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viernes, 16 de julio de 2021

Aminatu Haidar: La "Ghandi saharaui"

 


Aminatu (también conocida como Aminatou o Aminetu) llegó al mundo el 24 de julio de 1966. Fue la primera hija de Ali Haidar y Darya, propietarios de un pequeño comercio en Tan Tan, ciudad ubicada en lo que fuera protectorado español hasta 1958, cuando la colonia de Cabo Juby fue cedida a Marruecos. Siguiendo una tradición bereber, sus padres decidieron que naciera en la localidad de origen familiar, Akka Centre, en la región de Tata. El matrimonio tuvo otros tres hijos. Cuando Aminatu tenía 9 años, su padre falleció en un accidente de tráfico. El trágico suceso coincidió, en noviembre de 1975, en plena agonía de Franco, con la Marcha Verde, con la que Marruecos ocupó el Sahara Occidental, acelerando la retirada española de aquel territorio.

Una chica alegre, inteligente y deportista

La viuda y sus cuatro hijos se trasladaron al año siguiente a El Aaiún. Darya volvió a casarse y tuvo otros tres hijos. Aminatu era una chica muy inteligente, que sacaba buenas notas, alegre y aficionada a los deportes. Cursó estudios de Literatura Moderna y su rendimiento académico tuvo como premio unas vacaciones en Canarias. Allí, con 20 años, entró en contacto con el Frente Polisario, formación política que defendía por las armas la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática, en una época donde en la antigua colonia española se estaba produciendo una auténtica guerra entre el Frente y el ejército marroquí. Cuando Aminatu acabó sus vacaciones empezó a colaborar con el Polisario, aunque nunca ingresó en sus filas.

Cuatro años secuestrada en una cárcel secreta

La ONU no reconoce ni la anexión del Sáhara por parte de Marruecos ni la formación del nuevo Estado hasta que se  celebre un referéndum que lleva tres décadas aplazándose. Una de las primeras acciones de Aminatu fue repartir banderas y pancartas del Polisario en una manifestación de protesta, exigiendo esa consulta y, en la madrugada del 21 de noviembre de 1987, fue arrestada por la policía marroquí y, según ella ha relatado, en el coche "fui vendada, me ataron las manos y me metieron la cabeza entre las piernas". Lo que en principio iba a ser un simple interrogatorio se convirtió en cuatro años de desaparición, en los que nadie supo dónde se encontraba. Su familia llegó a darla por muerta. Sólo al ser liberada se supo que había estado todo ese tiempo encerrada en una "cárcel secreta", situada en una antigua fortaleza de El Aaiún, aunque el Gobierno de Rabat siempre ha negado su existencia.

Torturada y apaleada

Según su propio relato, Aminatu estuvo presa, junto a otras 9 mujeres y 50 hombres, "sin abogados ni juicio", en unos cuartos sin ventanas donde la luz sólo entraba por un pequeño orificio en el techo "y llevábamos los ojos vendados para no reconocer a los carceleros". Asegura que fue torturada "desnuda y atada a una mesa con una cuerda desde los tobillos hasta el cuello", le hacían amagos de asfixiarla "con un paño que olía a lejía, me daban patadas, me flagelaban con un cable eléctrico y fui agredida por perros". Intentó iniciar una huelga de hambre con el resto de detenidos. "Sólo estuvimos una noche, cuando los guardianes vieron que no habíamos tomado la cena nos obligaron con palos a tomarla al día siguiente". De ahí proviene su aspecto frágil y enfermizo. Durante aquel infierno enfermó de la columna y tuvo una úlcera sangrante y ataques de epilepsia, "sin recibir ninguna atención médica". Estas secuelas le permitieron obtener un permiso de residencia en el estado español "por causas humanitarias" para ser tratada en la clínica madrileña de La Paz.

