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viernes, 4 de febrero de 2022

Harrison Ford: El "héroe" de Hollywood

 



Harrison Ford nació el 13 de julio de 1942 en Chicago. Su padre, Christopher Ford, fue un ex actor y publicista de origen católico-irlandés y su madre, Dora Nidelman, una ex actriz radiofónica de origen judeo-ruso. Su infancia transcurrió en el seno de una familia de clase media, sin ninguna ostentación.

Aficionado al cine junto con su hermano, Terence

De pequeño le encantaba escuchar las historias de su abuelo, un ex comediante de vodevil y, junto a su hermano Terence iba mucho al cine, siendo "Bambi, de Walt Disney, la primera película que le marcó. Este "hobby" aumentó a medida que empezó a salir con chicas ya que "las salas de cine eran los mejores lugares para ir con ellas, eran oscuras, baratas y pasábamos buenos momentos", explicó, una vez convertido en estrella. En la escuela fue un alumno normal y corriente y, a diferencia del resto de sus compañeros, jamás perteneció a ninguna pandilla, no se metía en problemas y era un chico muy educado.

Solitario, introvertido y tímido con las chicas

Aquella personalidad solitaria e introvertida le marcó durante algunos años, hasta que se inscribió en los Boy Scouts de América, donde participó en todo tipo de actividades. En el instituto prosiguió con su carácter reservado, a duras penas hablaba con las chicas, pero poco a poco se fue abriendo y participando en la asociación de alumnos, acudía a las clases de gimnasia, al Club del Ferrocarril y, de tanto en tanto, ejercía como locutor en la emisora de de la escuela. Tras graduarse en 1960, a los 18 años, se matriculó en Literatura Inglesa y Filosofía en Ripon, una pequeña universidad de Wisconsin. "Era una persona muy perezosa, me costaba abrir un libro, siempre tenía la sensación de estar al borde del fracaso y carecía de ambición. No me interesaba nada lo que enseñaban", así que, al no sacar adelante su tesis sobre el dramaturgo Edward Albee, abandonó la universidad pocas semanas antes de su graduación. Sin embargo, no todo fue tan negativo, ya que durante sus estudios se enamoró de su compañera Mary Marquardt: "Éramos dos jovenes alocados, en aquel momento creíamos que no había ningún problema en la vida que un chico y una chica sinceramente enamorados no pudieran solucionar", decía de esa época. Tras dejar los estudios y pese a su timidez, se matriculó en un curso de arte dramático. Le daba terror enfrentarse al público, pero le fue pillando el tranquillo a la actuación y ésta se convirtió en su pasión. En esa época se sacó el carnet de conducir y, debido a su poca experiencia, tuvo un accidente de coche que le dejó una cicatriz en la barbilla que nunca se arregló con cirugía estética. Tras casarse con Mary en 1964, dejaron Wisconsin para instalarse en Los Ángeles, en busca de una nueva oportunidad.

Camarero, vendedor de yates y ebanista

En aquella época había miles de actores buscando su primera oportunidad, así que Harrison, para llegar a final de mes, tuvo que trabajar como camarero, vendedor de yates, pizzero, aprendiz de contable en unos grandes almacenes y ebanista. Tras intervenir en una modesta producción local, le gestionaron una entrevista con un cazatalentos de los estudios Columbia y consiguió un contrato de siete años por 150 dólares semanales. Su primera película fue "Ladrón y amante" (1966), a la que siguieron otras con papeles insignificantes. En 1967, enfadado, rescindió su contrato y entró en la nómina de la Universal. Empezó a intervenir en series tan populares como "El virginiano" o "Kung Fu", pero las cosas no marcharon como el esperaba y se planteó dejar de ser actor para mantener debidamente a sus dos hijos, Benjamín (nacido en 1968) y Williard (1969). Dedicó gran parte de su tiempo a estudiar carpintería y le llovieron un montón de ofertas. "Siempre he tenido una gran habilidad con las manos y me alegré enormemente cuando el músico Sergio Mendes me llamó para que le reconvirtiera un antiguo garaje en un estudio de grabación. A partir de ese momento me llamaron muchísimas personas para que arreglara su casa y empecé a ganar mucho más dinero como carpintero que como actor", ha admitido. Entre esos clientes y amigos estaba un director de cine llamado Fred Roos, que no dudó en poner su nombre entre las decenas de aspirantes a participar en "American Graffiti" (1973), realizada por un entonces desconocido director llamado George Lucas, con el que entabló una sólida amistad. Una de las anécdotas más divertidas de su carrera ocurrió en esa época, "ya que la actriz Sally Kellerman me contrató para que hiciera unas reformas en su casa, pero me llamó Lucas para incorporarme al rodaje y no fui a casa de Sally. Cuando me la encontré años después me dijo que todavía estaba esperando a que fuera a hacerle aquella reparación. No sé, tal vez me anime algún día...".

"American Graffiti", su primer gran éxito

Para sorpresa de todos , "American Graffiti" se convirtió en un gran éxito y la carrera de Harrison empezó a despegar. Compró una casa más grande  y confortable para su familia, con la que salía a comer a orillas del Pacífico y, de tanto en tanto, montaban excursiones los fines de semana. Sin embargo, meses después las ofertas empezaron a escasear, tenía la moral por los suelos y pensó en volver a la carpintería. Por fortuna, la suerte volvió a cruzarse en su camino. Lucas estaba preparando una película de ciencia ficción, "La guerra de las galaxias. Episodio IV. Una nueva esperanza" (1977), pero uno de los actores tuvo un accidente de coche y llamó a su amigo Harrison para dar vida al capitán Han Solo.

Éxito profesional y crisis de su matrimonio

Este personaje le reportó 650.000 dólares y fue su plataforma a la fama, ya que la película se convirtió en objeto de culto en todo el mundo. Sin embargo, su éxito profesional coincidió con una gran crisis en su matrimonio, que terminó en divorcio en 1979. "Ninguno de los dos tuvo la culpa de la separación y nos empezamos a preocupar por nuestros hijos, ya que no queríamos que sufrieran", ha explicado. Tras protagonizar "La guerra de las galaxias. Episodio V. El imperio contraataca", Steven Spielberg le llamó para hacer de Indiana Jones en "En busca del arca perdida" (1981), que aún sigue siendo una de las películas más taquilleras de la historia. Aquel papel (al que había renunciado Tom Selleck porque tenía que protagonizar la serie "Magnum") le cambió la vida en dos sentidos: por un lado, se convirtió en la estrella más grande de todos los tiempos y Spielberg le presentó a su futura mujer, Melissa Mathison, guionista de "E.T.". La pareja se casó en marzo de 1983 y, en palabras del actor, "aquella unión era perfecta ya que los dos nos dedicábamos al mundo del cine y podíamos entender todos nuestros problemas". Junto a ella encontró nuevamente la estabilidad sentimental. No les gustaba frecuentar las fiestas y se compraron una gran mansión cerca de Hollywood a donde invitaban a sus amigos. Tras hacer "Blade Runner" (1982), protagonizó "La guerra de las galaxias, episodio VI. El retorno del Jedi" (1983), al año siguiente "Indiana Jones y el templo maldito" y, en 1985, "Único testigo", que le valió su primera nominación al Oscar. En 1987, nació su tercer hijo, Malcolm y, a los cuatro años, su hija Georgia.

El nombre de Ford empezó a cotizar bien alto y, siendo consciente  de que varias de sus películas estaban entre las más taquilleras de la historia, exigió un aumento de salario. Así, en poco más de 20 años, había pasado de ganar 150 dólares semanales a cobrar 12 millones y medio de dólares por "Presunto inocente" (1990), 22 millones por "Air Force One" (1997) o un millón de dólares por minuto por "K-19" (2002). Es decir, 25 millones de dólares más un 20% de la recaudación de taquilla.

Unido a la joven actriz Calista Flockhart

En el 2003, anunció que protagonizaría la última entrega del superhéroe de aventuras Indiana Jones y, al año siguiente, después de 21 años de matrimonio, se separó de Melissa. El acuerdo de divorcio fue multimillonario y, a pesar del dolor de esta decisión, enseguida encontró consuelo en Calista Flockhart, protagonista de Ally McBeal y 22 años más joven que el actor. En los últimos años, la pareja pasea por todo el mundo su amor y, según se ha comentado, tiene intención de adoptar al hijo  de ésta, Liam. "Calista no solo está criando un hijo de 5 años, sino también otro de 65. No es que me sienta así, pero ella piensa que todavía lo soy. Es una mujer excepcional, con ella estoy pasando algunos de los mejores momentos de mi vida y me encantaría trabajar con ella porque es una actriz de gran talento", confesaba el autor que se considera un hombre normal y corriente. En lo político es un demócrata acérrimo y un luchador incansable por la conservación del medio ambiente.

Un rancho, aviones, helicópteros y motos

Aunque hace más de dos décadas, 1998, fue elegido por la revista "People" el hombre vivo más sexy del mundo, sigue siendo bastante tímido, es muy celoso de su vida privada, le enloquece jugar con sus nietos y no le gusta la ostentación. Gran parte de su fortuna la ha invertido en la compra de propiedades inmobiliarias, entre ellas, un rancho de 3,2 kilómetros cuadrados en Jackson (Wyoming), valorado en 30 millones de euros y que considera como su hogar. Cede cerca de la mitad de sus tierras al Jackson Hole Land Trust con fines de conservación de la naturaleza. Obtuvo su licencia de piloto privado en 1996 y extendió su práctica, más tarde, al pilotaje de hidroaviones monomotor y de helicópteros. Posee media docena de aviones y varios helicópteros que pilota él mismo y con los que ayuda en tareas de rescate. El 23 de octubre de 1999 fue víctima de un accidente de helicóptero durante un vuelo de entrenamiento de rutina sobrevolando el lago Piru, cerca de Santa Clarita en California. Durante una práctica de autorrotación, pierde altitud y se estrella violentamente contra el suelo. Ni él, ni su instructor resultan heridos de gravedad. Durante una entrevista televisiva en el programa Inside the Actor's Studio le preguntaron sobre el suceso, y él respondió simplemente: «Lo rompí». Tiene una flota de coches de lujo de coleccionista, unas cuantas Harley Davidson con las que se pierde por las carreteras de su país, una impresionante bodega de carísimos vinos y una colección de arte del siglo XIX valorada en 12 millones de euros.

