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lunes, 17 de enero de 2022

David Bowie: Artista camaleónico e icono del pop

 


David Robert Jones nació el 8 de enero de 1947 en Brixton, distrito del sur de Londres. Su padre, Haywood Stenton Jones, era un relaciones públicas que ya tenía una hija, Annette, de un matrimonio anterior. En 1946, tras haber roto con su mujer, pero sin haberse divorciado, conoció a Margaret Mary Burns, una acomodadora de cine que también tenía otro hijo, Terry. La pareja se casó a los ocho meses del nacimiento de David.

Hasta los 6 años, estudió en la Stockwell Infants School y, en 1953, después de que la familia se mudara a un barrio cercano —Bromley—, fue alumno de la Burnt Junior Scholl, de cuyo coro formaba parte y donde destacó por su manera de bailar. «Sorprendente», según sus profesores, para un niño de su edad. A los 9 años, su vida cambió cuando su padre le regaló una colección de discos de artistas como The Platters, Fats Domino, Little Richard y Elvis Presley. El impacto que le produjo éste último fue enorme, como si hubiera «escuchado a Dios»,
explicó años más tarde, todavía impresionado por «el enorme poder de la música». A los 12 años, después de que su hermano le hubiera introducido en el jazz, sus padres le regalaron un saxofón, uno de los muchos instrumentos que aprendería a tocar.

En 1962, vivió un grave incidente. En una pelea por una chica con uno de sus mejores amigos, George Underwood, éste le propinó un puñetazo, con tan mala suerte que el anillo que llevaba impactó en su ojo izquierdo. Estuvo a punto de perder la visión de ese ojo, pero, tras una operación y cuatro meses de hospitalización, se lo salvaron, aunque la pupila le quedó permanentemente dilatada, dándole un aspecto muy característico a sus ojos, que parecen de distinto color.

A los 15 años, formó su primera banda, la Konrads, entre cuyos componentes estaba Underwood, con el que mantuvo la amistad. Sería la primera formación de una larga lista —David Jones and The King Bees, Manish Boy y Lower Third— con las que intentó hacerse un espacio en el mundo de la música, tras decirles a sus padres que dejaba los estudios. La suerte se le mostró esquiva hasta que, en 1966, conoció a Ken Pitt, un mánager que le consiguió su primer contrato en solitario y le sugirió que cambiara de nombre, ya que había otro artista llamado Davy Jones, el líder de The Monkees. Adoptó el apellido Bowie en honor a un personaje del filme «El Álamo», Jim Bowie.

«Space Oddity», su primer single de éxito

Pitt y él vivían en la misma casa y surgieron rumores de que mantenían una relación. El mánager lo negó, pero una vez comentó que «a David le gustaba quitarse la ropa y sentarse en el suelo con las piernas cruzadas rodeado de altavoces o andar desnudo por el piso». Su primer disco de larga duración, «David Bowie» (1967), no tuvo éxito comercial, pero llamó la atención de Lindsay Kemp. El prestigioso mimo y coreógrafo le enseñó al músico, según explicó el propio Kemp, a «exteriorizarse más a sí mismo. Le permití liberar su ángel y demonio interiores». Se rumoreó que fueron amantes y debieron serlo, aunque, al mismo tiempo, Bowie se emparejó con Hermione Farthingale, guitarra de una de sus bandas. En 1969, Bowie logró su primer éxito con «Space Oddity», un single sobre un astronauta que salió cinco días antes de que el Apolo XI llegara a la Luna y fue el tema que usó la BBC para cubrir el alunizaje, encaramándose en la lista de los más vendidos.

Un año antes, en 1968, había conocido a Angie Barnett, una actriz y modelo que se sintió inmediatamente atraída por el cantante. «Era muy guapo, hermoso, con una cara de ángel rodeada de rizos. Y, encima, era un semental», aseguró tiempo después. La noche antes de su boda, en marzo de 1970, compartieron cama con un amigo, actividad que practicaron durante toda su relación, acostándose  indistintamente  con hombres y mujeres. Al año siguiente, tuvieron a su único hijo en común, Duncan Zowie. Angela fue un puntal decisivo en la carrera del artista, quien escogía la ropa, asesoraba cómo moverse en el escenario e incluso le animó a potenciar su «look» andrógino. Su esposa también cuidó del hermano de Bowie, aquejado de esquizofrenia, enfermedad que aterraba al artista. Ambiguo por antonomasia, Bowie iba a encontrar en ese rasgo de su personalidad su característica como artista. En 1971, sorprendió a los críticos musicales de EEUU durante la promoción de «The Man Who Sold the World» dando las entrevistas con el vestido de mujer que lucía en la portada de ese disco. Pero su gran momento llegó el 6 de julio de 1972, cuando intervino en «Top of the Pops», un programa de la BBC de enorme audiencia. Hacía sólo cinco años que se había legalizado la homosexualidad en Gran Bretaña y apenas seis días de la celebración de la primera marcha del Orgullo Gay en Londres, cuando Bowie salió por la tele convertido en Ziggy Stardust, interpretando el tema «Starman», del álbum «The rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars», editado un mes antes. Y estalló el escándalo ante la visión de aquel supuesto extraterrestre bisexual que proclamaba haber venido para salvar al mundo. Bowie había construido el que durante unos años fue su álter ego mezclando a Vince Taylor —un roquero que decía ser el evangelista Mateo—, las «drags queen» de Andy Warhol y la estética de «La naranja mecánica». El resultado fue un ser delgadísimo, maquillado al estilo del teatro japonés, vestido con apretados y coloridos monos y unas aparatosas botas de plataforma. Una imagen tan rompedora en lo visual que se convirtió en referencia del «glam-rock», un movimiento musical que intentaba aunar las esencias del pop con la contundencia del punk y que marcó la música de artistas contemporáneos y de muchos venideros. Pero, conforme acumulaba polémicas con sus apariciones, Ziggy empezaba a «comerse» a Bowie. El extremado abuso de alcohol, drogas y sexo que el artista hizo esos años ayudaron a que la personalidad del cantante se viera muy afectada. «Ziggy no me dejó solo durante años. Entonces fue cuando todo empezó a ir peor», reconocería más tarde. Hasta que, en 1973, tras una gira llena de escándalos como cuando simuló una felación al guitarrista Michael Ronson, Bowie decidió deshacerse del personaje antes de que el extraterrestre de pelo panocha acabase con él.

Vivió el infierno de la cocaína y el alcohol

«Muerto» Ziggy, Bowie se fue a EEUU y, con su capacidad camaleónica para transformarse, dio el primero de los muchos giros que efectuaría en el transcurso de su carrera. Grabó con John Lennon el tema «Fame» (1975), en una época de descenso a los infiernos: aumentó el consumo de drogas, no dormía, apenas se alimentaba de leche y empezaba a obsesionarse con el ocultismo y el nazismo. Decía que el demonio vivía en su piscina y que «Hitler fue una de las primeras estrellas del rock. Fíjate en algunas de sus apariciones y mira cómo se mueve. Era tan bueno como Jagger». Años después admitió que sus abusos le habían pasado factura. «Tengo agujeros increíbles en mi memoria, por ello cuando estoy en un concierto necesito leer las letras de mis canciones», decía. En 1976, se mudó a Suiza para concentrarse en la música y allí empezó a dedicar parte de su gran fortuna a coleccionar arte contemporáneo. Aunque más enganchado a las drogas que nunca, siguió sacando discos. Afortunadamente, en 1976, decidió trasladarse a Berlín para desintoxicarse. En la capital alemana compartió piso con Iggy Pop, para quien escribió la letra y la música de su disco debut «The idiot». Desde allí lanzó su conocida «Berlin Trilogy».

Tras dejar Alemania, Bowie y Angie se divorciaron en 1980. Uno de los motivos de la ruptura fue el romance que, según se dice, Bowie tuvo con Jagger. Tras una dura batalla judicial, el juez dio la custodia del hijo al cantante, quien se refería a su exesposa como «la mujer que más he odiado en mi vida». En esa nueva década su estilo fue más discreto y reposado, con grandes éxitos como «Let's dance», «Modern Love» y «China Girl». En el teatro destacó con la obra «El hombre elefante» y, en el cine, ha intervenido en filmes como «El ansia», «Feliz Navidad, Mr. Lawrence», «Principiantes», «Dentro del laberinto» y «Zoolander», entre otras. En 1989, abandonó su carrera como solista para formar el cuarteto de pop rock Tin Machine, experimento que duró un par de años.

Casado con la bella modelo somalí Imán

En 1990, tras dos años de relación con la bailarina Melissa Hurley, su peluquero le montó una cita a ciegas con otra clienta, la exótica modelo somalí Imán, 10 años más joven que él y de la que se enamoró a primera vista. «Aquella misma noche empecé a pensar en el nombre de nuestros futuros hijos», confesaría años después, asegurando también que «menos mal que la conocí cuando tenía encarrilados mis pasos. Antes llevaba una vida de auténtica locura». Dos años después de iniciar su convivencia, el cantante le propuso matrimonio mientras navegaban por el Sena. Se casaron en abril de 1992 y, desde entonces, no ha vuelto a probar las drogas. En agosto del 2000 nació su primera y única hija en común, Alexandria Zahra, a la que llaman Lexi. La ex modelo tiene otra hija de una unión anterior, Zulekha, de 35 años.

Rechazó la Orden del Imperio Británico

Tras la publicación, en el 2003, de «Reality», su último álbum hasta la fecha, el cantante se negó a ser condecorado como comandante de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II: «No me he pasado la vida trabajando para eso», aunque si aceptó ser galardonado por el Gobierno francés. Al año siguiente, interrumpió su gira por un infarto y, desde entonces, decidió tomarse la vida de forma relajada. En el 2006, recibió el Grammy por toda su carrera.

