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lunes, 6 de diciembre de 2021

Josephine Baker: La Venus Negra

 


Freda Josephine Carson nació en St. Louis, Missouri, el 3 de junio de 1906. Siendo aún muy niña, su padre, Eddie Carson, percusionista de vaudeville, las abandonó a ella y a su madre, la lavandera Carrie McDonald.

Al poco tiempo, Carrie se volvió a casar con un hombre llamado Arthur Martin. Según contaba Josephine, Arthur era una bellísima persona, pero siempre estaba en paro, por lo que la situación de la familia, a la que, además, llegaron un niño y otras dos niñas, era precaria. Así las cosas, Josephine se vio forzada a dejar el colegio para trabajar como empleada del hogar y niñera en las casas de acomodadas familias blancas, en donde le recordaban a menudo que no besase a los niños.

Con solo 13 años, encontró un trabajo de camarera en The Old Chauffeur's Club. Trabajando allí conoció a su primer marido, Willie Wells, de quien se divorció poco después. A pesar de haberse casado, Josephine no dejó de trabajar, ya que, acostumbrada desde niña a salir adelante, nunca quiso depender económicamente de sus parejas.

En 1921, con solo 15 años, se casó de nuevo, esta vez con Willie Baker, de quién también se divorció. No obstante, conservó el apellido de su segundo marido.

Al año siguiente comenzó a trabajar como actriz cómica con The Jones Family Band y The Dixies Stepers junto a quienes recorrió los Estados Unidos. Cuando no tenía gira, la joven intentaba convencer a sus jefes de que la aceptaran como bailarina en The Dixies Steppers, pero solía ser rechazada por ser demasiado "flaca y oscura de piel", por lo que era relegada a labores de ayudante de vestuario. Eso sí, si alguna bailarina estaba enferma o faltaba, Josephine ocupaba su lugar. En el escenario, la chica explotaba su vis cómica bailando torpemente. Al público le encantaba y eso le valió el ganarse un puesto en el cuerpo de baile.

Tras una breve temporada de moderado éxito en el Plantation Club de Nueva York y en el Cotton Club de Harlem, Josephine se trasladó a Paris en 1925 para formar parte del grupo de coristas del espectáculo "La Reveu Négre". Aún no había cumplido  18 años pero, junto a su pareja de baile, Joe Alex, y ataviada simplemente con una falda de plumas, deslumbró a todo París con un baile fresco y sensual llamado "Danse Sauvage", que se representó por primera vez el 2 de octubre de 1925 en el Music-Hall de los Campos Elíseos.

Atrás quedaban ya los años de penurias en Missouri. Ahora, Josephine era una estrella que se gastaba su abultado sueldo en ropa, joyas y, sobre todo, mascotas. Según se dice, llegó a tener, a la vez, un leopardo (Chiquita) -al que ponía un collar de diamantes para salir a pasear por los Campos Elíseos-, un chimpancé (Ethel). un cerdo (Albert), una serpiente (Kiki), una cabra, un loro, varios periquitos, peces, tres gatos y siete perros.

Su gran salto al estrellato


Acabada la temporada de "La Reveu Négre" fue contratada como protagonista para "La Folie du Jour", que se representaba en el teatro Folies Bergère. Fue su salto definitivo al estrellato.


Con una voz privilegiada para el jazz y sin complejos para bailar vestida exclusivamente con una falda hecha de plumas o, la más popular, con 16 plátanos, se ganó los apelativos de "la Venus Negra", "La Diosa Criolla" o "la Perla Negra" y se convirtió en uno de los mayores iconos sexuales de los locos años 20 en Francia. Pronto abrió su propio club, Chez Josephine.


Se dice, incluso, que a ella se debió el éxito del charleston en Europa y que las pálidas parisinas comenzaron a usar productos para oscurecer su piel y parecerse a la Baker.


Su altísimo estatus le permitió, entonces, trasladar a su familia de St. Louis a Les Milandes, su finca en Castelnaud-Fayrac, Francia. Y es que, en 1927, era la artista del espectáculo mejor pagada de toda Europa y rivalizaba con Gloria Swanson y Mary Pickford por ser la mujer más fotografiada del mundo. El cine también se fijó en ella y, a principios  de los años 30, Josephine rodó dos películas "Zou-Zou" y "La princesa Tam-Tam".


Adoptó a doce niños de diferentes etnias


La vida no podía mostrarle una sonrisa mejor, pero, a su vuelta a los Estados Unidos, en 1936, la Baker descubrió que las pieles y las joyas que lucía no evitaban que los blancos siguieran sin aceptarla. Presentó un espectáculo en el Ziegfield Follies, pero las duras críticas -el New York Times hablaba de ella como "esa chica negra", cuando en Europa era una celebridad- y el rechazo del público forzaron su regreso a París, en donde adquirió la nacionalidad francesa y se casó por tercera vez con Jean Lion, de quien también acabó divorciándose.


A pesar de ser norteamericana, Josephine se implicó completamente en la causa francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Fue alférez del cuerpo auxiliar de mujeres de las Fuerzas Aéreas, llegando a ser condecorada por ello con la Cruz de Lorena en oro, y también cantó para las tropas (cuenta la leyenda que algunas de sus canciones contenían mensajes en clave para la Resistencia).


Pasada la guerra, en 1947 volvió a casarse. Esta vez se trataba del director de orquesta Jo Bouillon, con quien decidió adoptar a doce niños de diferentes etnias a los que llamaba "La Tribu del Arcoiris". Permitía a la gente entrar libremente en su finca francesa para que vieran lo felices que eran los pequeños a pesar de pertenecer a razas y religiones diferentes e, incluso, en un acto reivindicativo, llevó a todos sus hijos a Estados Unidos, haciendo gala de lo bien que vivían todos juntos.


