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martes, 9 de marzo de 2021

Yuri Gagarin: El primer hombre que voló al espacio

 


Yuri Alekséievich Gagarin nació el 9 de marzo de 1934 en Klushino (entonces Unión Soviética). Fue el tercero de los cuatro hijos de Alexei Ivanovich Gagarin y Anna Timofeyevna, trabajadores de una granja. Vivió de niño la Segunda Guerra Mundial y fue testigo de la ocupación nazi, a consecuencia de la cual dos de sus hermanas fueron deportadas a campos de trabajo de los que nunca regresaron. Para evitar que les sucediera lo mismo al resto de sus hijos, sus padres construyeron con sus propias manos un refugio subterráneo bajo su casa y allí permaneció la familia hasta el final de la contienda.

Siendo adolescente, Yuri presenció cómo un avión militar hizo un aterrizaje de emergencia y quedó impresionado por la valentía de los pilotos. En el colegio fue un chico inteligente y trabajador, especialmente interesado por la física. Tras acabar la secundaria, fue obrero metalúrgico hasta 1954, año en que se apuntó en el aeroclub de Sarátov para aprender a pilotar. No le costó apenas e hizo su primer vuelo en solitario en 1955, con tan sólo 21 años. "Aquel vuelo me llenó de orgullo y dio sentido a toda mi vida", explicó.

En 1955, acabados sus estudios técnicos, entró en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburg y conoció a Valentina Goryacheva, una estudiante de enfermería de la que se enamoró. Se casaron en 1957, al poco de que Yuri consiguiera sus alas de piloto con la graduación de teniente. Su compañero de estudios Andrei Lysak lo recordaba de aquellos años como "un tipo muy abierto y muy ágil", que llamaba la atención por su baja estatura, apenas 1,69 m.

Entre los elegidos para el programa espacial

Después de varias misiones en el Ártico y en la frontera con Noruega, donde tuvo que volar en condiciones metereológicas muy adversas, solicitó ser candidato al programa de formación de astronautas. Para entonces, ya era padre de una niña, Yelena, nacida en 1958. La familia se completaría en marzo de 1961 con el nacimiento de Galina, la segunda hija.

En 1959, Yuri Gagarin se presentó como candidato para el primer vuelo espacial humano. De los 3.000 aspirantes quedó un grupo de 20 jóvenes pilotos, entre los que él figuraba. Pocos meses después, tras un durísimo entrenamiento secreto que incluía un intenso ejercicio físico y estudios de astronomía, medicina y geofísica, el grupo se redujo a seis personas. Estos fueron sometidos a experimentación e una centrifugadora, pruebas de resistencia al calor y vuelos de prueba bajo una gran presión. Durante todo este periodo, Yuri siempre se mostró calmado, decidido y nunca perdió el sentido del humor. Los médicos que le evaluaron destacaron su memoria privilegiada, sus rápidas reacciones ante los imprevistos y su habilidad para la mecánica y las matemáticas.

"Antes de que se decidiera enviar un hombre al espacio lo intentaron con perros y ratas. El primer lanzamiento de prueba del 'Vostok' fracasó el 15 de mayo de 1960", explicó no hace mucho Nikolai Chistaikov, excoronel del Ejército soviético que vigiló los diversos lanzamientos de ensayo que precedieron -sin demasiado éxito- al vuelo de Gagarin. En cualquier caso, todo el asunto transcurría en medio de un total secretismo, ya que la URSS estaba enfrascada en una reñidísima carrera espacial con Estados Unidos. Hasta el último momento, no se tuvo claro quien sería el hombre que protagonizaría aquel primer vuelo espacial tripulado. Podía ser Gagarin, pero también Gherman Titov, otro de sus compañeros. Finalmente, Nikita Jrushchov, máximo dirigente del país, tomó la decisión. Para él sonaba mal "el nombre alemán" de Gherman y decidió que el primer astronauta tuviera un nombre genuinamente ruso. También le gustaba que Yuri fuera hijo de trabajadores, frente a Titov, que lo era de comerciantes. Tomada la decisión, se lo comunicaron a Gagarin apenas tres días antes de la fecha decidida para el vuelo. Cuando aquel 12 de abril de 1961 Gagarin subió a bordo de la nave en el cosmódromo de Baikonur (ahora en territorio de Kazajistán) pidió que le pusieran música para relajar los nervios que, inevitablemente, sentía antes del despegue.

