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viernes, 4 de febrero de 2022

Lauren Bacall: Mito del cine

 


Betty Joan Perske nació el 16 de septiembre de 1924 en Nueva York. Fue la única hija del matrimonio de inmigrantes judíos de clase media formado por William. vendedor, y Natalie, secretaria. Sus padres se divorciaron cuando Betty tenía 5 años, por lo que la pequeña se fue a vivir con su madre a un moderno apartamento del barrio de Harlem. Después, el contacto con su padre desapareció por completo y madre e hija se mudaron a otro lugar más confortable en Manhattan.

Fascinada por las estrellas de Hollywood

Betty jamás sufrió privaciones económicas, pero tampoco tuvo posibilidad de caprichos. Estudió en el internado para niñas Highland Manor, donde practicó deportes como la natación, el baloncesto o el béisbol. Poco después se matriculó en la escuela de secundaria Julia Richmand High School y los domingos por la mañana acudía a la New York School of the Theatre. El teatro y las estrellas del cine le fascinaban y su admiración por Bette Davis la llevó a matricularse en la American Academy of Dramatic Arts, debutando en Broadway en 1942.

Su primera gran desilusión llegó cuando la American Academy no le concedió una beca para seguir estudiando y Betty tuvo que dejar sus estudios para buscar trabajo. Encontró empleo como acomodadora en un cine al tiempo que entraba en la agencia de modelos de Harry Conmover. Con 174 cm de altura, pelo largo y rubio, facciones angulosas y mirada penetrante, sus rasgos no pasaron desapercibidos. Apareció en la portada de la revista Harper's Bazaar y captó la atención de la esposa de Howard Hawks, que convenció a su marido para que la contratara como protagonista femenina de su película "Tener o no tener" (1944), en la que diría una de las frases más conocidas de la historia del cine: "Conmigo no tienes que fingir. No tienes que decir nada. Si me necesitas, silba. Sabes silbar ¿no? Solo tienes que juntar los labios y soplar. Y acudiré a tu llamada". En el rodaje conoció a Humphrey Bogart. Pese a su fama de hombre duro y juerguista, Betty -a la que habían puesto el nombre artístico de Lauren Bacall- supo llevarle a su terreno. Ambos se enamoraron, pero tuvieron que  mantener su relación de forma clandestina, ya que el actor seguía casado con su tercera esposa, Mayo Methot. Finalmente, consiguió el divorcio y, pese a la diferencia de edad -Lauren tenía 21 años y Bogart 44- se casaron en 1945. A partir de entonces, formaron una de las parejas cinematográficas más glamourosas. Juntos protagonizaron otros tres clásicos del cine negro: "El sueño eterno" (1946), "La senda tenebrosa" (1947) y "Cayo Largo" (1948). "Bogie era muy fuerte, amable, sentimental y romántico. Tenía un fuerte carácter, un gran sentido del honor y no toleraba las mentiras. Reunía todas las cualidades que le gustaban a mi madre en un hombre. No tuvimos un matrimonio perfecto, discutíamos, él bebía y cuando me casé yo era una cría, no tenía experiencia con los hombres, pero le amaba", afirma la actriz siempre que le preguntan por su marido. Con él tuvo dos hijos: Steve, nacido en 1949, y una niña, Leslie, en 1952, que sería el ojito derecho del famoso actor. La familia se mudó a una enorme mansión, donde pudieron ejercer de padres amorosos -apenas acudían a las fiestas de Hollywood- y cuidarse de la marcha de sus carreras.

Una comedia junto a la sexy Marilyn Monroe

En 1953, Lauren Bacall aceptó trabajar en su primera comedia, "Cómo casarse con un millonario", junto a la sex symbol del momento, Marilyn Monroe. Pero, cuando estaba en la cúspide de su carrera y se sentía más enamorada que nunca de Bogart, el actor falleció en 1957 a consecuencia de un cáncer de garganta. Tras incinerar sus restos mortales, intentó esparcir las cenizas de su esposo en el océano desde su velero, el "Santana", pero en aquel momento las leyes lo prohibían y fue enterrado en Forest Lawn, el mismo cementerio donde ahora descansa Michael Jackson. Para superar la tristeza se volcó en el trabajo y vivió un romance con Frank Sinatra: "Empecé a sentirme como una adolescente frívola, necesitaba sus llamadas, quería verle. mitigaba mi soledad, pero sabía que era imposible un futuro sólido con él porque era muy mujeriego". Tras cuatro años de viudez se casó con el también actor Jason Robards, un bebedor empedernido que le trajo un sin fin de problemas, pero al que adoraba cuando estaba sobrio y con quien tuvo a su último hijo, Sam, en 1961.

Vecina de John Lennon en el edificio Dakota

Hizo realidad su sueño de trabajar con Paul Newman en "Harper, investigador privado" (1966) y con Ingrid Bergman en "Asesinato en el Orient Express" (1974). Por aquel entonces ya se había divorciado de Jason y vivía lujosamente en un gran apartamento en el célebre edificio Dakota, lugar en el que unos años más tarde asesinarían a John Lennon. "Yo estaba en casa y oí un ruido extraño, pensé que un coche había tenido un problema, pero luego me enteré de que le habían disparado. Fue algo terrible y conmovedor", confesaría la actriz años después a una amiga.

A lo largo de su vida, Lauren Bacall, que tiene fama de tacaña, siempre ha hecho gala de su templanza, de su fuerte personalidad y de mantener una prudencial distancia de sus admiradores. Cansada cada vez más de buscar papeles interesantes para el cine, la actriz seleccionaba con cuidado sus guiones y, cuando no trabajaba, disfrutaba de la compañía de sus nietos o asistía a fiestas sociales. En 1997 obtuvo su primera candidatura al Oscar por "El amor tiene dos caras", pero Juliette Binoche le arrebató la codiciada estatuilla y las cámaras de televisión certificaron la gran decepción de Lauren. A pesar de ello, se sentía reconocida en lo profesional, porque años antes había ganado dos premios Tony -prestigioso galardón teatral- por las obras "Aplauso" (1970) -durante las representaciones se enamoró de Len Cariou- y "La mujer del año" (1981). Con el paso de los años se volvió mucho más crítica y no soportaba el comportamiento de las estrellas: "Están más preocupadas por la cirugía estética y por el modelito que usarán en la alfombra roja que por trabajar con esfuerzo y demostrar que tienen talento y que valen. Me parece patético".

Durante el rodaje de "Dogville" (2003) trabajó junto a Nicole Kidman, que se encontraba muy deprimida por su entonces reciente ruptura con Tom Cruise. Lauren la consoló. "Este chico está medio loco. La había dejado por Penélope Cruz o alguna   estupidez así y me cuesta entender el comportamiento que tiene en los últimos años. Es inapropiado, vulgar e inaceptable utilizar tu vida privada para vender algo".

Autora de dos libros autobiográficos

Su nieta le convenció para ir al cine a ver "Crepúsculo", diciéndole que era la mejor película de vampiros del cine. Al acabar, comentó: "Quería pegarle con un zapato en la cabeza, pero no quiero que después escriba un libro sobre mí (sonríe). Acto seguido le regalé el dvd de "Nosferatu", la obra maestra de Murnau y le dije: "Eso sí que es un film de vampiros". Ha plasmado su vida de mito de Hollywood en dos autobiografías, "por mí misma" (1978) y "Ahora" (1994).

Lauren Bacall seguía siendo considerada como un mito del cine clásico y con 88 años participó en filmes, siendo el último The Walker, el cual fue presentado en el Festival de Cine de Berlín.

Fue premiada con un Óscar honorífico a su carrera en 2009.

La mañana del 12 de agosto de 2014 a los 89 años, fallece en su casa como consecuencia de un derrame cerebral.


lunes, 6 de diciembre de 2021

Josephine Baker: La Venus Negra

 


Freda Josephine Carson nació en St. Louis, Missouri, el 3 de junio de 1906. Siendo aún muy niña, su padre, Eddie Carson, percusionista de vaudeville, las abandonó a ella y a su madre, la lavandera Carrie McDonald.

Al poco tiempo, Carrie se volvió a casar con un hombre llamado Arthur Martin. Según contaba Josephine, Arthur era una bellísima persona, pero siempre estaba en paro, por lo que la situación de la familia, a la que, además, llegaron un niño y otras dos niñas, era precaria. Así las cosas, Josephine se vio forzada a dejar el colegio para trabajar como empleada del hogar y niñera en las casas de acomodadas familias blancas, en donde le recordaban a menudo que no besase a los niños.

Con solo 13 años, encontró un trabajo de camarera en The Old Chauffeur's Club. Trabajando allí conoció a su primer marido, Willie Wells, de quien se divorció poco después. A pesar de haberse casado, Josephine no dejó de trabajar, ya que, acostumbrada desde niña a salir adelante, nunca quiso depender económicamente de sus parejas.

En 1921, con solo 15 años, se casó de nuevo, esta vez con Willie Baker, de quién también se divorció. No obstante, conservó el apellido de su segundo marido.

Al año siguiente comenzó a trabajar como actriz cómica con The Jones Family Band y The Dixies Stepers junto a quienes recorrió los Estados Unidos. Cuando no tenía gira, la joven intentaba convencer a sus jefes de que la aceptaran como bailarina en The Dixies Steppers, pero solía ser rechazada por ser demasiado "flaca y oscura de piel", por lo que era relegada a labores de ayudante de vestuario. Eso sí, si alguna bailarina estaba enferma o faltaba, Josephine ocupaba su lugar. En el escenario, la chica explotaba su vis cómica bailando torpemente. Al público le encantaba y eso le valió el ganarse un puesto en el cuerpo de baile.