No hay duda de que la discriminación racial a la que fue sometida desde pequeña la marcó mucho y, por eso, la integración se convirtió en su nueva lucha. Solía decir que "el odio racial no es natural, sino una emoción inventada" y, por eso, regresó a Estados Unidos, a principios de los años 50, para plantar cara a la discriminación. Exigía que en sus representaciones, el público estuviese mezclado, pero la respuesta de sus compatriotas fue desigual. En Miami consiguió un público mixto, pero en Atlanta se vio forzada a anular una actuación tras serle prohibida la entrada en un hotel. También el Strok Club de Nueva York rechazó su espectáculo y, por ello, Josephine inició una batalla periodística sin precedentes. En reconocimiento a su gran esfuerzo, la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP) eligió el 20 de mayo como día de Josephine Baker.


Volvió al escenario tras haber anunciado su retirada


A finales de los 50, la estrella anunció su retirada, pero los enormes gastos que generaba su querida "Tribu del Arcoiris" la obligaron a volver a los escenarios en más de una ocasión.


Así, en 1973, aceptó presentar un espectáculo en el Carnegie Hall de Nueva York. Aunque sus anteriores experiencias en Estados Unidos no le hacían presagiar nada bueno, esta vez el público la recibió en pie, con una calurosa ovación.¡Por fin, empezaba a ser profeta en su tierra!


Divorciada de nuevo comenzó una relación con el artista Robert Brady, con quien nunca se casó legalmente, aunque, en 1973, se intercambiaron sus votos matrimoniales en una iglesia de Acapulco, México, en la más estricta intimidad ya que Josephine temía que la ridiculizaran o que no tomaran en serio este nuevo compromiso.


Brady permaneció a su lado hasta su muerte, el 12 de abril de 1975. La actriz había superado un infarto en 1964, pero, esta vez, una hemorragia cerebral acabó con su vida. Solo cuatro días antes, la Baker se había subido al escenario del Bobino Theater de París para celebrar los 50 años de su carrera. La Princesa Grace de Mónaco o Sophia Loren fueron algunas de las personalidades que le aplaudieron entonces y, tras su muerte, más de 20.000 personas abarrotaron las calles de París porlas que pasó  el cortejo fúnebre en su camino hasta la iglesia de la Madeleine. El Gobierno francés la honró con una salva de 21 cañonazos, siendo Josephine Baker la primera mujer norteamericana que recibía honores militares en Francia. Fue enterrada en Mónaco.

 


domingo, 28 de noviembre de 2021

Jan Morris: Primera transexual de la historia

 


James Humprey Morris nació el 2 de octubre de 1926 en Clevedon, en el condado de Somerset (Inglaterra). Fue el cuarto hijo de un galés y una inglesa que educaron a sus hijos en el afecto, el sentido común, el amor a los animales y los buenos modales. Un día, cuando James tenía 3 o 4 años y escuchaba a su madre tocar a Sibelius bajo el piano de casa, "me di cuenta de que había nacido en el cuerpo equivocado, que en realidad debía ser una niña". Aquel primer recuerdo le marcó porque, aunque no lo compartió entonces con nadie, dio inicio a la voluntad que guiaría el resto de su vida: abandonar la masculinidad de su sexo para hacer aflorar la feminidad que sentía como género. Conforme fue creciendo se fue haciendo más solitario y retraído. Sentía que vivía una mentira. "Iba disfrazada: mi realidad femenina, para cuya definición no tenía palabras, se vestía fraudulentamente de hombre". A los 9 años, cantaba en el coro de la Christ Church de la Universidad de Oxford, cuyos majestuosos y antiguos edificios escondían tantos secretos que el suyo propio pasó totalmente desapercibido. James quería desvelar su verdadera identidad, pero las estrictas normas sociales de la época se lo prohibían. Estudió secundaria en el internado de Lancing College de Sussex, donde tuvo sus primeros devaneos con otros alumnos, y descubrió su pasión por el periodismo trabajando en el diario "Bristol's Western Daily News".

Acabados los estudios, ingresó en la prestigiosa academia militar de Sandhurst -allí estudiaron Alfonso XII, Winston Churchill y los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra, entre otros- y, más tarde, ingresó en el 9º Regimiento Real de Lanceros de la Reina. Se graduó como oficial de Inteligencia y se incorporó al servicio activo a finales de la II Guerra Mundial. Ser militar le permitió descubrir el placer de viajar: estuvo en Oriente Medio, Austria, Malta e Italia, donde conoció la ciudad de Venecia, que influyó intensamente en su vida personal.

Casado con Elisabeth, madre de sus cinco hijos

Entre tanto hombre armado y uniformado, James tuvo la certeza definitiva de que su género era distinto al de sus compañeros y, como después escribiría, se sentía como "una espía en un amable campo enemigo". Pero su paso por la Armada no fue una experiencia traumática. Sus superiores nunca le trataron mal y aprendió técnicas de observación que luego le fueron muy útiles como escritor. Tras permanecer en el ejército hasta 1949, se matriculó en Oxford para cursar Filología inglesa y ejerció como editor de la revista de los estudiantes. Ese mismo año, se casó con Elizabeth Tuckniss, hija de un plantador de té de Ceilán, a la que había conocido cuando, al acabar la guerra, los dos alquilaron habitaciones contiguas en una casa londinense. "No le oculté nada de mi dilema y nuestra empatía fue absoluta", explicó en una ocasión Morris, que tuvo con su esposa cinco hijos -aunque uno de ellos murió a los dos meses-, uno de los cuales es el músico y poeta Twm Morys. A partir de ese momento, Elizabeth se convirtió en su principal apoyo y confidente, ayudándole en los momentos en que el desánimo por tener otro cuerpo hacía mella en él. Su compenetración y su excelente comunicación fueron tan decisivos que llegó a confesar que "el amor me salvó de la autodestrucción y le dio nobleza a mi vida".

Corresponsal en la ascensión al Everest

Por su imaginación y destreza como escritor, el diario "The Times" le designó en 1953 como corresponsal para cubrir la expedición británica de John Hunt en el primer ascenso al Everest. El 29 de mayo de ese mismo año, los escaladores Edmund Hillary y el "sherpa" Tenzing Norgay alcanzaron la cima. A pesar de las duras condiciones climatológicas, James dio una de las grandes exclusivas del siglo XX en vísperas del 2 de junio, fecha de la coronación de la reina Isabel II. Al regresar, Hillary y Tenzing se enteraron de que habían sido nombrados caballeros británicos.