Con mansiones en Londres, Beverly Hills y Bahamas, Bowie vive en su lujoso apartamento de Nueva York con su mujer y su hija. Su matrimonio con Imán sigue igual de sólido que al principio. «El nuestro es un amor de los que surgen una vez cada millón de años», asegura un hombre que su esposa define como «un caballero de los pies a la cabeza». Aunque retirado de los escenarios, el cantante apareció en noviembre del 2007 en un episodio especial de la serie de dibujos animados «Bob Esponja»; ha acompañado a músicos muy famosos en actuaciones puntuales, como Lou Reed; intervino en la película «El truco final», de Christopher Nolan; se le ha visto en alguna que otra fiesta y acudió al estreno de «Moon» (2009), la película de ciencia ficción de su hijo, Duncan, quien, quizás por los excesos de su padre, ni bebe ni fuma ni ha probado las drogas y hace del anonimato, militancia.

A principios de octubre de 2015, saltó la noticia de que Bowie había grabado, por primera vez en veinte años, una canción para la serie de televisión «The Last Panthers». Unas semanas después, John Giddings, su agente, aseguraba a un medio que Bowie no volvería a actuar nunca más. A finales del mismo mes, el propio David anunció en su página web el lanzamiento de su nuevo álbum de estudio, Blackstar, que coincidiría con su cumpleaños, el 8 de enero de 2016.

El 10 de enero de 2016, dos días después de su 69 cumpleaños y la publicación de Blackstar, murió de un cáncer de hígado en su apartamento de Nueva York. Se le había diagnosticado dieciocho meses antes, pero no lo había hecho público. El director de teatro belga Ivo van Hove, quien había trabajado con el cantante en el musical Off-Broadway Lazarus, explicó que Bowie no pudo asistir a los ensayos debido a la enfermedad. Comentó que Bowie siguió trabajando durante el proceso de la misma.


lunes, 29 de noviembre de 2021

Ian Fleming: Novelista y creador de James Bond

 


Ian Lancaster Fleming nació en Londres el 28 de mayo de 1908. Era el segundo de los cuatro hijos de Evelyn Saint Croix Rose y Valentine Fleming, terrateniente de Oxfordshire, parlamentario e hijo de un banquero escocés. La familia del escritor tenía dinero y gozaba de un gran reconocimiento social, por lo que, cuando el padre de Ian murió en la I Guerra Mundial, el propio Winston Churchill escribió su obituario en "The Times". A punto de cumplir los 9 años, la figura del padre marcó a Ian toda la vida. Su madre, aunque joven, no volvió a casarse para no perder la herencia del marido.

Creció a la sombra de su hermano mayor, Peter

Su infancia estuvo condicionada por su papel de segundón, a la sombra de su "perfecto" hermano mayor, Peter, un excelente estudiante. Ian era todo lo contrario. Expulsado del exclusivo de Eton y de la academia militar de Sandhurst por sus continuos escarceos amorosos, su enérgica madre acabó mandándolo a estudiar a Kitzbuhel, un pequeño pueblo de Austria. Allí, alejado de la presión de tener que ser como su hermano, empezó a destacar por su ingenio y sociabilidad y se preparó, aunque sin éxito, para entrar en el cuerpo diplomático. Aficionado a la escritura de historias cortas y poemas, Ian siguió los pasos de su hermano Peter y se hizo periodista. Por recomendación de su madre, entró en la agencia Reuters, donde, según él, aprendió a "escribir deprisa y, sobre todo, a ser preciso". Impresionó a sus compañeros con sus crónicas sobre un juicio que se celebraba en Rusia. Sin embargo, seguía siendo el hermano de Peter Fleming, periodista de prestigio que recorría el mundo enviando sus reportajes desde los países más exóticos.

Fiestas gastronómicas

Además de no motivarle demasiado el hecho de ser siempre "el otro Fleming", Ian descubrió que el sueldo de periodista no daba para vivir holgadamente. Buscó fortuna en los negocios y comenzó a trabajar en banca. Aquel empleo no le gustaba, pero le permitía costear las fiestas gastronómicas que celebraba en su casa de Ebury Street. Con su grupo de amistades -conocido como Le Cercle-, Fleming apostaba, bebía, comía y amaba con avidez. De esa época data una frase -muy "bondiana"- dicha por una de sus amantes: "Para Ian, las mujeres eran como croquetas de pescado. Le gustaban mucho, pero nunca fingió que hubiera ninguna mística en comérselas".

En 1939, se alistó y obtuvo un empleo en el departamento de Inteligencia Naval para el que comenzó a realizar algunas misiones de poca importancia hasta convertirse en la mano derecha de uno de los mejores espías británicos, el almirante John Godfrey. Desde su cargo, llegó a idear una de las misiones más célebres -aunque nunca se llegó a realizar- de la II Guerra Mundial: la Operación Ruthless, pensada para capturar la máquina "Enigma", que los alemanes usaban para codificar su mensajes.

Su exquisita educación y su simpatía le ayudaron a desempeñar su papel de espía con gran eficacia. Por ejemplo, en 1940, él podía estar cenando en los restaurantes más lujosos y, a la vez, preparar la huida del rey Zog de Albania. Por aquella época, Fleming comenzaba a escribir regularmente. Se trataba de los informes para su departamento, pero, en ellos, ya se notaba un estilo ameno y directo. Incluso llegó a escribir un memorándum sobre cómo sentar las bases del OSS, las futura CIA, trabajó por el que fue recompensado con un revólver grabado en el que ponía "For Special Services".

Un espía invencible, sarcástico y seductor

Como mano derecha del almirante Godfrey, Fleming conoció a personajes como el famoso espía canadiense William Stephenson, en cuya figura se dice que se inspiró para crear a su personaje, James Bond, un agente secreto al servicio de Su Majestad invencible, sarcástico y seductor, conocido en el mundo entero por la combinación numérica 007, que le otorgaba licencia para matar. Le puso ese nombre "breve y poco romántico, pero masculino", copiándolo del de un famoso ornitólogo norteamericano, autor del clásico "Ave de las Indias Occidentales", al que le escribió: "A cambio de usar su nombre puede usted ponerle el mío al pájaro más feo que vea". En la última etapa de la guerra, Fleming dirigió la Unidad de Asalto 30, un grupo de comandos especiales.

En 1945, Ian Fleming viajó a Jamaica para una conferencia naval y se enamoró de la isla. Se prometió que, acabada la guerra, volvería para quedarse. Compró un terreno y diseñó una casa a la que llamó "Goldeneye", en honor a una operación que había ideado durante la guerra y que consistía en bloquear todos los puertos españoles en caso de que Hitler hubiera atacado Gibraltar. Tras la guerra, Fleming aceptó un trabajo en un periódico, pero con la condición de poder pasar el invierno en Jamaica. Durante 6 años, viajó cada invierno a la isla, donde disfrutó de todos los placeres hasta que, en 1952, su vida cambió.

Anne Rothermere, esposa de un vizconde con la que Ian había vivido un intermitente romance durante años, se quedó embarazada y él asumió la responsabilidad de casarse. No había cumplido los 44 años y, mientras esperaba en Jamaica a que el divorcio de Anne se hiciera efectivo, escribió el primer esbozo de "Casino Royale", primera novela de James Bond.

Escribió 14 libros con James Bond

No tuvo problemas para encontrar editor para un libro que fue un éxito arrollador y que, además, ayudó a Fleming a encontrar su vocación y un modo de ganar dinero que le permitía seguir pasando largas temporadas en Jamaica. Durante 12 años, escribió 14 libros de James Bond. De ellos, dos eran un compendio de relatos cortos -"Sólo para tus ojos" y "Octopussy"-, pero también publicó un libro de viajes, uno de terror y uno infantil para su hijo, Casper, que se tituló "Chitty Chitty Bang Bang" y que fue llevado al cine en 1968. Antes, Ian Fleming ya había visto a su personaje más célebre en la pantalla gracias a las adaptaciones de varias de sus aventuras, como "Dr. No", "Desde Rusia con amor" o "Goldfinger", todas ellas interpretadas por Sean Connery, Fleming vio a Roger Moore encanando a James Bond en una modesta adaptación televisiva, pero no llegó a ver la encarnación de otros 007 como Timothy Dalton, Pierce Brosnan o Daniel Craig.

Alcohol, tabaco y comidas copiosas

La intensa vida de Fleming, que incluía alcohol, tabaco y comidas copiosas, minó su salud a finales de los 50. Lejos de cuidarse, el escritor continuó con sus nocivos hábitos mientras, para colmo, su matrimonio se hundía. En 1964, un fortísimo catarro combinado con una pleuresía le dejaron muy débil durante todo el invierno. En verano, su madre falleció, dejándole una pequeña fortuna que ya no necesitaba, pues había conseguido hacerse más rico que sus padres. Los médicos le recomendaron no asistir al funeral, pero él fue, lo que no le hizo ningún bien a su salud. La única manera que el autor encontró de luchar contra la enfermedad fue escribiendo unas curiosas cartas en las que protestaba por su estado, y que, obviamente, no sirvieron de nada. Ian Fleming falleció el 12 de agosto de 1964 a los 56 años. Fue enterrado en Sevenhampton, Inglaterra. Junto a él yacen también su esposa, fallecida en 1981, y su único hijo, Casper, que murió en 1975 por sobredosis de droga.


domingo, 28 de noviembre de 2021

Jan Morris: Primera transexual de la historia

 


James Humprey Morris nació el 2 de octubre de 1926 en Clevedon, en el condado de Somerset (Inglaterra). Fue el cuarto hijo de un galés y una inglesa que educaron a sus hijos en el afecto, el sentido común, el amor a los animales y los buenos modales. Un día, cuando James tenía 3 o 4 años y escuchaba a su madre tocar a Sibelius bajo el piano de casa, "me di cuenta de que había nacido en el cuerpo equivocado, que en realidad debía ser una niña". Aquel primer recuerdo le marcó porque, aunque no lo compartió entonces con nadie, dio inicio a la voluntad que guiaría el resto de su vida: abandonar la masculinidad de su sexo para hacer aflorar la feminidad que sentía como género. Conforme fue creciendo se fue haciendo más solitario y retraído. Sentía que vivía una mentira. "Iba disfrazada: mi realidad femenina, para cuya definición no tenía palabras, se vestía fraudulentamente de hombre". A los 9 años, cantaba en el coro de la Christ Church de la Universidad de Oxford, cuyos majestuosos y antiguos edificios escondían tantos secretos que el suyo propio pasó totalmente desapercibido. James quería desvelar su verdadera identidad, pero las estrictas normas sociales de la época se lo prohibían. Estudió secundaria en el internado de Lancing College de Sussex, donde tuvo sus primeros devaneos con otros alumnos, y descubrió su pasión por el periodismo trabajando en el diario "Bristol's Western Daily News".

