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viernes, 26 de noviembre de 2021

George Lucas: Creador de "La guerra de las galaxias"

 


George Lucas nació el 14 de mayo de 1944 en la ciudad californiana de Modesto (Estados Unidos), a unos 100 kilómetros de San Francisco. Fue el único hijo varón de los que tuvo el humilde propietario de una tienda que vendía material de oficina y que aspiraba a que su hijo heredase el pequeño negocio. Pero los intereses de George iban por otro camino. En su adolescencia soñaba con ser piloto de carreras de Fórmula-1, pero un grave accidente de coche que sufrió cuando tenía veinte años le obligó a una larguísima convalecencia en la que tuvo mucho tiempo para leer y pensar. Como tenía mano para el dibujo decidió ser ilustrador, pero, cuando estudiaba Ciencias Sociales en el Modesto Junior College, conoció al director de fotografía Haskell Wexler, que le animó a matricularse en la Escuela de Cine de la Universidad del Sur de California (USC). Se trasladó a Los Ángeles y allí fue donde Lucas rodó sus primeros cortometrajes, entre ellos uno de ciencia ficción que, en el año 1968, obtuvo el primer premio en el National Student Film Festival. A la salida de clase, George se iba a tomar un batido con sus amigos Steven Spielberg, Brian de Palma o Martin Scorsese para discutir durante horas qué tipo de cine querían hacer. 

"THX-1138", debut cinematográfico sin éxito

Después de graduarse, trabajó como ayudante de dirección en "Llueve sobre mi corazón", de Francis Ford Coppola, amigo y compañero de estudios. Sobre esta película, Lucas, que en 1969 contrajo matrimonio con la montadora de cine Marcia Griffith, rodó un documental de 40 minutos. Instalado en la localidad de Marin County (de nuevo cerca de San Francisco) filmó en 1970 su primer largometraje. Lo tituló "THX-1138" y fue una versión más larga del corto que le premiaron siendo estudiante. Su debut en el cine no tuvo una buena aceptación comercial, pero sí una excelente crítica.

Emprendedor, perseverante y con el claro objetivo de tener control sobre su trabajo, Lucas formó en 1971 su propia productora: la Lucasfilm Limited, que estableció en San Rafael (California). Con ella produjo y dirigió "American Graffitti" (1973), cuyo guión había escrito en colaboración con Willard Huyck y Gloria Katz. Aquella película con leves toques autobiográficos, protagonizada por Richard Dreyfuss y con una banda sonora de clásicos del rock and roll de los años 60, fue su primer gran éxito comercial y de crítica. Ganó el Globo de Oro, el premio New York Film Critics y el de la National Society of Film Critics. Obtuvo, además, cinco nominaciones para los Oscar. Pero... lo mejor estaba por llegar.

Saga galáctica e inventor del merchandising

La consagración de este cineasta prometedor se dio en forma de una saga de temática futurista, proyectada y escrita por él mismo. Pero no fue fácil. Después de hablar con mucha gente y ver que los grandes estudios le cerraban las puertas porque no veían la parte comercial de su aventura interplanetaria, la Twentieth Century Fox decidió apostar por "La guerra de las galaxias". Lucas dirigió la primera parte de una serie tan amplia que pensó para nueve entregas. Protagonizada por Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford. Lucas tardó cuatro años en acabar esta película que supuso un cataclismo en el mundo de los efectos especiales y la producción. Se convirtió en la película más taquillera de la historia y ganó siete Oscar. Supuso, además, el inicio de un nuevo concepto de cine. El negocio no estaba solo en la espectacular historia que contaba la gran pantalla, sino en todo el negocio colateral que generaba: el merchandising. Alrededor de la película surgieron todo tipo de objetos (desde muñecos a videojuegos pasando por tazas o pins) que millones de fans compraban con entusiasmo y afán coleccionista. Por no hablar, de los contratos millonarios con empresas de refrescos o alimentación.