Convertido en uno de los mejores periodistas de la época, James colaboró con "The Guardian", "The New York Times" y la revista "Rolling Stone" y empezó a escribir sus primeros ensayos y novelas de viajes, como "Sultan in Oman", "Coronation Everest" o "Venice", en homenaje a la ciudad de los canales donde vivió durante más de un año parte de su bonita historia de amor con Elizabeth. Ese libro le granjeó la admiración de célebres viajeros como Paul Theroux o Bruce Chatwin. En su calidad de periodista conoció a celebridades tan importantes como el Che Guevara, el actor Laurence Olivier, el cazanazis Simon Wisenthal, el presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy o el dictador etíope Haile Selassie y cubrió acontecimientos históricos como la crisis de Suez o el juicio al dirigente nazi Adolf Eichmann.

A mediados de los 60, dejó el periodismo para dedicarse exclusivamente a la literatura con libros tan genuinos como "The presence of Spain", que relata sus experiencias durante un viaje por España en una furgoneta con su mujer y uno de sus hijos. Si en lo profesional había alcanzado un elevado estatus, a finales de la década decidió reconciliarse consigo mismo y empezó un tratamiento hormonal con el objetivo de realizar el tan ansiado cambio de sexo. El proceso fue duro porque la medicación tenía efectos secundarios desagradables. Mientras se realizaba la transformación interior, empezó a escribir la magnífica trilogía "Pax Británica", un ensayo histórico sobre el auge y la caída del Imperio Británico, que se publicó en 1968, 1973 y 1978.

Operación de cambio de sexo en Casablanca

Antes de operarse, James aseguró sentirse "en tierra de nadie", ya que en ciertos sitios le exigían corbata y en otros que no se pusiera pantalones. Lo más curioso le pasó con un taxista de Fiji cuando le preguntó si era un hombre o una mujer, a lo que Jan respondió: "Soy una madura, respetable y rica viuda inglesa". El taxista puso su mano en la rodilla y añadió: "Hmmm, justo lo que buscaba". En el verano de 1972 viajó a Casablanca y, al conocer al doctor George Burou, afirmó que se sentía como si fuera a visitar a un mago. "Me veía como un personaje de cuento de hadas a punto de ser transformado. ¿De pato a cisne? ¿De sapo a príncipe? Era más mágico que cualquiera de aquellas transformaciones porque iba a pasar de hombre a mujer". La operación de cambio de sexo se hizo clandestinamente y con mucho riesgo, ya que la probabilidad de morir en el quirófano era muy alta. Tras ver que su "parafernalia" (eufemismo referido a sus atributos masculinos) había desaparecido, James, reconvertido en Jan, se sintió la mujer más feliz del mundo porque había dejado de ser un híbrido. Al regresar a Inglaterra tuvo que divorciarse de Elizabeth, ya que la ley impedía los matrimonios de personas del mismo sexo, "pero seguimos amándonos y nunca dejamos de vivir en la misma casa con nuestros hijos". Describió su transición de hombre a mujer en 1974 en "Conundrum" (en España "El enigma"), que fue el primer libro publicado con su nuevo nombre. En décadas posteriores publicó otros títulos tan conocidos como "Destinations", "Among the cities", "Stones of Empire: Buildings of the Raj" o "Hav". Hace algunos años protagonizó una curiosa anécdota con la reina Isabel II. Jan se le acercó en una reunión y le dijo: "¿Recuerda la noticia de la coronación del Everest el día antes de su coronación?"; "Desde luego, ¿por qué lo pregunta?", le replicó la reina, y la escritora, que en 1999 recibió la Orden del Imperio Británico, le contestó: "Bueno, yo fui quien dio la exclusiva", quedándose la soberana estupefacta ante aquella venerable anciana.

Segunda y definitiva boda con su mujer

Considerada como una de las mejores escritoras de viajes de la historia de la literatura inglesa, casi seis décadas después de su primera boda, Jan y Elizabeth volvieron a casarse en una ceremonia íntima en Pwllheli (Gales) tras la aprobación de las uniones homosexuales. Ese 14 de mayo del 2008 fue un día muy especial porque "por fin estamos juntas otra vez de manera oficial", afirmó Elizabeth. Jan, tan enamorada como el primer día confesó: "Cuando muramos, nos gustaría que nos enterraran cerca de la casa en la que vivimos con el epitafio: 'Aquí hay dos amigas, al final de una vida juntas".

domingo, 5 de septiembre de 2021

Jordan Belfort: El lobo de Wall Street

 


Jordan Ross Belfort nació el 9 de julio de 1962 en el seno de una familia judía de clase media. Sus padres, Leah y Max, eran contables. Desde pequeño, este niño que tenía una gran capacidad intelectual, se obsesionó con la idea de amasar una fortuna y vivir rodeado de los lujos que escaseaban en su hogar, ubicado en el barrio de Queens, en Nueva York. Con esta motivación, se inició en los negocios estando en el colegio cuando, durante un verano, vendió tantas palas de tenis en las playas que, en una sola temporada, ya sacó suficiente dinero para ir a la universidad. Primero, estudió Biología en la American University, pero después empezó Odontología, ya que tenía la impresión de que en esa profesión se ganaba mucho dinero. Pero la ilusión le duró poco. En el primer día de clases, el decano de la facultad desinfló sus sueños cuando dijo que la era dorada de la profesión de dentista ya había pasado y que, si pensaban hacerla para enriquecerse, habían escogido la carrera equivocada. Belfort dejó la universidad y montó un negocio de venta de carne y mariscos, que funcionaba porque es un genio en la venta, pero no iba a reportarle la fortuna con la que soñaba.