Acabados los estudios, ingresó en la prestigiosa academia militar de Sandhurst -allí estudiaron Alfonso XII, Winston Churchill y los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra, entre otros- y, más tarde, ingresó en el 9º Regimiento Real de Lanceros de la Reina. Se graduó como oficial de Inteligencia y se incorporó al servicio activo a finales de la II Guerra Mundial. Ser militar le permitió descubrir el placer de viajar: estuvo en Oriente Medio, Austria, Malta e Italia, donde conoció la ciudad de Venecia, que influyó intensamente en su vida personal.

Casado con Elisabeth, madre de sus cinco hijos

Entre tanto hombre armado y uniformado, James tuvo la certeza definitiva de que su género era distinto al de sus compañeros y, como después escribiría, se sentía como "una espía en un amable campo enemigo". Pero su paso por la Armada no fue una experiencia traumática. Sus superiores nunca le trataron mal y aprendió técnicas de observación que luego le fueron muy útiles como escritor. Tras permanecer en el ejército hasta 1949, se matriculó en Oxford para cursar Filología inglesa y ejerció como editor de la revista de los estudiantes. Ese mismo año, se casó con Elizabeth Tuckniss, hija de un plantador de té de Ceilán, a la que había conocido cuando, al acabar la guerra, los dos alquilaron habitaciones contiguas en una casa londinense. "No le oculté nada de mi dilema y nuestra empatía fue absoluta", explicó en una ocasión Morris, que tuvo con su esposa cinco hijos -aunque uno de ellos murió a los dos meses-, uno de los cuales es el músico y poeta Twm Morys. A partir de ese momento, Elizabeth se convirtió en su principal apoyo y confidente, ayudándole en los momentos en que el desánimo por tener otro cuerpo hacía mella en él. Su compenetración y su excelente comunicación fueron tan decisivos que llegó a confesar que "el amor me salvó de la autodestrucción y le dio nobleza a mi vida".

Corresponsal en la ascensión al Everest

Por su imaginación y destreza como escritor, el diario "The Times" le designó en 1953 como corresponsal para cubrir la expedición británica de John Hunt en el primer ascenso al Everest. El 29 de mayo de ese mismo año, los escaladores Edmund Hillary y el "sherpa" Tenzing Norgay alcanzaron la cima. A pesar de las duras condiciones climatológicas, James dio una de las grandes exclusivas del siglo XX en vísperas del 2 de junio, fecha de la coronación de la reina Isabel II. Al regresar, Hillary y Tenzing se enteraron de que habían sido nombrados caballeros británicos.

Convertido en uno de los mejores periodistas de la época, James colaboró con "The Guardian", "The New York Times" y la revista "Rolling Stone" y empezó a escribir sus primeros ensayos y novelas de viajes, como "Sultan in Oman", "Coronation Everest" o "Venice", en homenaje a la ciudad de los canales donde vivió durante más de un año parte de su bonita historia de amor con Elizabeth. Ese libro le granjeó la admiración de célebres viajeros como Paul Theroux o Bruce Chatwin. En su calidad de periodista conoció a celebridades tan importantes como el Che Guevara, el actor Laurence Olivier, el cazanazis Simon Wisenthal, el presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy o el dictador etíope Haile Selassie y cubrió acontecimientos históricos como la crisis de Suez o el juicio al dirigente nazi Adolf Eichmann.

A mediados de los 60, dejó el periodismo para dedicarse exclusivamente a la literatura con libros tan genuinos como "The presence of Spain", que relata sus experiencias durante un viaje por España en una furgoneta con su mujer y uno de sus hijos. Si en lo profesional había alcanzado un elevado estatus, a finales de la década decidió reconciliarse consigo mismo y empezó un tratamiento hormonal con el objetivo de realizar el tan ansiado cambio de sexo. El proceso fue duro porque la medicación tenía efectos secundarios desagradables. Mientras se realizaba la transformación interior, empezó a escribir la magnífica trilogía "Pax Británica", un ensayo histórico sobre el auge y la caída del Imperio Británico, que se publicó en 1968, 1973 y 1978.

Operación de cambio de sexo en Casablanca

Antes de operarse, James aseguró sentirse "en tierra de nadie", ya que en ciertos sitios le exigían corbata y en otros que no se pusiera pantalones. Lo más curioso le pasó con un taxista de Fiji cuando le preguntó si era un hombre o una mujer, a lo que Jan respondió: "Soy una madura, respetable y rica viuda inglesa". El taxista puso su mano en la rodilla y añadió: "Hmmm, justo lo que buscaba". En el verano de 1972 viajó a Casablanca y, al conocer al doctor George Burou, afirmó que se sentía como si fuera a visitar a un mago. "Me veía como un personaje de cuento de hadas a punto de ser transformado. ¿De pato a cisne? ¿De sapo a príncipe? Era más mágico que cualquiera de aquellas transformaciones porque iba a pasar de hombre a mujer". La operación de cambio de sexo se hizo clandestinamente y con mucho riesgo, ya que la probabilidad de morir en el quirófano era muy alta. Tras ver que su "parafernalia" (eufemismo referido a sus atributos masculinos) había desaparecido, James, reconvertido en Jan, se sintió la mujer más feliz del mundo porque había dejado de ser un híbrido. Al regresar a Inglaterra tuvo que divorciarse de Elizabeth, ya que la ley impedía los matrimonios de personas del mismo sexo, "pero seguimos amándonos y nunca dejamos de vivir en la misma casa con nuestros hijos". Describió su transición de hombre a mujer en 1974 en "Conundrum" (en España "El enigma"), que fue el primer libro publicado con su nuevo nombre. En décadas posteriores publicó otros títulos tan conocidos como "Destinations", "Among the cities", "Stones of Empire: Buildings of the Raj" o "Hav". Hace algunos años protagonizó una curiosa anécdota con la reina Isabel II. Jan se le acercó en una reunión y le dijo: "¿Recuerda la noticia de la coronación del Everest el día antes de su coronación?"; "Desde luego, ¿por qué lo pregunta?", le replicó la reina, y la escritora, que en 1999 recibió la Orden del Imperio Británico, le contestó: "Bueno, yo fui quien dio la exclusiva", quedándose la soberana estupefacta ante aquella venerable anciana.

Segunda y definitiva boda con su mujer

Considerada como una de las mejores escritoras de viajes de la historia de la literatura inglesa, casi seis décadas después de su primera boda, Jan y Elizabeth volvieron a casarse en una ceremonia íntima en Pwllheli (Gales) tras la aprobación de las uniones homosexuales. Ese 14 de mayo del 2008 fue un día muy especial porque "por fin estamos juntas otra vez de manera oficial", afirmó Elizabeth. Jan, tan enamorada como el primer día confesó: "Cuando muramos, nos gustaría que nos enterraran cerca de la casa en la que vivimos con el epitafio: 'Aquí hay dos amigas, al final de una vida juntas".

lunes, 22 de noviembre de 2021

Carlos de Inglaterra: Heredero del trono británico

 


Charles Philip Arthur George de Mountbatten-Windsor nació el 14 de noviembre de 1948 en el palacio de Buckingham, en Londres. Fue el primogénito de la entonces princesa Isabel y de su esposo, Felipe, que se encontraba jugando al squash mientras tenía lugar el parto. Su bautizo en la sala de música del palacio de Buckingham, a cargo del arzobispo de Canterbury, se convirtió en todo un acontecimiento social en un Londres de posguerra que intentaba recuperar la normalidad tras el drama de la Segunda Guerra Mundial. Al cumplir ocho meses, su familia se trasladó a Clarence House, donde Carlos dio sus primeros pasos bajo la atenta mirada de su asistente personal, Richard Brown, y de dos niñeras escocesas, Mabel Anderson y Helen Lightbody, que se encargaban de darle los besos de buenos días y buenas noches. Sus padres estaban tan ocupados que, si tenían tiempo libre, le veían un ratito por la mañana y otro por la tarde.

Tenía 4 años en la coronación de su madre


Desde su más tierna infancia, la vida de Carlos se rigió por los estrictos horarios de palacio, que le impedían disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas. El 5 de agosto de 1950 nació su hermana, Ana, que se convirtió en su compañera de juegos y habitación. Tenía cuatro años cuando, tras la repentina muerte de su abuelo, el rey Jorge VI, su madre ascendió al trono con el nombre de Isabel II y Carlos se convirtió en el heredero de la corona. La familia volvió a instalarse en Buckingham, residencia oficial de los monarcas, y, a partir de ese momento, recibió el trato de Su Alteza Real y los títulos de duque de Cornualles, duque de Rothesay, conde de Carrick, barón de Renfrew, Lord de las Islas y Gran Mayordomo de Escocia. En 1953, asistió a la fastuosa coronación de su madre en la abadía de Westminster, donde ocupó un puesto de honor junto a su abuela y su tía, la princesa Margarita.


Primer heredero que acudió a una escuela


Siempre fue un niño tímido, sensible y asustadizo, rasgos que se acentuaron a medida que fue creciendo, debido a la falta de cariño de sus padres -a los que llamaba "mother" (madre) y "sir" (señor)- y al severo y frío ambiente de palacio. Entre los 5 y 8 años se educó con una institutriz privada, Catherine Peebles, que le enseñó la historia de su país -que en gran parte era la de su propia familia-, al tiempo que tomaba clases de equitación, piano y gimnasia. Fue el primer heredero al trono británico que acudió a una escuela, concretamente a Hill House, donde transcurrió una de las etapas más felices de su vida, al poder poder estar con niños de su edad. Nunca fue un alumno brillante. Llevaba fatal las matemáticas, la lengua, la geografía, el cricket y el fútbol, aunque destacaba en historia y pintura, una de sus grandes aficiones. Su padre, un hombre duro, frío y severo, decidió entonces enviarle al internado de Cheams, a 100 kilómetros de Londres, donde aprendió a hacerse la cama, limpiarse los zapatos, planchar y servir en el comedor a los alumnos más veteranos.