En 2008 se estrenó en todo el mundo "Indiana Jones y el reino de la calavera de Cristal -con Cate Blanchett y John Hurt y dirigida por Steven Spielberg- en la que el héroe tiene la misión de encontrar un cráneo de cristal y evitar que caiga en manos de agentes soviéticos que quieren utilizarlo con fines siniestros.  

Crossing Over, se estrenó en marzo de 2009; en ella desempeña el papel del juez Max Brogan y comparte protagonismo con Ray Liotta y Ashley Judd. Este filme nos muestra a inmigrantes de diferentes nacionalidades que se esfuerzan en conseguir un estatus legal en Los Ángeles. Trata sobre las fronteras, la falsificación de documentos, el asilo, la naturalización y el choque de culturas.

En 2020 protagoniza The Call of the Wild, película de aventuras que combina imagen real y animación por computadora basada en la novela de 1903 del mismo título escrita por Jack London.

El oficio de actor, según él, no es nada más que un simple «curro» y que no tiene vocación de hacer feliz al espectador sino más bien ayudarlo a ser más altruista.

Contrariamente a sus comienzos, cuando reprochaba a los productores que no le permitían expresarse lo suficiente, él se califica de «servidor de la historia» e interpreta lo que se le dice. No se considera a sí mismo como una estrella, sino como alguien que tuvo mucha suerte al inicio de su carrera y todavía más para estar siempre en lo alto de la cartelera.

Contrariamente a la opinión que Ford tiene de sí mismo, el realizador Mike Nichols manifestó que le consideraba como «el Ferrari de los actores».

Lauren Bacall: Mito del cine

 


Betty Joan Perske nació el 16 de septiembre de 1924 en Nueva York. Fue la única hija del matrimonio de inmigrantes judíos de clase media formado por William. vendedor, y Natalie, secretaria. Sus padres se divorciaron cuando Betty tenía 5 años, por lo que la pequeña se fue a vivir con su madre a un moderno apartamento del barrio de Harlem. Después, el contacto con su padre desapareció por completo y madre e hija se mudaron a otro lugar más confortable en Manhattan.

Fascinada por las estrellas de Hollywood

Betty jamás sufrió privaciones económicas, pero tampoco tuvo posibilidad de caprichos. Estudió en el internado para niñas Highland Manor, donde practicó deportes como la natación, el baloncesto o el béisbol. Poco después se matriculó en la escuela de secundaria Julia Richmand High School y los domingos por la mañana acudía a la New York School of the Theatre. El teatro y las estrellas del cine le fascinaban y su admiración por Bette Davis la llevó a matricularse en la American Academy of Dramatic Arts, debutando en Broadway en 1942.

Su primera gran desilusión llegó cuando la American Academy no le concedió una beca para seguir estudiando y Betty tuvo que dejar sus estudios para buscar trabajo. Encontró empleo como acomodadora en un cine al tiempo que entraba en la agencia de modelos de Harry Conmover. Con 174 cm de altura, pelo largo y rubio, facciones angulosas y mirada penetrante, sus rasgos no pasaron desapercibidos. Apareció en la portada de la revista Harper's Bazaar y captó la atención de la esposa de Howard Hawks, que convenció a su marido para que la contratara como protagonista femenina de su película "Tener o no tener" (1944), en la que diría una de las frases más conocidas de la historia del cine: "Conmigo no tienes que fingir. No tienes que decir nada. Si me necesitas, silba. Sabes silbar ¿no? Solo tienes que juntar los labios y soplar. Y acudiré a tu llamada". En el rodaje conoció a Humphrey Bogart. Pese a su fama de hombre duro y juerguista, Betty -a la que habían puesto el nombre artístico de Lauren Bacall- supo llevarle a su terreno. Ambos se enamoraron, pero tuvieron que  mantener su relación de forma clandestina, ya que el actor seguía casado con su tercera esposa, Mayo Methot. Finalmente, consiguió el divorcio y, pese a la diferencia de edad -Lauren tenía 21 años y Bogart 44- se casaron en 1945. A partir de entonces, formaron una de las parejas cinematográficas más glamourosas. Juntos protagonizaron otros tres clásicos del cine negro: "El sueño eterno" (1946), "La senda tenebrosa" (1947) y "Cayo Largo" (1948). "Bogie era muy fuerte, amable, sentimental y romántico. Tenía un fuerte carácter, un gran sentido del honor y no toleraba las mentiras. Reunía todas las cualidades que le gustaban a mi madre en un hombre. No tuvimos un matrimonio perfecto, discutíamos, él bebía y cuando me casé yo era una cría, no tenía experiencia con los hombres, pero le amaba", afirma la actriz siempre que le preguntan por su marido. Con él tuvo dos hijos: Steve, nacido en 1949, y una niña, Leslie, en 1952, que sería el ojito derecho del famoso actor. La familia se mudó a una enorme mansión, donde pudieron ejercer de padres amorosos -apenas acudían a las fiestas de Hollywood- y cuidarse de la marcha de sus carreras.

Una comedia junto a la sexy Marilyn Monroe

En 1953, Lauren Bacall aceptó trabajar en su primera comedia, "Cómo casarse con un millonario", junto a la sex symbol del momento, Marilyn Monroe. Pero, cuando estaba en la cúspide de su carrera y se sentía más enamorada que nunca de Bogart, el actor falleció en 1957 a consecuencia de un cáncer de garganta. Tras incinerar sus restos mortales, intentó esparcir las cenizas de su esposo en el océano desde su velero, el "Santana", pero en aquel momento las leyes lo prohibían y fue enterrado en Forest Lawn, el mismo cementerio donde ahora descansa Michael Jackson. Para superar la tristeza se volcó en el trabajo y vivió un romance con Frank Sinatra: "Empecé a sentirme como una adolescente frívola, necesitaba sus llamadas, quería verle. mitigaba mi soledad, pero sabía que era imposible un futuro sólido con él porque era muy mujeriego". Tras cuatro años de viudez se casó con el también actor Jason Robards, un bebedor empedernido que le trajo un sin fin de problemas, pero al que adoraba cuando estaba sobrio y con quien tuvo a su último hijo, Sam, en 1961.

Vecina de John Lennon en el edificio Dakota

Hizo realidad su sueño de trabajar con Paul Newman en "Harper, investigador privado" (1966) y con Ingrid Bergman en "Asesinato en el Orient Express" (1974). Por aquel entonces ya se había divorciado de Jason y vivía lujosamente en un gran apartamento en el célebre edificio Dakota, lugar en el que unos años más tarde asesinarían a John Lennon. "Yo estaba en casa y oí un ruido extraño, pensé que un coche había tenido un problema, pero luego me enteré de que le habían disparado. Fue algo terrible y conmovedor", confesaría la actriz años después a una amiga.

A lo largo de su vida, Lauren Bacall, que tiene fama de tacaña, siempre ha hecho gala de su templanza, de su fuerte personalidad y de mantener una prudencial distancia de sus admiradores. Cansada cada vez más de buscar papeles interesantes para el cine, la actriz seleccionaba con cuidado sus guiones y, cuando no trabajaba, disfrutaba de la compañía de sus nietos o asistía a fiestas sociales. En 1997 obtuvo su primera candidatura al Oscar por "El amor tiene dos caras", pero Juliette Binoche le arrebató la codiciada estatuilla y las cámaras de televisión certificaron la gran decepción de Lauren. A pesar de ello, se sentía reconocida en lo profesional, porque años antes había ganado dos premios Tony -prestigioso galardón teatral- por las obras "Aplauso" (1970) -durante las representaciones se enamoró de Len Cariou- y "La mujer del año" (1981). Con el paso de los años se volvió mucho más crítica y no soportaba el comportamiento de las estrellas: "Están más preocupadas por la cirugía estética y por el modelito que usarán en la alfombra roja que por trabajar con esfuerzo y demostrar que tienen talento y que valen. Me parece patético".

Durante el rodaje de "Dogville" (2003) trabajó junto a Nicole Kidman, que se encontraba muy deprimida por su entonces reciente ruptura con Tom Cruise. Lauren la consoló. "Este chico está medio loco. La había dejado por Penélope Cruz o alguna   estupidez así y me cuesta entender el comportamiento que tiene en los últimos años. Es inapropiado, vulgar e inaceptable utilizar tu vida privada para vender algo".

Autora de dos libros autobiográficos

Su nieta le convenció para ir al cine a ver "Crepúsculo", diciéndole que era la mejor película de vampiros del cine. Al acabar, comentó: "Quería pegarle con un zapato en la cabeza, pero no quiero que después escriba un libro sobre mí (sonríe). Acto seguido le regalé el dvd de "Nosferatu", la obra maestra de Murnau y le dije: "Eso sí que es un film de vampiros". Ha plasmado su vida de mito de Hollywood en dos autobiografías, "por mí misma" (1978) y "Ahora" (1994).

Lauren Bacall seguía siendo considerada como un mito del cine clásico y con 88 años participó en filmes, siendo el último The Walker, el cual fue presentado en el Festival de Cine de Berlín.

Fue premiada con un Óscar honorífico a su carrera en 2009.

La mañana del 12 de agosto de 2014 a los 89 años, fallece en su casa como consecuencia de un derrame cerebral.


martes, 4 de enero de 2022

Antonio Mercero: Director de cine y realizador de series de televisión.

 


Antonio Mercero Juldain nació el 7 de marzo de 1936 en Lasarte, Guipúzcoa. Se crió solo con su madre porque, cuando tenía apenas 6 meses, su padre fue asesinado al principio de la Guerra Civil por comandos anarquistas que consideraron un enemigo a aquel hombre que trabajaba como jefe de personal de la fábrica local de Michelín. Los trabajadores de la empresa hicieron todo lo posible para que la madre entrara a trabajar allí y pudiera sacar adelante al pequeño huérfano. Aquella tragedia no marcó su carácter, y Antxon, o Txomin, como le llamaban, fue un niño alegre, que jugó muchísimo con sus amigos. En su infancia feliz en Lasarte tiene un lugar privilegiado el recuerdo de cuando, como él explicaba en una entrevista, "nos colábamos en el hipódromo y, con los papeles de las apuestas a la espalda, corríamos como si fuéramos caballos".