Tras una breve temporada de moderado éxito en el Plantation Club de Nueva York y en el Cotton Club de Harlem, Josephine se trasladó a Paris en 1925 para formar parte del grupo de coristas del espectáculo "La Reveu Négre". Aún no había cumplido  18 años pero, junto a su pareja de baile, Joe Alex, y ataviada simplemente con una falda de plumas, deslumbró a todo París con un baile fresco y sensual llamado "Danse Sauvage", que se representó por primera vez el 2 de octubre de 1925 en el Music-Hall de los Campos Elíseos.

Atrás quedaban ya los años de penurias en Missouri. Ahora, Josephine era una estrella que se gastaba su abultado sueldo en ropa, joyas y, sobre todo, mascotas. Según se dice, llegó a tener, a la vez, un leopardo (Chiquita) -al que ponía un collar de diamantes para salir a pasear por los Campos Elíseos-, un chimpancé (Ethel). un cerdo (Albert), una serpiente (Kiki), una cabra, un loro, varios periquitos, peces, tres gatos y siete perros.

Su gran salto al estrellato


Acabada la temporada de "La Reveu Négre" fue contratada como protagonista para "La Folie du Jour", que se representaba en el teatro Folies Bergère. Fue su salto definitivo al estrellato.


Con una voz privilegiada para el jazz y sin complejos para bailar vestida exclusivamente con una falda hecha de plumas o, la más popular, con 16 plátanos, se ganó los apelativos de "la Venus Negra", "La Diosa Criolla" o "la Perla Negra" y se convirtió en uno de los mayores iconos sexuales de los locos años 20 en Francia. Pronto abrió su propio club, Chez Josephine.


Se dice, incluso, que a ella se debió el éxito del charleston en Europa y que las pálidas parisinas comenzaron a usar productos para oscurecer su piel y parecerse a la Baker.


Su altísimo estatus le permitió, entonces, trasladar a su familia de St. Louis a Les Milandes, su finca en Castelnaud-Fayrac, Francia. Y es que, en 1927, era la artista del espectáculo mejor pagada de toda Europa y rivalizaba con Gloria Swanson y Mary Pickford por ser la mujer más fotografiada del mundo. El cine también se fijó en ella y, a principios  de los años 30, Josephine rodó dos películas "Zou-Zou" y "La princesa Tam-Tam".


Adoptó a doce niños de diferentes etnias


La vida no podía mostrarle una sonrisa mejor, pero, a su vuelta a los Estados Unidos, en 1936, la Baker descubrió que las pieles y las joyas que lucía no evitaban que los blancos siguieran sin aceptarla. Presentó un espectáculo en el Ziegfield Follies, pero las duras críticas -el New York Times hablaba de ella como "esa chica negra", cuando en Europa era una celebridad- y el rechazo del público forzaron su regreso a París, en donde adquirió la nacionalidad francesa y se casó por tercera vez con Jean Lion, de quien también acabó divorciándose.


A pesar de ser norteamericana, Josephine se implicó completamente en la causa francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Fue alférez del cuerpo auxiliar de mujeres de las Fuerzas Aéreas, llegando a ser condecorada por ello con la Cruz de Lorena en oro, y también cantó para las tropas (cuenta la leyenda que algunas de sus canciones contenían mensajes en clave para la Resistencia).


Pasada la guerra, en 1947 volvió a casarse. Esta vez se trataba del director de orquesta Jo Bouillon, con quien decidió adoptar a doce niños de diferentes etnias a los que llamaba "La Tribu del Arcoiris". Permitía a la gente entrar libremente en su finca francesa para que vieran lo felices que eran los pequeños a pesar de pertenecer a razas y religiones diferentes e, incluso, en un acto reivindicativo, llevó a todos sus hijos a Estados Unidos, haciendo gala de lo bien que vivían todos juntos.


No hay duda de que la discriminación racial a la que fue sometida desde pequeña la marcó mucho y, por eso, la integración se convirtió en su nueva lucha. Solía decir que "el odio racial no es natural, sino una emoción inventada" y, por eso, regresó a Estados Unidos, a principios de los años 50, para plantar cara a la discriminación. Exigía que en sus representaciones, el público estuviese mezclado, pero la respuesta de sus compatriotas fue desigual. En Miami consiguió un público mixto, pero en Atlanta se vio forzada a anular una actuación tras serle prohibida la entrada en un hotel. También el Strok Club de Nueva York rechazó su espectáculo y, por ello, Josephine inició una batalla periodística sin precedentes. En reconocimiento a su gran esfuerzo, la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP) eligió el 20 de mayo como día de Josephine Baker.


Volvió al escenario tras haber anunciado su retirada


A finales de los 50, la estrella anunció su retirada, pero los enormes gastos que generaba su querida "Tribu del Arcoiris" la obligaron a volver a los escenarios en más de una ocasión.


Así, en 1973, aceptó presentar un espectáculo en el Carnegie Hall de Nueva York. Aunque sus anteriores experiencias en Estados Unidos no le hacían presagiar nada bueno, esta vez el público la recibió en pie, con una calurosa ovación.¡Por fin, empezaba a ser profeta en su tierra!


Divorciada de nuevo comenzó una relación con el artista Robert Brady, con quien nunca se casó legalmente, aunque, en 1973, se intercambiaron sus votos matrimoniales en una iglesia de Acapulco, México, en la más estricta intimidad ya que Josephine temía que la ridiculizaran o que no tomaran en serio este nuevo compromiso.


Brady permaneció a su lado hasta su muerte, el 12 de abril de 1975. La actriz había superado un infarto en 1964, pero, esta vez, una hemorragia cerebral acabó con su vida. Solo cuatro días antes, la Baker se había subido al escenario del Bobino Theater de París para celebrar los 50 años de su carrera. La Princesa Grace de Mónaco o Sophia Loren fueron algunas de las personalidades que le aplaudieron entonces y, tras su muerte, más de 20.000 personas abarrotaron las calles de París porlas que pasó  el cortejo fúnebre en su camino hasta la iglesia de la Madeleine. El Gobierno francés la honró con una salva de 21 cañonazos, siendo Josephine Baker la primera mujer norteamericana que recibía honores militares en Francia. Fue enterrada en Mónaco.

 


jueves, 2 de diciembre de 2021

Olivia de Havilland: La dulce Melania de "Lo que el viento se llevó

 


Olivia Mary de Havilland nació el 1 de julio de 1916 en Tokio (Japón). Fue la primogénita del abogado inglés y aristócrata Walter August de Havilland y la actriz norteamericana Lillian Ruse. Al año siguiente nació la segunda y última hija del matrimonio, Jean de Beauvoir, que años más tarde sería la actriz Joan Fontaine. En 1919, el médico aconsejó que las niñas, a las que no sentaba nada bien el clima de la capital japonesa, visitasen a un médico en EEUU. Instaladas madre e hijas en Saratoga (California), la mejoría física fue notable. Las cosas fueron muy bien hasta que el padre envió un telegrama a su mujer diciéndole que le pedía el divorcio para casarse con su sirvienta. La mujer accedió y, al poco tiempo, también ella volvió a casarse con George Fontaine, propietario de un almacén de suministros industriales.

Nueve veces pareja de cine de Errol Flynn


Olivia tenía entonces 8 años y tanto ella como su hermana habían recibido una buena educación, que incluía clases de canto y declamación. Ambas hermanas se interesaron por la interpretación. Con 17 años, Olivia entró en un grupo de teatro aficionado y su actuación en "Alicia en el país de las maravillas" fue muy bien recibida. Aunque su padrastro se negaba a que fuera actriz, su firme empeño venció todas las dificultades y, en 1935, debutó en el cine de la mano del director Max Reinharth en "El sueño de una noche de verano". Inmediatamente, la Warner Bross la contrató para rodar "El capitán Blood" (1935), emparejándola con el atractivo Errol Flynn bajo la dirección de Michael Curtiz. La fórmula funcionó tan bien que la pareja protagonizó nada menos que nueve películas, entre las que destacan "Robin de los bosques", "La carga de la brigada ligera", "Dodge City, ciudad sin ley", "Camino de Santa Fe" o "Murieron con las botas puestas". Unos años antes, cansada de encarnar siempre el mismo personaje, Olivia se presentó al casting para el papel de Scarlett O'Hara en "Lo que el viento se llevó", película que producía la Metro Golden Mayer. La rechazaron pero, días después, le ofrecieron el papel de la dulce Melania. Tras conseguir que la Warner la cediera, aceptó un personaje que dejaría huella en su vida ya que, estrenada en Atlanta el 15 de diciembre de 1939, "Lo que el viento se llevó" se ha convertido en título mítico del Séptimo Arte. Fue nominada al Oscar a la Mejor Actriz Secundaria, galardón que finalmente ganaría Hattie McDaniel por su inolvidable criada negra Mammy en una película que consagró a los actores Vivien Leigh, Clark Gable y Leslie Howard.