Posteriormente, ingresó en el internado de Gordonstoun, en el noreste de Escocia, lo que fue una de las más terribles experiencias de su vida. Allí, los alumnos recibían castigos corporales, les obligaban a ducharse con agua fría y a nadar en aguas heladas. Pero lo peor fueron sus compañeros, que se reían de sus orejas y no le dirigían la palabra. En su diario escribió: "Por las noches es un infierno porque la gente en el dormitorio es horrenda. Me tiran zapatillas o me golpean con la almohada o vienen corriendo y me pegan con todas sus fuerzas. ¡Quisiera tanto estar en casa!¡Este sitio es un agujero!". Mientras estudiaba en esos centros nacieron sus dos hermanos pequeños -Andrés, el 19 de febrero de 1960, y Eduardo, el 10 de marzo de 1964-. Los veía poco ya que estaba sometido a una férrea disciplina. A los 16 años, como cualquier chico de su edad, quiso saltarse las reglas y, junto a dos amigos de Gordonstoun, se escapó a un pub cercano donde un periodista le pilló bebiendo alcohol, la noticia salió en la prensa y el director del centro le retiró todos los privilegios.


Lord Mountbatten, su confidente y mentor


Tras una temporada en un colegio australiano, Carlos aprobó con éxito los exámenes finales de Gordonstoun y, a sugerencia de su padre y de su tío-abuelo, Lord Mountbatten, su confidente y mentor, ingresó en el prestigioso Trinity College, de Cambridge. Allí fue algo más feliz. Podía pasear en bicicleta, hizo algunos amigos y su habitación fue redecorada especialmente para él con una alfombra, un teléfono y una cocina, verdaderos lujos a los que no tenían acceso el resto de estudiantes.


En 1969, su madre invistió a Carlos como príncipe de Gales, título que reciben los herederos y que causó un gran revuelo, ya que en aquel momento la relaciones entre Gales e Inglaterra no pasaban por sus mejores momentos. Tomó posesión de su escaño en la Cámara de los Lores en 1970, y, entre 1971 y 1976, hizo la carrera militar en las fuerzas aéreas y en la Armada británica.


Camila Shand, una joven desinhibida


Tras estudiar antropología, arqueología e historia, se convirtió en el tercer miembro de la familia real que obtenía titulación universitaria. En aquella época, además, tuvo su primera pareja, Lucía Santa Cruz, hija del embajador de Chile y tres años mayor que él. La relación se rompió y, en 1970, en un partido de polo en Windsor, conoció a Camilla Shand. Desinhibida y descarada, la joven le espetó: "¿Sabía que su tatarabuelo fue amante de mi bisabuela? Creo que tenemos algo en común". En ese momento empezó una relación que llevaría a Carlos a enamorarse perdidamente de Camilla. Pasado un tiempo el Príncipe le propuso matrimonio, pero ella lo rechazó. Primero, porque sabía que la Reina jamás aceptaría como nuera a una mujer con "tanto pasado"; segundo, porque ella no quería la vida plagada de deberes y compromisos que correspondía a una princesa de Gales y, tercero, porque estaba obsesionada con el mayor del ejército Andrew Parker-Bowles, el único hombre que no había caído rendido a sus pies, y al que finalmente, en 1973, consiguió llevar al altar. "El tiempo mitigará mi desesperanza", escribió en su diario Carlos, que no quiso perder la amistad de su ex amante y sería el padrino de Thomas, el primer hijo de Camilla. Mientras, el príncipe empezó a salir con otras chicas: lady Kanga Tyron, lady Jane Ward, Davina Sheffield, la modelo Fiona Watson, la actriz Susan George, la princesa Marie-Astrid de Luxemburgo o lady Sarah Spencer, hermana mayor de Diana. Muchas de ellas no resultaron del agrado de su madre y la gran mayoría ni eran vírgenes ni querían asumir responsabilidades. En 1976 volvió a encontrarse con Diana (la había visto por primera vez cuando ella tenía 4 años y él 17) en una cacería en la finca de sus padres. Coincidieron de nuevo tres años más tarde, justo cuando Carlos estaba terriblemente abatido por la muerte de lord Mountbatten en un atentado del IRA. Para entonces, Carlos era un joven solitario, introvertido, madrugador y apasionado del polo, la caza del zorro, la lectura, la ecología y la pintura. Su soltería empezaba a ser una preocupación de Estado. Un día, su abuela, la Reina Madre, y una de sus amigas, lady Fermoy, abuela materna de Diana, idearon un plan para que la pareja se enamorase. Aunque Carlos siempre fue consciente de la "conspiración", aceptó el reto y se "enamoró" de aquella jovencita virginal, tímida y sin personalidad definida, a la que el 29 de julio de 1981 convirtió en su esposa. La ceremonia tuvo lugar en la catedral de Sant Paul, con más de 3.500 invitados y una audiencia televisiva de 750 millones de personas. Pero aquella boda de cuento de hadas iba a acabar en pesadilla. Carlos seguía enamorado de Camilla y la noche antes de la ceremonia la había pasado con ella. Según el columnista de prensa Peter McKay, experto en la casa real británica, "Camilla escogió a Diana porque pensaba que sería la esposa menos dispuesta a interferirse en la amistad que mantenía el príncipe con ella".


Guillermo, el príncipe de la continuidad


El 21 de julio de 1982 nació el primogénito de la pareja, el príncipe Guillermo. Un nacimiento que llenó de alegría a su padre, ya que aseguraba la continuidad dinástica, y que volvió a repetirse el 15 de septiembre de 1984 cuando nació su segundo hijo, Enrique.


Aunque poco dado a las demostraciones de cariño en público, en la intimidad siempre fue cariñoso con sus hijos, a los que leía cuentos antes de ir a dormir, siempre que se lo permitía su apretada agenda, ya que como príncipe de Gales tenía que atender a más de 500 compromisos oficiales al año. Todo parecía ir bien hasta que, en 1986, la prensa sensacionalista británica empezó a hablar de crisis matrimonial. Los príncipes de Gales trataban de ofrecer la imagen de una familia bien avenida, pero lo cierto es que lady Di cada vez hacía más viajes en solitario. El verano siguiente, los Reyes de España les invitaron a pasar unos días en Mallorca, y ahí se hizo patente la frialdad entre el matrimonio.


El libro de Andrew Morton, "Diana: su verdadera historia", publicado en 1992 y basado en las confidencias que hizo la princesa, desencadenó la separación, al oficializarse la relación de Carlos con Camilla y descubrirse que lady Di había padecido depresiones, bulimia, anorexia y varios intentos de suicidio. Por si fuera poco, ese mismo año saltó el "Camillagate", a raíz de la publicación en un periódico de una conversación de alto contenido erótico entre Carlos y Camilla. La presión era tan fuerte que, en diciembre, la reina dio luz verde a que se anunciara la separación de los príncipes de Gales. Carlos abandonó el domicilio conyugal y se instaló en Highgrove, su casa de campo, en la que podía ver sin problemas a su amante, quien, ya separada de su marido, se convirtió en una persona odiada por el público británico.


El 28 de agosto de 1996 se hizo efectivo el divorcio y, poco a poco, Carlos fue introduciendo a Camilla en su círculo, mientras seguía atendiendo sus compromisos oficiales e intereses personales, como la defensa medioambiental, las obras de caridad o el respaldo a diferentes instituciones relacionadas con el arte y la arquitectura. Se volcó, sobre todo, en la comercialización de sus propios productos ecológicos y biológicos a través de su empresa, Duchy Originals, que le reporta más de 50 millones de euros anuales. El 31 de agosto de 1997 lady Di, entonces unida sentimentalmente a Dodi Al Fayed, con el que se decía que iba a casarse, falleció en accidente de coche en París, un drama que unió al príncipe todavía más a sus hijos.


Carlos ha estado siempre muy pendiente de la educación de sus vástagos. Ha seguido de cerca sus estudios universitarios -en la selecta escuela de Eton- y sus posteriores carreras militares. Les apoya en todas sus decisiones, habla con ellos como si fuera su colega y no ha dudado en reñirles y castigarles cuando alguno de ellos ha cometido algún error de juventud.


De todos es sabido que Carlos de Inglaterra ha hecho un gran esfuerzo por hacer "más amable" su imagen entre el público. También es conocida su gran tacañería -un rasgo familiar que comparte con su madre, la Reina-, su aversión por los alimentos transgénicos o su mala relación con el duque de Edimburgo, su padre, al que tacha de insensible y duro. Menos conocida es su pasión coleccionista por las tapas de wáter, que almacena en una sala del palacio de Saint James; que bajo su escritorio tiene un botón para que aparezca un secretario cuando una entrevista se alarga demasiado; que a uno de sus perros le dejaba orinar en la alfombra; que en las recepciones de Buckingham no suele beber por temor a que le entre el hipo y que, cuando alguno de sus invitados le "carga", arquea una ceja y uno de sus criados acude con un mensaje "importante". Aficionado al espiritismo, no soporta el ruido de las cañerías y le molesta la calefacción demasiado alta.


Casado en segundas nupcias con Camilla


Después de muchos años luchando contra viento y marea, Carlos consiguió casarse con Camilla el 9 de abril del 2005 (cuatro años después de que falleciera la Reina Madre) en una ceremonia celebrada en el Ayuntamiento de Windsor, lo que convertía al príncipe en el primer miembro de la realeza británica casado por lo civil. Tras el enlace, Camilla recibió el título de duquesa de Cornualles y, aunque le pese a muchos, si Carlos llega al trono, algún día se convertirá en reina consorte, aunque por el momento Isabel II no parece tener intención alguna de abdicar.