A los 13 años, se fue a estudiar con los Marianistas en un colegio de San Sebastián, pero en las vacaciones volvía siempre a Lasarte. Acabado el bachillerato, optó por cursar Derecho en la Universidad de Valladolid para satisfacer la ilusión de su madre de tener un hijo notario. En aquella ciudad castellana, hospedado en el Colegio Mayor de Santa Cruz, Antonio descubrió la magia del teatro y, sobre todo, del cine. Estudió, leyó y actuó de la mano del padre Martín Descalzo, agitador cultural y organizador de la Semana de Cine de la ciudad.

Actor e imitador en los festivales de su pueblo

La interpretación le caló tan hondo que, cuando volvía en verano a su pueblo, montaba festivales y se subía al escenario para hacer sketches y parodias, imitando a quien se pusiera por delante. Tenía mucha gracia actuando, pero lo que él realmente quería era explicar historias a través del cine. "El día que le dije a mi madre que no iba a ser notario sino que quería ser director de cine, ella se llevó un disgusto monumental. Tuve muchos problemas familiares por eso", recordaba en una entrevista el director, al que un cura del pueblo intentó convencer para que siguiera por los caminos del derecho en lugar del efervescente ambiente de la farándula. Educado y respetuoso, pero firme en su decisión, Antonio Mercero no dio su brazo a torcer, y después de un tiempo, consiguió entrar en la Escuela de Cine de Madrid, donde se diplomó como realizador en 1962. Su madre no pudo evitar emocionarse el día que proyectaron en el cine "Trotín Troteras", trabajo de fin de diplomatura que fue premiado en la Bienal de Arte de París. También estaba allí su novia, Isabel, con la que se casó en 1963, con la que ha tenido 6 hijos.

Su primer largometraje fue un gran fracaso

Después de trabajar como ayudante de dirección de Jorge Grau y Herald Reinl, hizo su primer cortometraje, "Lección de arte", que ganó la Concha de Oro del prestigioso Festival de San Sebastián y el galardón del Círculo de Escritores Cinematográficos. Aquellos premios le granjearon la posibilidad de dirigir su primer largo, "Se necesita chico". "Mi primera película fue un fracaso. No fue nadie a verla, vamos que no gustó y se me cerraron las puertas. Fue una lucha tremenda. Durante seis años lo pasé muy mal. Estuve a punto de tirar la toalla y hacer las oposiciones a notarías como quería mi madre. Era tremenda la sensación de haberme equivocado", aseguraba. Tuvo la suerte de que un amigo, Horacio Valcárcel, le consiguiera trabajo en el departamento de cine y publicidad del Instituto Nacional de Consumo, donde estuvo durante dos años. Tras un tiempo dedicado a guiones y publicidad, en 1969, rodó un corto titulado "La balada de los cuatro jinetes", que le brindó la Espiga de Oro del festival de Valladolid y, al poco, entró a trabajar en Televisión Española, donde hizo primero documentales y después series. La primera de ellas fue "Crónicas de un pueblo" (1971), a la que siguieron "Verano azul" (1982), "Turno de oficio" (1986) -con Juan Echanove como su alter ego- y, con la llegada de las televisiones privadas, dirigió para Antena 3 "Farmacia de guardia" (1991), cuyo capítulo final batió récords de audiencia que ninguna otra serie de ficción española ha podido superar. "Trabajar era una fiesta, una verdadera gozada. Éramos unos críos de 14 años y, en ningún momento nos levantó la voz, rodar con él era como un juego. Tenía mucha autoridad; si te decía que había que estudiar más, te ponías las pilas. En el fondo él mismo era un actor y le veías poniendo la cara del Piraña o de Tito para dirigirlos. Yo nací como actor gracias a él. Me enseñó que éste es un mundo de sueños donde se puede crear una realidad distinta y se puede hacer jugando", aseguraba en una entrevista Juan José Artero, uno de los actores adolescentes que encarnaron a los chavales de "Verano azul", protagonizada por Antonio Ferrandis, que se ha repuesto hasta siete veces en TVE y que tuvo también una enorme difusión internacional.

"La cabina", una obra maestra con Emmy

Pero antes de los "bombazos" que supusieron sus series, Mercero rodó una verdadera pieza obra maestra. Realizada en 1972, en formato de 30 minutos e interpretada por un inconmesurable José Luis López Vázquez, "La cabina" ganó un Emmy (los oscar de la televisión), una hazaña que ningún realizador español ha repetido. En aquel inquietante y desasosegador guión trabajó José Luis Garci. "La cabina" que para Mercero ha sido "su mejor película porque, a pesar del tiempo, sigue estando vigente", fue galardonada con el Premio de la Crítica Internacional de Montecarlo, el Premio Marconi de Milán y el Quijote de Oro al Mejor Director.

Los trabajos para televisión ocupan un importante espacio en la carrera profesional de Mercero, pero sus incursiones en la pantalla grande han dejado también una marca profunda en los aficionados al Séptimo Arte. En 1977, dirigió "La guerra de papá", un largometraje inspirado en la novela "El príncipe destronado", de Miguel Delibes, uno de sus novelistas favoritos. Protagonizada por Verónica Forqué y el niño Lolo García, la película supuso un taquillazo que le permitió estrenar, al año siguiente, "Tobi" también con Lolo y que iba de un niño al que le salían alas. En 1982, tras un paréntesis ocupado por el rodaje de "Verano azul", que le hizo descubrir la localidad malagueña de Nerja, Mercero volvió al cine con "La próxima estación", una pequeña joya no suficientemente valorada y protagonizada por Lola Herrera y Alfredo landa. Al año siguiente, dirigió la película infantil "Buenas noches, señor monstruo" y, en 1987, estrenó el largometraje "Espérame en el cielo", un delicioso filme sobre el supuesto doble del dictador Francisco Franco. A "El tesoro" (1988), basada en otra obra de Delibes, le siguió "Don Juan, mi querido fantasma" (1989). Su siguiente trabajo para la pantalla grande, "La hora de los valientes" (1998), con un anarquista como protagonista, dejó bien claro que Mercero es un hombre que no conoce el rencor. Excelente conversador, optimista, amante de la buena mesa, forofo de la Real Sociedad y con un sentido del humor que le hace reírse muchas veces al día, algunos de los que han trabajado con él le describen como "el niño que se hizo genio, pero que supo seguir siendo niño". Dotado de una paciencia infinita para dirigir a niños (un elemento que, con los animales, convertía un rodaje en un infierno según Hitchcock), Mercero siempre ha dicho de sí mismo que no es "un hombre de proyectos, sino más bien de realidades". Por eso y aunque el cine es su gran pasión, pone por delante a su familia. "La familia me equilibra. Soy un poco gallina clueca y quiero tenerles a todos bajo mis alas. Mi casa siempre está llena, nos juntamos muchos", explicaba cuando ya peinaba canas y malcriaba nietos.

El alzheimer, eje central de su último trabajo

Poseedor de una fórmula magistral para combinar dolor y ternura, Mercero llevó al cine el guión que Albert Espinosa escribió sobre los 10 años que pasó enfermo de cáncer. "Antes de cada día de rodaje, Mercero hablaba con una fotografía de de John Ford que tiene en su casa. Mercero le comentaba cómo iba a rodar la secuencia y le pedía consejo al maestro", contaba Espinosa, añadiendo que en su cine "siempre hay homenajes a 'Cantando bajo la lluvia' (su película favorita) y a los sonidos hechos con la boca (él hace sinfonías con sus carretes)". Mercero demostró su gran humanidad al hacer del alzheimer, enfermedad que sufre, el tema de su último trabajo: "¿Y tú quién eres?".

El 14 de febrero de 2010 Mercero recibió el Goya de Honor por los casi 50 años que este hombre, de 73, ha pasado tras las cámaras. Demasiado enfermo para asistir a la gala, mercero recibió en su casa el galardón, que después ha agradecido públicamente su familia.


jueves, 16 de diciembre de 2021

Blake Edwards: Genio de la comedia cinematográfica

 


William Blake Crump nació el 26 de julio de 1922 en Tulsa, Oklahoma (EEUU). Fue el único hijo del escritor Donald Crump y de su esposa, Lillian, una millonaria y filántropa norteamericana que pidió el divorcio a los cuatro años del nacimiento del pequeño. Poco después, Lillian contrajo segundas nupcias con Jack Edwards, un ex actor, escritor y asistente de producción que adoptó al pequeño Blake y que fue el responsable de meterle el gusanillo del cine en el cuerpo.

De hecho, su abuelastro fue J. Gordon Edwards, un director legendario en Hollywood que trabajó para los estudios Fox en la época del cine mudo. De pequeño, Blake correteaba y jugaba entre los decorados de Hollywood y tenía como compañeros de escuela a niños que eran hijos de otras grandes estrellas del cine. Tras graduarse en el Beverly Hills High School se enroló en el ejército durante la II Guerra Mundial y, posteriormente, se matriculó en Literatura en la Universidad de Los Ángeles, carrera que nunca terminó porque probó suerte en el mundo del espectáculo.

Compañero de piso del actor Mickey Rooney

Sus comienzos se produjeron cuando una de sus novias de juventud le pidió que echara un vistazo a un guión que estaba escribiendo para la radio. Para sorpresa de la chica, Blake lo rehizo de cabo a rabo, pero el director de la emisora quedó tan contento que le propuso convertirse en su agente y Blake empezó a escribir guiones policiacos y de aventuras para la radio y la televisión. Como el dinero escaseaba, compartió durante un tiempo un apartamento con el legendario actor Mickey Rooney, pero pronto empezó a ganarse bastante bien la vida porque debutó como actor, en 1942, con la película "Diez héroes de West Point". Se dedicó a esta profesión durante seis años, trabajando a las órdenes de directores tan prestigiosos como William Wyler, Otto Preminger o John Ford, entre otros.

A finales de los años 40 empezó a escribir guiones para distintos directores hasta convertirse en la mano derecha de Richard Quine, con el que trabajó en "Mi hermana Elena" (1954). Durante el rodaje de la película se casó con la actriz Patricia Walker, con la que tuvo a sus dos hijos mayores, la actriz Jennifer Edwards (1957) y el director Geoffrey Edwards (1959).