Único beneficiario del merchandising

Con los años, se ha comprobado que los beneficios de esas ventas -que fueron íntegramente a para a las manos de Lucas- superaron a los generados por los visionados de "La guerra de las galaxias" y sus posteriores secuelas. Fueron dos. En ellas, Lucas fue guionista y productor, pero no director: "El imperio contraataca" (1980), dirigida por Irvin Kershner, y "El retorno del Jedi" (1983), realizada por Richard Marquand. Sí repitieron los tres actores protagonistas de la primera.

Multimillonario prácticamente de la noche al día, Lucas creó su propio imperio cinematográfico dedicándose de lleno a la producción y elaboración de guiones, y especializándose en grandes superproducciones del cine de aventuras. Así fue como vio la luz otra de las sagas más famosas de la historia del séptimo arte: las aventuras de Indiana Jones. En 1981, Lucas ofreció a Steven Spielberg la dirección de "En busca del arca perdida", película que narraba las peripecias de un particularísimo antropólogo y que supuso uno de los grandes éxitos comerciales de todos los tiempos. Hollywood también la premió con cinco Oscar. Lucas, productor ejecutivo y guionista de la segunda parte, "Indiana Jones y el templo maldito" (1985), fue solo productor de la tercera "Indiana Jones y la última cruzada" (1989) donde intervenía el veterano actor Sean Connery en el papel de padre de Indiana.

Sus hijos adoptivos, lo más importante

Aunque convertido en uno de los hombres más poderosos de la industria cinematográfica, Lucas había descubierto que el cine no era lo más importante en la vida. "Cuando mi hija mayor tenía 10 horas de vida  y la cogí por primera vez, tuve una sensación tan intensa que nunca la olvidaré. Fue como si un rayo de luz me golpeara en la cabeza. Tuve de pronto una experiencia espiritual que jamás había sentido antes. Simplemente con mirar aquel bebé diminuto, con abrazarlo... Desde ese momento, la niña se convirtió en mi mayor prioridad en la vida. Hasta entonces lo que más me gustaba eran las películas. A partir de ese momento, pasaron a un segundo plano. Ahora el lado protector complementa al dominante", aseguraba en una entrevista en la que se refería a su hija mayor Amanda, a la que adoptó en 1983 y cuya custodia mantuvo cuando, al poco tiempo, se divorció de su esposa. 

Una larga relación con Linda Ronstadt

Tras ese descalabro conyugal, Lucas vivió una relación amorosa de varios años con la cantante Linda Ronstadt, pero no volvió a casarse. Sí repitió la experiencia de la paternidad y adoptó, como soltero, dos hijos más: Kate (nacida en 1988) y Jet (que vino al mundo en 1993). "Los hijos lo son todo en la vida. Ya en pleno proceso de divorcio decidí que ocuparme de los chicos era lo más importante que podía hacer. Tienes que estar dispuesto a ello, pero no hay nada que produzca mayor satisfacción espiritual", dice este hombre que se define como un romántico.

Devoto padre de familia numerosa monoparental, Lucas, que posee un rancho llamado "Skywalker", ha sido productor de películas tan diversas como "Kagemusha", del director japonés Akira Kurosawa -uno de sus directores más admirados junto con Orson Welles y George Gershwin-, o "Mishima", de Paul Schrader. "Howard, un nuevo héroe" (1986), comedia inspirada en un famoso cómic norteamericano protagonizado por un pato extraterrestre, fue uno de sus pocos fraasos, pero funcionaron bien "Willow", que escribió y produjo, y "Tucker", dirigida por Coppola y coproducida por ambos. Sin embargo no sería hasta 1993, con "Parque jurásico", cuando Lucas repetiría éxito de pantalla y merchandising. Los dinosaurios trajeron dos nuevas secuelas y más dinero a sus ya repletas arcas.

A mediados de la década de los 90 este hombre sencillo que suele vestir con vaqueros, camisas de cuadros y deportivas, escribió y preparó el rodaje de una nueva trilogía de "La guerra de las galaxias".

500 millones de espectadores en todo el mundo

Así, después de tres largos años de trabajo, en 1999 se estrenó "Star War. Episodio I. La amenaza fantasma", con Liam Neeson, Ewan McGregor y Natalie Portman como protagonistas. Esta película que costó solo 10 millones de dólares y resucitó el universo galáctico creado en 1977, fue vista por unos 500 millones de espectadores en todo el mundo. En 2002, salió el segundo capítulo, "Star War. Episodio II. El ataque de los clones", rodada totalmente en tecnología digital y también escrita, dirigida y producida por Lucas, al igual que la tercera entrega: "Star War. Episodio III. La venganza de los Sith", cuyo estreno tuvo lugar en el 58 Festival de Cannes el 19 de mayo de 2005.