Carlos de Inglaterra, con 73 años es, todavía, heredero al trono, lo que parece no preocuparle demasiado porque está felizmente casado y se ha convertido en el "rey" de su imperio de productos ecológicos, que ha comenzado a expandirse por EEUU y Asia y ha puesto en marcha la venta por Internet.

 

sábado, 20 de noviembre de 2021

Alan Turing: Precursor de la informática moderna

 


Alan Turing nació el 23 de junio de 1912 en Londres (Gran Bretaña), pero fue concebido en Chatrapur, estado indio en el que su padre, el funcionario inglés Julius Mathison Turing, estaba destinado y donde vivía con su esposa, Ethel Sara Stoney. En Chatrapur pasó Turing, junto con su hermano mayor, John, los primeros años de su vida. Siendo muy pequeño, ya destacó por su inteligencia: aprendió a leer en tres semanas y se mostraba muy interesado por los números y los rompecabezas. La familia volvió a Gran Bretaña y, a los 6 años, el niño empezó su etapa escolar en el colegio Hazelhurst, donde dejó estupefactos a sus profesores por los conocimientos que poseía y la facilidad con que aprendía. Cuando le enseñaron a sacar la raíz cuadrada de un número, él solo dedujo cómo encontrar la raíz cúbica.

El duro golpe de la muerte de su primer amor

En 1926, cuando tenía 14 años, sus padres lo matricularon en la Sherborne School, una prestigiosa escuela-internado de Dorset. Como el primer día de curso coincidía con una huelga general, a Alan le dijeron que no podría trasladarse hasta el centro porque no habría transporte público. Pero como sus deseos de asistir a clase eran tan grandes, no dudó en recorrer en bicicleta los 95 kilometros que separaban su casa de la escuela, lo que le obligó a pasar una noche en una posada. Los periódicos de la época se hicieron eco de su tenacidad. En la nueva escuela, demostró un interés especial por las matemáticas y la ciencia y, a los 16 años, ya comprendía los planteamientos de Albert Einstein. Esto no fue del agrado de sus profesores, más partidarios de estudiar a los científicos "clásicos", pero, a pesar de ello, los responsables del centro reconocían que Turing tenía unas dotes muy por encima de lo normal.

En febrero de 1930, cuando tenía sólo 17 años, la vida le dio un duro golpe ya que Christopher Morcom, un compañero de clase de quien se había enamorado, murió de forma súbita tras contraer tuberculosis bovina a consecuencia de haber bebido leche de una vaca infectada. Esa pérdida hizo añicos la fe religiosa del joven, que se volvió ateo y estaba convencido de que todos los fenómenos, incluido el funcionamiento del cerebro humano, eran procesos materiales.

Terminados sus estudios en Sherborne, Turing aspiraba a entrar en el Trinity College de Londres, pero su falta de interés por los clásicos le hizo suspender los exámenes finales y acabó ingresando en el King's College, en Cambridge. Fue un estudiante solitario que mantenía relaciones sentimentales esporádicas con alguno de sus compañeros. Su historia con James Atkins, al que Alan comparaba con el desaparecido Christopher, fue la que duró más tiempo.

Turing se licenció en Matemáticas en 1934 y le ofrecieron un trabajo como profesor en el mismo King's College. Paralelamente, inició sus investigaciones sobre el "problema de decisión", una cuestión clave de las matemáticas que logró solventar y cuyas conclusiones publicó en 1936, en un estudio titulado "Sobre los números computables". Con ese trabajo sentó las bases teóricas de un cerebro electrónico capaz de ejecutar todas las operaciones matemáticas resolubles. Es decir, acababa de inventar la idea del ordenador. Con un aparato al que llamó "la máquina de Turing" creó el concepto de algoritmo computacional, que es la base del funcionamiento de todos los ordenadores actuales, y todavía hoy, tantas décadas después, es el objeto central de estudio en la teoría de la computación.

Espía durante la II Guerra Mundial


Tras dos años haciendo un doctorado en la Universidad de Princeton y trabajando con Alfonzo Church, toda una eminencia en Lógica, Turing volvió a Cambridge, donde asistió a las clases de Ludwig Wittgenstein, con el que chocó abiertamente por la diferente visión de las matemáticas que ambos tenían. Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, fue reclutado por los servicios de inteligencia británicos para que descifrara los códigos secretos con los que se comunicaba el ejército nazi. Trabajó en Bletchlay Park, la célebre instalación militar, y casi en solitario logró descubrir cómo funcionaba Enigma, la máquina encriptadora creada por los alemanes, y, con sólo 28 años, diseñó la suya propia, Bombe, capaz de romper los códigos de Enigma y permitir a los aliados anticipar los ataques nazis. Su colaboración con los servicios de inteligencia no se ha conocido hasta ahora, coincidiendo con los 100 años de su nacimiento.


Máscara antigás contra su alergia al polen


En Bletchley Park, Alan dio muestras de su excéntrico carácter: combatía su alergia al polen primaveral llevando una máscara antigás y encadenaba su taza de café al radiador porque estaba convencido de que se la robarían. Cuando estaba desanimado, abrazaba su oso de peluche; aseguraba que su película favorita era "Blancanieves y los 7 enanitos" (1938) y había días en los que ni se vestía, poniéndose el abrigo sobre el pijama si tenía que salir al exterior. Apasionado por el deporte, le gustaba salir a correr porque le ayudaba a pensar, y participó en diversos maratones. En los años en los que trabajó para los servicios de inteligencia, inició un noviazgo con la matemática Joan Clarke, a quien le reveló su homosexualidad. Ella no creyó que eso fuera un impedimento para casarse pero, finalmente, fue el científico quien rompió la relación.


Acabada la guerra, Turing comenzó a trabajar en el Laboratorio Nacional de Física hasta que fue nombrado director de computación de la Universidad de Manchester, donde desarrolló el "software" del Manchester Mark I, uno de los primeros ordenadores que se comercializó. En 1950 publicó el artículo "Máquinas de computación e inteligencia" donde concibió el Test de Turing, base de los partidarios de la inteligencia artificial y la robótica. Ese test intenta probar que si una máquina se comporta en todos los aspectos como inteligente, es inteligente, e, incluso, sensible. Aunque ninguna máquina ha podido superar el Test de Turing, éste tiene actualmente aplicaciones como la detección de "spam" ("mails" basura).


En enero de 1952, Turing conoció en un cine de Manchester a Arnold Murray, un joven de 19 años. Congeniaron e iniciaron un romance que terminó cuando Alan descubrió que Arnold había pagado a un cómplice para que robara en la vivienda del científico. Denunció los hechos y, durante la investigación, tuvo que reconocer su homosexualidad, que entonces era un delito en Gran Bretaña. Como condena le permitieron elegir entre un año de prisión o someterse a un tratamiento hormonal destinado a reducir su líbido. El matemático eligió la castración química y, durante un año, le inyectaron estrógenos que le hicieron crecer pechos, aumentar de peso y le dejaron impotente.


Muerto al morder una manzana envenenada


Sus problemas con la justicia provocaron que el gobierno británico le prohibiera trabajar para sus departamentos. Cada vez más deprimido y solo, Turing centró sus estudios en la Biomatemática, pero el 8 de junio de 1954 su empleada doméstica encontró el cuerpo sin vida del científico, que tenía 41 años. La autopsia reveló que había muerto por envenenamiento con cianuro y la investigación concluyó que se trataba de un suicidio ya que se encontró una manzana mordida cerca del cadáver de Turing, a la que, al parecer, él mismo habría inyectado la sustancia letal. No obstante, la madre del matemático siempre creyó que se trató de un accidente por el poco cuidado de su hijo con los productos químicos con los que experimentaba.


Tras su muerte, el considerado padre de la informática actual recibió numerosos reconocimientos por parte de sus colegas y, en 1966, se constituyeron los Premios Turing, galardón anual que podría equipararse al Nobel en el campo de la informática. En el 2009, el entonces primer ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown, pidió públicamente disculpas por el trato que se le había dispensado al insigne científico.


Hollywood ha realizado una película sobre el matemático, protagonizada por Leonardo di Caprio.



 


viernes, 19 de noviembre de 2021

Adele: Cantante pop británica

 





Adele Laurie Blue Adkins nació el 5 de mayo de 1988 en el barrio londinense de Tottenham. Fue la única hija habida de la relación de Penny Adkins, que tenía 18 años cuando nació la niña, y Mark Evans, que las abandonaría cuando la pequeña contaba 3 años. Aunque Adele siguió viendo a su progenitor, su relación siempre ha sido algo distante. Desde pequeña fue una niña muy alegre que nunca se sintió sola. "Tenía 30 primos que vivían cerca de casa. Iba a verlos y siempre estaban peleándose. Luego volvía a casa, a mi habitación ordenada, con juguetes que no estaban rotos y no tenía que pelear por mi Barbie. Tenía lo mejor de ambos mundos", ha explicado. A los 4 años ya le encantaba cantar y, sobre todo, imitar las voces y coreografías de su grupo favorito: las Spice Girls. "Daba pequeños conciertos en mi habitación para mi madre y sus amigos. Mamá se ocupaba de la parte artística y movía todas las lámparas para que me iluminaran mientras ellos se sentaban en la cama para verme", explica en su web.

A los nueve años, la madre de Adele, que trabajaba como profesora para adultos, tuvo que mudarse a Brighton, llevándose a su hija con ella. También las acompañó el marido de su madre, al que Adele siempre ha llamado papá. En 1999, la familia regresó a Londres y la niña vivió uno de los momentos más dolorosos de su vida con la muerte de su abuelo materno, John Adkins, al que estaba muy unida.

