto a John Voight, con la que ganó su segunda estatuilla, y "El síndrome de China" (1979), apología contra las centrales nucleares que le valió una tercera nominación al más preciado premio de Hollywood.

Después de muchos años distanciados, a principios de los 80 se produjo la reconciliación definitiva con su padre, entonces ya muy enfermo. Su nueva relación quedó plasmada en una gran película: "En el estanque dorado" (1981), en una de cuyas escenas se dijeron por primera vez "te quiero". Aquella interpretación le valió a Henry Fonda el Oscar al Mejor Actor, que no pudo recoger porque falleció al año siguiente víctima del cáncer.

El aerobic la convirtió en multimillonaria

Para superar sus problemas de autoestima, Jane encontró su tabla de salvación en el aerobic, ideó un programa de televisión con ejercicios, comercializó libros y vídeos, que son, hasta la fecha, los más vendidos de la historia de su especialidad. Aquello la convirtió en multimillonaria. Durante los 80, Fonda intervino en "Agnes de Dios" (1985), "A la mañana siguiente" (1986) -un trabajo por el que fue nuevamente nominada al Oscar- "Gringo viejo" (1989), con un entrañable y veteranísimo Gregory Peck, y "Cartas a Iris" (1989). junto a Robert de Niro, con la que decidió retirarse de la interpretación.

Tercera boda con el presidente de la CNN

Para entonces, se había separado de Tom y, en 1990, consiguió el divorcio. Cuando se hizo pública la noticia, recibió una llamada de Ted Turner, propietario de la cadena de televisión estadounidense CNN, que la invitó a salir. "No estoy con ánimos, llámame en tres meses", le contestó, pero el magnate de la comunicación insistió hasta derrotar las resistencias de la actriz. El 21 de diciembre de 1991, día de su 54º cumpleaños, Jane y Ted se casaron en Atlanta y ella asumió el papel de devota esposa. "Siempre estuve tan desesperada por complacer a los hombres de mi vida que me volví completamente desapegada de mi yo auténtico", explicó en una ocasión. Aunque descubrió, al poco tiempo, que su marido tenía una amante, la pareja no se rompió. Por su parte, el empresario seguía anclado en una parte de su pasado, ya que su padre también se había suicidado y seguía sin superarlo. En sus múltiples apariciones públicas ofrecían la imagen de pareja feliz, pero Jane seguía sin sentirse una mujer completa y, a pesar de disfrutar de aviones privados, mansiones de ensueño y trajes de alta costura, decidió divorciarse en abril del 2001.

Sola de nuevo, y sin intención de volver a ponerse el anillo de casada, la actriz reside en Atlanta, donde disfruta de la compañía de sus dos nietos: Malcolm y Viva. En los últimos años se dedica a la filantropía y el activismo, colabora en la prevención de los embarazos en adolescentes, la educación sexual y el desarrollo del concepto de resilencia (capacidad para sobreponerse a las circunstancias adversas que experimentan algunas personas siendo niños). Abrió el "Jane Fonda Center for Adolescent Reproductive Health" en la universidad de Emory.

En el 2005, tras casi veinte años retirada, aceptó un papel en "Una suegra de cuidado", y "Georgia Rule". En septiembre del año 2007, la entonces princesa Letizia le entregó un premio de la fundación "Save the Children" por su defensa de los derechos de la infancia.

En los últimos años Jane Fonda ha incrementado su presencia en el cine. Encarnó a Nancy Reagan en The Butler (El mayordomo), participó en la comedia This Is Where I Leave You (Ahí os quedáis) y también ha tenido un papel en la multipremiada Youth (La juventud) de Paolo Sorrentino, codeándose con Michael Caine y Harvey Keitel.