En enero de 2012, Lucas anunció su retiro de la producción a gran escala de películas taquilleras y que enfocara su carrera en las características más pequeñas, con un presupuesto independiente. En junio se anunció que la productora Kathleen Kennedy, una colaboradora a largo plazo con Spielberg y el productor de las películas de Indiana Jones, había sido nombrada co-presidenta de Lucasfilm. Se informó que Kennedy iba a trabajar al lado de Lucas, que se mantendría como el director ejecutivo y ella serviría como co-presidenta durante al menos un año, después de lo cual ella le sucedería como líder en solitario de la compañía.

El 30 de octubre de 2012, Lucas vendió Lucasfilm por 4050 millones de dólares a Disney12​ y confirmó que habría una tercera trilogía de Star Wars que comenzaría en 2015 y estaría formada por los episodios VII, VIII y IX.


miércoles, 1 de septiembre de 2021

Glenn Close: Actriz de cine norteamericana

 


Glenn Close nació el 19 de marzo de 1947 en Greenwich, (Connecticut, Estados Unidos), localidad fundada por antepasados de su padre, que procedían de Escocia. Segunda de los cuatro hijos de William Close y Bettine Moore, la familia de su madre tenía raíces aristocráticas: su tía-abuela, Elsie Moore, se casó con Marino Torlonia, príncipe de Civitella-Cesi, y fue madre de Alessandro Torlonia -esposo de la infanta Beatriz de Borbón y Battenberg- y de Marina Torlonia, abuela de la actriz Brooke Shields. Por esta rama, también es prima segunda de la madre de Alessandro Lequio.

Glenn creció con sus hermanos -Tina, Jessie y Alexander- en el rancho de su familia. "Me pasé toda la niñez jugando en los campos, nadando en el lago, subiéndome a las pilas de heno...", ha explicado esta actriz que, con los años, se ha convertido en una de las mejores "malas" del actual Hollywood. Sin embargo, aquella idílica infancia se truncó cuando su padre, cirujano, se unió a la Moral Re-Armament (MRA), un grupúsculo cristiano con estructura de secta y asociado a la CIA, que llevó a que la familia viviera a caballo entre el Congo Belga (donde el padre montó una clínica y luego fue médico personal del dictador Mobutu Sese Seko), internados de Suiza y la casa de su abuela, en Round Hill. "Durante el primer año, a mi padre ni lo vimos porque era muy peligroso", ha dicho esta mujer pecosa, menuda, amable y de luminosa sonrisa, a la que no le gusta hablar de esa época.

Dos años en el grupo de música "¡Viva la gente!"

Atraída por la cultura y el arte, Glenn ingresó en el Rosemary Hall, un exclusivo internado de señoritas donde dio sus primeros pasos como actriz, dejando claro que poseía una excelente vis cómica y una notable voz. Sus dotes para el canto la llevaron a unirse a "¡Viva la gente!", grupo musical del MRA, con el que durante unos años recorrió América y Europa. Allí conoció al guitarrista de rock Cabot Wade, con el que se casó en 1969 y del que se divorció en el 1971. Un año antes, cansada ya de dar tumbos por el mundo, se matriculó para estudiar Arte Dramático y Antropología en el College of William and Mary, en Virginia. "Los años que pasé en la universidad fueron cruciales para formar mi personalidad. Allí sacié mi hambre de aprender ya que, salvo en geografía por los muchos viajes que había hecho, en el resto era una completa ignorante", ha dicho. En 1973, un año antes de graduarse con matrícula de honor, una entrevista en televisión de Katharine Hepburn la acabó de convencer de que su vocación era el mundo escénico, así que se plantó ante uno de sus profesores para que la incluyera en las listas de los candidatos a las audiciones para jóvenes, logrando que la contratara la compañía de teatro New Phoenix Repertory, con la que se trasladó a Nueva York. Allí, después de interpretar muchos papeles secundarios, Glenn Close tuvo su gran oportunidad cuando la actriz principal, MAry Ure, enfermó y le pidieron que la sustituyera. Era noviembre de 1974 y su éxito fue tan rotundo que, desde entonces, fue la protagonista de una serie de obras muy diferentes que le dieron mucho oficio.