Fascinada por la voz de la cantante Pink

Mientras estudiaba secundaria, Adele se interesó por el Rythm&Blues y escuchaba a artistas como las Destiny's Child o Aaliyah. A los 14 años, asistió a un concierto de Pink en la Brixton Academy, experiencia que la fascinó: "Nunca antes había oído a nadie cantar en directo de aquella manera. Fue increíble". Terminada la secundaria, se matriculó en la Brit School os Perfoming Arts de Croydon, centro que tiene entre sus famosos exdiscípulos a Amy Winehouse y KateNash. Allí, Adele reafirmó su decisión de dedicarse profesionalmente al mundo de la música. En la Brit School, una de las personas que más influyeron en ella artísticamente fue su vecina de cuarto, Shingai Shoniwa, cantante del grupo The Noisettes. "Solía oírla a través de las paredes y su voz y su música me hicieron desear ser autora y no sólo cantar las canciones de las Destiny's Child", ha declarado. Según sus compañeros, Adele era una chica divertida, ingeniosa y extrovertida, con una voz prodigiosa. Para ayudarla, sus amigos crearon, en el 2006, una página en MySpace donde colgaron algunas de las canciones que Adele había grabado para un trabajo de clase.

Pocos meses después de que sus temas llegaran a Internet, la joven, que acababa de graduarse, recibió una llamada de la discográfica XL Recordings, proponiéndole una entrevista de trabajo. Adele pidió a una amiga que la acompañara porque nunca había oído hablar de esta compañía. Los directivos y la cantante llegaron a un acuerdo para que la británica grabara su primer álbum, que Adele eligió llamarlo "19", la edad que tenía entonces. Inspirándose en los recuerdos de su infancia en Tottenham, la cantante compuso el primer sencillo, "Hometown Glory", que se publicó en octubre del 2007.

Traumática ruptura con su primer novio

El disco "19", que salió al mercado en enero del 2008, se convirtió en un éxito de ventas y, en pocas semanas, Adele pasó a ocupar el número 1 de las listas. Cuatro meses después, debía iniciar una gira por Estados Unidos pero la suspendió repentinamente alegando  problemas personales. Tras una dolorosa ruptura con su novio, la joven quiso aislarse del mundo y no ver a nadie. "Ahora no puedo creer que hiciera eso. Fui tan desagradecida... Además , estaba bebiendo demasiado porque ésta era la base de mi relación con él", ha contado. Tras meses sumida  en esa crisis, se prometió dejar la bebida y recuperar la normalidad.

En octubre del 2008, Adele intervino  en EEUU en "Saturday Night Live", emisión que consiguió la mejor audiencia del programa en 14 años. Los dos temas que interpretó cautivaron al público estadounidense convirtiéndose, al día siguiente, en los más descargados en iTunes. En los Grammy del 2009, la británica estuvo nominada en las categorías de mejor artista revelación y de mejor actuación femenina de pop, pero no se llevó ninguno de los premios. A lo largo de ese año, la cantante alternó los conciertos promocionales de su disco con actuaciones benéficas, que tenían como objetivo recoger fondos para los colectivos más desfavorecidos.

A lo largo del 2010, Adele trabajó intensamente en el que fue su segundo disco "21", cuyas canciones nacieron del trance que le supuso la ruptura con su novio, cuya identidad nunca ha desvelado. "Aún le quiero. He sacado un disco de él. Le he usado yo más a él que él a mí", dijo, confesando que por ese amor lo hubiera dejado todo: "Ahora estaría cantando en la ducha, pero sí... hubiese renunciado a mi carrera, a mis amigos, a mis aficiones..."

Ventas millonarias

Entre las influencias musicales más destacables de su segundo disco se encuentra el country, que Adele conoció por el conductor del autobús en el que realizó su gira por el sur de EEUU. El disco, que salió en enero de 2011 en el Reino Unido y poco después en el resto del mundo, se colocó en el número 1 en casi una veintena de países. En un mes, vendió dos millones de copias de este trabajo, que contiene "Rolling in the deep", uno de sus temas más logrados. En el mes de noviembre, la joven se convirtió en la primera artista europea que vendía más de un millón de copias en iTunes. Hasta la fecha, "21" ha alcanzado los 18,1 millones de ejemplares, cifra que lo convierte en el disco más vendido de lo que llevamos de siglo.

Mientras saboreaba el éxito de su segundo trabajo, Adele recibió la noticia de que debía ser operada de la garganta tras serle detectado un pólipo benigno en las cuerdas vocales. La cantante se vio obligada a cancelar todos los conciertos que le quedaban ese año y no reapareció hasta febrero del 2012, cuando actuó en la gala de los premios Grammy, ceremonia en la que se coronó como la gran triunfadora al llevarse seis galardones, entre ellos, el de mejor disco del año (por "21"), mejor canción ("Rolling in the deep") o mejor interpretación de pop solista por "Someone like you".

Retirarse de la música por amor a su pareja

A principios del 2012, Adele sorprendía anunciando que se retiraría durante cuatro o cinco años para que su carrera no interfiriera en la relación que mantiene con Simon Konecki, un empresario 13 años mayor que ella, pero pocos días después se desdecía de sus declaraciones a través de su blog. El éxito de la cantante provocó que un fotógrafo francés asegurase que tenía un vídeo comprometedor de la artista manteniendo relaciones sexuales. Han trascendido fotos, con primeros planos de Adele, pero ningún tipo de imágenes, lo que hace pensar que podría ser un montaje.

A lo largo de su corta pero intensa carrera, la artista ha tenido que escuchar muchos comentarios sobre su figura como el de, por ejemplo, el diseñador Karl Lagerfeld, que la tildó de "gorda". Un comentario que no pareció afectarla y aseguró que "me encanta la comida y odio ir al gimnasio. No quiero estar en la portada de "Playboy" o "Vogue", quiero estar en la de "Rolling Stone", pero lo cierto es que empezó a hacer dieta y practicar Pilates para perder unos kilos. Mujer de carácter fuerte, Adele, que ya se ha comprado una gran casa con lo que ha ganado, no dudó en hacer una "peineta" cuando en los Brit Awards le quitaron el micrófono por extenderse demasiado en su alocución tras ser premiada. Ahora su nombre suena como la artista que podría cantar el tema principal de la nueva película de James Bond.


miércoles, 4 de agosto de 2021

Michael Caine: El "gentleman" del cine británico

 


Maurice Joseph Micklewhite, verdadero nombre de Michael Caine, nació el 14 de marzo de 1933 en un humilde hogar de un barrio del sur de Londres (Gran Bretaña). Su padre, Maurice, era mozo en un mercado de pescado y su madre, Ellen Frances Marie, asistenta. Durante los bombardeos alemanes de la segunda guerra mundial, él y su hermano Stanley, tres años menor, fueron evacuados y trasladados a una granja en Norfolk. Acabada la guerra, toda la familia se trasladó al East End, barrio obrero por excelencia. En la biografía que escribió en 1992, Caine recordaba que los dos únicos lujos de su infancia los tuvo por dos taras físicas: "Unas botas ortopédicas como remedio a una cojera producida por el raquitismo y unas gafas que necesitaba debido a una enfermedad llamada blefora, que tenían los cristales tan gruesos como su montura de concha negra".

Fascinado por el cine y las lecturas, Maurice vivió una infancia llena de privaciones y una primera juventud bastante conflictiva ya que se integró en una banda, de la que llegó a ser cabecilla. Por suerte, cuando tenía 14 años conoció a un sacerdote que le permitió salir del entorno de "hooligans" y le abrió las puertas al teatro de aficionados.

Soldado en la guerra de Corea y actor teatral

En 1949, con 15 años, dejó la escuela para desempeñar trabajos poco cualificados hasta que cumplió el servicio militar en Corea con los Fusileros Reales. Cuando lo licenciaron, continuó con el mismo tipo de ocupaciones, pero empezó a estudiar interpretación por las tardes. Su primer trabajo en teatro fue como ayudante de regidor y, al poco, ingresó en el Lowestoft Repertory Theatre de Suffolk, como joven protagonista con el nombre artístico de Michael Scott. Allí se enamoró de la primera actriz, Patricia Haines, con la que se casó en 1955 y tuvo una hija, Dominique. Su confianza en sí mismo y un cambio de apellido, tomado de "El motín del Caine", película que vio anunciada en la marquesina de un cine, le animaron a regresar a Londres, donde ingresó en la compañía Theatre Workshop de Joan Littlewood. Hizo un pequeño papel en la película "Un infierno en Corea" y trabajó como figurante en montajes del West End, pero todo eso no era suficiente para llegar a fin de mes. En 1958, ya divorciado de Patricia con la que la relación no había funcionado, Michael se fue a París, intentando una nueva vida. Al cabo de unos meses, volvió a Londres y, con la ayuda económica de su madre, siguió en el teatro, trabajando por todo el Reino Unido.

Después de muchas obras y televisión de segunda fila, suplió a Peter O'Toole en una obra teatral que tuvo mucho éxito en Londres y que le supuso una larga gira.

Disimuló su acento de barrio para ser teniente

Pero el gran giro en su carrera se produjo cuando, a los 30 años, obtuvo el papel del degenerado y aristocrático teniente Bromhead en "Zulú" (1964), para el que tuvo que disimular su acento "cockney" (típico de barrio y considerado muy vulgar en Londres, pero del que él se siente muy orgulloso). Los críticos se fijaron en un excelente trabajo y, traspasada la barrera del anonimato, encarnó a dos de sus personajes favoritos: Harry Palmer, el antihéroe triste y laborioso de "Ipcress" (1965) y el mujeriego y derrochador profesor de "Alfie" (1966), film que le convirtió en estrella y le valió su primera candidatura al Oscar. En lo que quedaba de años 60 y principios de los 70, Caine aumentó su prestigio como actor versátil, dando vida a personajes muy diversos en películas dirigidas por realizadores de la talla de Vittorio de Sica, Joseph Losey, Robert Aldrich, John Huston, Otto Preminger, John Frankeheimer o Joseph L. Mankiewicz. Su trabajo en un film de éste último, "La huella" (1972) -en magistral duelo con el gran Laurence Olivier -le valió una nueva nominación para el Oscar, premio que le arrebataría Marlon Brando con "El padrino".