En 1955, dirigió su primera película, "Bring your smile along", pero tendrían que pasar seis años más hasta crear una de sus obras maestras -"Desayuno con diamantes"-, que convirtió en mito a Audrey Hepburn por su papel de Holly Golightly. Entre las curiosidades del filme, cabe destacar que, al principio, Marilyn Monroe tenía que ser la protagonista por expreso deseo del autor, Truman Capote, pero el director optó por Audrey. En la novela, Holly era bisexual, pero al contratar a Hepburn se obvió ese matiz en la película. Por otra parte, la mítica canción "Moon River", compuesta por Henry Mancini, fue escrita expresamente para Audrey que no sabía cantar, de ahí que la escena de la guitarra fuera casi eliminada, pero gracias al empeño de la actriz se mantuvo en la película, convirtiéndose en una de las escenas míticas de un filme en el que aparecía José Luis de Vilallonga como el prometido brasileño de la protagonista.

La dramática "Días de vino y rosas" y la hilarante "El guateque"

"Desayuno con diamantes" catapultó a Blake Edwars como genio de la comedia elegante y sofisticada, estilo que abandonó temporalmente para adentrarse con maestría en el drama con "Días de vino y rosas" (1962), por el que ganó la Concha de Plata al mejor director en el Festival de Cine de San Sebastián, y cuyos protagonistas, Lee Remick y Jack Lemmon, obtuvieron los dos Oscar a la mejor interpretación. En 1965, dirigió la disparatada comedia "La carrera del siglo" con Tony Curtis y Nathalie Wood, y, tres años después, rescató del anonimato a Peter Sellers para protagonizar "El guateque", uno de sus trabajos más memorables. Con Sellers volvió a contar en seis ocasiones más para dar vida al disparatado inspector Clouseau en la popularísima serie de películas de "La pantera rosa" (1963).

Entre Sellers y Edwards se estableció una relación que rozaba lo patológico, tal y como el director relataría posteriormente: "Peter no era un excéntrico. Oía voces, hablaba con Dios y tenía conversaciones diarias con su madre muerta. Eso es locura". Durante su vida, Blake fue un hombre discreto, sociable, algo tímido y fiel a sus amigos como, por ejemplo, Henry Mancini, compositor con el que colaboró durante más de tres décadas y que le hizo alguna de las bandas sonoras más memorables de la historia del cine. En las múltiples fiestas a las que acudía en Hollywood conoció a Julie Andrews, la actriz inglesa que se hizo famosa por dar vida a Mary Poppins, pero la cosa no pasó de ahí porque ambos estaban entonces casados. En 1967, tras su divorcio de Patricia, Blake necesitó la ayuda de un psicoterapeuta, que se quedó lívido cuando le oyó decir que Julie era "tan dulce que debe tener violetas entre sus piernas". Aquel comentario le hizo tanta gracia a la actriz, que le envió un ramo de violetas e iniciaron un romance, que concluyó en matrimonio en 1969. Julie aportó a esta unión una hija previa, Emma Walton. Tras la boda, la actriz se convirtió en la gran musa del realizador, trabajando juntos en ocho ocasiones: "Darling Lili" (1970), "10, la mujer perfecta" (1979), "S.O.B." (1981) o "Víctor o Victoria" (1982), por la que consiguió su única candidatura al Oscar, aunque al mejor guión. Curiosamente, "10, la mujer perfecta" fue el taquillero lanzamiento que convirtió en mito sexual a Bo Derek, si bien la actriz desaprovechó esa gran oportunidad al elegir después papeles mediocres.

Durante su matrimonio con Julie Andrews la pareja no pudo tener hijos biológicos, pero adoptaron a dos niñas vietnamitas: Amy (1974) y Joanna (1975), que se convirtieron en la gran alegría de la familia. El director, que las quería mucho, llegó a comentar que, sin ellas, su vida "no tendría mucho sentido, son mi mayor apoyo, mi sentido de la vida y mis mayores críticas. Además, me han ayudado a soportar un poco mejor el síndrome de fatiga crónica", una enfermedad que Edwards padeció durante más de 15 años y que plasmó en el documental "I remember me".

Un Óscar honorífico a toda su carrera

En los 80 y los 90, dirigió productos de escasa calidad como "Cita a ciegas" (1987) o "Una rubia muy dudosa" (1991), hasta que, en el 2004, decidió poner punto final a su carrera con "El hijo de la Pantera Rosa", en la que el cómico italiano Roberto Benigni recuperó el papel de Sellers. Ese mismo año, cuando ya estaba un tanto achacoso, se le concedió un Oscar honorífico por toda su carrera. Desde entonces, apareció poquísimas veces en público. Prefería quedarse en casa, dando rienda suelta a su vena sarcástica con viejos amigos de la época dorada de Hollywood o disfrutando de la compañía de Julia Andrews, su gran amor durante algo más de 40 años.

El 15 de diciembre del 2010, Blake Edwards falleció a los 88 años por complicaciones de una neumonía en Santa Mónica (California), acompañado por sus cuatro hijos y su mujer, Julie, quien declaró: "Fue el hombre más excepcional que he conocido y fue mi compañero. Lo vamos a extrañar más de lo que se pueda decir y estará para siempre en nuestros corazones".



jueves, 2 de diciembre de 2021

Olivia de Havilland: La dulce Melania de "Lo que el viento se llevó

 


Olivia Mary de Havilland nació el 1 de julio de 1916 en Tokio (Japón). Fue la primogénita del abogado inglés y aristócrata Walter August de Havilland y la actriz norteamericana Lillian Ruse. Al año siguiente nació la segunda y última hija del matrimonio, Jean de Beauvoir, que años más tarde sería la actriz Joan Fontaine. En 1919, el médico aconsejó que las niñas, a las que no sentaba nada bien el clima de la capital japonesa, visitasen a un médico en EEUU. Instaladas madre e hijas en Saratoga (California), la mejoría física fue notable. Las cosas fueron muy bien hasta que el padre envió un telegrama a su mujer diciéndole que le pedía el divorcio para casarse con su sirvienta. La mujer accedió y, al poco tiempo, también ella volvió a casarse con George Fontaine, propietario de un almacén de suministros industriales.

Nueve veces pareja de cine de Errol Flynn


Olivia tenía entonces 8 años y tanto ella como su hermana habían recibido una buena educación, que incluía clases de canto y declamación. Ambas hermanas se interesaron por la interpretación. Con 17 años, Olivia entró en un grupo de teatro aficionado y su actuación en "Alicia en el país de las maravillas" fue muy bien recibida. Aunque su padrastro se negaba a que fuera actriz, su firme empeño venció todas las dificultades y, en 1935, debutó en el cine de la mano del director Max Reinharth en "El sueño de una noche de verano". Inmediatamente, la Warner Bross la contrató para rodar "El capitán Blood" (1935), emparejándola con el atractivo Errol Flynn bajo la dirección de Michael Curtiz. La fórmula funcionó tan bien que la pareja protagonizó nada menos que nueve películas, entre las que destacan "Robin de los bosques", "La carga de la brigada ligera", "Dodge City, ciudad sin ley", "Camino de Santa Fe" o "Murieron con las botas puestas". Unos años antes, cansada de encarnar siempre el mismo personaje, Olivia se presentó al casting para el papel de Scarlett O'Hara en "Lo que el viento se llevó", película que producía la Metro Golden Mayer. La rechazaron pero, días después, le ofrecieron el papel de la dulce Melania. Tras conseguir que la Warner la cediera, aceptó un personaje que dejaría huella en su vida ya que, estrenada en Atlanta el 15 de diciembre de 1939, "Lo que el viento se llevó" se ha convertido en título mítico del Séptimo Arte. Fue nominada al Oscar a la Mejor Actriz Secundaria, galardón que finalmente ganaría Hattie McDaniel por su inolvidable criada negra Mammy en una película que consagró a los actores Vivien Leigh, Clark Gable y Leslie Howard.


Enemistada de por vida con su hermana


A partir de ahí, Olivia luchó a brazo partido con la Warner para evitar que le dieran papeles sin importancia y conseguir librarse de su draconiano contrato. Cedida a la Paramount, volvieron a nominarla a la estatuilla como Mejor Actriz Protagonista por "Si no amaneciera" (1941), el mismo año en el que su hermana, Joan Fontaine, se llevó el galardón por su papel en "Sospecha", de Alfred Hitchcock. Aquello consolidó la mala relación de las dos hermanas, que siempre se habían llevado como el perro y el gato, y hasta la muerte de Joan en diciembre de 2003, nunca volvieron a hablarse. Mientras litigaba con la Warner, su vida sentimental trascurría entre romances con el multimillonario Howard Hughes, el actor James Stewart y el director John Houston. Ninguna de estas relaciones llegó a buen puerto e hicieron mella en la joven actriz, que llegó a demandar a sus jefes de la Warner por los papeles insulsos que le ofrecían. La tensión fue tan fuerte que, en represalia, Olivia estuvo casi tres años sin trabajar. En 1946, se casó con el novelista Marcus Aurelius Goodrich y consiguió su primer Oscar como protagonista por "La vida íntima de Julia Norris". Dos años después, en 1948, volvió a ser nominada por "Nido de víboras", que le valió un gran reconocimiento internacional, pero sería en 1949 cuando lo volvería a ganar por "La heredera", de William Wyler. La felicidad por el premio se completó con el nacimiento ese año de su primer hijo, Benjamín. Pero el que parecía un idílico matrimonio se rompió en 1953 y ella volvió a retomar su relación con John Houston.


Casada en segundas nupcias con un francés


En la década de los 50 su trabajo se resintió y empezaron a escasear sus apariciones en pantalla, aunque destacan sus papeles en "Mi prima Raquel", "No serás un extraño" o "La noche es mi enemiga". Poco después de romper con Houston viajó a Francia para asistir al Festival de Cine de Cannes y se enamoró del periodista Pierre Galante, con el que se casó en 1955. Tras la boda, la pareja se instaló en París y un año después nació su hija, Gisele Baptistine. Alejada del bullicio de Hollywood y asentada en la capital gala decidió dar prioridad al cuidado de sus dos hijos. Aficionada a la lectura y a la escritura, en 1962 publicó su primer libro, "Every Frenchman Has One" (Cada francés tiene uno), sobre las dificultades de una americana para adaptarse a la vida francesa. Combinó su escritura con apariciones en el cine como en "Luz en la ciudad" o "Canción de cuna para un cadáver", en 1964, que hizo junto a su gran amiga Bette Davis. A partir de los 70, tal y como ocurriera con la gran mayoría de las viejas glorias del cine, Olivia cayó en el olvido salvo para colaborar en algunas películas de éxito como "Aeropuerto 77" o "El quinto mosquetero", en 1979, y se refugió en la televisión, que se convirtió en cementerio de mitos vivientes. Intervino en las mini series "Raíces: la nueva generación", "El romance real de Carlos y Diana", "Anastasia: el misterio de Anna" o "Norte y Sur parte II", en 1986, y su último trabajo fue dos años después con la telemovie "La mujer que él amó", sobre la vida de los duques de Windsor.