Debutante a los 35 años


En 1980, tras una breve incursión en la televisión, estrenó el musical "Barnum", donde la vio el director George Roy Hill, que le ofreció ser la protagonista de "El mundo según Garp" (1982). Aquella película, que interpretó con 35 años, supuso su debut cinematográfico y le valió ser nominada al Oscar como Mejor Actriz de Reparto. En 1983, rodó su segunda película, "Reencuentro", de Lawrence Kasdan, y de nuevo fue nominada. Un año después, repitió nominación con "El mejor", que protagonizó junto a Robert Redford, y luego fue una abogada en "Al filo de la sospecha", thriller que rodó poco antes de "Maxie", una comedia en la que cantó y bailó.


De psicópata criminal a maquiavélica aristocrática


Pero el punto de inflexión en su trayectoria llegó en 1987 con "Atracción fatal", donde debía interpretar a la "mala de la película". Amante de los retos y muy trabajadora, Close no dudó en meterse en la piel de Alex Forrest, una mujer que liga con el personaje de Michael Douglas y se obsesiona con él hasta convertirse en una psicópata asesina. La película tuvo un enorme impacto en todo el mundo y su brillante actuación le valió la cuarta nominación -esta vez como actriz principal-, al tiempo que una de las escenas del filme acuñó la expresión "bunny boiler" (hervidora de conejos) con la que en el vocabulario anglosajón se designa ahora a las personas obsesivas y peligrosas. Definitivamente catapultada hacia el estrellato, en 1988 fue madre de una niña, Annie Maude, fruto de su relación con el empresario John Starke. Antes, había sufrido el fracaso de su segundo matrimonio (tres años con el multimillonario James Marlas) y había contabilizado un nutrido número de conquistas entre las que figuraban Len Cariou, Woody Harrelson y Robert Kennedy Jr. La experiencia de la maternidad, que ella ha reconocido que le suavizó el carácter, no le impidió consagrarse como villana dando vida a la maquiavélica marquesa Isabelle de Merteuil de "Las amistades peligrosas", filme que supuso su quinta nominación al Oscar. Tampoco en esta ocasión logró la estatuilla. Lejos de obsesionarse por la falta de reconocimiento de la Academia, siguió trabajando y fue la egoísta Sunny de "El misterio Von Bülow", la incestuosa reina Gertrudis de "Hamlet", el pirata rebelde de "Hook", la dura Férula Trueba de "La casa de los espíritus", la ambiciosa e implacable Alicia Clark de "Detrás de la noticia" o la mismísima Cruella De Vil, en la deliciosa película "101 dálmatas", entre otros personajes.


Ganadora de varios Emmy, Tony y Globos de Oro, Glenn Close es una mujer discreta, elegante y solidaria, que pretende mantener su vida privada apartada de los oropeles de la fama. Una estudiante de interpretación le preguntó una vez: "¿Qué se siente al pisar la alfombra roja?". Ella la miró con sus ojos de azul gélido, dibujó una de sus características sonrisas y le respondió: "¿Tú qué quieres ser, actriz o estrella? Porque son dos cosas muy distintas". Ella, desde luego, no ha apostado por ser una luminaria de Hollywood. Vive en un apartamento en Nueva York (junto a Central Park y que antes fue de Rock Hudson) con su actual esposo, el empresario David Shaw, con sus adorados perros -Jake y Billy- y cerca de su hija y de su nieta.