De conector de llamadas a corredor de bolsa

Todo cambió cuando conoció la historia de un joven del Bronx que, trabajando como corredor de bolsa en Wall Street, se estaba convirtiendo en millonario. Jordan decidió dejar su negocio y, el 4 de mayo de 1987, con sólo 7 dólares en el bolsillo, aterrizó en Wall Street para trabajar en L.F. Rothchild, firma donde empezó como conector, pasando llamadas de clientes a los corredores de bolsa. Allí, el ambicioso Belfort se sintió atraído por la adrenalina y el desenfreno que generaban las ventas, pero, cuando dejó de ser un novato y ascendió, la empresa quebró. Lejos de dejarlo, Jordan, que ya se conocía al dedillo la mecánica de los mercados, fundó una franquicia de Stratton Securities, otra firma de corredores que negociaban con bonos y valores. Su poder persuasivo hizo que sus ingresos subieran como la espuma y, a los pocos meses, había ganado tal suma de dinero que compró toda la empresa, que rebautizó con el nombre de Stratton Oak-mont. Pronto el ansia de obtener dinero le llevó a estrategias de dudable legalidad: Jordan compraba grandes paquetes de acciones basura y las revendía a clientes incautos que localizaba a través de la guía telefónica, ya que su empresa funcionaba como un "call center".

Una versión pervertida de Robin Hood

Cuando las ventas subían el valor de las acciones, Belfort vendía las suyas en el mercado, cosechando enormes dividendos y provocando el desplome de su valor dejando a sus clientes sin un dólar. Su actitud de tiburón financiero se hizo famosa. "Es una versión pervertida de Robin Hood, que roba a los ricos para quedárselo él mismo y su alegre banda de corredores de bolsa", dijeron de él en la prensa. Acompañado por amigos sin escrúpulos a los que hizo socios -Danny Porush, Andy Green "Choza" y Kenny Green-, Jordan hizo que su empresa funcionara como un cohete mientras, abducido por el poder, las drogas -que tomaba sin control alguno- y el lujo en el que vivía, se transformó en un auténtico lobo de los negocios. "Wall Street te va deformando y se va perdiendo la sensibilidad. En un abrir y cerrar de ojos, la gente se convirtió en números. Era joven y perdí el norte", reconoce Jordan en una de las dos autobiografías que ha escrito, contando cómo sus empleados se introducían en ese mundo depravado donde sólo importa el dinero. Y es que Stratton, reconocida como una de las mayores y más poderosas empresas de Manhattan, era una auténtica locura: entre venta y venta de acciones, los 1.000 ejecutivos que llegó a tener se divertían en las oficinas practicando sexo entre ellos o con prostitutas, consumiendo grandes cantidades de cocaína o Qualuuds (una droga similar a los barbitúricos a los que Jordan, que padecía dolores de espalda, se hizo adicto), realizando actividades de lo más disparatadas (como el lanzamiento de enanos a una diana) y ganando toneladas de dinero que gastaban en carísimos trajes, coches último modelo y lujosas casas.

El yate de la diseñadora francesa Coco Chanel

Por su parte, Jordan no tenía ni 30 años cuando ya poseía una impresionante mansión a las afueras de Nueva York, un avión y un helicóptero privados y hasta un yate que había pertenecido a la célebre diseñadora francesa Coco Chanel. En lo personal, su alocada vida lo abocó al divorcio de su primera mujer, pero contrajo segundas nupcias con la supermodelo Nadine Caridi, a la que apodó "la duquesa". Con ella tuvo dos hijos, Chandler y Carter, pero eso no le hizo sentar la cabeza. De hecho, su adicción a las drogas era tal que dicen que en las fiestas de Belfort, en la que llegó a gastar hasta 700.000 dólares en una noche, la cocaína se servía en bandejas y prestaban sus servicios las prostitutas más cotizadas de la ciudad. A Belfort no le importaba que sus coches acabasen destrozados por los efectos de su conducción temeraria o que su yate se hundiera en Italia por una tormenta. El Lobo, que se sentía invencible, ganaba más de 40 millones de euros en un solo año haciendo trampas y embaucando hasta a la familia de Nadine para blanquear dinero en Suiza. Pero esta vida tuvo su final.

Cuatro años de cárcel y 80 millones de multa

Su mala prensa y las quejas de clientes estafados motivó, en 1998, una investigación por parte de la SEC, el organismo que regula los mercados financieros estadounidenses. Con el FBI pisándole los talones, Belfort tuvo que dejar su firma. En lo personal, su adicción a la cocaína lo llevó a vivir terribles episodios matrimoniales -destrozó el mobiliario de su casa y agredió a su esposa en un intento de llevarse a sus hijos con él-, tras lo que aceptó entrar en un programa de desintoxicación. Y, justo cuando empezaba a ser un hombre feliz, legal y restablecido, fue acusado de fraude financiero y blanqueo de dinero, entre otras cosas. Tras varios años de negociaciones con las autoridades, se declaró culpable y le condenaron a cuatro años de cárcel y al pago de casi 80 millones de euros para restituir lo defraudado. Gracias a su cooperación -desenmascaró a socios y a empresas que usaban iguales métodos fraudulentos-, su sentencia se redujo a 22 meses, que cumplió en el instituto penitenciario federal, donde escribió sus memorias.

De momento, parece que sólo ha pagado 8,5 millones de lo que debe restituir, pero ha prometido saldar su deuda con los beneficios de las ventas de sus libros y los derechos de la película "El lobo de Wall Street", basada en uno de sus libros. Aparentemente rehabilitado, vive en una modesta casa de Los Ángeles y se dedica a realizar charlas y conferencias motivacionales sobre cómo vender, aunque dentro de la legalidad. Nadine lo abandonó, pero comparte su vida con otra mujer. Muchos temen que la película, que consideran que es un retrato amable de este tiburón financiero, convierta a Belfort en un héroe para las jóvenes generaciones de Wall Street.


domingo, 8 de agosto de 2021

Joan Báez: La reina de la música folk

 


Joan Chandos Báez nació el 9 de enero de 1941 en Staten Island, New York. Fue la hija mediana del matrimonio formado John Báez, afamado físico de origen mexicano, y Joan Bridge Báez ama de casa escocesa. Debido al trabajo del patriarca como profesor y asalariado de la UNESCO, la familia se mudó en repetidas ocasiones a diferentes ciudades americanas y a países tan diferentes como Francia, Suiza, Italia o Irak, donde vivieron hasta 1951. Con tan solo 10 años , la pequeña Joan empezó a ser consciente de la pobreza y las injusticias que sufren los más desfavorecidos. Junto a su hermana mayor, Pauline, y la pequeña, Mimi, fue testigo en Bagdad del trato vejatorio al que sometían a los ciudadanos; veía apaleamientos mortales de personas o animales, niños sin piernas mendigando...Años después, confesó que aquellas imágenes jamás se le borraron de la mente.