Tras su divorcio de Pierre Galante, en el 79, se dijo que tuvo un romance con el primer ministro británico Edward Heath. Eso no fue impedimento para que ella siguiera siendo muy amiga de su ex marido. En 1991, sufrió la tragedia más grande de su vida al perder a su hijo Benjamín, víctima de un cáncer. Sin embargo, su gran fortaleza y fuerte vitalidad la salvaron de una gran depresión, así como el apoyo de su segundo marido y de su hija.


Cuidó de su ex marido, que murió de cáncer

Fue tal la amistad que quedó entre la pareja que, cuando a Pierre le diagnosticaron un cáncer, canceló todos sus compromisos y lo cuidó hasta su muerte, en 1998. Al año siguiente, participó en el documental y fiesta del 60º aniversario de "Lo que el viento se llevó".

Una de sus últimas apariciones fue como presentadora de uno de los premios de la 75ª edición de los Oscar, en 2003.

De Havilland narró el documental de 2009, Recuerdo mejor cuando pinto. La película trata sobre la importancia del arte en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. El 22 de marzo de 2011, se presentó la película en una proyección especial en París.

El 17 de noviembre de 2008 a la edad de 92, Olivia de Havilland recibió la Medalla Nacional de las Artes.

El 9 de septiembre de 2010, a la edad de 94, fue nombrada Caballero de la Legión de Honor, una distinción que otorga el Presidente de la República Francesa.

En febrero de 2011, Olivia de Havilland apareció en la ceremonia de entrega de los Premios César. Jodie Foster la presentó y de Havilland recibió una ovación con el público puesto en pie.

En junio de 2017, con casi 101 años, Olivia fue nombrada Dama del Imperio Británico por la reina Isabel II

La afilada columnista de prensa americana Louella Parsons la consideró como "una de las actrices más inteligentes, cultas y educadas de Hollywood".

Falleció por causas naturales el 25 de julio de 2020 a los 104 años de edad en su residencia de París mientras dormía, apagándose así con ella la última estrella de la época dorada de los mejores años del cine de Hollywood de todos los tiempos.

 

martes, 30 de noviembre de 2021

Kathleen Turner: Mito erótico de los años 80



 

Mary Kathleen Turner nació el 19 de junio de 1954 en Springfield, Missouri (EEUU). Fue la tercera de los cuatro hijos del matrimonio formado por el diplomático Allen Richard Turner y su esposa, Patsy Magee. Apenas nació ella, su padre fue destinado a Canadá, pero, al poco, le trasladaron a La Habana y en Cuba vivió con su familia hasta que, tras el triunfo de la revolución socialista de Fidel Castro, dejaron la isla. Después de un intervalo en Washington, los Turner se instalaron en Caracas. En la capital venezolana, Kathleen aprendió castellano. El último destino diplomático de su padre fue Londres, donde aquella niña que destacaba en el Colegio Americano como gimnasta y estudiante, descubrió su pasión por el teatro, viendo los fines de semana las funciones de actores de la escena inglesa tan conocidos como Angela Lansbury y Christopher Plummer. Pese a no tener la autorización de su padre, que no veía con buenos ojos los ambientes artísticos, Kathleen se matriculó en la Central School of Speech and Drama para estudiar arte dramático. Allí se subió, por primera vez, a un escenario. En 1973, tras la muerte de su progenitor de un ataque al corazón, su madre decidió volver a Springfield.

Con el veneno del teatro ya en el cuerpo, en su ciudad natal tomó clases de voz en la Southwest Missouri State University, donde algunos de sus compañeros la veían como "una chica estirada, con un marcado acento inglés y unas piernas largas  y bonitas". Con su melena rubia, sus 1,80 metros de estatura y un ojo de cada color -uno marrón y otro azul-, la Turner se convirtió en una de las estudiantes más populares de la University of Maryland, donde en 1977 se graduó en teatro. Terminada esta etapa, ese mismo año se marchó a Nueva York y buscó trabajo como camarera. Era una joven ambiciosa, que leía con voracidad y que quería triunfar como actriz.

David Guc, su primera relación estable

Por azar conoció al agente artístico David Guc, que se convirtió en su primera relación sentimental seria. Los inicios profesionales fueron duros y, en 1978, protagonizó el culebrón televisivo "The doctors". Su nombre empezó a sonar entre el público, representó en Broadway las obras "Geminis" o "Travesties" y, en una de esas funciones, el director Lawrence Kasdan se fijó en ella y la citó al día siguiente para una audición. Su sugerente voz ronca -parecida a la de Lauren Bacall- y la sensualidad de su cuerpo le permitieron conseguir el papel de May Walker, la protagonista de "Fuego en el cuerpo" (1981). Aquel debut hollywoodiense, con William Hurt como pareja, le reportó 30.000 dólares y la ruptura con David tras cuatro años de convivencia. Después de hacer con Steve Martin "Un hombre con dos cerebros", rechazó varios guiones y, en 1982, regresó a Nueva York donde volvió a trabajar como camarera en un pub, participando de nuevo en culebrones y obras teatrales.

Boda con un millonario

El año 1984 marcaría un punto de inflexión en su vida profesional y personal. En agosto, se casó con un multimillonario promotor inmobiliario, Jay Weiss, y se estrenó "La pasión de China Blue", una película de alto contenido erótico que tuvo que ver  censuradas algunas de sus escenas para poder ser estrenada en EEUU. Muy diferente era su papel en la romántica "Tras el corazón verde", con Michael Douglas, con el que mantuvo un corto romance. Al año siguiente repitió de nuevo en las pantallas con Douglas en "La joya del Nilo", para dar vida a una escritora que vivía situaciones mucho más peligrosas que las imaginadas por ella misma en sus delirantes libros. Ese mismo año, intervino junto a Jack Nicholson, en "El honor de los Prizzi", una película de gran éxito, dirigida por John Huston, donde daba vida a una sentimental y despiadada asesina. En 1986, hizo con Nicolas Cage "Peggy Sue se casó", por la que fue nominada al Oscar a la Mejor Actriz y se convirtió en la "femme fatale" del cine de los años 80.

Una hija, Rachel Ann, y enferma de artritis

En 1987, a los tres años de casada, dio a luz a su única hija, Rachel Ann. A finales de la década volvió a trabajar con Hurt en "El turista accidental" y con Douglas en "La guerra de los Rose" y protagonizó la comedia "Interferencias" con Burt Reynolds y Christopher Reeve. Tras cosechar numerosos éxitos , los 90 no empezaron con buen pie para esta actriz que, en 1995, fue elegida por el Empire Magazine como una de las "100 estrellas más sexy". Sus fracasos en taquilla fueron continuos y, para colmo de males en 1992, le detectaron una artritis reumatoide que le impedía moverse. "Estaba condenada a vivir en una silla de ruedas, padecía dolores inmensos cada día y callé mi enfermedad porque tenía miedo de que no me dieran trabajo. En Hollywood aceptan mejor a un alcohólico o drogadicto antes que a un enfermo", confesaría años después. Para mitigar aquella pesadilla se refugió en el vodka, que le aplacó el dolor y enmascaró su pérdida de confianza, pero, junto con el consumo de esteroides, marcó su deterioro físico. "Perder el atractivo fue terrible, pero empecé a hundirme por cosas como lograr una posición sentada que no me doliera a buscar unos zapatos que no me hicieran daño", decía. En 1999, ingresó por decisión propia en una clínica de Pennsylvania para desintoxicarse del alcohol. Decidida a que la artritis no anulara su vida, probó nuevos medicamentos,  que combinó con una dieta estricta. Volvió a nadar cada día, hizo acupuntura y practicó yoga para mejorar la movilidad y la respiración. Por si esto fuera poco, la operaron también de la rodilla y le implantaron una de titanio.

La enfermedad remitió levemente y le permitió intervenir en filmes de poca calidad y volver al teatro. En el 2000, se instaló en Londres. Allí, interpretó "El graduado",en una de cuyas escenas aparecía desnuda junto a su joven amante. Volvió a EEUU, pasó por más clínicas de desintoxicación, participó en shows televisivos y triunfó con la obra "¿Quién teme a Virginia Wolf?". Se involucró en temas medioambientales y ha colaborado con el Partido Demócrata.

Un repaso a los actores con los que trabajó

A finales del 2007¡se divorció de su marido, "aunque seguimos siendo muy buenos amigos" y, en febrero del 2008 publicó su autobiografía "Send Yourself Roses:Thoughts on My Life, Love, and Leading Roles". En ella recuerda la adicción a las drogas de Anthony Perkins y, sobre Nicolas Cage, afirma que "su tío Francis Ford Coppola le enchufó en "Peggy Sue se casó", se negó a obedecerle durante el rodaje y tuvo problemas con la policía. Fue arrestado en dos ocasiones, una por conducir borracho y otra, según creo, por robar un chihuahua". El actor le ha interpuesto una querella por difamación. Sobre William Hurt explica que "era bastante salvaje, bebía de forma compulsiva, tomaba drogas y ni recuerdo la cantidad de mujeres que llegaron a pasar por el set de rodaje". Para ella, trabajar con Burt Reynolds "fue una de mis peores experiencias en el cine" y de Steve Martin asegura que "fuera de las cámaras es un ser antipático y frío que nada tiene que ver con su imagen pública". Reniega de la tiranía de Hollywood y alaba a los europeos, que "sí aprecian a las mujeres con experiencia y con una trayectoria a sus espaldas".

En 2014 vuelve a la pantalla grande, esta vez con la comedia protagonizada por Jim Carrey y Jeff Daniels, Dumb and Dumber To, en el papel de "Fraida Felcher".