Una agresiva abogada en la televisión


Consciente de que la industria cinematográfica no brinda apenas papeles a mujeres de su edad, ha encontrado un buen refugio en la televisión, a la que nunca hizo ascos, y lleva cuatro temporadas dando vida a Patty Hewes, la agresiva abogada de "Daños y Perjuicios", un thriller televisivo que ella alaba -sin la menor sombra de adulación- como un producto de exquisita factura, tanto por su realización como por sus guiones. En el mundo del cine, Close ha podido hacer realidad su sueño de sacar adelante un proyecto que llevaba diez años acariciando: rodar "Albert Nobbs", en la que es protagonista, co-guionista y productora y que narra la historia de una mujer que tiene que hacerse pasar por un hombre para poder trabajar en un hotel. La película se vió en San Sebastián, donde una espléndida y elegantísima Glenn Close recogió el Premio Donostia en reconocimiento a toda su trayectoria.



jueves, 15 de julio de 2021

Geraldine Chaplin: Digna heredera de su padre

 


Geraldine Leigh Chaplin nació el 31 de julio de 1944 en Santa Mónica, California. Fue la primera de los ocho hijos que Charles Chaplin, «Charlot» tuvo con Oona O'Neill, la hija del dramaturgo y premio Nobel Eugene O'Neill, que tenía 17 años cuando se casó con el actor, de 57. La privilegiada infancia de Geraldine transcurrió en una gran mansión cerca del océano, a escasos kilómetros de Hollywood, donde su padre aún frecuentaba a la flor y nata de la meca del cine.

Educada en los mejores colegios suizos

Sin embargo, a los 8 años, cuando Charlot fue declarado persona non grata en Estados Unidos por sus ideas comunistas, toda la familia emigró a Suiza, un país que los acogió con los brazos abiertos. Allí, Geraldine recibió una educación exquisita, con profesores privados y en escuelas elitistas donde aprendió a hablar con fluidez el francés y el español. Su nuevo hogar, un espectacular caserón en Corsier-sur-Vevey, tenía un gran jardín donde los más pequeños jugaban y hacían perrerías al servicio. Geraldine era una niña alegre, rebelde, bromista, dicharachera y el ojito derecho de Chaplin: «Era la favorita, pero también la que abrió el camino a todas esas nulidades de hermanos. Mis padres eran tan fantásticos que nos hacían sentir a todos como el favorito, pero eso lo descubrimos después, hablándolo entre nosotros», suele recordar. En 1952, debutó en el cine en un filme de su padre, «Candilejas», y empezó a tomar clases en la Royal Ballet School de Londres.

Su sueño de ser bailarina se frustró porque su cuerpo no dio para más y tuvo que abandonar, pero encontró consuelo en la actuación, a pesar de las reticencias de Charlot. Tras hacer teatro y circo en París, su primer papel importante fue al lado de Omar Shariff en «Doctor Zhivago» (1965), que se rodó principalmente en España, y al año siguiente, intervino en la última película de su padre, «La condesa de Hong Kong», al lado de Sofía Loren y Marlon Brando.

En esa época, conoció al prestigioso director español Carlos Saura, quien, además de intentar convertirla en la nueva musa del cine español con películas tan relevantes como «Peppermint Frappé» (1967), «Cría cuervos» (1975) o «Elisa, vida mía» (1976), se convirtió en su pareja sentimental hasta 1979. Su llegada a España causó sorpresa y se la recibió con ciertas reservas, pues a la gente le llamaba la atención su aspecto frágil, su sonrisa fácil y su fuerte acento. La apodaron «la Gerarda», lo que le hacía mucha gracia y muchos creían que era hija de los hermanos Marx o del Gordo y el Flaco. Geraldine quedó encantada con nuestro país y, desde entonces, vive entre Madrid, Miami y Suiza.

Una tormentosa relación con Carlos Saura

En 1974, fruto de su relación con Saura, con quien nunca se llegó a casar, nació su primer hijo, Shane, que es toda una eminencia en el ámbito de la Psicología, pero su relación de pareja empezaba a hacer aguas: «Durante años, mi cabeza parecía un bosque de cuernos. Carlos tuvo varias aventuras, fueron momentos difíciles, pero desde la distancia todo se ve de otra manera. Y no le guardo rencor. Hace más de 20 años que no le veo, hicimos un trabajo estupendo juntos y tuvimos una relación muy íntima. No soy tan moderna como para verle y tomar el té. ¿Qué le podría decir? ¿Hola?» 