Sus inicios musicales

Al regresar a Estados Unidos, estudió en la Península School y la Palo Alto High School, donde empezó a desarrollar su creatividad musical. Compró por 50 dólares su primera guitarra, acudió al concierto de Pete Seeger, padre de la música folk, y en seguida empezó a cantar en público su repertorio. Para ganar un dinero extra daba clases de ukelele y organizaba pequeños conciertos en la escuela.

En 1958, se graduó y su padre aceptó un puesto como profesor en el prestigioso Massachussetts Institute of Technology, por lo que la familia se mudó a Belmont, un suburbio de Boston que era el epicentro de la música folk. Joan empezó a cantar en clubs y pequeños locales al tiempo que se matriculó en la universidad. Allí conoció a su primer novio, Michael New -él fue en 1979 su inspiración para el tema "Michael"-, pero quería concentrarse en su incipiente carrera, así que dejó la relación y los estudios.

Su primer concierto fue en el Club 47 Mount Auburn, de Cambridge, y pensó en cambiar su nombre por el de Rachel o Mariah Sandperl, en honor a su profesora y mentora pacifista Ira Sandpert, pero algunos la acusaron de renegar de su origen mexicano, así que no lo hizo. Unos meses más tarde grabó en un sótano junto a dos amigos el disco "Folksingers Round Harvard Square"; conoció a los cantantes Bob Gibson y Odetta, adalid de la música folk, y su carrera empezó a despegar. Gibson la invitó a cantar con él varios duetos en 1959 en el Newport Folk Festival, su primera gran plataforma, y en 1960 consiguió un contrato para grabar con la discográfica Vanguard.

Idilio entre cantautores

Cuando debutó en Nueva York, tenía solo 20 años, pero mostraba una gran madurez, era generosa, fiel a sus compromisos sociales, humilde y muy sensible al dolor ajeno. El rechazo de su padre a trabajar en el proyecto Manhattan para crear una bomba atómica en Los Álamos y en diferentes empresas de defensa en el momento álgido de la Guerra Fría influyó mucho en ella. En 1961, se cruzó en su camino un casi desconocido Bob Dylan, que al principio cortejó a su hermana Mimi, pero que, después, se enamoró de ella. La relación empezó a finales de 1962, cantaron juntos en el Newport Festival, y se separaron a principios de 1965, año en el que ella tuvo su primer éxito comercial con "There but for fortune". Poco después, musicó los poemas de Federico García Lorca y James Joyce, entre otros. En esa época, Dylan escribió "Blowing in the wind", que se convirtió en la canción pacifista más famosa de la historia, y ambos se ganaron los títulos de rey y reina de la canción protesta.

En 1963, se unió a Martin Luther King en la Marcha sobre Washington a favor de los derechos civiles y fundó en Palo Alto un instituto de estudios sobre la no violencia. Seguía grabando discos, realizando giras y cantando en actos políticos contra el gobierno de su país. Igual de combativa se mostró contra la guerra de Vietnam a mediados de los 60, participando en innumerables marchas y siendo arrestada en dos ocasiones por bloquear la entrada al Ejército en la sede de una organización californiana: "Nunca fui una patriota y muchos americanos me odiaron por ello. Mis prioridades y lealtades van más allá de un país o una bandera. Viajé mucho de pequeña y, aún hoy, cuando voy a Túnez, por ejemplo, y escucho parte de su folklore, me siento como en casa". 

Durante los diez días de arresto en la cárcel de Santa Rita conoció a David Harris, otro líder  antibelicista con el que se casó al cabo de tres meses por el rito episcopaliano y cuáquero en Nueva York.

Hecha para vivir sola

Compraron cuatro hectáreas de terreno que formaban parte de una comuna en Los Altos Hills y se convirtieron en vegetarianos. David fue procesado y encarcelado durante 15 meses por negarse a alistarse en el Ejército; Báez se quedó sola embarazada pero tuvo fuerzas para participar en 1969 en el archiconocido festival de Woodstock, evento que se convirtió en icono de toda una generación. Escribió las canciones "A song for David", "Prison trilogy" o "Fifteen months" en homenaje al tiempo que pasó su marido en la cárcel. En diciembre nació su único hijo, Gabriel Harris, conocido familiarmente como Gabe. Su carrera estaba consolidada, pero su matrimonio acabó rompiéndose en 1973. "Me di cuenta que estaba hecha para vivir en soledad, pero siempre mantuve una buena amistad con mi ex marido y compartimos la custodia de nuestro hijo", confesaría Báez en su autobiografía. Más tarde, a finales de los 70 y principios de los 80, vivió un romance con Steve Jobs, cofundador de la exitosa empresa informática Apple.

Unos años antes del fin de la Guerra del Vietnam, Joan se había centrado en componer canciones de estilo pop rock -en 1975 su álbum "Diamonds & Rust" sería superventas-, había rescindido su contrato con Vanguard y firmado con A&M Records. Grabó también un disco en español, "Gracias a la vida", con la canción de Violeta Parra, que se convirtió en un gran éxito en Estados Unidos y Latinoamerica. Su voz potente, aguda, próxima a la de una soprano y su dramatización de las comprometidas letras de sus canciones han dado a su música un carácter muy particular.

Orgullosa de su vida

En 1983, apareció por primera vez en la gala de los Grammy cantando "Blowing in the wind", continuó sus giras mundiales y sus compromisos sociales, visitando también antiguos países comunistas como Checoslovaquia o zonas en conflicto como Sarajevo y Bosnia-Herzegovina. En la última década, no ha bajado la guardia, pero ya no es tan activa como antes: "Durante mucho tiempo me arrepentí de no haber dedicado más tiempo a los míos, aunque me siento feliz por todo lo que hecho en la vida. Vivo en la misma casa desde hace 35 años, para los estándares de Hollywood es humilde, pero para los míos ya es bastante lujosa. Mi padre murió hace un año y mi madre, a la que adoro, vive conmigo. También quiero disfrutar de mi hijo y divertirme con mi nieta, Jasmine". Fue una de las invitadas de honor en el concierto de Nelson Mandela.