Miembro activo de una pandilla de seductores y bebedores del calibre de Peter O'Toole, Richard Harris, Oliver Reed y Terence Stamp (con el que compartió piso), la bebida llegó a ser un serio problema para Caine en los años locos del "swinging London", hasta que un día vio un anuncio de café en televisión. No es que decidiera sustituir el "gin tonic" por los cortados, sino que se quedó fascinado con la protagonista. Removió cielo y tierra hasta dar con la que creía una bellísima brasileña. Resultó ser Shakira Baksh, una joven de ascendencia india nacida en la Guyana Británica, que, conocedora de su fama de crápula, se negó a salir con él. "Ella vivía en la zona de Fulham con su madre, que me cogía el teléfono y me decía que su hija no podía salir conmigo porque en ese momento se estaba lavando el pelo...Tras varias negativas idénticas, pensé que era la chica con el pelo más limpio de Londres", ha explicado el actor con su proverbial ironía. Tras dos semanas de insistencia, se conocieron y, en 1973, se casaron. Ahí acabó la vida disoluta de Caine, que, al poco, fue padre de su segunda hija, Natasha Halima. "Si solo me hubiera dedicado a actuar me habría vuelto loco", ha dicho, reconociendo que encontró en su segundo matrimonio una estabilidad emocional que aun dura. 

Dos Oscar para un caballero de la Reina

Amante de la jardinería, la vida hogareña y el "fish and chips", este actor, propietario de siete restaurantes y un productora de cine, se marchó en 1979 a EEUU para escapar de la presión fiscal británica. Logró su primer Oscar en 1987 por su trabajo en "Hannah y sus hermanas", de Woody Allen, mientras que el segundo llegó 13 años más tarde por su entrañable médico de "Las normas de la casa de la sidra". Ese mismo año 2000, Isabel II le nombró "sir". "Lo considero una victoria de mi gente, la clase obrera", declaró este hombre que ha trabajado en más de un centenar de películas. 

En 1997 encarnó al expresidente de Sudáfrica, Frederik de Klerk, que sacó a Nelson Mandela de la cárcel en la película "Mandela and the Klerk".

En 2000 la Corte Real británica le nombró caballero, lo que le convirtió en Maurice Micklewhite. Él escogió recibir su caballería bajo su verdadero nombre como un signo de respeto por su padre, que se llama de la misma manera. En el interior del Actors Studio en 1998, indicó que se trataba de una tradición gitana la de poner el nombre Maurice al primogénito en la familia. Contrariamente a la costumbre generalizada entre los actores, Caine siempre ha utilizado su nombre verdadero en la vida real.

En 2013, a sus 80 años interpretó a Matthew Morgan en la película "Mr. Morgans Last Love" junto a Clemence Poesy, personificando a un viudo octogenario que entabla una cercana relación con una mujer joven (Pauline). En la película aparecen también Gillian Anderson y Justin Kirk.

Recientemente ha explicado que la muerte (natural o por algún cáncer) es su principal preocupación y está librando una batalla para prolongar su longeva existencia mejorando drásticamente su estilo de vida siendo apoyado por su esposa. Michael Caine se ha posicionado a favor de la separación de Reino Unido de la Unión Europea, votando a favor del "Brexit".



viernes, 30 de julio de 2021

Amy Winehouse: Diva británica del soul


Amy Jade Winehouse nació el 14 de septiembre de 1983 en Southgate, un área situada al norte de Londres, en el seno de una familia judía y con tradición musical en el jazz. Fue la hija pequeña de un matrimonio formado por Mitch, taxista, y Janis, farmaceútica, que, unos años antes, habían tenido un niño llamado Álex.

Durante su infancia, Amy disfrutaba tanto de oír cantar a su padre temas de Frank Sinatra que dejó de jugar a muñecas para tararear canciones por su cuenta. Tras la separación de sus progenitores, a los 9 años, su abuela Cynthia le aconsejó que se matriculara en la escuela de teatro Susi Earnshaw, donde estudió cuatro cursos y, con tan sólo 10, creó su propio grupo de rap con varios amigos llamado Sweet 'n' Sour. Le gustaba tanto canturrear que sus profesores no podían mantenerla callada en clase. A los 12 años, acudió a la escuela de teatro de Syvia Young, de donde fue expulsada por rebelde y por hacerse un "piercing" en la nariz. Posteriormente estudió en los colegios de Selhurst, Croydon y Ashmole.

Empezó cantando en pubs londinenses

En su tiempo libre cogía la guitarra de su hermano Álex, hasta que, a los 13 años, le compraron la suya, con la que empezó a componer y tocar sus propios temas con un grupo llamado Bolsha Band. Poco a poco, fue abriéndose camino en pequeños pubs de Londres y en la zona del conocido mercado de Camden Town cuando su novio de entonces, Tyler James, envió una maqueta a A & R, una empresa encargada de descubrir a nuevos talentos, que le dio su primera oportunidad a nivel profesional a los 16 años. Su peculiar estilo recordaba a las míticas voces de los setenta e incluso se la comparó con la gran Aretha Franklin. "Es un honor que se diga esto de mí, pero no es para tanto. Soy fan de ella desde cría porque es una de las mejores", confesaría Amy. Se inventó un estilo propio fácilmente reconocible con su peinado de colmena y el maquillaje al estilo de Cleopatra copiado del grupo The Ronettes, una voz grave con influencias del soul, funk, jazz, hip-hop o el pop de los setenta y decenas de tatuajes repartidos por todo su cuerpo.

Premios y primeros problemas con el alcohol

El 20 de octubre del 2003 editó su álbum debut, "Frank", del que coescribió casi todos los temas. Fue un gran éxito de crítica, obtuvo el disco de platino en el Reino Unido, estuvo nominado a los BRIT Awards y los Mercury Music al mejor disco británico y a ella la empezaron a comparar con Macy Gray y Sarah Vaughan. Al año siguiente, ganó el Ivor Novello a la mejor canción contemporánea por su single "Stronger Than Me" y participó en el Glastonbury Festival y el Montreal International Jazz Festival. Ése fue el despegue de una meteórica carrera que Amy no supo afrontar sumergiéndose poco a poco en la bebida y las drogas.

Empezó a tener cambios bruscos de comportamiento, pérdida de peso, a veces se tambaleaba mientras caminaba por la calle, sufría depresiones y llegó a cancelar varios conciertos por agotamiento y diversas enfermedades. En seguida se convirtió en pasto de los paparazzi que vieron en ella la versión femenina de Pete Doherty debido a la alteración de la conducta y a los destrozos que causaba en las habitaciones de los hoteles. "Lo que más odio de mí misma es la agresividad, la inconstancia y ser una borracha insultante. Soy una imbécil, un esperpento, una chica divertida, sensible y que valora mucho la amistad", aseguraba en una entrevista. Sus palabras favoritas eran los tacos, sus olores predilectos eran la gasolina y la laca, prefería dar a recibir, le relajaba el sexo y lo practicaba siempre que podía y lo que menos le agradaba de su aspecto era el no haber tenido más pecho, asunto que solucionó pasando por el quirófano.

Una canción dedicada a la desintoxicación

En el 2006 sacó su segundo y último trabajo discográfico, "Back to Black", uno de los mejores discos de la primera década del siglo XXI que le llevó a lo más alto de la fama al conseguir cinco de los seis premios Grammy a los que estaba nominada. Se convirtió en la única artista británica en alcanzar semejante hito, pero no pudo recoger los galardones ya que Estados Unidos le denegó el visado "debido al uso y abuso de narcóticos"; sin embargo, en el último momento las autoridades intentaron arreglar el asunto, pero los papeles no llegaron a tiempo. En ese segundo disco hay que destacar el single "Rehab", uno de los temas más radiados en los últimos años y el causante de que mucha gente decidiera acudir a centros de rehabilitación.

"Estoy muy contenta del éxito de esta canción porque significa mucho para mí, pero la rehabilitación no está hecha para todo el mundo. Tengo amigos que han acudido a centros y les ha funcionado y hay otros a los que no. Creo que es uno mismo el que se tiene que ayudar porque si no, no se puede hacer nada", comentó unos meses antes de morir. El productor del disco, Mark Ronson, explicó que "Rehab" -forma coloquial de llamar a una cura de desintoxicación- nació de una forma totalmente improvisada: "Estábamos en el estudio charlando, barajando la posibilidad de incluir ciertos temas y Amy me dijo: "Intentaron llevarme a 'rehab' y dije no, no, no" Me pareció genial, pusimos música a esa frase y el resultado fue su canción más famosa".

Dos años casada con Blake Fielder-Civil

Tras varias relaciones fracasadas, el 18 de mayo del 2007 se casó en Miami con Blake Fielder-Civil, un asistente de producción de vídeo que, según varios diarios sensacionalistas, fue quien le introdujo en el crack, la cocaína y la heroína. Tres meses después, suspendió sus conciertos europeos al ser internada por una sobredosis de heroína, éxtasis, cocaína, ketamina y alcohol. La relación con Blake fue tan tormentosa que los paparazzi les fotografiaron varias veces peleándose por la calle, fueron captados en vídeo fumando crack, consumiendo marihuana en un hotel de Noruega y, en más de una ocasión, Amy agredió a su marido estando borracha. Uno de los hechos más bochornosos ocurridos durante su relación sucedió cuando Blake fue a prisión por golpear al gerente de un bar, por intentar sobornarle para que no hablara sobre el tema y por obstruir a la justicia. Tal era el panorama que la madre de Amy llegó a decir apenada que "creo que mi hija morirá en un año". 

A pesar de sus problemas con las drogas, Amy siguió con sus conciertos, pero su estado de salud empeoró por momentos sin darse cuenta. "He tenido mis excesos, he bebido más de la cuenta, pero eso es todo. El alcohol, a largo plazo, es peor que estar enganchada a la heroína ya que es igual que un veneno. Si estoy en un pub me digo que 'no voy a beber' y lo cumplo", pero ni ella misma se creía esta afirmación. A consecuencia de sus adicciones, Amy se desmayaba en los ensayos, se quedaba dormida en las entrevistas y llegaba tarde a las audiciones. Su padre la convenció para que ingresara en varios centros de desintoxicación, pero volvió a caer en los excesos. Durante su retiro voluntario de tres meses a la isla caribeña de Santa Lucía volvió a hospitalizarse y se rumoreó que mantuvo un romance con el actor Joss Bowman, motivo por el que Blake solicitó el divorcio, consiguiéndolo en julio del 2009.