De repente, mientras nuestro cine la olvidaba, Geraldine viajaba por Europa y Estados Unidos para rodar con Martin Scorsese, Alain Resnais o Alan Rudolph. «Creo que, en España, dejaron de llamarme porque, tras mi separación de Carlos, me veían demasiado identificada con sus películas», confesó hace poco. Tras «Mamá cumple 100 años» (1979), no volvió a trabajar en nuestro país hasta 18 años después en «Finisterre» (1977).

El fallecimiento de su padre en 1977 le provocó un gran vacío. A modo anecdótico, suele recordar que «a Charlot nunca le gustó la Navidad ni disfrutar de ella y creo que murió justamente ese día para recordarnos a todos la fecha de su muerte». En los ochenta, Geraldine Chaplin estuvo a punto de comprarse una masía en Barcelona, «porque pasaba mucho tiempo en coche para ir a Suiza desde Madrid, pero vi los precios y no la compré». Parece extraño que, con su estatus, no pudiera hacerlo, pero también sorprende que, durante una de sus visitas a Barcelona, para ver a su hermana en el circo, se alojaran en una pensión de las Ramblas convertida en un prostíbulo. Poco después de dejar a Saura, se enamoró del realizador chileno Patricio Castilla, al que llama cariñosamente «el sudaca». Con Patricio, que es su marido desde hace 11 años, tuvo a su hija , Oona, de 31, que también es actriz y junto a la que comparte pantalla en el filme «Imago Mortis». «¡Es tan guapa! -dice Geraldine llena de orgullo-. Alta, morena y corpulenta. Parece más hija de Sofía Loren que mía».

Orgullosa de sus arrugas

Con espíritu de madraza suele contar que «tengo dos hijos biológicos. Luego, hay otros dos de Saura a los que crié como si fueran míos, porque, tras la separación, se vinieron a vivir conmigo. Y Patricio tiene otros dos a los que también quiero con locura. Así que ahora tengo seis hijos y cinco nietos con los que paso los mejores momentos de mi vida». Generosa, divertida, atrevida en su forma de vestir y muy con los pies en el suelo, Geraldine saborea una dorada madurez con mucho trabajo. «Estoy encantada con mi edad. Aquí, ser la única actriz con arrugas me aporta muchos papeles y fuera ocurre más o menos lo mismo. Hace unos años estuve en un "casting" en el que se requerían arrugas y sólo se presentaron tres actrices. Una de ellas era Jacqueline Bisset». Con gran sentido del humor relata  que «los hijos de mis vecinos me ven tan vieja y arrugada que cuando ven las películas de Chaplin le preguntan a sus padres si están seguros de que soy la hija de Charlot y no la madre».

Tras la muerte de su madre, Oona, en 1991, dejó de hablarse con sus hermanos, pues estaba cansada de pelearse por los derechos de imagen de su padre y se rindió. «Hemos tenido mucho amor y mucho odio. Ahora, todos me son absolutamente indiferentes, excepto una hermana. De pequeños había mucha alegría, nunca nos aburríamos, pero todo aquello se acabó y ahora pienso que hubiera sido mucho mejor ser hija única. A ellos les horroriza ver la imagen de mi padre en unos calzoncillos y a mí me hace sentir muy feliz. Son más papistas que el Papa y siempre se negaron a que pasaran sus películas por televisión. Querían que se vieran en el altar de una catedral y todos de rodillas. Me parece vergonzoso que la familia tenga los derechos. Deberían ser patrimonio universal». Muchas cosas buenas y malas se han escrito sobre Charlot, pero ella le recuerda con nostalgia: «Era un genio, mi héroe. Sé que no siempre era la persona más simpática del mundo, pero era admirable la disciplina que tenía en el trabajo. Su relación con los niños tampoco era fácil. Él necesitaba siempre público, en casa y en la calle. Una vez nos mostró "La quimera del oro" y mi hermano lloraba en ciertas escenas. Mi padre exclamó:¡Qué le pasa a este niño! ¡Que se lo lleven! Si tocaba reírse, había que reírse».