Enemistada de por vida con su hermana


A partir de ahí, Olivia luchó a brazo partido con la Warner para evitar que le dieran papeles sin importancia y conseguir librarse de su draconiano contrato. Cedida a la Paramount, volvieron a nominarla a la estatuilla como Mejor Actriz Protagonista por "Si no amaneciera" (1941), el mismo año en el que su hermana, Joan Fontaine, se llevó el galardón por su papel en "Sospecha", de Alfred Hitchcock. Aquello consolidó la mala relación de las dos hermanas, que siempre se habían llevado como el perro y el gato, y hasta la muerte de Joan en diciembre de 2003, nunca volvieron a hablarse. Mientras litigaba con la Warner, su vida sentimental trascurría entre romances con el multimillonario Howard Hughes, el actor James Stewart y el director John Houston. Ninguna de estas relaciones llegó a buen puerto e hicieron mella en la joven actriz, que llegó a demandar a sus jefes de la Warner por los papeles insulsos que le ofrecían. La tensión fue tan fuerte que, en represalia, Olivia estuvo casi tres años sin trabajar. En 1946, se casó con el novelista Marcus Aurelius Goodrich y consiguió su primer Oscar como protagonista por "La vida íntima de Julia Norris". Dos años después, en 1948, volvió a ser nominada por "Nido de víboras", que le valió un gran reconocimiento internacional, pero sería en 1949 cuando lo volvería a ganar por "La heredera", de William Wyler. La felicidad por el premio se completó con el nacimiento ese año de su primer hijo, Benjamín. Pero el que parecía un idílico matrimonio se rompió en 1953 y ella volvió a retomar su relación con John Houston.


Casada en segundas nupcias con un francés


En la década de los 50 su trabajo se resintió y empezaron a escasear sus apariciones en pantalla, aunque destacan sus papeles en "Mi prima Raquel", "No serás un extraño" o "La noche es mi enemiga". Poco después de romper con Houston viajó a Francia para asistir al Festival de Cine de Cannes y se enamoró del periodista Pierre Galante, con el que se casó en 1955. Tras la boda, la pareja se instaló en París y un año después nació su hija, Gisele Baptistine. Alejada del bullicio de Hollywood y asentada en la capital gala decidió dar prioridad al cuidado de sus dos hijos. Aficionada a la lectura y a la escritura, en 1962 publicó su primer libro, "Every Frenchman Has One" (Cada francés tiene uno), sobre las dificultades de una americana para adaptarse a la vida francesa. Combinó su escritura con apariciones en el cine como en "Luz en la ciudad" o "Canción de cuna para un cadáver", en 1964, que hizo junto a su gran amiga Bette Davis. A partir de los 70, tal y como ocurriera con la gran mayoría de las viejas glorias del cine, Olivia cayó en el olvido salvo para colaborar en algunas películas de éxito como "Aeropuerto 77" o "El quinto mosquetero", en 1979, y se refugió en la televisión, que se convirtió en cementerio de mitos vivientes. Intervino en las mini series "Raíces: la nueva generación", "El romance real de Carlos y Diana", "Anastasia: el misterio de Anna" o "Norte y Sur parte II", en 1986, y su último trabajo fue dos años después con la telemovie "La mujer que él amó", sobre la vida de los duques de Windsor.


Tras su divorcio de Pierre Galante, en el 79, se dijo que tuvo un romance con el primer ministro británico Edward Heath. Eso no fue impedimento para que ella siguiera siendo muy amiga de su ex marido. En 1991, sufrió la tragedia más grande de su vida al perder a su hijo Benjamín, víctima de un cáncer. Sin embargo, su gran fortaleza y fuerte vitalidad la salvaron de una gran depresión, así como el apoyo de su segundo marido y de su hija.


Cuidó de su ex marido, que murió de cáncer

Fue tal la amistad que quedó entre la pareja que, cuando a Pierre le diagnosticaron un cáncer, canceló todos sus compromisos y lo cuidó hasta su muerte, en 1998. Al año siguiente, participó en el documental y fiesta del 60º aniversario de "Lo que el viento se llevó".

Una de sus últimas apariciones fue como presentadora de uno de los premios de la 75ª edición de los Oscar, en 2003.

De Havilland narró el documental de 2009, Recuerdo mejor cuando pinto. La película trata sobre la importancia del arte en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. El 22 de marzo de 2011, se presentó la película en una proyección especial en París.

El 17 de noviembre de 2008 a la edad de 92, Olivia de Havilland recibió la Medalla Nacional de las Artes.

El 9 de septiembre de 2010, a la edad de 94, fue nombrada Caballero de la Legión de Honor, una distinción que otorga el Presidente de la República Francesa.

En febrero de 2011, Olivia de Havilland apareció en la ceremonia de entrega de los Premios César. Jodie Foster la presentó y de Havilland recibió una ovación con el público puesto en pie.

En junio de 2017, con casi 101 años, Olivia fue nombrada Dama del Imperio Británico por la reina Isabel II

La afilada columnista de prensa americana Louella Parsons la consideró como "una de las actrices más inteligentes, cultas y educadas de Hollywood".

Falleció por causas naturales el 25 de julio de 2020 a los 104 años de edad en su residencia de París mientras dormía, apagándose así con ella la última estrella de la época dorada de los mejores años del cine de Hollywood de todos los tiempos.

 

martes, 30 de noviembre de 2021

Kathleen Turner: Mito erótico de los años 80



 

Mary Kathleen Turner nació el 19 de junio de 1954 en Springfield, Missouri (EEUU). Fue la tercera de los cuatro hijos del matrimonio formado por el diplomático Allen Richard Turner y su esposa, Patsy Magee. Apenas nació ella, su padre fue destinado a Canadá, pero, al poco, le trasladaron a La Habana y en Cuba vivió con su familia hasta que, tras el triunfo de la revolución socialista de Fidel Castro, dejaron la isla. Después de un intervalo en Washington, los Turner se instalaron en Caracas. En la capital venezolana, Kathleen aprendió castellano. El último destino diplomático de su padre fue Londres, donde aquella niña que destacaba en el Colegio Americano como gimnasta y estudiante, descubrió su pasión por el teatro, viendo los fines de semana las funciones de actores de la escena inglesa tan conocidos como Angela Lansbury y Christopher Plummer. Pese a no tener la autorización de su padre, que no veía con buenos ojos los ambientes artísticos, Kathleen se matriculó en la Central School of Speech and Drama para estudiar arte dramático. Allí se subió, por primera vez, a un escenario. En 1973, tras la muerte de su progenitor de un ataque al corazón, su madre decidió volver a Springfield.

Con el veneno del teatro ya en el cuerpo, en su ciudad natal tomó clases de voz en la Southwest Missouri State University, donde algunos de sus compañeros la veían como "una chica estirada, con un marcado acento inglés y unas piernas largas  y bonitas". Con su melena rubia, sus 1,80 metros de estatura y un ojo de cada color -uno marrón y otro azul-, la Turner se convirtió en una de las estudiantes más populares de la University of Maryland, donde en 1977 se graduó en teatro. Terminada esta etapa, ese mismo año se marchó a Nueva York y buscó trabajo como camarera. Era una joven ambiciosa, que leía con voracidad y que quería triunfar como actriz.

David Guc, su primera relación estable

Por azar conoció al agente artístico David Guc, que se convirtió en su primera relación sentimental seria. Los inicios profesionales fueron duros y, en 1978, protagonizó el culebrón televisivo "The doctors". Su nombre empezó a sonar entre el público, representó en Broadway las obras "Geminis" o "Travesties" y, en una de esas funciones, el director Lawrence Kasdan se fijó en ella y la citó al día siguiente para una audición. Su sugerente voz ronca -parecida a la de Lauren Bacall- y la sensualidad de su cuerpo le permitieron conseguir el papel de May Walker, la protagonista de "Fuego en el cuerpo" (1981). Aquel debut hollywoodiense, con William Hurt como pareja, le reportó 30.000 dólares y la ruptura con David tras cuatro años de convivencia. Después de hacer con Steve Martin "Un hombre con dos cerebros", rechazó varios guiones y, en 1982, regresó a Nueva York donde volvió a trabajar como camarera en un pub, participando de nuevo en culebrones y obras teatrales.

Boda con un millonario

El año 1984 marcaría un punto de inflexión en su vida profesional y personal. En agosto, se casó con un multimillonario promotor inmobiliario, Jay Weiss, y se estrenó "La pasión de China Blue", una película de alto contenido erótico que tuvo que ver  censuradas algunas de sus escenas para poder ser estrenada en EEUU. Muy diferente era su papel en la romántica "Tras el corazón verde", con Michael Douglas, con el que mantuvo un corto romance. Al año siguiente repitió de nuevo en las pantallas con Douglas en "La joya del Nilo", para dar vida a una escritora que vivía situaciones mucho más peligrosas que las imaginadas por ella misma en sus delirantes libros. Ese mismo año, intervino junto a Jack Nicholson, en "El honor de los Prizzi", una película de gran éxito, dirigida por John Huston, donde daba vida a una sentimental y despiadada asesina. En 1986, hizo con Nicolas Cage "Peggy Sue se casó", por la que fue nominada al Oscar a la Mejor Actriz y se convirtió en la "femme fatale" del cine de los años 80.