En 2019, comenzó unos "Fire Drill Fridays", donde se dedicaba a protestar frente al Capitolio de los Estados Unidos para intentar evitar lo peor de la crisis climática. Por ello, ha sido arrestada cuatro viernes seguidos.


martes, 11 de mayo de 2021

Daniel Day-Lewis: Actor ganador de 3 Oscar

 


Daniel Michael Blake Day-Lewis nació el 29 de abril de 1957 en Londres (Inglaterra). Fue el segundo hijo del matrimonio formado por el laureado poeta Cecil Day-Lewis y la actriz Jill Balcon, hija de sir Michael Balcon, director de los estudios Ealing y uno de los hombres más importantes en la historia del cine británico. A los pocos meses de su nacimiento, la familia se mudó a Greenwich, donde Daniel creció bajo la sombra protectora de su hermana mayor, Lydia Tamasin. Los dos hermanos estaban muy unidos, jugaban al aire libre, creaban sus propias obras de teatro, se inventaban personajes y navegaban en los lagos cercanos a su hogar. Daniel siempre ha recordado con nostalgia los veranos en Irlanda, tierra de su padre, donde montaban a caballo a orillas de la playa y donde vivió su primer amor. Aquella infancia idílica quedó truncada por el débil estado de salud de su padre, hospitalizado en diferentes ocasiones a causa de varios ataques al corazón, por lo que la idea de la muerte influyó en gran medida en el pequeño Daniel.

Internado en un colegio de férrea disciplina

Su origen irlandés, judío y de clase alta propició que la relación con sus amigos fuera difícil. No encajaba en el grupo y tuvo que cambiar su acento y su forma de ser. Muy pronto se rodeó de malas compañías y se convirtió en un chico rebelde: faltaba a clase, fumaba, bebía y participaba en peleas y pequeños robos. Por este motivo, sus padres le internaron en Sevenoaks, en Kent, un exclusivo colegio con una férrea disciplina que el joven Daniel odió desde el principio. Pero allí descubrió sus dos grandes pasiones: la actuación y la carpintería. Al poco, ingresó en otro internado, Bedales, en Petersfield, donde estaba su hermana y aquello cambió su vida. El director John Schlesinger estaba rodando "Domingo, maldito domingo" y Daniel, con 14 años, consiguió un papel como extra por el que cobró cinco libras diarias. Aquello le motivó, se involucró en el teatro del colegio, participó en la elaboración de los decorados y el vestuario e incluso logró que su padre fuera a verle una vez. Unos meses después, Cecil murió de cáncer y Daniel cayó en una gran depresión. Empezó a sufrir migrañas, le recetaron calmantes y los tomó en tal cantidad que llegó a sufrir alucinaciones. Las autoridades creyeron que era un drogadicto, le encerraron en una habitación de una institución pero, al poco, le dejaron salir "porque hice una de mis mejores actuaciones al interpretar a una persona sana y con juicio", confesaría años después.

En 1974, las cosas empezaron a ir mejor. Inició una relación sentimental con Sarah Campbell que duraría 10 años, dejó Bedales en 1975, olvidó momentáneamente la actuación, se decantó por la ebanistería e hizo una solicitud en una escuela especializada donde fue rechazado por falta de experiencia.

Un primer Oscar por "Mi pie izquierdo"

Entonces cambió de estrategia: le aceptaron en la Bristol Old Vic Theatre School y, durante los siguientes tres años, participó en innumerables producciones teatrales. "Mi padre ni me animó ni me desanimó porque nunca le dije que quería ser actor, pero mi madre y mi abuelo -productor de las primeras películas de Hitchcock- no me apoyaron demasiado porque ambos sabían que esta profesión no era una forma fácil de ganarse la vida". Aún así, siguió luchando por su sueño y obtuvo una colaboración en "Ghandi" (1982) y, posteriormente, intervino en "Una habitación con vistas" (1985) y en "Mi hermosa lavandería" (1985), con la que obtuvo un gran reconocimiento. Cuatro años más tarde, recibió su primer Oscar al Mejor Actor por "Mi pie izquierdo" y se convirtió en uno de los grandes "sex symbols" de la década, con lo que empezaron a llegarle guiones interesantes. Por aquel entonces inició una relación intermitente y tormentosa con la actriz francesa Isabelle Adjani, convirtiéndose en el centro de atención de los paparazzi franceses y americanos, algo que desagradaba profundamente al actor. "No me interesa saber lo que la gente piensa de mí, nunca me ha gustado exponerme en las revistas de cotilleo, detesto las murmuraciones y cuchicheos y espero que  se me respete", repite en cada una de las pocas entrevistas que concedió.