Premiada con un Goya

En los últimos años, Geraldine Chaplin se ha convertido en una de las actrices más solicitadas del panorama cinematográfico, sobre todo, europeo. Almodóvar la contrató para «Hable con ella» (2002), Juan Antonio Bayona para «El orfanato» (2007) y volvió a contar con ella para su película «Lo imposible» (2012). El cine español se ha reconciliado, por fin, con esta intérprete versátil que, entre otros galardones, atesora un premio Goya a la mejor actriz de reparto por «En la ciudad sin límites» (2002) o la Medalla de oro de la Academia del Cine en 2006.


lunes, 3 de mayo de 2021

George Michael: Famoso cantante británico

 


Georgios Kyriacos Panagiotou nació el 25 de junio de 1963 en East Finchley, Londres. Fue el menor de los tres hijos del restaurador greco-chipriota Kyriacos y la bailarina Lesley Angold. Él y sus hermanas, Yioda y Melanie, pasaron su infancia en barrios periféricos londinenses como Burnt Oak y Radlett. De pequeño fue un niño gordinflón, mofletudo, sonriente y con gafas, al que sus amigos llamaban "cuatro ojos", un insulto que le irritaba muchísimo. Se enganchó a la música con una mini batería que le regalaron sus padres, con la que pasaba las horas practicando.

Para entonces, ya escribía canciones, pero su verdadera vocación musical llegó cuando se matriculó en el colegio Bushey Meads, donde hizo amistad con Andrew Ridgely. Al poco, los dos se unieron a Paul -hermano de Andrew-, David Mortimer y Andrew Leaver y crearon "The Executive", un grupo de ska que no tuvo ningún éxito.

Dudas sobre su sexualidad hasta los 24 años

Para disgusto de su padre, que quería que su único hijo varón fuera universitario, Georgios dejó de estudiar en 1980. "Nunca fui un buen estudiante y dejé pronto la escuela para convertirme en un joven en paro. Mi padre estaba tan harto de mí que casi me echó de casa", explicó una vez. Encontró trabajo como acomodador en un cine, para después pasar a ser albañil y dependiente en unos grandes almacenes.

En 1981, Andrew y él formaron el dúo "Wham!", con el que editaron cuatro álbumes originales: "Fantastic", "Make it big", "Music from the edge of heaven" y "The final", con canciones tan famosas como "Careless whisper" o "Wake me up before you go go". George era en aquellos años todo un adonis, que no estuvo "seguro de ser gay hasta los 24", de ahí que entonces saliera con mujeres como la actriz Brooke Shields, la modelo Pat Fernandes y la maquilladora Kathy Jeung.

Diana de Gales, una de sus entregadas fans

Tras haber vendido 25 millones de discos en todo el mundo con "Wham!", en 1987 George decidió seguir en solitario y cambió radicalmente de imagen. Pasó de vestir ropa deportiva y llevar melena rubia, a un aspecto más duro con pendientes, gafas de solo, baba de días y pantalones estrechos. Para su primer trabajo en solitario -"Faith"- compuso y produjo casi todas las canciones y vendió más de 25 millones de copias, convirtiéndose en el cantante pop más famoso del planeta. Entre sus fans estaba la mismísima princesa Diana de Gales. Uno de los singles, "I want your sex", fue prohibido en muchas emisoras de radio por su contenido sexual.

En el 1991, durante su gira "Cover to cover", tocó en el certamen Rock in Rio, donde conoció al diseñador brasileño de ropa Anselmo Feleppa, el hombre con el que, por primera vez en su vida, encontró estabilidad emocional. Así fue hasta que Anselmo le reveló que era seropositivo y que se negaba a recibir tratamiento para evitar el acoso de la prensa, ya que su familia era muy católica. Desgraciadamente, Anselmo murió en 1993 de una hemorragia cerebral a consecuencia de la enfermedad, justo cuando George había entablado un macro juicio contra la discográfica Sony por abuso de poder a lo largo de su carrera, litigio que perdería cuatro años más tarde. George se culpó de la muerte de su novio por no haberle dedicado el tiempo suficiente y, a partir de ahí, empezó una espiral de autodestrucción: se negó a promocionar sus trabajos y cayó en una depresión en la que, durante 12 años, alternó antidepresivos con porros y todo tipo de terapias. Los consejos de amigos suyos como Elton John o Paul McCartney no sirvieron de nada.