En 2019 reaparece en un capítulo de la serie de comedia El Método Kominsky en el papel de una de las exesposas de "Sandy Kominsky" representado por Michael Douglas.

viernes, 26 de noviembre de 2021

George Lucas: Creador de "La guerra de las galaxias"

 


George Lucas nació el 14 de mayo de 1944 en la ciudad californiana de Modesto (Estados Unidos), a unos 100 kilómetros de San Francisco. Fue el único hijo varón de los que tuvo el humilde propietario de una tienda que vendía material de oficina y que aspiraba a que su hijo heredase el pequeño negocio. Pero los intereses de George iban por otro camino. En su adolescencia soñaba con ser piloto de carreras de Fórmula-1, pero un grave accidente de coche que sufrió cuando tenía veinte años le obligó a una larguísima convalecencia en la que tuvo mucho tiempo para leer y pensar. Como tenía mano para el dibujo decidió ser ilustrador, pero, cuando estudiaba Ciencias Sociales en el Modesto Junior College, conoció al director de fotografía Haskell Wexler, que le animó a matricularse en la Escuela de Cine de la Universidad del Sur de California (USC). Se trasladó a Los Ángeles y allí fue donde Lucas rodó sus primeros cortometrajes, entre ellos uno de ciencia ficción que, en el año 1968, obtuvo el primer premio en el National Student Film Festival. A la salida de clase, George se iba a tomar un batido con sus amigos Steven Spielberg, Brian de Palma o Martin Scorsese para discutir durante horas qué tipo de cine querían hacer. 

"THX-1138", debut cinematográfico sin éxito

Después de graduarse, trabajó como ayudante de dirección en "Llueve sobre mi corazón", de Francis Ford Coppola, amigo y compañero de estudios. Sobre esta película, Lucas, que en 1969 contrajo matrimonio con la montadora de cine Marcia Griffith, rodó un documental de 40 minutos. Instalado en la localidad de Marin County (de nuevo cerca de San Francisco) filmó en 1970 su primer largometraje. Lo tituló "THX-1138" y fue una versión más larga del corto que le premiaron siendo estudiante. Su debut en el cine no tuvo una buena aceptación comercial, pero sí una excelente crítica.

Emprendedor, perseverante y con el claro objetivo de tener control sobre su trabajo, Lucas formó en 1971 su propia productora: la Lucasfilm Limited, que estableció en San Rafael (California). Con ella produjo y dirigió "American Graffitti" (1973), cuyo guión había escrito en colaboración con Willard Huyck y Gloria Katz. Aquella película con leves toques autobiográficos, protagonizada por Richard Dreyfuss y con una banda sonora de clásicos del rock and roll de los años 60, fue su primer gran éxito comercial y de crítica. Ganó el Globo de Oro, el premio New York Film Critics y el de la National Society of Film Critics. Obtuvo, además, cinco nominaciones para los Oscar. Pero... lo mejor estaba por llegar.

Saga galáctica e inventor del merchandising

La consagración de este cineasta prometedor se dio en forma de una saga de temática futurista, proyectada y escrita por él mismo. Pero no fue fácil. Después de hablar con mucha gente y ver que los grandes estudios le cerraban las puertas porque no veían la parte comercial de su aventura interplanetaria, la Twentieth Century Fox decidió apostar por "La guerra de las galaxias". Lucas dirigió la primera parte de una serie tan amplia que pensó para nueve entregas. Protagonizada por Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford. Lucas tardó cuatro años en acabar esta película que supuso un cataclismo en el mundo de los efectos especiales y la producción. Se convirtió en la película más taquillera de la historia y ganó siete Oscar. Supuso, además, el inicio de un nuevo concepto de cine. El negocio no estaba solo en la espectacular historia que contaba la gran pantalla, sino en todo el negocio colateral que generaba: el merchandising. Alrededor de la película surgieron todo tipo de objetos (desde muñecos a videojuegos pasando por tazas o pins) que millones de fans compraban con entusiasmo y afán coleccionista. Por no hablar, de los contratos millonarios con empresas de refrescos o alimentación.

Único beneficiario del merchandising

Con los años, se ha comprobado que los beneficios de esas ventas -que fueron íntegramente a para a las manos de Lucas- superaron a los generados por los visionados de "La guerra de las galaxias" y sus posteriores secuelas. Fueron dos. En ellas, Lucas fue guionista y productor, pero no director: "El imperio contraataca" (1980), dirigida por Irvin Kershner, y "El retorno del Jedi" (1983), realizada por Richard Marquand. Sí repitieron los tres actores protagonistas de la primera.

Multimillonario prácticamente de la noche al día, Lucas creó su propio imperio cinematográfico dedicándose de lleno a la producción y elaboración de guiones, y especializándose en grandes superproducciones del cine de aventuras. Así fue como vio la luz otra de las sagas más famosas de la historia del séptimo arte: las aventuras de Indiana Jones. En 1981, Lucas ofreció a Steven Spielberg la dirección de "En busca del arca perdida", película que narraba las peripecias de un particularísimo antropólogo y que supuso uno de los grandes éxitos comerciales de todos los tiempos. Hollywood también la premió con cinco Oscar. Lucas, productor ejecutivo y guionista de la segunda parte, "Indiana Jones y el templo maldito" (1985), fue solo productor de la tercera "Indiana Jones y la última cruzada" (1989) donde intervenía el veterano actor Sean Connery en el papel de padre de Indiana.

Sus hijos adoptivos, lo más importante

Aunque convertido en uno de los hombres más poderosos de la industria cinematográfica, Lucas había descubierto que el cine no era lo más importante en la vida. "Cuando mi hija mayor tenía 10 horas de vida  y la cogí por primera vez, tuve una sensación tan intensa que nunca la olvidaré. Fue como si un rayo de luz me golpeara en la cabeza. Tuve de pronto una experiencia espiritual que jamás había sentido antes. Simplemente con mirar aquel bebé diminuto, con abrazarlo... Desde ese momento, la niña se convirtió en mi mayor prioridad en la vida. Hasta entonces lo que más me gustaba eran las películas. A partir de ese momento, pasaron a un segundo plano. Ahora el lado protector complementa al dominante", aseguraba en una entrevista en la que se refería a su hija mayor Amanda, a la que adoptó en 1983 y cuya custodia mantuvo cuando, al poco tiempo, se divorció de su esposa. 

Una larga relación con Linda Ronstadt

Tras ese descalabro conyugal, Lucas vivió una relación amorosa de varios años con la cantante Linda Ronstadt, pero no volvió a casarse. Sí repitió la experiencia de la paternidad y adoptó, como soltero, dos hijos más: Kate (nacida en 1988) y Jet (que vino al mundo en 1993). "Los hijos lo son todo en la vida. Ya en pleno proceso de divorcio decidí que ocuparme de los chicos era lo más importante que podía hacer. Tienes que estar dispuesto a ello, pero no hay nada que produzca mayor satisfacción espiritual", dice este hombre que se define como un romántico.

Devoto padre de familia numerosa monoparental, Lucas, que posee un rancho llamado "Skywalker", ha sido productor de películas tan diversas como "Kagemusha", del director japonés Akira Kurosawa -uno de sus directores más admirados junto con Orson Welles y George Gershwin-, o "Mishima", de Paul Schrader. "Howard, un nuevo héroe" (1986), comedia inspirada en un famoso cómic norteamericano protagonizado por un pato extraterrestre, fue uno de sus pocos fraasos, pero funcionaron bien "Willow", que escribió y produjo, y "Tucker", dirigida por Coppola y coproducida por ambos. Sin embargo no sería hasta 1993, con "Parque jurásico", cuando Lucas repetiría éxito de pantalla y merchandising. Los dinosaurios trajeron dos nuevas secuelas y más dinero a sus ya repletas arcas.

A mediados de la década de los 90 este hombre sencillo que suele vestir con vaqueros, camisas de cuadros y deportivas, escribió y preparó el rodaje de una nueva trilogía de "La guerra de las galaxias".

500 millones de espectadores en todo el mundo

Así, después de tres largos años de trabajo, en 1999 se estrenó "Star War. Episodio I. La amenaza fantasma", con Liam Neeson, Ewan McGregor y Natalie Portman como protagonistas. Esta película que costó solo 10 millones de dólares y resucitó el universo galáctico creado en 1977, fue vista por unos 500 millones de espectadores en todo el mundo. En 2002, salió el segundo capítulo, "Star War. Episodio II. El ataque de los clones", rodada totalmente en tecnología digital y también escrita, dirigida y producida por Lucas, al igual que la tercera entrega: "Star War. Episodio III. La venganza de los Sith", cuyo estreno tuvo lugar en el 58 Festival de Cannes el 19 de mayo de 2005.

En enero de 2012, Lucas anunció su retiro de la producción a gran escala de películas taquilleras y que enfocara su carrera en las características más pequeñas, con un presupuesto independiente. En junio se anunció que la productora Kathleen Kennedy, una colaboradora a largo plazo con Spielberg y el productor de las películas de Indiana Jones, había sido nombrada co-presidenta de Lucasfilm. Se informó que Kennedy iba a trabajar al lado de Lucas, que se mantendría como el director ejecutivo y ella serviría como co-presidenta durante al menos un año, después de lo cual ella le sucedería como líder en solitario de la compañía.

El 30 de octubre de 2012, Lucas vendió Lucasfilm por 4050 millones de dólares a Disney12​ y confirmó que habría una tercera trilogía de Star Wars que comenzaría en 2015 y estaría formada por los episodios VII, VIII y IX.


viernes, 19 de noviembre de 2021

Al Pacino: Uno de los grandes actores de Hollywood

 


Alfredo James Pacino nació el 25 de abril de 1940 en el East Harlem de Manhattan (Nueva York, EEUU). Su padre, Salvatore Alfredo Pacino, tenía sólo 17 años cuando se casó con su madre, Rose Gerard, de 22, y el matrimonio se divorció cuando el pequeño Al apenas había cumplido 2 años. Salvatore se enroló como soldado, mientras que Al y su madre se mudaron al barrio del Bronx para vivir con sus abuelos maternos -oriundos del siciliano pueblo de Corleone- en un pequeño apartamento que compartían con dos ancianas tías sordas. Cuando dejó el Ejército, Salvatore (al que todos conocían como Sal) se instaló en Covina (California). Allí abrió un restaurante, en el que solía animar a sus clientes cantando y actuando. Dotado de un gran atractivo, Sal Pacino volvió a casarse en cuatro ocasiones más, matrimonios de los que nacieron cuatro hijas: Josette, Roberta, Paula y Desirée. La ausencia de su padre, con el que no tuvo mucha relación durante la infancia, marcó a Al, dándole un punto retraído y tímido a su carácter, aunque su abuelo materno, James, fue para él un gran referente. Gracias a su madre, con la que cada sábado iba al cine, Pacino descubrió hasta qué punto le gustaba el cine y la facilidad que tenía para imitar a los actores en su forma de hablar y de gesticular. Tan bien lo hacía, que en su casa le apodaban "el actor". Tras ser rechazado por el Ejército debido a su baja estatura (mide 1,65), dejó los estudios y la casa de sus abuelos y se matriculó en las clases de Arte Dramático de la High School for Perfoming Arts. Para costeárselas, trabajó en empleos tan diversos como mensajero, limpiador, conserje o recitando poesías en la calle para luego pasar el sombrero. Abrirse camino le fue extremadamente duro, sobre todo, porque su madre, que enfermó gravemente, no podía ayudarle en nada. Su precariedad económica le obligó a dormir en más de una ocasión en la calle o a las puertas de los teatros.