Daniel se compró una casa de campo en Irlanda huyendo de una Inglaterra marcada por el "thatcherismo" y una izquierda decepcionante. Allí pasó largas temporadas con Isabelle, aislado de la actuación, y creó un mundo paralelo al que muy pocos tenían acceso. En 1992, protagonizó "El último mohicano" y, al año siguiente, intervino en "La edad de la inocencia" y "En el nombre del padre", por la que volvió a ser nominado a la estatuilla dorada. Tras tener un fugaz romance con Wynona Ryder, se retiró del ajetreo de Hollywood, cansado de meterse en la piel de los personajes. Apostó nuevamente por el teatro, rechazó guiones importantes y fue fiel a su filosofía de hombre hermético, introvertido, solidario y con una especial sensibilidad. A principios de 1995, poco antes del nacimiento de su primer hijo, Gabriel Kane, fruto de su relación con Adjani, se rumoreó que Daniel había dejado a la actriz por fax, algo que ella negó posteriormente. Acto seguido, mantuvo breves romances con Julia Roberts, hecho que hirió profundamente a la intérprete francesa, y con su entrenadora personal Deya Pichardo. En 1996, mientras se preparaba para un papel en "Las brujas de Salem", acudió a casa del dramaturgo Arthur Miller, autor de la obra, y conoció a su hija, Rebecca. Tras aquel flechazo, la pareja se casó en secreto pocos meses después y se instalaron en Irlanda. Después de  protagonizar "The boxer" (1997), Daniel se retiró nuevamente del cine durante cinco años y en su tiempo libre devoró libros de James Joyce, recorrió con su motocicleta numerosos países, disfrutó de las películas de John Huston o Charles Laughton y se volcó en su matrimonio.

Aprendiz de zapatero en Florencia

En 1998, Daniel y Rebecca tuvieron su primer hijo en común, Ronan y, cuatro años más tarde, nació Cashel Blake. Con fama de excéntrico, tímido y nada dado a hablar de su vida privada, Daniel se trasladó junto con su familia a Florencia, donde trabajó como aprendiz de un zapatero a las órdenes de Stefano Bemer. Allí saboreó el anonimato y se permitió el lujo de rechazar guiones tan importantes como "El señor de los anillos". Además, como fan de Valentino Rossi, cogía su moto y recorría miles de kilómetros en busca de aventuras, como cuando visitó España y coincidió con la Vuelta Ciclista.

Admirador de Perico Delgado e Induráin

En Salamanca vio de cerca a sus ídolos, Indurain y Perico Delgado, pero no se atrevió a hablar con ellos. "Me apasiona el ciclismo y lo que hacía Induráin era algo increíble. Es un hombre íntegro y entregado a su profesión. Su retirada fue un momento muy triste para mí", recordó años después. Martin Scorsese logró rescatarle de su retiro para protagonizar en el 2002, "Gangs of New York", por la que fue nominado de nuevo al Oscar. Se retiró otros tres años para volver antes las cámaras bajo las órdenes de su mujer son el filme "La balada de Jack y Rose".

En 2012 protagonizó el largometraje Lincoln de Steven Spielberg, quien lo calificó como uno de "los más grandes actores" en cualquier etapa de la historia del cine. Day-Lewis pidió al director el tiempo de un año para la preparación de su personaje, leyó más de 100 libros sobre Lincoln y tuvo largas sesiones de maquillaje para obtener un aspecto similar. En febrero de 2013 ganó su tercer Óscar por el papel protagonista del presidente estadounidense Abraham Lincoln. Se convierte así en el primer hombre en conseguir tres Óscar al Mejor actor principal en toda la historia de la ceremonia.

El actor anunció que tomaría su clásico periodo de descanso, ahora de una duración de 5 años tras su participación en Lincoln antes de aparecer en otra película, se retiró a una pequeña granja en County Wicklow.

En enero de 2017 comenzó el rodaje de su última película en Inglaterra y Londres, bajo la dirección de Paul Thomas Anderson que ya lo dirigió en "Pozos de ambición", donde ganó el segundo de sus tres Oscar. La película se estrenó diciembre de 2017 con el nombre de Phantom Thread, fue nominado al Globo de Oro en la categoría de mejor actor dramático.Cinta en la que además está nominado a los Premios BAFTA en la categoría de mejor actor.