Una hija, Rachel Ann, y enferma de artritis

En 1987, a los tres años de casada, dio a luz a su única hija, Rachel Ann. A finales de la década volvió a trabajar con Hurt en "El turista accidental" y con Douglas en "La guerra de los Rose" y protagonizó la comedia "Interferencias" con Burt Reynolds y Christopher Reeve. Tras cosechar numerosos éxitos , los 90 no empezaron con buen pie para esta actriz que, en 1995, fue elegida por el Empire Magazine como una de las "100 estrellas más sexy". Sus fracasos en taquilla fueron continuos y, para colmo de males en 1992, le detectaron una artritis reumatoide que le impedía moverse. "Estaba condenada a vivir en una silla de ruedas, padecía dolores inmensos cada día y callé mi enfermedad porque tenía miedo de que no me dieran trabajo. En Hollywood aceptan mejor a un alcohólico o drogadicto antes que a un enfermo", confesaría años después. Para mitigar aquella pesadilla se refugió en el vodka, que le aplacó el dolor y enmascaró su pérdida de confianza, pero, junto con el consumo de esteroides, marcó su deterioro físico. "Perder el atractivo fue terrible, pero empecé a hundirme por cosas como lograr una posición sentada que no me doliera a buscar unos zapatos que no me hicieran daño", decía. En 1999, ingresó por decisión propia en una clínica de Pennsylvania para desintoxicarse del alcohol. Decidida a que la artritis no anulara su vida, probó nuevos medicamentos,  que combinó con una dieta estricta. Volvió a nadar cada día, hizo acupuntura y practicó yoga para mejorar la movilidad y la respiración. Por si esto fuera poco, la operaron también de la rodilla y le implantaron una de titanio.

La enfermedad remitió levemente y le permitió intervenir en filmes de poca calidad y volver al teatro. En el 2000, se instaló en Londres. Allí, interpretó "El graduado",en una de cuyas escenas aparecía desnuda junto a su joven amante. Volvió a EEUU, pasó por más clínicas de desintoxicación, participó en shows televisivos y triunfó con la obra "¿Quién teme a Virginia Wolf?". Se involucró en temas medioambientales y ha colaborado con el Partido Demócrata.

Un repaso a los actores con los que trabajó

A finales del 2007¡se divorció de su marido, "aunque seguimos siendo muy buenos amigos" y, en febrero del 2008 publicó su autobiografía "Send Yourself Roses:Thoughts on My Life, Love, and Leading Roles". En ella recuerda la adicción a las drogas de Anthony Perkins y, sobre Nicolas Cage, afirma que "su tío Francis Ford Coppola le enchufó en "Peggy Sue se casó", se negó a obedecerle durante el rodaje y tuvo problemas con la policía. Fue arrestado en dos ocasiones, una por conducir borracho y otra, según creo, por robar un chihuahua". El actor le ha interpuesto una querella por difamación. Sobre William Hurt explica que "era bastante salvaje, bebía de forma compulsiva, tomaba drogas y ni recuerdo la cantidad de mujeres que llegaron a pasar por el set de rodaje". Para ella, trabajar con Burt Reynolds "fue una de mis peores experiencias en el cine" y de Steve Martin asegura que "fuera de las cámaras es un ser antipático y frío que nada tiene que ver con su imagen pública". Reniega de la tiranía de Hollywood y alaba a los europeos, que "sí aprecian a las mujeres con experiencia y con una trayectoria a sus espaldas".

En 2014 vuelve a la pantalla grande, esta vez con la comedia protagonizada por Jim Carrey y Jeff Daniels, Dumb and Dumber To, en el papel de "Fraida Felcher".

En 2019 reaparece en un capítulo de la serie de comedia El Método Kominsky en el papel de una de las exesposas de "Sandy Kominsky" representado por Michael Douglas.

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Glenn Close: Actriz de cine norteamericana

 


Glenn Close nació el 19 de marzo de 1947 en Greenwich, (Connecticut, Estados Unidos), localidad fundada por antepasados de su padre, que procedían de Escocia. Segunda de los cuatro hijos de William Close y Bettine Moore, la familia de su madre tenía raíces aristocráticas: su tía-abuela, Elsie Moore, se casó con Marino Torlonia, príncipe de Civitella-Cesi, y fue madre de Alessandro Torlonia -esposo de la infanta Beatriz de Borbón y Battenberg- y de Marina Torlonia, abuela de la actriz Brooke Shields. Por esta rama, también es prima segunda de la madre de Alessandro Lequio.

Glenn creció con sus hermanos -Tina, Jessie y Alexander- en el rancho de su familia. "Me pasé toda la niñez jugando en los campos, nadando en el lago, subiéndome a las pilas de heno...", ha explicado esta actriz que, con los años, se ha convertido en una de las mejores "malas" del actual Hollywood. Sin embargo, aquella idílica infancia se truncó cuando su padre, cirujano, se unió a la Moral Re-Armament (MRA), un grupúsculo cristiano con estructura de secta y asociado a la CIA, que llevó a que la familia viviera a caballo entre el Congo Belga (donde el padre montó una clínica y luego fue médico personal del dictador Mobutu Sese Seko), internados de Suiza y la casa de su abuela, en Round Hill. "Durante el primer año, a mi padre ni lo vimos porque era muy peligroso", ha dicho esta mujer pecosa, menuda, amable y de luminosa sonrisa, a la que no le gusta hablar de esa época.

Dos años en el grupo de música "¡Viva la gente!"

Atraída por la cultura y el arte, Glenn ingresó en el Rosemary Hall, un exclusivo internado de señoritas donde dio sus primeros pasos como actriz, dejando claro que poseía una excelente vis cómica y una notable voz. Sus dotes para el canto la llevaron a unirse a "¡Viva la gente!", grupo musical del MRA, con el que durante unos años recorrió América y Europa. Allí conoció al guitarrista de rock Cabot Wade, con el que se casó en 1969 y del que se divorció en el 1971. Un año antes, cansada ya de dar tumbos por el mundo, se matriculó para estudiar Arte Dramático y Antropología en el College of William and Mary, en Virginia. "Los años que pasé en la universidad fueron cruciales para formar mi personalidad. Allí sacié mi hambre de aprender ya que, salvo en geografía por los muchos viajes que había hecho, en el resto era una completa ignorante", ha dicho. En 1973, un año antes de graduarse con matrícula de honor, una entrevista en televisión de Katharine Hepburn la acabó de convencer de que su vocación era el mundo escénico, así que se plantó ante uno de sus profesores para que la incluyera en las listas de los candidatos a las audiciones para jóvenes, logrando que la contratara la compañía de teatro New Phoenix Repertory, con la que se trasladó a Nueva York. Allí, después de interpretar muchos papeles secundarios, Glenn Close tuvo su gran oportunidad cuando la actriz principal, MAry Ure, enfermó y le pidieron que la sustituyera. Era noviembre de 1974 y su éxito fue tan rotundo que, desde entonces, fue la protagonista de una serie de obras muy diferentes que le dieron mucho oficio.

Debutante a los 35 años


En 1980, tras una breve incursión en la televisión, estrenó el musical "Barnum", donde la vio el director George Roy Hill, que le ofreció ser la protagonista de "El mundo según Garp" (1982). Aquella película, que interpretó con 35 años, supuso su debut cinematográfico y le valió ser nominada al Oscar como Mejor Actriz de Reparto. En 1983, rodó su segunda película, "Reencuentro", de Lawrence Kasdan, y de nuevo fue nominada. Un año después, repitió nominación con "El mejor", que protagonizó junto a Robert Redford, y luego fue una abogada en "Al filo de la sospecha", thriller que rodó poco antes de "Maxie", una comedia en la que cantó y bailó.


De psicópata criminal a maquiavélica aristocrática


Pero el punto de inflexión en su trayectoria llegó en 1987 con "Atracción fatal", donde debía interpretar a la "mala de la película". Amante de los retos y muy trabajadora, Close no dudó en meterse en la piel de Alex Forrest, una mujer que liga con el personaje de Michael Douglas y se obsesiona con él hasta convertirse en una psicópata asesina. La película tuvo un enorme impacto en todo el mundo y su brillante actuación le valió la cuarta nominación -esta vez como actriz principal-, al tiempo que una de las escenas del filme acuñó la expresión "bunny boiler" (hervidora de conejos) con la que en el vocabulario anglosajón se designa ahora a las personas obsesivas y peligrosas. Definitivamente catapultada hacia el estrellato, en 1988 fue madre de una niña, Annie Maude, fruto de su relación con el empresario John Starke. Antes, había sufrido el fracaso de su segundo matrimonio (tres años con el multimillonario James Marlas) y había contabilizado un nutrido número de conquistas entre las que figuraban Len Cariou, Woody Harrelson y Robert Kennedy Jr. La experiencia de la maternidad, que ella ha reconocido que le suavizó el carácter, no le impidió consagrarse como villana dando vida a la maquiavélica marquesa Isabelle de Merteuil de "Las amistades peligrosas", filme que supuso su quinta nominación al Oscar. Tampoco en esta ocasión logró la estatuilla. Lejos de obsesionarse por la falta de reconocimiento de la Academia, siguió trabajando y fue la egoísta Sunny de "El misterio Von Bülow", la incestuosa reina Gertrudis de "Hamlet", el pirata rebelde de "Hook", la dura Férula Trueba de "La casa de los espíritus", la ambiciosa e implacable Alicia Clark de "Detrás de la noticia" o la mismísima Cruella De Vil, en la deliciosa película "101 dálmatas", entre otros personajes.