Borracha en su último concierto

A partir de ese momento empezó su declive. Tenía un enfisema pulmonar; intentó suicidarse varias veces; una fan que quiso pedirle un autógrafo la acusó de haberle pegado un puñetazo; llegó tarde, borracha y se durmió durante el discurso del rey de los zulúes, Goodwill Zwelithini kaBhekuzulu; fue fotografiada casi desnuda a las afueras de un pub y discutía frecuentemente con su nueva pareja, el cineasta Reg Travis. A pesar de todo lo negativo, Amy se convirtió en un icono, "pero ni me importa cómo me ve la gente. No me importan las tendencias, sigo mi propia moda".

Tenía una fortuna cifrada en algo más de 12 millones de euros y cobraba más de un millón por actuar en fiestas privadas, como la que organizó el millonario ruso Roman Abramovich. Además de crear su propia discográfica, Lioness Records, empezó a diseñar ropa con la firma Fred Perry y colaboraba en varias organizaciones benéficas. El 18 de junio del 2011 realizó en Belgrado el concierto más desastroso de su carrera, al aparecer completamente borracha sobre el escenario, motivo por el que se vio obligada a cancelar toda su gira, que la iba a traer a Bilbao el 8 de julio. El día 20 hizo su última aparición pública al cantar en su barrio junto a su ahijada, Dionea Bromfield y, tres días más tarde, fue encontrada muerta en su apartamento de Candem.

El 25 de octubre de 2011 se hizo público el resultado de la autopsia. El examen concluyó que los órganos vitales estaban en buen estado pero ella tenía grandes cantidades de alcohol en el sistema (416 mg de alcohol por decilitro de sangre) por lo que su respiración podría haberse detenido y habría terminado en un coma. Las pruebas toxicológicas no hallaron en su cuerpo sustancias ilegales cuando murió.


 

viernes, 4 de junio de 2021

Olivia Newton-John: La "novia" de Travolta en "Grease"

 


Olivia  Newton-John nació el 26 de septiembre de 1948 en Cambridge (Inglaterra). Fue la segunda hija del profesor inglés Brin Newton-John y de Irene Born, hija de un premio Nobel de Física, el alemán Max Bohr. Cuando solo tenía 5 años se trasladó a Australia con su familia (tiene una hermana mayor llamada Rhona), porque a su padre le habían ofrecido un trabajo en una Universidad de Melbourne. Los inicios como cantante de Livvy, como la apodaban en la familia, se remontan a su infancia, cuando cantaba en numerosas ocasiones con una voz y una técnica sorprendentes para una niña. A los 14 años, en Canberra formó el grupo Sol For con otras tres amigas, pero el conjunto no duró demasiado tiempo. Un año después, fue la ganadora de un popular programa de la televisión australiana que buscaba talentos -"Sing, sing, sing"-, cuyo primer premio consistía en un viaje a Londres. Olivia grabó su primer single para Decca Records en 1966, cuando tenía 18 años, con la canción "Till You Say You'll Be Mine". A los 19 años regresó a Inglaterra, donde formó dúo con otra amiga australiana. Aporreaban una guitarra y se desgañitaban por los pubs del norte del país. En 1970, logró ser seleccionada para formar parte del grupo Tomorrow, la versión británica de The Monkees, con el que grabó un único disco y participó en una película que llevaba el mismo título.

Medalla de la Orden del Imperio Británico

Más tarde Bruce Welsh, su primer novio y miembro del grupo Shadows, la convenció para que probara suerte en solitario. Con su apoyo, Olivia grabó, en 1971, la canción de Bob Dylan "If not for you". El tema tuvo aceptación, así como una versión de un tema folk, "Banks of the Ohio", que se clasificó entre los primeros puestos de las listas de ventas. En 1972, el cantante Cliff Richard la seleccionó para colaborar en su programa televisivo "It's Cliff Richard", que supuso su carta de presentación para el público británico, al que encantó por su voz cristalina y su angelical belleza rubia. Ese año, con el elepé "Olivia" y la canción "What is life" -una versión de un tema del "beatle" George Harrison-, se proclamó "cantante inglesa del año". Tanta popularidad alcanzó que la reina Isabel II le impuso la medalla de la Orden del Imperio Británico.

Tampoco se le resistió el público norteamericano, mercado en el que entró en 1973 para promocionar la canción "If you love me let me know", "single" de un disco que ganó los Grammy al mejor álbum, mejor artista y mejor solista femenina de música country del año. En 1974 representó al Reino Unido en el Festival de Eurovisión que se celebró en la ciudad inglesa de Brighton. Cantó "Long live love", tema con el que alcanzó la cuarta posición en un año en el que ganó el grupo Abba. Desde entonces se convirtió en una de las cantantes más comerciales del momento, lo que le valió poder grabar un nuevo disco cada año.

"Grease" la película que la hizo famosa

Pero iba a ser el cine lo que la hiciera famosa en el mundo entero. "Grease", el filme que la dio a conocer, llegó al celuloide desde las tablas del teatro. Se había estrenado en el Martin Eden Theatre de Nueva York el 14 de febrero de 1972 y, después de 128 representaciones, pasó a una sala mejor y más grande, en Broadway, donde siguió en cartel hasta 1980. La película se estrenó en el 78, cuando arrasaba la música disco y empezaba el desmesurado culto al cuerpo. John Travolta ya había hecho estragos con "Fiebre del sábado noche" y los estudios le buscaron una novia que fuera rubia, bailarina y cantante. "Todo comenzó cuatro meses antes de rodarse la película. En una fiesta me presentaron a Allan Carr, el productor y me dijo que yo resultaría bien en el cine. No me lo tomé en serio, pero a los pocos días me llamaron para unas pruebas con Travolta", explicó en una ocasión del filme en el que encarnaba a Sandy, una dulce muchacha de 15 años aunque ella ya había cumplido los 30. Con el tiempo, "Grease" se convirtió en una palícula de culto y su banda sonora fue un absoluto bombazo, especialmente el tema principal, compuesto por Barry Gibb, de los Bee Gees. Pese al éxito, los intentos de volver a juntar a la pareja ("Tal para cual") fueron bastante desastrosos, mientras que Olivia intentó superar el fracaso de "Xanadú", un musical donde tenía de "partenaire" a un Gene Kelly bastante mayor y con la música de la Electric Light Orchestra. Durante el rodaje de esta película Olivia conoció al bailarín Matt Lattanzi, diez años menor que ella y que hacía de "doble" del primer personaje masculino. "Fue un flechazo", dijo Olivia, que había estado unida sentimentalmente a Lee Kramer, su mánager, y a Andy Gibb, otro hermano Bee Gees. Después de cuatro años de vida en común en la finca que la actriz y cantante tiene en Malibú, se casaron el 15 de diciembre de 1984. Dos años después, en enero de 1986, nació su primera y única hija, Chloe Rose. Olivia se concentró en su vida familiar, aunque periódicamente salía en las revistas, vistiendo camisetas de algodón de su firma, Koala Blue, y rodeada de sus caballos, perros, gallinas y conejos. Pero diversos errores financieros llevaron a su empresa de ropa, que vendía mucho en EEUU y Australia, a la bancarrota en 1992, aunque pudo recuperarse de la quiebra gracias a la publicidad y a telefilmes para la pequeña pantalla.

Comprometida en la lucha contra el cáncer

Ese mismo año, poco después de que falleciera su padre, Olivia anunció públicamente que sufría un cáncer de mama para evitar especulaciones. La cantante pudo superar la enfermedad, que había sido detectada en una fase muy inicial, y desde entonces ha quedado firmemente comprometida en la lucha contra el cáncer. En 1996, un año después de divorciarse de su marido y de sacar un nuevo disco, "Gaia", se unió sentimentalmente a Patrick McDermott, un operador de cámara originario de Hong-Kong que desapareció en extrañas circunstancias durante una excursión de barco en el 2005. Algunas fuentes aseguraron que la desaparición había sido voluntaria y que McDermott había simulado su muerte para evitar pagar sus deudas, entre ellas, la pensión alimenticia de su hijo de 15 años. Fuera como fuese, el suceso fue un duro golpe para Olivia, que se refugió en la música para intentar superarlo.

Su hija, Chloe, sufrió anorexia nerviosa

Newton-John estuvo al lado de su hija cuando ésta, en el año 2007, presentó su primer disco. Entonces se supo que Chloe, de 21 años y que también ha hecho sus pinitos como actriz, había superado una anorexia nerviosa que la había hecho estar en los huesos. En julio del 2008, Newton-John sorprendía al mundo casándose, casi en secreto, con John Easterling, diez años más joven que ella y propietario de Amazon Herb Company, una empresa de productos naturales para la salud que, curiosamente, la cantante había tomado mientras se recuperaba del cáncer de mama. 

El 30 de mayo de 2017, luego de 25 años de la detección de su cáncer, Olivia anunció la reincidencia de la enfermedad, lo que le producía un dolor de espalda que le obligó a posponer presentaciones. Este dolor fue el anuncio de que el mal se ha extendido al hueso sacro de su espalda. Por este motivo se sometió a terapias naturales y a un periodo de radiación en un centro de tratamiento del cáncer que lleva su nombre en Australia.

En 2018, la actriz y cantante australiana, reveló que fue diagnosticada con un cáncer por tercera vez. Explicó que los médicos le diagnosticaron un tumor en la base de la columna vertebral, y que fue sometida a radioterapia; también dijo seguir terapias naturales y consumir aceite de cannabis para los dolores. "Sigo en tratamiento, en tratamiento natural y estoy muy bien​", declaró al canal australiano Channel Seven desde su residencia en California.