El 20 de junio de 2017, a la edad de 60 años, Daniel Day-Lewis anuncia que se retira de forma definitiva de la actuación. Así lo ha confirmado Leslee Dart, su representante, a Variety: "Daniel Day-Lewis ya no trabajará como actor. Él está inmensamente agradecido con todos sus colaboradores y a su público por todos estos años. Se trata de una decisión personal y ni él ni ninguno de sus representantes harán más comentarios al respecto", ha comentado Dart al mencionado medio de forma escueta.



domingo, 14 de marzo de 2021

Liza Minnelli: La estrella de "Cabaret"

 


Liza May Minnelli nació el 12 de marzo de 1946 en Hollywood. Fue la única hija del matrimonio formado por Judy Garland, actriz y cantante, y el segundo de sus cinco maridos, el director  Vincente Minnelli. Eso propició que Liza creciera en los estudios de la Metro Goldwin Mayer, donde sus padres trabajaban. Con tan solo 3 años, apareció por primera vez en el cine en "In the good Old Summertime", protagonizada por Judy y Van Johnson y, a los 8, bailó en Broadway con su madre. Empezó a tomar clases de baile  con el coreógrafo Nico Charisse y admiraba profundamente a Fred Astaire y a Gene Kelly. Sin embargo, Liza quería ser patinadora de hielo, porque la respuesta del público era más inmediata mientras que los rodajes de cine le parecían muy aburridos. Su vocación le llegó a los 13 años, cuando quedó fascinada por el teatro de Broadway.

En 1951, sus padres se divorciaron y, un año más tarde Judy se casó con Sydney Luft, padre de sus hijos Lorna y Joel, y Vincente hizo lo propio con Georgette Magnani, con quien tuvo  Cristiana Nina.

Una madre neurótica y un padre soñador

De su niñez, Liza recuerda que "crecí en la meca del cine, al igual que otras decenas de hijos de estrellas, y no me sentía especial en comparación con otros niños, ya que no conocía otra realidad". Sobre sus padres siempre ha dicho que "mi madre era una artista muy neurótica, bastante estricta y siempre me decía lo que tenía que hacer o llevar. En el fondo era amable y amorosa, pero prefería ir a casa de papá, una persona muy calmada que me colmaba de felicidad. Mamá me dio el empuje, pero papá alimentó mis sueños".

A los 16 años, la joven Liza dejó la escuela, se marchó de casa y, en contra de la opinión de sus progenitores, se trasladó a Nueva York con la firme intención de ser una actriz reconocida. Su primer éxito lo logró en 1963 con "Best food forward", que estuvo siete meses en cartelera y dio título a su primer disco. Un año después, Judy invitó a su hija a su célebre "show" del London Palladium, estableciéndose una relación de tira y afloja entre ambas. Tal y como recordó posteriormente en una entrevista a "The New York Times", "mamá se dio cuenta de que era buena... Hubo momentos en los que me sonreía e instantes después se convertía en una leona que protegía el escenario como si alguien le estuviera invadiendo el territorio". Durante esos conciertos, Liza conoció a Peter Allen, un protegido de Judy que se convertiría en su primer marido en 1967. A los 19 años, Liza Minnelli empezó a saborear las mieles del éxito ganando su primer Tony -el Oscar teatral- por la obra "Flora the red menace", en 1967 intervino en su primera película, "Charlie Bubbles" y, a los 23, consiguió su primera nominación al Oscar por "The Sterile Cuckoo" (1969). Ese mismo año su madre falleció tras un largo calvario de inestabilidades psíquicas y adicciones a las drogas y el alcohol, siendo una sobredosis de barbitúricos lo que acabó con su vida. Liza, que siempre se caracterizó por su carácter optimista, se sumió en una depresión.

Un Oscar a los 23 años

Pero, como suele decirse, el espectáculo debe continuar y, en 1970, realizó su primer especial en televisión para la NBC "Liza", y salió de gira con sus números. Tras superar un duro "casting", fue la elegida para protagonizar "Cabaret" de Bob Fosse, que la catapultó a la fama internacional. Recibió el aplauso del público, la crítica la elevó a lo más alto y fue galardonada con los mas reputados premios por su interpretación, entre ellos, el Oscar, el Globo de Oro, el British Academy Award y el Entertainer of the Year de la American Guild of Variety Artists.