 Joan Báez eligió el Teatro Real de Madrid como el enclave donde dar su último adiós a los escenarios el 28 de julio de 2019. La artista llevaba desde el miércoles 24 ofreciendo varios conciertos en España dentro de su gira de despedida, "Fare Thee Well Tour". Durante esos días, aprovechó también su paso por Catalunya para mostrar su apoyo al movimiento independentista por su carácter no violento, así como para visitar a Carme Forcadell el pasado viernes en la prisión de Mas d'Enric, Tarragona.


domingo, 27 de junio de 2021

Jesse James: El pistolero más famoso del Oeste

 


Jesse Woodson James nació el 5 de septiembre  de 1847 en una granja de lo que hoy es Kearney, en Missouri. El mito habla de un chico pobre que se vio abocado a caer  en la delincuencia, pero no fue así. Su familia tenía un buen nivel social y era muy culta. Su padre, Robert, era granjero y pastor de la iglesia baptista, aunque al poco de nacer James se contagió de la "fiebre del oro" y partió hacia California, donde murió de pulmonía sin encontrar una pepita. James y sus hermanos , Frank y Susan, quedaron al cuidado  de su madre Zerelda.

Al poco tiempo, en 1855, Zerelda se casó con un médico, el doctor Reuben Samuel, propietario de grandes extensiones de tierras, adyacentes a las de su granja. Toda la familia se dedicó a cuidar una de las mejores plantaciones de tabaco del Estado y llegaron  a tener hasta siete esclavos. Jesse se llevaba fenomenal con el nuevo esposo de su madre. Lo consideraba el padre que nunca había tenido. Iban a pescar y a cazar juntos y tenían largas conversaciones.

Enrolado, con su hermano, en el ejército sudista

Missouri era un estado esclavista y, cuando los americanos se enzarzaron en su Guerra Civil, en 1861, Zerelda y su marido no dudaron en dar soporte al Ejército Confederado, partidario de mantener la esclavitud. En 1864, Jesse, con solo 17 años, y su hermano Frank se unieron a la guerrilla sudista liderada por William Quantrill, quien formó su propio destacamento que, además de atacar a las fuerzas de la Unión, robaba diligencias y cometía todo tipo de tropelías hasta que lo declararon fuera de la ley. En 1865, cuando acabó la Guerra Civil, Jesse intentó rendirse a las fuerzas unionistas, pero le dispararon. Herido, fue atendido en casa de sus tíos, bajo los cuidados de su prima, Zerelda Mimms, una chica de 19 años de la que se quedó prendado. Ella también se enamoró de su aventurero primo.

Al año siguiente, Jesse y su hermano volvieron a su rol de forajidos formando la "James Band" junto a otros seis miembros de la cuadrilla de Quantrill. El 13 de febrero de 1866 atracaron su primer banco, en la ciudad de Liberty. Era la primera vez que una banda armada robaba un banco tras la Guerra Civil y sería el único de una cadena  de audaces fechorías que les llevaría a asaltar una infinidad de bancos, siete trenes e innumerables diligencias en los estados de  Virginia, Alabama, Arkansas, Iowa, Kansas y Minnesota. Al menos quince asesinatos se le atribuyeron directamente a Jesse James.

La leyenda de que robaba a los ricos para dárselo a los pobres nació de que él mismo justificaba sus robos, en cartas que enviaba a los periódicos, como una revancha de los Confederados "y para devolver a mi gente lo que se llevaron los del norte". La realidad es que Jesse James robaba a los ricos porque eran los que tenían el dinero y los únicos pobres que se beneficiaban eran los bandoleros.

Casado con su prima, con la que tuvo dos hijos

Las gentes del sur lo consideraban un héroe de la causa y hacían guardia ante la casa de Zerelda Mimms cuando Jesse iba a ver a su enamorada. En 1874, se tomó un descanso de sus actividades delictivas y contrajo matrimonio con su prima en Kansas City. La prueba de su relativa impunidad, pese a la persecución de la famosa agencia detectives Pinkerton, fue que la pareja viajó de luna de miel al Golfo de México. El matrimonio se instaló en una pequeña cabaña  en las afueras de Kearney, bajo los nombres de Mary y Thomas Howard, y se dedicaron a ser granjeros unos meses. Allí nacería su primogénito, Jesse Edward, en agosto de 1875, que, con los años, sería abogado. Cuando en 1879 nació su segunda hija, Susan, hacía tiempo que Jesse había vuelto a las andadas.

Una sustanciosa recompensa de 10.000 dólares

El 7 de septiembre de 1876 fue clave en su vida. La banda robaba el First Nacional Bank de Northfield (Minnesota) y Jesse mató al cajero. Pero los ciudadanos del lugar respondieron a tiros, matando a tres de sus miembros mientras el resto resultaron heridos y capturados. Los hermanos James lograron huir y, con su banda desmantelada, permanecieron una temporada escondidos. Jesse se trasladó con su familia a Nashville, en Tennessee, donde nadie les conocía, bajo la falsa apariencia del granjero Thomas Howard.

Los hermanos James no tardaron en formar una nueva banda. Entre los nuevos se encontraban los hermanos Charlie y Robert Ford, los luego famosos "cobardes" de la película de Brad Pitt. En 1979, reemprendieron sus fechorías hasta que, en 1881, asesinaron al conductor del tren que estaban asaltando. El gobernador de Missouri decidió que ya no podía más y emitió un bando -los famosos "Se busca"-, en el que ofrecía 10.000 dólares por la captura de Jesse James "vivo o muerto". Era la mayor recompensa ofrecida hasta la época. Jesse volvió a intentar pasar desapercibido alquilando una casa en Saint Joseph, cerca de donde había nacido, una pequeña población que era el último puesto de abastecimiento antes de adentrarse en el "Salvaje Oeste". Allí se llevó a su familia y a los hermanos Ford.