Ganadora de varios Emmy, Tony y Globos de Oro, Glenn Close es una mujer discreta, elegante y solidaria, que pretende mantener su vida privada apartada de los oropeles de la fama. Una estudiante de interpretación le preguntó una vez: "¿Qué se siente al pisar la alfombra roja?". Ella la miró con sus ojos de azul gélido, dibujó una de sus características sonrisas y le respondió: "¿Tú qué quieres ser, actriz o estrella? Porque son dos cosas muy distintas". Ella, desde luego, no ha apostado por ser una luminaria de Hollywood. Vive en un apartamento en Nueva York (junto a Central Park y que antes fue de Rock Hudson) con su actual esposo, el empresario David Shaw, con sus adorados perros -Jake y Billy- y cerca de su hija y de su nieta.


Una agresiva abogada en la televisión


Consciente de que la industria cinematográfica no brinda apenas papeles a mujeres de su edad, ha encontrado un buen refugio en la televisión, a la que nunca hizo ascos, y lleva cuatro temporadas dando vida a Patty Hewes, la agresiva abogada de "Daños y Perjuicios", un thriller televisivo que ella alaba -sin la menor sombra de adulación- como un producto de exquisita factura, tanto por su realización como por sus guiones. En el mundo del cine, Close ha podido hacer realidad su sueño de sacar adelante un proyecto que llevaba diez años acariciando: rodar "Albert Nobbs", en la que es protagonista, co-guionista y productora y que narra la historia de una mujer que tiene que hacerse pasar por un hombre para poder trabajar en un hotel. La película se vió en San Sebastián, donde una espléndida y elegantísima Glenn Close recogió el Premio Donostia en reconocimiento a toda su trayectoria.



lunes, 19 de julio de 2021

Amparo Muñoz: Actriz y ex "Miss Universo"

 


Amparo Muñoz Quesada nació en la localidad malagueña de Vélez-Málaga el 21 de junio de 1954. Fue la primogénita de los seis hijos del matrimonio formado por Manuel Muñoz, profesor de Carpintería Metálica, y Juana Quesada, ama de casa. Hasta los 7 años, la criaron sus padrinos, que no habían tenido descendencia y se ofrecieron a hacerse cargo de la niña para descargar de trabajo a su madre, que tuvo los primeros tres embarazos muy seguidos.

Durante su adolescencia, fue testigo de una grave crisis en la relación de sus progenitores. "Papá siempre fue muy independiente, muy de ir por libre, sobre todo cuando los hijos éramos pequeños. Con tanto ir y venir, cuando yo tenía 12 o 13 años, el matrimonio de mis padres se tambaleó. Por primera vez en mi vida, comprobé lo delgada que puede ser una pared cuando dos personas están discutiendo en el dormitorio de al lado", relató en su libro de memorias, que tituló "La vida es el precio". Tras un ultimátum de la propia Amparo, su padre cambió de actitud y se volcó en la vida familiar.

Dejó los estudios muy joven para, con unos cursos de taquigrafía y mecanografía, emplearse como auxiliar administrativa en el diario "Sur". En el verano de 1973, cuando tenía 19 años, el director del rotativo la llamó a su despacho para hacerle un ofrecimiento que la sorprendió: quería que se presentara a la elección de "Miss Costa del Sol", concurso de belleza del que era promotor. Pese a la oposición de sus padres, aceptó y ganó el certamen. Poco antes, había roto con Antonio su novio desde los 14 años.

Máximo Valverde, su primer amor famoso

Tras conseguir su primer título de belleza, ganó también el concurso de "Miss España". "Al día siguiente decenas de periodistas se agolpaban en el aeropuerto. Me temblaban las piernas. Era una niña. No había salido nunca sola de mi casa. Las preguntas eran ingenuas, absurdas: ¿cuál es tu color favorito? ¿qué te gusta comer? Los "flashes" me desconcertaban. Me sentía desorientada, perdida...", recordaba de esa experiencia. Al poco de ser elegida la mujer más guapa de España, el productor José Luis Dibildos le hizo su primera oferta para ser actriz, un trabajo que le atraía muchísimo. Debutó ante las cámaras en "Vida conyugal sana", película a la que le siguieron otros títulos de cine de destape como "Tocata y fuga de Lolita", "Sensualidad" o "Clara es el precio". En el ambiente cinematográfico, conoció al actor Máximo Valverde, que se convirtió en su novio.

Unas medidas perfectas

En Enero de 1974, participó en el certamen de "Miss Europa 1973", donde proclamarse Segunda Dama de Honor le permitió representar a España en "Miss Universo", concurso que se celebró aquel mismo verano en Filipinas. Pese a sus extraordinarios ojos verdes y sus medidas perfectas (90-60-90), Amparo no estaba entre las favoritas y le sorprendió alzarse con el cetro. "El presentador imprimió mucho suspense a la proclamación. Durante esos segundos, dejé la mente en blanco. Al oír el nombre y la ovación, pensé que la ganadora había sido la galesa. Me adelanté hacia ella para cogerle el ramo de flores y volver al grupo, pero me detuvieron los abrazos del resto. En ese momento, comprendí que era la nueva "Miss Universo", declaró.

El título incluía un férreo contrato que la obligaba a viajar por todo el mundo para participar en todos los actos publicitarios que quisiera la organización, cuyos responsables redactaron una nueva biografía de Amparo porque consideraban la suya poco atractiva para una "miss". El ritmo de trabajo era tan agotador que la joven se desmayó en un par de eventos. Los  médicos le recomendaron reposo, pero apenas si la dejaron descansar un par de días. Tras seis meses de reinado, se sentía tan manipulada que decidió renunciar al título. A pesar de que la amenazaron con hundirla profesionalmente por incumplir su contrato, Amparo siguió con su carrera cinematográfica en España. Y fue en 1976, rodando "La otra alcoba", cuando conoció al cantautor vasco Patxi Andión, por el que se sintió atraída desde que interpretaron la primera escena de amor. "Me quedé prendada de aquella mezcla de deseo y sentimiento que no tenía nada que ver con los besos que había recibido hasta ese momento", declaró. Se enamoraron y se marcharon a vivir juntos. A los tres meses, se casaron por la Iglesia el 16 de mayo de 1976 en la navarresa ermita de Andión, tierra natal del novio.

Apenas un mes después de su boda, Amparo supo que estaba encinta. Se trataba de un embarazo extrauterino y el ginecólogo le recomendó que hiciera reposo, pero, a pesar de las precauciones, perdió el bebé a los cuatro meses. Sumida en una profunda depresión, Amparo, de 22 años, no encontró en su marido el consuelo y el respaldo que esperaba y las discusiones empezaron a ser frecuentes. "Siempre me decía que yo no era una buena actriz y que lo único que buscaban los directores de mí era mi físico, que saliera en pelotas", relató en sus memorias.

Un corto matrimonio con Patxi Andión

Su decisión de volver a trabajar en el cine, a lo que se oponía Patxi, agravó la crisis en su matrimonio y, un año y medio después de haber pasado por el altar, la pareja decidió separarse, aunque no se divorciarían hasta 1983. Tras su separación, Amparo pasó por un bache económico, del que salió gracias al dinero que ganó por posar desnuda para "Interviú". Por aquel entonces, empezó una relación sentimental con el director y productor Elías Querejeta, quien le facilitó su intervención en títulos de importancia como "Mamá cumple cien años", de Carlos Saura, o "Dedicatoria", de Jaime Chávarri, actuaciones que llamaron la atención de otros directores, tanto en España como en México. Rodando allí "El tahúr" tuvo un romance con el actor mexicano Tomi Farkas, lo que supuso su ruptura con Querejeta. Tras otra aventura con un piloto, se quedó embarazada, pero abortó. De regreso a Madrid, en 1981, un día recibió la visita de Flavio Labarca, un empresario chileno al que había conocido en una fiesta en México. "Quién iba a sospechar que un hombre tan atento, tan cariñoso, tan diferente a los que había conocido hasta entonces me haría descender hasta el abismo", declaró. En un viaje a Venecia, Labarca le propuso probar heroína mezclada con cocaína. Amparo lo hizo por curiosidad, pero no tardó en habituarse y la droga empezó a cambiarle el carácter y la vida. En Filipinas, donde fijó durante algunos años su residencia, tuvo problemas con la justicia cuando la denunciaron por haber agredido físicamente a la jefa de producción de una película en la que trabajaba porque ésta había llamado "calvo" a Flavio. La condenaron a cuatro años de prisión, que no cumplió porque ya no se encontraba en el país. Poco después de ese incidente, en 1983, viajó con Labarca a Bali donde se casaron por el rito balinés, unión sin validez en España. La estabilidad conyugal sólo duró unos meses y el "matrimonio" se separó en 1984.

Aunque ella siempre negó que hubiera sido adicta a las drogas, sí reconoció que era consumidora de heroína, sustancia que le ayudaba a sobrellevar la profunda soledad que sentía en la década de los 80. Por aquel entonces, vivió un tierno idilio con Antonio Flores, al que conoció rodando "El balcón abierto". Sus padres la llevaron a Málaga para que se desenganchara, pero volvió a recaer a su vuelta al trabajo. En 1987, fue detenida en Barcelona -rodaba "Vidas privadas"- comprando heroína en una redada antidroga. "Mi suerte estaba echada. Droga y Amparo Muñoz empezaron a ser dos términos estrechamente relacionados", aseguró.

En 1990, se rumoreó que la ex "miss" estaba al borde de la muerte en un hospital madrileño a causa del sida. Ella misma se encargó de desmentir que estuviera enferma, pero algunos medios apuntaron que toda la historia podía haber sido un montaje impulsado para cobrar por aparecer en el programa "La máquina de la verdad". Este episodio la afectó profundamente y, para superarlo, fue vital el papel de su pareja Víctor Rubio, al que había conocido unos meses antes. "Me proporcionó no sólo cariño y comprensión: levantó un muro que me defendió de todos los ataques que, sin merecer, empecé a recibir", afirmó.