La década de los setenta fue una de las más fructíferas en su vida. Grabó más de una decena de discos, participó en varios programas e intervino en siete películas, entre ellas "New York, New York" (1977), junto a Robert de Niro, en la que popularizó la canción del mismo nombre, que luego interpretaría Sinatra, su querido mentor durante los primeros años de Liza en la Gran Manzana.

No pudo ser madre, lo que la marcó de por vida

En 1972, la actriz se divorció de Peter y, dos años más tarde se casó con Jack Haley Jr., productor y director, cuyo padre interpretaba al Hombre de Hojalata en "El mago de Oz" junto a Judy Garland. Durante ese matrimonio, Liza tuvo un aborto en el quinto mes de gestación -posteriormente tuvo dos más-, un hecho que la marcó de por vida. En esa época, se dejó ver asiduamente por la célebre discoteca "Studio 54" de Nueva York, junto a Andy Warhol, Elizabeth Taylor, Salvador Dalí o Bianca Jagger, viviendo las noches más alocadas de su vida. En 1976, protagonizó "Nina", la última película de su padre, que falleció 10 años después. Recién estrenada la década de los 80, Liza se divorció de Jack para, unos meses más tarde, casarse con el escultor Marc Gero.

A partir de ese momento, su vida entró en una espiral autodestructiva. Rodó la película "Arthur", grabó el disco "Live at Carnegie Hall", realizó una gira internacional y ganó otro Tony, pero a pesar de su éxito o, a causa de él, su vida personal estaba fuera de control. Como su madre, comenzó a abusar del alcohol y de ciertos  fármacos, mostrándose cada vez más agresiva, olvidadiza y huraña. En 1984, ingresó en la clínica de rehabilitación Betty Ford -donde era asidua su gran amiga Elizabeth Taylor- y, durante varios meses se sometió a una intensa terapia. En 1985, resurgió de sus cenizas y consiguió su segundo Globo de Oro por el telefilme "A time to live". Sin embargo, a pesar de este renacer, sus nuevas películas tuvieron poco éxito y se fue  refugiando en la televisión apareciendo en algunas series o documentales.

Sufrió una encefalitis

En 1988, realizó un exitoso tour mundial junto a Frank Sinatra y Sammy Davis Jr llamado "The ultimate event", y, un año después, los Pet Shop Boys produjeron su disco "Results". En 1990, recibió un Grammy en reconocimiento a toda su carrera y, al año siguiente, se divorció de su tercer marido. Cinco años  más tarde sustituyó a Julie Andrews en Broadway en el musical "Víctor o Victoria" y parecía que había encarrilado su vida, pero volvió a ser ingresada  para rehabilitarse  de sus adicciones. A los 54 años, sufrió una encefalitis aguda que a punto estuvo de postrarla en una silla de ruedas para siempre. "Soy una persona extremadamente optimista. Amo la vida y me niego a estar en esta situación", confesó. Sus ejercicios y sus clases de baile diarios, así como su gran fortaleza la ayudaron a resurgir nuevamente. Y, una vez más, se volvió a casar, esta vez, con el productor David Gest, teniendo como padrinos a Elizabeth Taylor y Michael Jackson. Pero los problemas entre el matrimonio no tardaron en surgir y, un año después, en el 2003, se separaron. A lo largo de su complicado divorcio, que duró cuatro años, David exigió a su mujer una compensación de seis millones de euros tras acusarla de agresión cuando estaba borracha. Finalmente, la actriz y cantante obtuvo el divorcio en el 2007. Durante su visita a España, en el 2007, comentó con gracia sobre sus adicciones que "muchas estrellas jóvenes de hoy en día están fuera de control por sus continuos abusos de las drogas y el alcohol y eso les hace ser glamurosas. Si ir a una clínica de rehabilitación está de moda, yo soy la más glamurosa del mundo".

Con más de cuarenta años de exitosa carrera, Liza es una auténtica superviviente. Tiene dos implantes de cadera, la han operado tres veces de las rodillas, recae continuamente en sus problemas con el alcohol y sale victoriosa de las rehabilitaciones. Es una de las pocas actrices que tiene en su haber un Oscar, un Grammy, un Emmy, dos Globos de Oro y tres Tony y la única cuyos padres también tuvieron su Oscar. Es una estrella nacida de dos estrellas.