Pero Robert Ford no era de fiar. se puso en contacto con el Gobernador, ofreciéndole sus servicios a cambio de la sustanciosa recompensa. Él mismo describió con todo lujo de detalles los acontecimientos de aquel 3 de abril de 1882 en una carta dirigida al Gobernador: "Era por la mañana, primero fuimos a comprar los periódicos, como de costumbre. Volvimos a la casa hacia las ocho y nos sentamos en la sala". Los dos hombres comentaron las noticias "hasta que la señora James nos dijo que el desayuno estaba preparado". Según Robert, Jesse podría haberle matado en cualquier momento si hubiera tenido sospechas de la traición, como había hecho anteriormente con algún otro miembro de la banda. Pero Robert confiaba en que "no me iba a matar allí, en presencia de su mujer y sus hijos".

Asesinado, a traición, cuando tenía 34 años

Extrañamente, según confesó Robert, Jesse se quitó su cinturón con los cuatro revólveres que siempre llevaba encima y lo tiró en la cama. "Era la primera vez en mi vida que lo veía sin su cinturón, supongo que lo hizo para hacerme ver que él no sospechaba nada". Para Jesse no era el momento ni el lugar para ajustar cuentas, pero Robert no tenía tantos escrúpulos: "Me enseñó un cuadro en la pared. Está sucio. me dijo, y empezó a quitarle el polvo. Lo tenía allí, de espaldas y desarmado. Era la oportunidad. O lo haces ahora o él te matará esta noche". Desenfundó su revólver y le apuntó a la cabeza: "Escuchó el clic al amartillar el arma, pero en cuanto empezó a girarse apreté el gatillo. La bala le entró por detrás de la oreja y cayó como un tronco. Muerto". Jesse James tenía 34 años. Condenado a morir en la horca, el Gobernador indultó a Robert y le pagó la recompensa que acabó con el bandido más famoso del Oeste.


miércoles, 12 de mayo de 2021

Jane Fonda: Activista y actriz ganadora de dos Oscar

 


Jane Seymour Fonda nació el el 21 de diciembre de 1957 en Nueva York. Fue la primogénita del actor Henry Fonda y de su segunda esposa, Frances Seymour, perteneciente a una familia de la alta sociedad norteamericana y que ya tenía una hija, Pan Brokaw de un anterior matrimonio. A los pocos meses del nacimiento de Jane, la familia se trasladó a Los Ángeles, donde Henry Fonda empezaba una prolífica carrera cinematográfica que le llevaría a convertirse en leyenda del Séptimo Arte. Los Fonda vivieron en una gran casa en Beverly Hills, en la que la pequeña -una niña hermosa, tímida y juguetona a la que apodaban "lady Jane"- recibía los arrumacos de estrellas como Greta Garbo, Judy Garland, James Stewart o Ginger Rogers. Tras nacer su hermano Peter, en 1940, toda la familia se trasladó a una enorme granja en las colinas de Santa Mónica, donde había establos y huerto.

Su madre se suicidó

A pesar de vivir en un aparente cuento de hadas, la infancia de Jane estuvo marcada por la falta de afecto. Henry empalmaba una película con otra y nunca le demostró cariño, mientras que  su madre se preocupaba más por los actos sociales que por sus hijos. Aquello marcó profundamente a la futura actriz, que décadas más tarde afirmó que, "si un padre y una madre que te mimen y te digan 'te quiero', resulta muy difícil llegar a quererse uno mismo. Mi padre era un héroe para los que les gustaba el cine, pero a casa no traía aquel espíritu. Su trabajo solo nos dio problemas y desavenencias, jamás la felicidad. Y mi madre siempre  estuvo desequilibrada con grandes depresiones". La situación familiar se hizo insostenible. Henry pidió el divorcio, lo que fue un durísimo mazazo para el delicado equilibrio psíquico de la madre. La internaron en un sanatorio y el 25 de abril de 1950 se quitó la vida cortándose el cuello con una cuchilla de afeitar. A Jane y Peter, que se fueron a vivir con su abuela materna, les dijeron que Frances había muerto de un ataque al corazón, pero, años más tarde, descubrieron por la prensa lo que había pasado.

Graves problemas de bulimia y anorexia

Tras estudiar en la Brentwood School y en la Emma Willard School, ingresó en un internado donde empezaron sus trastornos alimenticios. Quería ser una chica guapa y delgada para atraer a los chicos. Esos problemas derivaron en una bulimia grave, alternada con períodos de anorexia, que mantuvo en secreto durante más de veinte años.

Adolescente poco brillante en sus estudios, trabajó en dos películas junto a su padre. A instancias de éste, que estaba en contra de que Jane siguiera sus pasos profesionales, ingresó en el elitista Vassar's College y se especializó en música y pintura, lo que la llevó a trasladarse a París para continuar su formación. Pero, al poco tiempo, regresó a casa con la firme intención de dedicarse a la interpretación. Influida por una amiga, la actriz Susan Strasberg, en 1956 se matriculó en el célebre Actor's Studio, de Nueva York. Para pagarse las clases, trabajó como modelo, siendo muy cotizada.

Tras intervenir en varias  obras teatrales, en 1959, el director Joshua Logan, que era su padrino, la contrató para su primera película: "Me casaré contigo", que protagonizó junto a Anthony Perkins. Durante el rodaje se le disparó la bulimia, tuvo episodios de sonambulismo, de miedo a los hombres y problemas de identidad. En esa época descubrió el ballet, al que se hizo "adicta" porque le permitía controlar y cambiar la forma de su cuerpo. Hasta que empezó con el "Programa de Gimnasia de Jane Fonda", en 1978, practicaba ballet en cualquier parte del mundo donde estuviera. Tras su primer gran éxito con "Un domingo en Nueva York" (1963), el director francés Roger Vadin, descubridor de la actriz Brigitte Bardot, la llamó para protagonizar "Juegos de amor a la francesa". Durante el rodaje surgió el amor y se casaron en 1965. A partir de ahí, Jane alternó el cine francés con el americano. Tuvo un gran éxito con "Descalzos por el parque" (1967), junto a Robert Redford, y, al año siguiente, estrenó "Barbarella", que la convirtió en "sex symbol" de la época. Apodada la "Bardot americana", en 1968 tuvo a su primera hija, Vanessa. Tras el Mayo francés y un iniciático viaje a la India tomó  conciencia política, una faceta que nunca ha abandonado.