Vendió la exclusiva de su tercera boda

En la primavera de 1991, Amparo sufrió una pancreatitis aguda y la factura del hospital subió más de un millón de pesetas (6.000 euros). Como no tenía dinero para hacerle frente, decidió vender la exclusiva de su boda con Víctor. Pero tanto su tercer marido como ella consumían droga, por lo que las discusiones entre la pareja eran tan habituales como violentas. Otro punto de desencuentro fue que Víctor no trabajaba y Amparo tenía que acarrear con todos los gastos. Para salir a flote, se deshizo de gran parte de los inmuebles que había ido adquiriendo a lo largo de su carrera. Pero la convivencia se hizo insostenible y, en 1993, el matrimonio se separó.

Tras pasar una larga temporada en la Costa Brava, donde aseguró que había dejado de consumir droga, Amparo Muñoz retomó su faceta de actriz en 1996 con las películas "Licántropo", de Paul Naschy, y "Familia", de Fernando León de Aranoa. En 1998, a los 43 años, inició una relación sentimental con el fotógrafo Daniel Tortajada, 19 años más joven, con el que convivió hasta principios del 2001 cuando los mareos y las sucesivas migrañas que padecía le hicieron sospechar que sufría una enfermedad grave. Los médicos le confirmaron que tenía un tumor cerebral y una malformación arterial en las proximidades del cerebelo y que podía morir en cualquier momento. Pese al riesgo que suponía la intervención, en el 2003 decidió operarse. La recuperación fue lenta y con muchas complicaciones.

En el 2005, con 51 años, tras publicar sus memorias se retiró a vivir a Málaga, donde permaneció alejada de los medios de comunicación. Una de sus últimas entrevistas fue en el programa de "La noria", en el que se la vio ya bastante deteriorada. A principios del año 2011 se tomaron una imágenes suyas en las que se apreciaba que debía caminar con ayuda y que se expresaba con bastante dificultad. Aunque no hubo ninguna información al respecto, los síntomas indicaban que podría haberse producido una recaída en la enfermedad. Alejada de las cámaras que tantas veces habían captado su excepcional belleza, Amparo Muñoz murió a los 56 años el 27 de febrero en su casa malagueña. Siete años antes había pronunciado una frase que resultó premonitoria: "Salí de casa con 18 años y volví, enferma, a morir entre los míos".


jueves, 15 de julio de 2021

Geraldine Chaplin: Digna heredera de su padre

 


Geraldine Leigh Chaplin nació el 31 de julio de 1944 en Santa Mónica, California. Fue la primera de los ocho hijos que Charles Chaplin, «Charlot» tuvo con Oona O'Neill, la hija del dramaturgo y premio Nobel Eugene O'Neill, que tenía 17 años cuando se casó con el actor, de 57. La privilegiada infancia de Geraldine transcurrió en una gran mansión cerca del océano, a escasos kilómetros de Hollywood, donde su padre aún frecuentaba a la flor y nata de la meca del cine.

Educada en los mejores colegios suizos

Sin embargo, a los 8 años, cuando Charlot fue declarado persona non grata en Estados Unidos por sus ideas comunistas, toda la familia emigró a Suiza, un país que los acogió con los brazos abiertos. Allí, Geraldine recibió una educación exquisita, con profesores privados y en escuelas elitistas donde aprendió a hablar con fluidez el francés y el español. Su nuevo hogar, un espectacular caserón en Corsier-sur-Vevey, tenía un gran jardín donde los más pequeños jugaban y hacían perrerías al servicio. Geraldine era una niña alegre, rebelde, bromista, dicharachera y el ojito derecho de Chaplin: «Era la favorita, pero también la que abrió el camino a todas esas nulidades de hermanos. Mis padres eran tan fantásticos que nos hacían sentir a todos como el favorito, pero eso lo descubrimos después, hablándolo entre nosotros», suele recordar. En 1952, debutó en el cine en un filme de su padre, «Candilejas», y empezó a tomar clases en la Royal Ballet School de Londres.

Su sueño de ser bailarina se frustró porque su cuerpo no dio para más y tuvo que abandonar, pero encontró consuelo en la actuación, a pesar de las reticencias de Charlot. Tras hacer teatro y circo en París, su primer papel importante fue al lado de Omar Shariff en «Doctor Zhivago» (1965), que se rodó principalmente en España, y al año siguiente, intervino en la última película de su padre, «La condesa de Hong Kong», al lado de Sofía Loren y Marlon Brando.

En esa época, conoció al prestigioso director español Carlos Saura, quien, además de intentar convertirla en la nueva musa del cine español con películas tan relevantes como «Peppermint Frappé» (1967), «Cría cuervos» (1975) o «Elisa, vida mía» (1976), se convirtió en su pareja sentimental hasta 1979. Su llegada a España causó sorpresa y se la recibió con ciertas reservas, pues a la gente le llamaba la atención su aspecto frágil, su sonrisa fácil y su fuerte acento. La apodaron «la Gerarda», lo que le hacía mucha gracia y muchos creían que era hija de los hermanos Marx o del Gordo y el Flaco. Geraldine quedó encantada con nuestro país y, desde entonces, vive entre Madrid, Miami y Suiza.

Una tormentosa relación con Carlos Saura

En 1974, fruto de su relación con Saura, con quien nunca se llegó a casar, nació su primer hijo, Shane, que es toda una eminencia en el ámbito de la Psicología, pero su relación de pareja empezaba a hacer aguas: «Durante años, mi cabeza parecía un bosque de cuernos. Carlos tuvo varias aventuras, fueron momentos difíciles, pero desde la distancia todo se ve de otra manera. Y no le guardo rencor. Hace más de 20 años que no le veo, hicimos un trabajo estupendo juntos y tuvimos una relación muy íntima. No soy tan moderna como para verle y tomar el té. ¿Qué le podría decir? ¿Hola?» 

De repente, mientras nuestro cine la olvidaba, Geraldine viajaba por Europa y Estados Unidos para rodar con Martin Scorsese, Alain Resnais o Alan Rudolph. «Creo que, en España, dejaron de llamarme porque, tras mi separación de Carlos, me veían demasiado identificada con sus películas», confesó hace poco. Tras «Mamá cumple 100 años» (1979), no volvió a trabajar en nuestro país hasta 18 años después en «Finisterre» (1977).

El fallecimiento de su padre en 1977 le provocó un gran vacío. A modo anecdótico, suele recordar que «a Charlot nunca le gustó la Navidad ni disfrutar de ella y creo que murió justamente ese día para recordarnos a todos la fecha de su muerte». En los ochenta, Geraldine Chaplin estuvo a punto de comprarse una masía en Barcelona, «porque pasaba mucho tiempo en coche para ir a Suiza desde Madrid, pero vi los precios y no la compré». Parece extraño que, con su estatus, no pudiera hacerlo, pero también sorprende que, durante una de sus visitas a Barcelona, para ver a su hermana en el circo, se alojaran en una pensión de las Ramblas convertida en un prostíbulo. Poco después de dejar a Saura, se enamoró del realizador chileno Patricio Castilla, al que llama cariñosamente «el sudaca». Con Patricio, que es su marido desde hace 11 años, tuvo a su hija , Oona, de 31, que también es actriz y junto a la que comparte pantalla en el filme «Imago Mortis». «¡Es tan guapa! -dice Geraldine llena de orgullo-. Alta, morena y corpulenta. Parece más hija de Sofía Loren que mía».

Orgullosa de sus arrugas

Con espíritu de madraza suele contar que «tengo dos hijos biológicos. Luego, hay otros dos de Saura a los que crié como si fueran míos, porque, tras la separación, se vinieron a vivir conmigo. Y Patricio tiene otros dos a los que también quiero con locura. Así que ahora tengo seis hijos y cinco nietos con los que paso los mejores momentos de mi vida». Generosa, divertida, atrevida en su forma de vestir y muy con los pies en el suelo, Geraldine saborea una dorada madurez con mucho trabajo. «Estoy encantada con mi edad. Aquí, ser la única actriz con arrugas me aporta muchos papeles y fuera ocurre más o menos lo mismo. Hace unos años estuve en un "casting" en el que se requerían arrugas y sólo se presentaron tres actrices. Una de ellas era Jacqueline Bisset». Con gran sentido del humor relata  que «los hijos de mis vecinos me ven tan vieja y arrugada que cuando ven las películas de Chaplin le preguntan a sus padres si están seguros de que soy la hija de Charlot y no la madre».

Tras la muerte de su madre, Oona, en 1991, dejó de hablarse con sus hermanos, pues estaba cansada de pelearse por los derechos de imagen de su padre y se rindió. «Hemos tenido mucho amor y mucho odio. Ahora, todos me son absolutamente indiferentes, excepto una hermana. De pequeños había mucha alegría, nunca nos aburríamos, pero todo aquello se acabó y ahora pienso que hubiera sido mucho mejor ser hija única. A ellos les horroriza ver la imagen de mi padre en unos calzoncillos y a mí me hace sentir muy feliz. Son más papistas que el Papa y siempre se negaron a que pasaran sus películas por televisión. Querían que se vieran en el altar de una catedral y todos de rodillas. Me parece vergonzoso que la familia tenga los derechos. Deberían ser patrimonio universal». Muchas cosas buenas y malas se han escrito sobre Charlot, pero ella le recuerda con nostalgia: «Era un genio, mi héroe. Sé que no siempre era la persona más simpática del mundo, pero era admirable la disciplina que tenía en el trabajo. Su relación con los niños tampoco era fácil. Él necesitaba siempre público, en casa y en la calle. Una vez nos mostró "La quimera del oro" y mi hermano lloraba en ciertas escenas. Mi padre exclamó:¡Qué le pasa a este niño! ¡Que se lo lleven! Si tocaba reírse, había que reírse».