No poder confesar su verdadera condición sexual le quemaba por dentro y decidió explicárselo a su familia. "Escribí a mis padres una carta de cuatro páginas porque creí que era la forma más fácil de hacerlo. Mi madre me dijo que había sido la carta más bonita que había leído en su vida", ha explicado. De hecho, George no se lo había dicho antes a su madre porque tenía miedo de los antecedentes suicidas en su familia. Su abuelo se intentó quitar la vida y uno de sus tíos se mató porque creía ser gay.

En 1996, editó "Older" y conoció a un exentrenador de animadoras reconvertido en ejecutivo llamado Kenny Goss, que fue su principal apoyo cuando su madre murió de cáncer al año siguiente. "En aquella época sentí que no valía nada. Si Kenny no hubiese estado a mi lado, hubiese sido otro de esos cobardes que eligen una salida rápida contra el dolor", confesó el cantante. A instancias del voraz apetito sexual de George, la pareja pactó llevar una relación abierta y, en 1998, el cantante acaparó la atención mediática del mundo al ser detenido por cometer actos lascivos en un lavabo público de un parque de Beverly Hills. Había ligado con un joven policía camuflado, acabó en comisaría y su carrera musical quedó seriamente tocada. Aquella trampa le obligó a salir públicamente del armario: "No he tenido una relación con una mujer desde hace 10 años. No me siento avergonzado por lo que he hecho, pero me siento estúpido, imprudente y débil por haber expuesto mi sexualidad de esta manera", admitió en una entrevista a la CNN. Un año después del escándalo, publicó "Songs from the last century", con temas de Sting y Brian Eno. En el 2002, le criticaron por haberse burlado de George W. Bush y Tony Blair en el sencillo "Shoot the dog" y, en el 2004, editó "Patience". En el 2006, inició en Barcelona su primera gira en 15 años que llevó el nombre de "25 Live" y demostró que George Michael seguía reinando en los escenarios. Ese mismo año, lo pillaron "in fraganti" practicando sexo con un hombre en un parque de Londres.

Desde entonces, su vida estuvo marcada por las drogas. Le detuvieron en varias ocasiones por posesión de cannabis y marihuana; por haberse quedado dormido al volante de su coche tras tomar estupefacientes; por estrellarse con el auto contra una tienda; le multaron repetidas veces por conducir bajo los efectos de estupefacientes y, en el 2010, fue condenado a dos meses de cárcel, una multa y le retiraron el carnet durante años.

Uno de los 10 músicos más ricos y famosos de Gran Bretaña

En su concierto de Praga, en el 2011, confirmó en el escenario lo que era un rumor desde hacía tiempo: su ruptura con Kenny tras más de 10 años de relación. "Nos separamos hace dos años y medio. Le quiero mucho. Este hombre me ha traído mucha alegría y dolor, como ocurre en todas las relaciones. Mi vida amorosa ha sido mucho más turbulenta de lo que he dejado entrever. Estoy muy triste por mi relación con Kenny. Lamento el dolor causado". La pareja había estado a punto de casarse unos años atrás. Tras esa ruptura, el cantante inició una relación con el modelo libanés Fadi Fawaz, con el que salió hasta el 2012.

Ganador de dos premios Grammy y con más de 100 millones de discos vendidos, George Michael está considerado como uno de los 10 músicos más ricos de Gran Bretaña. Cuando realizaba su gira "Symphonica" estuvo muy grave por una severa neumonía. 

Falleció el 25 de diciembre de 2016, a los 53 años de edad en su residencia en Goring-on-Thames, Oxfordshire, Inglaterra, por causas en principio desconocidas.El 27 de diciembre, su mánager informó que murió mientras dormía por un fallo cardíaco. En el informe del médico forense Darren Salter, del 7 de marzo de 2017, se explicitó la causa final del fallecimiento: cardiopatía dilatada con miocarditis y esteatosis hepática (hígado graso), con lo cual se concluye la serie de polémicas iniciadas posterior a su muerte, en donde incluso se mencionó negligencia médica. Sus restos fueron enterrados tres meses después de su muerte en el cementerio de Highgate de Londres.