Empezó a hacer sus primeras obras en sótanos de Nueva York y luego se unió a la Herbert Bergdof Studio, donde conoció a su amigo y mentor, el actor Charles Laughton, su principal apoyo cuando le detuvo la policía por un error y su gran consuelo cuando en 1962 murió su madre. Rose tenía sólo 43 años y no pudo ver a su hijo convertido en una de las más influyentes estrellas de Hollywood. Al año siguiente, la tragedia volvió a golpearle, ya que falleció su abuelo. A pesar de la tristeza, en 1966 consiguió pasar las pruebas de admisión del prestigioso Actor's Studio, donde estudió en el mismo curso que Dustin Hoffman, con el que se dice que desde entonces mantiene una gran rivalidad. Allí ya se vio que aquel joven de mirada penetrante y cuerpo menudo tenía futuro como actor.

Coppola le convenció para hacer "El Padrino"

Su debut en Broadway fue en 1969 con "Does the tigre wear a necktie?", con la que consiguió un premio Tony, y ese mismo año apareció en la pantalla grande en "Yo, Natalie", película que pasó sin pena ni gloria, por lo que volvió a los escenarios. En una de esas representaciones le vio Francis Ford Coppola, que preparaba una nueva película sobre la mafia y le ofreció el papel de Michael Corleone. "Yo no me veía en el papel, no creía en mis posibilidades, estaba inseguro, pero Coppola me convenció y acepté", recuerda el actor, en el que tampoco creían los productores de la cinta, que hubieran preferido a Robert Redford o Jack Nicholson. Contra todo pronóstico, su excelente trabajo en "El Padrino" (1972) le consagró como intérprete, con una nominación al Oscar como mejor actor secundario. No lo ganó, pero su nombre dejó de ser anónimo. Pacino estaba encantado porque había trabajado con su ídolo, Marlon Brando, de quien dijo que "es como de otro planeta, un planeta donde sólo surgen grandes actores. Es imposible trabajar con él y no sentirse influenciado. Su forma de actuar es la que más ha influido en mi carrera". En el rodaje conoció a Diane Keaton, con la que vivió un romance que, con altibajos, duró 15 años. En los 70, protagonizó tres de los filmes más importantes de su carrera y que le reportaron tres nominaciones a los Oscar: "Serpico" (1973), "El Padrino II" (1974) y "Tarde de perros" (!975), donde hacía de un ladrón de bancos gay en un momento en que la homosexualidad era tabú en Hollywood. Ese papel, junto con el de "A la caza" (1980), donde interpretó a un policía que se disfrazaba de homosexual para descubrir a un asesino en serie, estuvieron a punto de costarle su carrera.

Convertido en una gran estrella, en lo personal seguía siendo bastante introvertido y desconfiado, "excepto con mi familia y amigos, pero con el tiempo tuve que ir aprendiendo a bajar la guardia porque soy una persona con una gran necesidad de afecto", según ha comentado este hombre que canalizaba su ansiedad fumando hasta cuatro cajetillas diarias y bebiendo. "A veces es difícil asumir el éxito y en la bebida encontré el coraje que necesitaba. Fue una tontería y me arrepiento de ello, pero en aquel momento fue mi tabla de salvación. Con respecto a la fama, a veces me encantaría convertirme en una mosca y desaparecer", confesó hace unos años al revelar que había dejado el alcohol y el tabaco.

Muchos romances y padre de tres hijos

En 1983, protagonizó la aclamada "Scarface", mientras sentimentalmente seguía sin estabilizarse. Tras sus fracasos amorosos con las actrices Jill Clayburgh, Marthe Keller, Debra Winger o Ellen Barkin, encontró la estabilidad con la profesora de Arte Dramático Jan Tarrant, con la que en 1989 tuvo a su primera hija, Julie Marie. "Disfrutaba muchísimo jugando con ella, contándole cuentos y dándole un beso de buenas noches. Cuando su madre y yo nos separamos, nuestra relación no cambió y nos veíamos a menudo. Tenemos muy buena química entre los dos", ha explicado. En 1990, protagonizó "El Padrino III" e intervino en "Dick Tracy" y, dos años después, le dieron el Oscar al mejor actor por "Esencia de mujer", en la que daba vida a un teniente coronel ciego y jubilado. Director de tres películas -"The local stigmatic", "Looking for Richard" y "Chinese Coffee"-, en 1996 recibió un homenaje a toda su carrera en el Festival de Cine de San Sebastián y ese mismo año se emparejó con la actriz Beverly d'Angelo, que le convirtió en padre de los gemelos Anton James y Olivia Rose. De nuevo separado en el 2003 (un año después de la muerte de su padre), se refugió en el trabajo. En el 2004, recibió un Globo de Oro por "Angels in America" y el 14 de abril de 2010 estrenó su trabajo "You don't know Jack", un telefilme en el que encarnaba al Doctor Muerte. A la presentación le acompañó su novia, la argentina Lucila Polak, 36 años menor que él y con la que no piensa casarse  porque Pacino nunca se ha casado.

Sus últimos trabajos son "Son of no one" (2011), un drama policíaco, y la comedia "Jack & Jill" (2011) en la que aparece como él mismo.

El 13 de febrero de  2012 el presidente Obama le impuso la Medalla de las Artes. El presidente quiso rendir homenaje al actor por su contribución a la cinematografía del país, también como director, por ser "una figura emblemática y duradera" y participar en "una de las décadas más interesantes del cine estadounidense, la década de 1970".

"Su intensidad como actor fue perfeccionándose en el escenario, bajo la tutela de Lee Strasberg y se ha convertido en uno de los artistas estadounidenses más destacados y exitosos".


miércoles, 27 de octubre de 2021

Tom Hanks: Uno de los grandes actores de Hollywood

 


Thomas Jeffrey Hanks nació el 9 de julio de 1956 en Concord (California). Sus padres, el cocinero Amos Hanks y la enfermera Janet Frager, se divorciaron en 1960, cuando él y sus tres hermanos (Jim, actor; Larry, profesor de entomología, y Sandra, escritora) eran muy pequeños. El joven Hanks se fue a vivir con su padre, con quien recorrió varias ciudades hasta establecerse en Oakland (California). Allí, además de trabajar en el estadio de fútbol americano Oakland Coliseum vendiendo palomitas y cacahuetes, Tom cursó bachillerato en la Skyline High School donde ya mostró un gran interés por la interpretación. "Yo era un "friki", exageradamente tímido, pero también el gracioso que hacía comentarios divertidos cuando pasaban dispositivas en clase. Nunca me metía en problemas. Era un buen chaval, muy responsable", dijo en una entrevista.

Dos hijos de su primer matrimonio

El punto de inflexión de su vida llegó cuando se matriculó en el Chabot College de Hayward (California) para estudiar teatro y vio la obra "El repartidor de hielo", de Eugene O'Neill, interpretada por Joe Spano, que dejó a Tom encandilado. Tras pasar por la Universidad Estatal de Sacramento, dejó California a finales de los 70 para irse a la ciudad de Nueva York, donde conoció y se casó con la actriz Samantha Lewes. La boda se celebró en 1978 y, antes de divorciarse en 1985, la pareja tuvo dos hijos, el ahora también actor Colin Hanks (1977), que le ha hecho abuelo de dos nietas, y Elizabeth Ann (1982).

De la comedia a los papeles dramáticos

Tuvo su primera oportunidad televisiva con "Bosom Buddies" e intervino en otras series como "Vacaciones en el mar" o "Enredos de familia" y debutó en el cine con un pequeño papel en "Sabe que estás sola" (1980). A partir de entonces, su vis cómica le valió el título de rey de la comedia y protagonizó cintas como "1,2,3... Splash" (1984), en la que trabajó con Daryl Hannah; "Esta casa es una ruina" (1986) y "Big" (1988), donde era un niño atrapado en el cuerpo de un adulto, papel con el que ganó el Globo de Oro y fue nominado por primera vez al Oscar. Entre filme y filme, Hanks se casó en segundas nupcias con la actriz y productora Rita Wilson, a la que había conocido en 1985 en el rodaje de "Voluntarios". La pareja ha tenido dos hijos, Chester (1991) y Truman (1996)

Al final de los 80, el actor dio un giro a su carrera buscando papeles más profundos y complejos. En 1989, rodó "La hoguera de las vanidades", y, tres años más tarde, dio un impulso definitivo a su faceta dramática con el papel de un abogado enfermo de sida en "Philadelphia", con el que ganaría su primer Oscar. Al año siguiente, repitió el éxito de crítica y público con la inolvidable "Forrest Gump", gracias a la cual se llevó a casa su segunda estatuilla al mejor actor. La conquista de dos Oscar consecutivos (ha sido el segundo actor de la historia en lograrlo, tras Spencer Tracy) hizo que su cotización aumentara hasta convertirse en uno de los actores mejor pagados del cine.