Premiada con un Goya

En los últimos años, Geraldine Chaplin se ha convertido en una de las actrices más solicitadas del panorama cinematográfico, sobre todo, europeo. Almodóvar la contrató para «Hable con ella» (2002), Juan Antonio Bayona para «El orfanato» (2007) y volvió a contar con ella para su película «Lo imposible» (2012). El cine español se ha reconciliado, por fin, con esta intérprete versátil que, entre otros galardones, atesora un premio Goya a la mejor actriz de reparto por «En la ciudad sin límites» (2002) o la Medalla de oro de la Academia del Cine en 2006.


lunes, 12 de julio de 2021

Bette Davis: Una de las mejores "malas" de Hollywood


Ruth Elizabeth Davis nació el 5 de abril de 1908 en Lowell, Massachussets (EEUU). Fue la primogénita de Harlow Morrell Davis, abogado, y Ruthie Augusta Favor, ama de casa. Su nacimiento no fue motivo de alegría para su padre, que, al saber del embarazo de su mujer, le pidió que abortara para poder prosperar en su carrera laboral. El hecho de que su progenitor nunca la hubiera querido marcó el carácter de Ruth, para quien la vida fue siempre una carrera de obstáculos. En 1909, nació su hermana Bárbara, a la que llamaban Bobbie. Betty, que cambiaría su apelativo familiar por Bette tras la lectura de la novela de Balzac "La cousine Bette", fue una niña tímida y asustadiza, de frente abombada, nariz pequeña y dientes desiguales.

Cuando tenía siete años sus padres se divorciaron y su madre, que era una mujer de carácter, decidió, en 1921, trasladarse con sus hijas a Nueva York donde al principio salió adelante trabajando como maestra de una residencia femenina. Mientras las dos niñas estudiaban en un internado, estudió fotografía y montó su propio estudio. En la escuela, Bette fue una alumna brillante y perfeccionista. A los ocho años había visto su primera película, una sentimental cinta protagonizada por Mary Pickford, que despertó su fascinación por el cine. También le encantaban los cuentos de los Hermanos Grimm, las novelas de Louise May Alcott y los romances históricos.

Estudiante de arte dramático y danza

Estudio arte dramático en la Academia Cushing, donde conoció al que luego sería su primer marido, Harmon Nelson, y actuó en producciones escolares, compañías de repertorio estivales y grupos semiprofesionales. Tras ser rechazado su ingreso en la prestigiosa escuela teatral de Eva LeGallienne por tener "una actitud fría y poco sincera", estudió danza con Martha Graham y asistió a las clases de John Murray Andreson's Acting Dramatic School. George Cukor, el que años más tarde sería uno de los más destacados directores de la época dorada de Hollywood, le ofreció su primer papel pagado, debutó en Broadway en 1929 y, en una de sus funciones, un cazatalentos de la Universal le propuso hacer una prueba para el cine. Así un frío día invernal de 1930, Bette y su madre llegaron a Los Ángeles en tren. No vieron a nadie en el andén aunque, según ella misma explicó años más tarde, "había alguien del estudio esperándonos en la estación, pero se fue de allí porque no vio a nadie con aspecto de actriz". Los inicios de su carrera cinematográfica fueron en la Universal, compañía que la contrató tras someterla a una segunda prueba de cámara, y, en 1931, debutó con "Bad sister". Cinco películas después, la contrató la Warner Brothers.

Una boda, dos Oscar y un romance con Wyler

En 1932, año en que se casó con Harmon Nelson, la actriz se decía a sí misma que "si Hollywood no funciona, estoy preparada para ser la mejor secretaria del mundo". Pero funcionó. Más de veinte filmes después, obtuvo excelentes críticas por "Cautivos del deseo" (1934) y, al año siguiente, ganó su primer Oscar por "Peligrosa". Tuvieron que pasar otras 12 películas para que ganara de nuevo el Oscar a la Mejor Actriz por "Jezabel" (1938), donde compartía protagonismo con Henry Fonda. Durante el rodaje mantuvo una relación amorosa con el director, William Wyler, al que describió como "el hombre causante de mi perfecta felicidad". Se adoraban de una forma pasional. Bette le insistía en que se casaran, pero él le daba largas y la ruptura llegó de una forma inesperada: Wyler le envió una carta en la que le pedía que se casara con él, advirtiéndole de que, si no le respondía en 24 horas, se casaría con otra. Davis tardó una semana en abrir la misiva y la relación se rompió. Eso no fue óbice para que trabajaran de nuevo juntos en una película que, ironías del destino, se llamó "La carta". Al poco, Bette se emparejó con el multimillonario Howard Hughes y su marido, cansado de sus aventuras, presentó el divorcio alegando "comportamiento lascivo y ademanes crueles". Por su parte, ella aseguró: "No sé por qué me casé con Ham. Era un hombre blando, sin carácter. Supongo que, en aquellos momentos, necesitaba estabilidad sentimental".

"La cantina de Hollywood" con Cary Grant

Cansada de los papeles flojos e insulsos que le daba la Warner, dejó colgados a estos estudios para irse a Inglaterra, pero aquello le costó un juicio que perdió y tuvo que volver a EEUU, donde le rebajaron el sueldo y tuvo que aceptar todo lo que le proponían. En 1940, se casó con Arthur Farnsworth y, junto a Cary Grant, montó "La cantina de Hollywood", un bar por el que tanto pasaban las estrellas como los militares. A lo largo de la década de los 40 hizo algunos de sus trabajos más prestigiosos como "La loba" o "El señor Skffington" y, en 1945, dos años después de haber enviudado ya que su segundo marido falleció de un infarto, se casó por tercera vez con el ex boxeador William Grant Sherry, con el que, en 1947, tuvo a su hija Bárbara Dee Bee. Tras su maternidad, volvió al cine para protagonizar la película de Mankiewicz "Eva al desnudo", que le proporcionó una nominación al Oscar por su excelente interpretación y un nuevo marido, ya que se enamoró del actor Gary Merrill. Se casaron en el verano de 1950 y, durante su relación, adoptaron dos hijos: una niña, Margot, que sufría retraso mental, y un niño, Michael. Pero, la vida familiar nunca fue el fuerte de esta mujer que ha sido, para muchos, la mejor "mala" de la historia del cine y, para otros, una de las grandes estrellas de la etapa dorada de Hollywood. Dotada de una mirada magnética, su imagen de mujer fría, colérica, neurótica y egocéntrica le acompañó durante toda su carrera. No por casualidad, desde luego.

Tras una nueva etapa de teatro en Broadway, Frank Capra la recuperó para Hollywood con "Un gangster para un milagro" (1961), cuyo rodaje fue un infierno por las peleas entre Davis y Glenn Ford. Al parecer, éste había declarado que él había aconsejado la contratación de Bette en agradecimiento a la oportunidad que ella le había brindado años atrás. Lejos del agradecimiento, la reacción de la actriz fue tan fulminante como acerada: "¿Quién es ese hijo de perra que se ha atrevido a decir que ha ayudado a que me llamasen de nuevo? ¡Ese tío de mierda no me hubiera ayudado ni a salir de una cloaca! ¡Jamás debí volver a Hollywood!"

Duelo real y escénico con Joan Crawford

Al año siguiente, junto a la diva Joan Crawford, Bette protagonizó "¿Qué fue de Baby Jane?", en cuyo rodaje se vivieron algunos de los enfrentamientos más famosos de la historia del cine. Ambas actrices demostraron su carácter. En la escena donde Davis golpeaba a Crawford, los golpes fueron tan fuertes que a Joan le tuvieron que dar puntos. En la secuencia que la Davis arrastraba a la Crawford, ésta última puso pesas en sus bolsillos para que la Bette se dañara la espalda. Lo más divertido fue cuando Bette colocó una máquina dispensadora de Coca-Cola en el "set" para enojar a Joan, ya que su esposo era un alto ejecutivo de Pepsi. En lo verbal, la cosa no fue mejor, ya que la Davis le dedicó frases como "No la mearía aunque estuviese ardiendo en llamas" o "ha dormido con todas las estrellas masculinas de la MGM, menos con Lassie".

Aunque la truculenta composición que hizo en aquella película la había convertido de nuevo en una de las actrices mejor pagadas del cine americano, su carrera empezó a tocar fondo y, con su vitriólico humor, publicó un anuncio en la revista "Variety" con el siguiente texto: "Se ofrece actriz con treinta años de experiencia en el cine y dos Oscar. Capaz de moverse y más afable de lo que dicen los rumores. Madre de tres hijos y divorciada. Desea empleo estable en Hollywood". Pero no hubo suerte para una actriz 10 veces nominada al Oscar que, por su intensidad y amaneramiento, siempre se imponía a sus personajes, y su carrera entró en un imparable declive.

