miércoles, 1 de septiembre de 2021

Glenn Close: Actriz de cine norteamericana

 


Glenn Close nació el 19 de marzo de 1947 en Greenwich, (Connecticut, Estados Unidos), localidad fundada por antepasados de su padre, que procedían de Escocia. Segunda de los cuatro hijos de William Close y Bettine Moore, la familia de su madre tenía raíces aristocráticas: su tía-abuela, Elsie Moore, se casó con Marino Torlonia, príncipe de Civitella-Cesi, y fue madre de Alessandro Torlonia -esposo de la infanta Beatriz de Borbón y Battenberg- y de Marina Torlonia, abuela de la actriz Brooke Shields. Por esta rama, también es prima segunda de la madre de Alessandro Lequio.

Glenn creció con sus hermanos -Tina, Jessie y Alexander- en el rancho de su familia. "Me pasé toda la niñez jugando en los campos, nadando en el lago, subiéndome a las pilas de heno...", ha explicado esta actriz que, con los años, se ha convertido en una de las mejores "malas" del actual Hollywood. Sin embargo, aquella idílica infancia se truncó cuando su padre, cirujano, se unió a la Moral Re-Armament (MRA), un grupúsculo cristiano con estructura de secta y asociado a la CIA, que llevó a que la familia viviera a caballo entre el Congo Belga (donde el padre montó una clínica y luego fue médico personal del dictador Mobutu Sese Seko), internados de Suiza y la casa de su abuela, en Round Hill. "Durante el primer año, a mi padre ni lo vimos porque era muy peligroso", ha dicho esta mujer pecosa, menuda, amable y de luminosa sonrisa, a la que no le gusta hablar de esa época.

Dos años en el grupo de música "¡Viva la gente!"

Atraída por la cultura y el arte, Glenn ingresó en el Rosemary Hall, un exclusivo internado de señoritas donde dio sus primeros pasos como actriz, dejando claro que poseía una excelente vis cómica y una notable voz. Sus dotes para el canto la llevaron a unirse a "¡Viva la gente!", grupo musical del MRA, con el que durante unos años recorrió América y Europa. Allí conoció al guitarrista de rock Cabot Wade, con el que se casó en 1969 y del que se divorció en el 1971. Un año antes, cansada ya de dar tumbos por el mundo, se matriculó para estudiar Arte Dramático y Antropología en el College of William and Mary, en Virginia. "Los años que pasé en la universidad fueron cruciales para formar mi personalidad. Allí sacié mi hambre de aprender ya que, salvo en geografía por los muchos viajes que había hecho, en el resto era una completa ignorante", ha dicho. En 1973, un año antes de graduarse con matrícula de honor, una entrevista en televisión de Katharine Hepburn la acabó de convencer de que su vocación era el mundo escénico, así que se plantó ante uno de sus profesores para que la incluyera en las listas de los candidatos a las audiciones para jóvenes, logrando que la contratara la compañía de teatro New Phoenix Repertory, con la que se trasladó a Nueva York. Allí, después de interpretar muchos papeles secundarios, Glenn Close tuvo su gran oportunidad cuando la actriz principal, MAry Ure, enfermó y le pidieron que la sustituyera. Era noviembre de 1974 y su éxito fue tan rotundo que, desde entonces, fue la protagonista de una serie de obras muy diferentes que le dieron mucho oficio.

Debutante a los 35 años


En 1980, tras una breve incursión en la televisión, estrenó el musical "Barnum", donde la vio el director George Roy Hill, que le ofreció ser la protagonista de "El mundo según Garp" (1982). Aquella película, que interpretó con 35 años, supuso su debut cinematográfico y le valió ser nominada al Oscar como Mejor Actriz de Reparto. En 1983, rodó su segunda película, "Reencuentro", de Lawrence Kasdan, y de nuevo fue nominada. Un año después, repitió nominación con "El mejor", que protagonizó junto a Robert Redford, y luego fue una abogada en "Al filo de la sospecha", thriller que rodó poco antes de "Maxie", una comedia en la que cantó y bailó.


De psicópata criminal a maquiavélica aristocrática


Pero el punto de inflexión en su trayectoria llegó en 1987 con "Atracción fatal", donde debía interpretar a la "mala de la película". Amante de los retos y muy trabajadora, Close no dudó en meterse en la piel de Alex Forrest, una mujer que liga con el personaje de Michael Douglas y se obsesiona con él hasta convertirse en una psicópata asesina. La película tuvo un enorme impacto en todo el mundo y su brillante actuación le valió la cuarta nominación -esta vez como actriz principal-, al tiempo que una de las escenas del filme acuñó la expresión "bunny boiler" (hervidora de conejos) con la que en el vocabulario anglosajón se designa ahora a las personas obsesivas y peligrosas. Definitivamente catapultada hacia el estrellato, en 1988 fue madre de una niña, Annie Maude, fruto de su relación con el empresario John Starke. Antes, había sufrido el fracaso de su segundo matrimonio (tres años con el multimillonario James Marlas) y había contabilizado un nutrido número de conquistas entre las que figuraban Len Cariou, Woody Harrelson y Robert Kennedy Jr. La experiencia de la maternidad, que ella ha reconocido que le suavizó el carácter, no le impidió consagrarse como villana dando vida a la maquiavélica marquesa Isabelle de Merteuil de "Las amistades peligrosas", filme que supuso su quinta nominación al Oscar. Tampoco en esta ocasión logró la estatuilla. Lejos de obsesionarse por la falta de reconocimiento de la Academia, siguió trabajando y fue la egoísta Sunny de "El misterio Von Bülow", la incestuosa reina Gertrudis de "Hamlet", el pirata rebelde de "Hook", la dura Férula Trueba de "La casa de los espíritus", la ambiciosa e implacable Alicia Clark de "Detrás de la noticia" o la mismísima Cruella De Vil, en la deliciosa película "101 dálmatas", entre otros personajes.


Ganadora de varios Emmy, Tony y Globos de Oro, Glenn Close es una mujer discreta, elegante y solidaria, que pretende mantener su vida privada apartada de los oropeles de la fama. Una estudiante de interpretación le preguntó una vez: "¿Qué se siente al pisar la alfombra roja?". Ella la miró con sus ojos de azul gélido, dibujó una de sus características sonrisas y le respondió: "¿Tú qué quieres ser, actriz o estrella? Porque son dos cosas muy distintas". Ella, desde luego, no ha apostado por ser una luminaria de Hollywood. Vive en un apartamento en Nueva York (junto a Central Park y que antes fue de Rock Hudson) con su actual esposo, el empresario David Shaw, con sus adorados perros -Jake y Billy- y cerca de su hija y de su nieta.


Una agresiva abogada en la televisión


Consciente de que la industria cinematográfica no brinda apenas papeles a mujeres de su edad, ha encontrado un buen refugio en la televisión, a la que nunca hizo ascos, y lleva cuatro temporadas dando vida a Patty Hewes, la agresiva abogada de "Daños y Perjuicios", un thriller televisivo que ella alaba -sin la menor sombra de adulación- como un producto de exquisita factura, tanto por su realización como por sus guiones. En el mundo del cine, Close ha podido hacer realidad su sueño de sacar adelante un proyecto que llevaba diez años acariciando: rodar "Albert Nobbs", en la que es protagonista, co-guionista y productora y que narra la historia de una mujer que tiene que hacerse pasar por un hombre para poder trabajar en un hotel. La película se vió en San Sebastián, donde una espléndida y elegantísima Glenn Close recogió el Premio Donostia en reconocimiento a toda su trayectoria.



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