Pocas horas después, su nombre se daba a conocer en todo el mundo y su exclamación "Poéjali" ("¡Vámonos!") se convertía en una frase famosa. "Mi madre se enteró del vuelo por una vecina de Chkalovski, que escuchó la noticia en la radio y vino corriendo para decírnoslo", explicaría años más tarde Galina. Comandante y único tripulante de la nave "Vostok", Gagarin había elegido el nombre en clave de "cedro" para comunicarse con la Tierra durante su paseo espacial. Cinco minutos después de que se produjera el lanzamiento, Yuri atravesaba la frontera de la estratosfera, convirtiéndose en el primer hombre que llegaba al espacio. Cuando estuvo a 7.000 kilómetros de altura, se desprendió una de las partes del cohete al tiempo que el astronauta entraba en situación de ingravidez. "Estoy contemplando la Tierra. Os escucho correctamente y estoy muy bien", fueron las palabras que, 13 minutos después de despegar, dirigió al centro de control donde su rostro pudo ser contemplado por televisión. Al orbitar la Tierra dijo: "Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos", y, tras 78 minutos de vuelo, inició el descenso. Las autoridades soviéticas consideraban que tenía tan pocas posibilidades de sobrevivir a esa operación que, en esos momentos, lo promocionaron de segundo teniente a mayor. Pero sobrevivió y aterrizó en paracaídas en Tajtarova (Siberia), tras salir despedido de la cápsula del "Vosktok". Una campesina fue la primera persona que lo vio, vestido con su mono naranja. "¿Vienes del espacio exterior?", le preguntó la anciana. " -le dijo Gagarin, añadiendo-, pero no se alarme soy soviético". Finalizada su misión, Gagarin fue recibido como un héroe en la plaza Roja de Moscú. "He visto la forma esférica de la Tierra", le dijo a Nikita Jrushchov, y, acompañado por su esposa, el nuevo héroe dirigió unas palabras a la multitud que se había agolpado para verlo. En los siguientes años, todos los niños soviéticos querían ser cosmonautas. El Gobierno aprobó un decreto para regalarle una dacha (casa de campo), un piso de cuatro habitaciones, un coche, muebles, un televisor, una radio, piano y ropa de cama y de vestir. Todo un lujo reservado únicamente para los altos funcionarios del Partido Comunista. Durante el siguiente año, viajó alrededor del mundo para promocionar su hazaña. Trató de adaptarse a la fama, pero no lo consiguió. Su nueva situación y problemas en su matrimonio le llevaron a abusar de la bebida. El 3 de octubre de 1961 se hirió gravemente en un sanatorio de Crimea al caer de un segundo piso, huyendo de su esposa cuando ésta lo sorprendió tratando de seducir a una joven enfermera. La herida, que estuvo a punto de acabar con su vida, le dejó una marca para siempre sobre su ceja izquierda. En 1961, fue elegido diputado al Soviet Supremo y, poco después, volvió a la Ciudad de las Estrellas, donde trabajó como diseñador de naves espaciales. En 1967, fue seleccionado para participar en el primer lanzamiento de una de las dos primeras naves "Soyuz".

Muerto en accidente de avión a los 34 años

Gagarin falleció el 27 de marzo de 1968 cuando el avión de caza Mig-15 que pilotaba durante un vuelo rutinario se estrelló cerca de Moscú. Tenía sólo 34 años. La investigación oficial concluyó que había perdido el control del aparato al entrar en una zona de turbulencias, pero el episodio ha estado siempre teñido de misterio. Un menhir señala el punto exacto donde, según la leyenda, Gagarin desvió el aparato para no caer sobre unas casas. Sus cenizas se esparcieron a lo largo de los muros de la Plaza Roja.

El 12 de abril del 2011 se cumplió el 50º aniversario del primer viaje espacial tripulado y Rusia homenajeó a su protagonista, cuyo nombre -convertido en una marca registrada valorada en 25 millones de euros- ha sido puesto a un cráter en la Luna y un pequeño planeta. Según estudios sociológicos, el cosmonauta es, 46 años después de su trágica muerte, la persona más apreciada por los rusos.