Nueve últimas películas

Entre 1965 y 1989, año de su muerte, sólo intervino en nueve películas, la mayoría de muy baja calidad y que aceptó para poder mantener a sus hijos y a su hermana, ingresada en un hospital mental. En los años 80, los múltiples avatares de su vida privada quedaron al descubierto en un libro -"My mother's keeper"- publicado por su hija Bárbara, que no dejaba a la actriz muy bien parada y que provocó que la desheredara. Davis publicó, después, una biografía que tituló "Esto y aquello".

En 1983, mientras rodaba el episodio piloto de la serie "Hotel", la operaron de un cáncer de mama y tuvo cuatro embolias que le causaron parálisis en el lado derecho de la cara, en el brazo izquierdo y dificultad para hablar. Tras una dura rehabilitación, intervino en "Las ballenas de agosto" (1987) junto a la leyenda del cine mudo Lillian Gish y, cuando ya creía que todo el mundo se había olvidado de ella, acudió muy enferma, en septiembre de 1989, al Festival Internacional de Cine de San Sebastián donde le otorgaron el Premio Donostia por toda su trayectoria. En su discurso de agradecimiento, dijo emocionada: "Ustedes me han devuelto la vida". Pero le quedaba muy poca. El 6 de octubre cuando estaba a punto de volver a Los Ángeles, tuvo que ser internada en un hospital de Neuilly (París) en el que falleció a consecuencia del cáncer que se le había vuelto a reproducir. En su epitafio hizo inscribir: "Lo hizo del modo más difícil". Por el centenario de su nacimiento, Correos de EEUU sacó una edición limitada de sellos con su efigie.


 

viernes, 4 de junio de 2021

Olivia Newton-John: La "novia" de Travolta en "Grease"

 


Olivia  Newton-John nació el 26 de septiembre de 1948 en Cambridge (Inglaterra). Fue la segunda hija del profesor inglés Brin Newton-John y de Irene Born, hija de un premio Nobel de Física, el alemán Max Bohr. Cuando solo tenía 5 años se trasladó a Australia con su familia (tiene una hermana mayor llamada Rhona), porque a su padre le habían ofrecido un trabajo en una Universidad de Melbourne. Los inicios como cantante de Livvy, como la apodaban en la familia, se remontan a su infancia, cuando cantaba en numerosas ocasiones con una voz y una técnica sorprendentes para una niña. A los 14 años, en Canberra formó el grupo Sol For con otras tres amigas, pero el conjunto no duró demasiado tiempo. Un año después, fue la ganadora de un popular programa de la televisión australiana que buscaba talentos -"Sing, sing, sing"-, cuyo primer premio consistía en un viaje a Londres. Olivia grabó su primer single para Decca Records en 1966, cuando tenía 18 años, con la canción "Till You Say You'll Be Mine". A los 19 años regresó a Inglaterra, donde formó dúo con otra amiga australiana. Aporreaban una guitarra y se desgañitaban por los pubs del norte del país. En 1970, logró ser seleccionada para formar parte del grupo Tomorrow, la versión británica de The Monkees, con el que grabó un único disco y participó en una película que llevaba el mismo título.

Medalla de la Orden del Imperio Británico

Más tarde Bruce Welsh, su primer novio y miembro del grupo Shadows, la convenció para que probara suerte en solitario. Con su apoyo, Olivia grabó, en 1971, la canción de Bob Dylan "If not for you". El tema tuvo aceptación, así como una versión de un tema folk, "Banks of the Ohio", que se clasificó entre los primeros puestos de las listas de ventas. En 1972, el cantante Cliff Richard la seleccionó para colaborar en su programa televisivo "It's Cliff Richard", que supuso su carta de presentación para el público británico, al que encantó por su voz cristalina y su angelical belleza rubia. Ese año, con el elepé "Olivia" y la canción "What is life" -una versión de un tema del "beatle" George Harrison-, se proclamó "cantante inglesa del año". Tanta popularidad alcanzó que la reina Isabel II le impuso la medalla de la Orden del Imperio Británico.

Tampoco se le resistió el público norteamericano, mercado en el que entró en 1973 para promocionar la canción "If you love me let me know", "single" de un disco que ganó los Grammy al mejor álbum, mejor artista y mejor solista femenina de música country del año. En 1974 representó al Reino Unido en el Festival de Eurovisión que se celebró en la ciudad inglesa de Brighton. Cantó "Long live love", tema con el que alcanzó la cuarta posición en un año en el que ganó el grupo Abba. Desde entonces se convirtió en una de las cantantes más comerciales del momento, lo que le valió poder grabar un nuevo disco cada año.

"Grease" la película que la hizo famosa

Pero iba a ser el cine lo que la hiciera famosa en el mundo entero. "Grease", el filme que la dio a conocer, llegó al celuloide desde las tablas del teatro. Se había estrenado en el Martin Eden Theatre de Nueva York el 14 de febrero de 1972 y, después de 128 representaciones, pasó a una sala mejor y más grande, en Broadway, donde siguió en cartel hasta 1980. La película se estrenó en el 78, cuando arrasaba la música disco y empezaba el desmesurado culto al cuerpo. John Travolta ya había hecho estragos con "Fiebre del sábado noche" y los estudios le buscaron una novia que fuera rubia, bailarina y cantante. "Todo comenzó cuatro meses antes de rodarse la película. En una fiesta me presentaron a Allan Carr, el productor y me dijo que yo resultaría bien en el cine. No me lo tomé en serio, pero a los pocos días me llamaron para unas pruebas con Travolta", explicó en una ocasión del filme en el que encarnaba a Sandy, una dulce muchacha de 15 años aunque ella ya había cumplido los 30. Con el tiempo, "Grease" se convirtió en una palícula de culto y su banda sonora fue un absoluto bombazo, especialmente el tema principal, compuesto por Barry Gibb, de los Bee Gees. Pese al éxito, los intentos de volver a juntar a la pareja ("Tal para cual") fueron bastante desastrosos, mientras que Olivia intentó superar el fracaso de "Xanadú", un musical donde tenía de "partenaire" a un Gene Kelly bastante mayor y con la música de la Electric Light Orchestra. Durante el rodaje de esta película Olivia conoció al bailarín Matt Lattanzi, diez años menor que ella y que hacía de "doble" del primer personaje masculino. "Fue un flechazo", dijo Olivia, que había estado unida sentimentalmente a Lee Kramer, su mánager, y a Andy Gibb, otro hermano Bee Gees. Después de cuatro años de vida en común en la finca que la actriz y cantante tiene en Malibú, se casaron el 15 de diciembre de 1984. Dos años después, en enero de 1986, nació su primera y única hija, Chloe Rose. Olivia se concentró en su vida familiar, aunque periódicamente salía en las revistas, vistiendo camisetas de algodón de su firma, Koala Blue, y rodeada de sus caballos, perros, gallinas y conejos. Pero diversos errores financieros llevaron a su empresa de ropa, que vendía mucho en EEUU y Australia, a la bancarrota en 1992, aunque pudo recuperarse de la quiebra gracias a la publicidad y a telefilmes para la pequeña pantalla.

Comprometida en la lucha contra el cáncer

Ese mismo año, poco después de que falleciera su padre, Olivia anunció públicamente que sufría un cáncer de mama para evitar especulaciones. La cantante pudo superar la enfermedad, que había sido detectada en una fase muy inicial, y desde entonces ha quedado firmemente comprometida en la lucha contra el cáncer. En 1996, un año después de divorciarse de su marido y de sacar un nuevo disco, "Gaia", se unió sentimentalmente a Patrick McDermott, un operador de cámara originario de Hong-Kong que desapareció en extrañas circunstancias durante una excursión de barco en el 2005. Algunas fuentes aseguraron que la desaparición había sido voluntaria y que McDermott había simulado su muerte para evitar pagar sus deudas, entre ellas, la pensión alimenticia de su hijo de 15 años. Fuera como fuese, el suceso fue un duro golpe para Olivia, que se refugió en la música para intentar superarlo.

Su hija, Chloe, sufrió anorexia nerviosa

Newton-John estuvo al lado de su hija cuando ésta, en el año 2007, presentó su primer disco. Entonces se supo que Chloe, de 21 años y que también ha hecho sus pinitos como actriz, había superado una anorexia nerviosa que la había hecho estar en los huesos. En julio del 2008, Newton-John sorprendía al mundo casándose, casi en secreto, con John Easterling, diez años más joven que ella y propietario de Amazon Herb Company, una empresa de productos naturales para la salud que, curiosamente, la cantante había tomado mientras se recuperaba del cáncer de mama. 

El 30 de mayo de 2017, luego de 25 años de la detección de su cáncer, Olivia anunció la reincidencia de la enfermedad, lo que le producía un dolor de espalda que le obligó a posponer presentaciones. Este dolor fue el anuncio de que el mal se ha extendido al hueso sacro de su espalda. Por este motivo se sometió a terapias naturales y a un periodo de radiación en un centro de tratamiento del cáncer que lleva su nombre en Australia.

En 2018, la actriz y cantante australiana, reveló que fue diagnosticada con un cáncer por tercera vez. Explicó que los médicos le diagnosticaron un tumor en la base de la columna vertebral, y que fue sometida a radioterapia; también dijo seguir terapias naturales y consumir aceite de cannabis para los dolores. "Sigo en tratamiento, en tratamiento natural y estoy muy bien​", declaró al canal australiano Channel Seven desde su residencia en California.