Por su trabajo en la excepcional "Danzad, danzad, malditos" (1969), de Sidney Pollack, recibió su primera candidatura al Oscar, pero su relación con Vadim se iba desmoronando. Sus colaboraciones profesionales no tenían éxito y, a veces, complacía a su marido realizando tríos sexuales. "Nunca me obligó a nada, sabía lo que estaba haciendo, pero sentía que si no lo hacía, Vadim me dejaría. Pensaba que, sin él, no existiría", confiesa descarnadamente en su biografía, "Jane Fonda. Memorias" ("Temas de hoy"), publicada hace unos años.

Oscar por "Klute" y boda con Tom Hayden

En 1970 la pareja se separó, Jane dejó a Vanessa al cuidado de su padre y se metió de lleno en temas sociales. Tras ganar el Oscar a la Mejor Actriz por "Klute" (1971), en cuyo rodaje se enamoró de Donald Sutherland, se convirtió en uno de los personajes famosos que se manifestaba contra la guerra de Vietnam: apoyó a los norvietnamitas, denunció la actuación de los soldados americanos y viajó al país asiático. Fue acusada de "traidora" y la apodaron "Hanoi Jane". Además, se convirtió en feminista radical, luchó contra la marginación de indios y negros, fue detenida en cinco ocasiones y el FBI le abrió un expediente. Les llevó a juicio, que ganó al demostrar que habían atentado contra sus derechos civiles. En 1973, se casó con Tom Hayden, un radical de origen apache que comulgaba con sus mismas ideas. Seis meses después nació su segundo hijo, Troy Garity. Durante los años 70 intervino en filmes tan conocidos como "El pájaro azul" (1976), "Julia" (1977) -que le valió otra nominación al Oscar por su interpretación de la escritora Lillian Hellman-, "El regreso" (1978), junto a John Voight, con la que ganó su segunda estatuilla, y "El síndrome de China" (1979), apología contra las centrales nucleares que le valió una tercera nominación al más preciado premio de Hollywood.

Después de muchos años distanciados, a principios de los 80 se produjo la reconciliación definitiva con su padre, entonces ya muy enfermo. Su nueva relación quedó plasmada en una gran película: "En el estanque dorado" (1981), en una de cuyas escenas se dijeron por primera vez "te quiero". Aquella interpretación le valió a Henry Fonda el Oscar al Mejor Actor, que no pudo recoger porque falleció al año siguiente víctima del cáncer.

El aerobic la convirtió en multimillonaria

Para superar sus problemas de autoestima, Jane encontró su tabla de salvación en el aerobic, ideó un programa de televisión con ejercicios, comercializó libros y vídeos, que son, hasta la fecha, los más vendidos de la historia de su especialidad. Aquello la convirtió en multimillonaria. Durante los 80, Fonda intervino en "Agnes de Dios" (1985), "A la mañana siguiente" (1986) -un trabajo por el que fue nuevamente nominada al Oscar- "Gringo viejo" (1989), con un entrañable y veteranísimo Gregory Peck, y "Cartas a Iris" (1989). junto a Robert de Niro, con la que decidió retirarse de la interpretación.

Tercera boda con el presidente de la CNN

Para entonces, se había separado de Tom y, en 1990, consiguió el divorcio. Cuando se hizo pública la noticia, recibió una llamada de Ted Turner, propietario de la cadena de televisión estadounidense CNN, que la invitó a salir. "No estoy con ánimos, llámame en tres meses", le contestó, pero el magnate de la comunicación insistió hasta derrotar las resistencias de la actriz. El 21 de diciembre de 1991, día de su 54º cumpleaños, Jane y Ted se casaron en Atlanta y ella asumió el papel de devota esposa. "Siempre estuve tan desesperada por complacer a los hombres de mi vida que me volví completamente desapegada de mi yo auténtico", explicó en una ocasión. Aunque descubrió, al poco tiempo, que su marido tenía una amante, la pareja no se rompió. Por su parte, el empresario seguía anclado en una parte de su pasado, ya que su padre también se había suicidado y seguía sin superarlo. En sus múltiples apariciones públicas ofrecían la imagen de pareja feliz, pero Jane seguía sin sentirse una mujer completa y, a pesar de disfrutar de aviones privados, mansiones de ensueño y trajes de alta costura, decidió divorciarse en abril del 2001.

Sola de nuevo, y sin intención de volver a ponerse el anillo de casada, la actriz reside en Atlanta, donde disfruta de la compañía de sus dos nietos: Malcolm y Viva. En los últimos años se dedica a la filantropía y el activismo, colabora en la prevención de los embarazos en adolescentes, la educación sexual y el desarrollo del concepto de resilencia (capacidad para sobreponerse a las circunstancias adversas que experimentan algunas personas siendo niños). Abrió el "Jane Fonda Center for Adolescent Reproductive Health" en la universidad de Emory.

En el 2005, tras casi veinte años retirada, aceptó un papel en "Una suegra de cuidado", y "Georgia Rule". En septiembre del año 2007, la entonces princesa Letizia le entregó un premio de la fundación "Save the Children" por su defensa de los derechos de la infancia.

En los últimos años Jane Fonda ha incrementado su presencia en el cine. Encarnó a Nancy Reagan en The Butler (El mayordomo), participó en la comedia This Is Where I Leave You (Ahí os quedáis) y también ha tenido un papel en la multipremiada Youth (La juventud) de Paolo Sorrentino, codeándose con Michael Caine y Harvey Keitel.

En 2019, comenzó unos "Fire Drill Fridays", donde se dedicaba a protestar frente al Capitolio de los Estados Unidos para intentar evitar lo peor de la crisis climática. Por ello, ha sido arrestada cuatro viernes seguidos.