Duro teniente en la Segunda Guerra Mundial

Tom no paraba de trabajar. En 1995, hizo "Apolo 13" y, en 1998, a las órdenes de Steven Spielberg, protagonizó "Salvar al soldado Ryan", que le supuso una nueva nominación. Ese año -1998- trabajó con Meg Ryan en la comedia romántica "Tienes un e-mail", repitiendo fórmula con la actriz, con la que en 1993 ya había rodado otro éxito de taquilla: "Algo para recordar". "Náufrago" (2001) supuso una nueva nominación y su cuarto y último Globo de Oro hasta el momento. En 1996, después de participar en la serie "Historias de la cripta", debutó como guionista y director con "The Wonders" y, en el 2011, repitió detrás de las cámaras con "Larry Crowne". Esa experiencia como realizador no le ha impedido seguir eligiendo buenos papeles y formando parte de producciones como "Camino a la perdición", "Atrápame si puedes", con Leonardo DiCaprio; "La Terminal", "El Código da Vinci", "Ángeles y Demonios", "Capitan Phillips", "El puente de los espías", y la última que se ha estrenado, "Esperando al rey", donde Hanks da vida a un empresario que viaja a Arabia Saudí por negocios.

La lista de filmes de Tom, que han recaudado más de 8.500 millones de euros en todo el mundo, es inacabable y sigue creciendo. En otoño llegó "Inferno", tercera parte de "El Código da Vinci").

Problemas de drogas de su hijo Chester

Pero este éxito en la gran pantalla y su sólido matrimonio con Rita Wilson no le han protegido contra una de las peores pesadillas para un padre: la caída en el infierno de las drogas de su hijo Chester, que ha tenido serios problemas con la cocaína. A pesar de la gran discreción con la que el actor siempre ha llevado su vida privada, el año pasado se supo que su hijo estuvo supuestamente más de un mes desaparecido. Después, el joven admitió públicamente sus adicciones. "Hace un par de meses estaba vendiendo coca, y esnifando hasta que no podía más", confesó el joven, que señaló que había ingresado en un centro de desintoxicación y que por eso no había dado señales de vida en tanto tiempo. El apoyo de su padre ha sido y sigue siendo constante para lograr que Chester pueda rehacer su vida lejos de las drogas.

En el 2013, el actor anunció en un conocido programa de TV que padece diabetes del tipo 2, circunstancia que sospechaba desde que, a los 36 años, sus niveles de azúcar en sangre empezaron a ser más altos de lo normal. El protagonista de "Big" ha sido capaz de mantener su peso a raya a pesar de lo difícil que es siendo diabético, especialmente cuando, por exigencias de algunos guiones, ha tenido que engordar y adelgazar en varias ocasiones. En "Ellas dan el golpe", que protagonizó con Geena Davis y Madonna, tuvo que aumentar 15 kilos, mientras que en "Náufrago", primero ganó 20 kilos de peso en dos meses y después, en cinco meses, perdió 30.

Tom saltó a las páginas de los diarios al anunciar que, el 12 de julio de 2016 -tres días después de su 60º cumpleaños- su madre, Janet Frager, había fallecido a los 84 años de edad. "Ella marcaba la diferencia en muchas vidas. Le dijimos adiós ayer. Buen viaje, mamá", escribió en las redes sociales.

El asteroide número 12.818 lleva su nombre

Entre las aficiones del actor está la de coleccionar máquinas de escribir antiguas, de las que tiene unas 80. Aparte, es un gran apasionado de la historia espacial. De hecho, además de intervenir en la serie de la HBO "De la tierra a la luna", tiene un asteroide, el 12.818, que lleva su nombre. Como dato curioso hay que decir que está emparentado con uno de los presidentes más importantes de EEUU, Abraham Lincoln. Lo explicó cuando fue el narrador del telefilme "Matar a Lincoln" y dijo que su relación con el político le viene por parte de la madre del mandatario, Nancy Hanks, que se casó con Thomas Lincoln en 1806. 


jueves, 14 de octubre de 2021

Bud Spencer: El "duro" del "spaghetti western"

 


Carlo Pedersoli nació el 31 de octubre de 1929 en Nápoles. Fue el primero de los dos hijos de Alessandro, propietario de una industria que trabajaba el hierro, y Rosa, una ama de casa, que, según el actor, era "muy dulce, pero se transformaba en un sargento cuando mi hermana, Vera, y yo nos portábamos mal". La familia no conoció apuros económicos hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Los bombarderos destruyeron la fábrica y, arruinados, los Pedersoli emigraron a Roma en 1940. "En pocos meses pasé de ser heredero de una fortuna a comer el queso y el pan negro del racionamiento", recordaba en una entrevista. Pese a las estrecheces, padre e hijo se inscribieron en una sociedad deportiva para practicar su deporte favorito: la natación. Acabada la guerra, el patriarca decidió probar suerte en América, y la familia se instaló en Brasil, donde puso una tienda que vendía bidones de gasolina.

En 1948, la familia volvió a Roma y Carlo cursó un año de la carrera de Química para después pasarse a Derecho. El joven, que seguía entrenando diariamente en la piscina, participó en el Campeonato de Italia de 1950, obteniendo la medalla de oro en los 100 metros libres y convirtiéndose en el primer italiano que nadó esa distancia en menos de un minuto. Su carrera deportiva estuvo llena de éxitos y fue olímpico en dos ocasiones: en Helsinki, en 1952, y en Melbourne, en 1956.

Un waterpolista que fue extra en "Quo Vadis?"

También practicó el waterpolo y entró, ocasionalmente, en alguna convocatoria de la selección. En 1954, fue campeón de la Liga italiana con el Lazio. Entre competición y competición, probó suerte en el cine y, en 1951, hizo una pequeña aparición en "Quo Vadis?". Contra todo pronóstico, en 1957, Carlo abandonó el deporte. "Con poco más de 20 años era un campeón con unas perspectivas de futuro brillantes y un físico que gustaba a las chicas, pero no me sentía satisfecho. Parecía que todo había llegado por casualidad, sin que yo hubiera podido tomar parte activa", aseguraba.

Con la intención de encontrarse a sí mismo viajó hasta Caracas (Venezuela) donde trabajó en diversas canteras. Tras dos años en este país y con más dinero en el bolsillo que cuando llegó, regresó a Italia. Allí retomó la relación que ya tenía antes de marcharse con María Amado, con la que contrajo matrimonio en febrero de 1960. "Nos casamos en una pequeña iglesia romana, María estaba bellísima y yo me sentía seguro de haber hecho la elección correcta", recuerda el actor, que ha tenido tres hijos con ella: Giuseppe (1961), Cristina (1962) y Diamante (1972).

Compositor de melodías para anuncios


Durante la década de los 60, trabajó componiendo melodías para anuncios publicitarios hasta que, en 1967, recibió una llamada que le cambiaría por completo la vida y también el nombre. El director Giuseppe Colizzi, viejo amigo suyo, preparaba una película y le propuso ser el protagonista. Se trataba de un "spaghetti western" (nombre que designa al género de películas del Oeste hechas en Italia) titulado "Dios perdona... yo no". Para trabajar en ella tuvo que aprender a montar a caballo y a hablar inglés... en sólo tres meses. Fue entonces cuando Carlo Pedersoli se convirtió en Bud Spencer, su nombre artístico. Eligió el apellido en honor a su admirado Spencer Tracy, mientras que el nombre surgió de su marca de cerveza favorita, Budweiser. El el filme, compartía protagonismo con otro italiano, Mario Ginotti (Terence Hill de nombre artístico), con quien interpretaría más de 15 títulos que él ha calificado de películas "de tiros y peleas".


Su contundente físico y su 1.94 de estatura le llevaron a encarnar una y otra vez al bonachón capaz de ganar cualquier pelea con la fuerza de sus puños. "Le llamaban Trinidad" fue uno de los éxitos más sonados del tándem de actores, y en Italia logró imponerse en taquilla a todo un clásico de la época: "El último tango en París".


Piloto de aviación


Durante los años 70, Spencer rodó una película casi cada año, pero todavía tuvo tiempo de sacarse el título de piloto. "Mi ilusión de siempre fue volar. Así que me saqué el título de piloto civil de helicópteros, después el de aviones y, más tarde, el de reactores", ha relatado.


La buena relación con Terence Hill fue más allá de la pantalla y los actores se convirtieron en excelentes amigos. Bud Spencer estuvo al lado de su compañero cuando éste perdió en accidente de coche a su hijo Ross, de 17 años. Para intentar sacar a su amigo de la depresión, le propuso interpretar una nueva película juntos. "Y en Nochebuena... ¡Se armó el Belén!" (dirigida por Terence Hill en 1994) los reunió tras nueve años en que ambos habían desarrollado carreras artísticas por separado.


En solitario, Bud Spencer rodó una treintena de filmes que alternó con apariciones en series televisivas. Desde finales de los 90, ha frenado su ritmo de trabajo, aunque sigue en activo y, por ejemplo, en nuestro país se emitió en el 2009 un anuncio para una entidad bancaria, "Bancaja", con un estilo que recuerda a las películas grabadas en la década de los 70 con Terence Hill.


Este hombre, que no se considera un actor, "sino un hombre que hace películas. Me dan envidia los buenos intérpretes como Marlon Brando o Robert Redford", aún interpreta con más de 80 años.


Dos de sus hijos también se dedican profesionalmente al mundo del cine. Giuseppe es director y productor, mientras que Diamante, que ha adoptado el nombre de Diamy Spencer, es actriz y coincidió con su padre en dos películas.


Una línea aérea que compró el Vaticano

Su pasión por la aviación y los ingresos obtenidos a lo largo de su vida profesional, le permitieron crear, en 1981, la compañía aérea de carga Mistral Air, que en el 2007 fue comprada por el Vaticano para ofrecer a los fieles viajes a lugares santos como Lourdes, Fátima o Santiago de Compostela. El polifacético actor también quiso probar suerte como político y, en 2005, se presentó a las elecciones regionales de su país como miembro de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, a quien conocía desde mucho antes. "He hecho una veintena de películas con él", comentó Bud Spencer en referencia al mandatario, propietario de la productora Medusa Films. No consiguió el escaño y no volvió a presentarse.

Entrenador de natación

Con casi 80 años, Bud Spencer retomó el interés por el deporte acuático, y se sacó el título de entrenador de natación y waterpolo. Dos años antes, en el 2007, la Federación Italiana de Natación le había otorgado el 'Caimán de Oro', como reconocimiento a su carrera deportiva.

Y en el 2010 recibió, junto a Terence Hill, el premio 'David de Donatello' por su trayectoria artística.

Falleció en su casa en Roma a las 18:15 del lunes 27 de junio de 2016. Según declaró su hijo Giuseppe Pedersoli, su última palabra fue «Gracias».