Separada del padre de sus dos hijos

Tras ser puesta en libertad, se radicalizó en su postura. Al año siguiente, se casó con uno de los hombres con los que había compartido prisión, Mohamed Ali El Kassimi, con el que tuvo dos hijos: Hayat, actualmente una adolescente de 15 años, y Mohamed, que cuenta con 13 años. La pareja vivía con el padre del marido y durante unos años sus hijos estudiaron en un buen colegio privado. Pero el matrimonio se distanció y acabaron divorciándose en 1999, año en que Aminatu y sus hijos se fueron a vivir a casa de su madre en el humilde barrio de Casa Piedra de El Aaiún.

Cada vez más entregada a su causa, fundó la ONG Colectivo de Defensores de los Derechos Humanos en el Sahara (CODESA), ilegal en Marruecos y que usa Internet para difundir sus denuncias. Su rostro empezó a ser conocido internacionalmente tras difundirse una dramática foto suya en la que se la veía ensangrentada a consecuencia de los golpes recibidos en una manifestación durante la "intifada" de junio del 2005. El mundo se estremeció al saber que aquella mujer había sido unas horas después encarcelada bajo la acusación de pertenecer a una banda criminal y había iniciado una huelga de hambre en la Cárcel Negra de El Aaiún, exigiendo que se la procesara por un delito político y no por uno común. Su ayuno duró 47 días, durante los cuales se produjeron revueltas en el territorio saharaui que, junto a la presión internacional, desembocaron en su puesta en libertad en enero del 2006. Su rechazo a la violencia le valió el sobrenombre de la "Ghandi saharaui".

Tras su reconocimiento internacional empezó a viajar como embajadora de la causa de su pueblo, ya no tanto como independentista sino como defensora de los derechos humanos, "pisoteados", según sus palabras, por Marruecos. Algunos marroquíes afines al Gobierno de Rabat la consideran una traidora a su país y la acusan de ser una espía al servicio de Argelia.

Numerosos premios internacionales

Nada más lejos de la realidad y su labor pro derechos humanos empezó a ser reconocida, otorgándosele premios tan prestigiosos como el de la Fundación Robert F. Kennedy, que recogió en el Senado de EEUU; el Juan María Bandrés, o el Silver Rose a la Solidaridad, en el 2007. Al año siguiente, la nominaron al Premio Nobel de la Paz.

Rehizo su vida sentimental al enamorarse de otro activista saharaui y ex preso político, Bachir Lekhfawni con quien tenía planeado casarse cuando volviera de recoger el último premio que le han concedido: el del Coraje Civil, de la Fundación Train, que le entregaron en Nueva York. Pero cuando regresó a su país, la policía marroquí le vetó la entrada en el país por haber puesto "saharaui" y no "marroquí" en el apartado de la nacionalidad de la ficha de ingreso, "como siempre había hecho". La Policía la embarcó contra su voluntad en un vuelo a Lanzarote, donde inició una huelga de hambre que duró 32 días y puso en jaque a las autoridades españolas y marroquíes. Tras una frenética actividad diplomática entre los gobiernos de Marruecos, España y Francia, Aminatu obtuvo el permiso para volver a su casa. Debilitada, pero feliz por una acción y un triunfo que han acaparado la atención de la opinión pública sobre el derecho a la autodeterminación de la ex colonia española y sobre la vulneración de los derechos humanos de los saharauis por parte del Gobierno marroquí, Aminatu se reencontró con sus seres queridos en su casa de El Aaiún. Allí se convocaron manifestaciones de euforia, rápidamente reprimidas por la policía y antidisturbios, que rodeó la casa de Haidar para impedir el acceso de periodistas y de simpatizantes de Haidar.



miércoles, 12 de mayo de 2021

Jane Fonda: Activista y actriz ganadora de dos Oscar

 


Jane Seymour Fonda nació el el 21 de diciembre de 1957 en Nueva York. Fue la primogénita del actor Henry Fonda y de su segunda esposa, Frances Seymour, perteneciente a una familia de la alta sociedad norteamericana y que ya tenía una hija, Pan Brokaw de un anterior matrimonio. A los pocos meses del nacimiento de Jane, la familia se trasladó a Los Ángeles, donde Henry Fonda empezaba una prolífica carrera cinematográfica que le llevaría a convertirse en leyenda del Séptimo Arte. Los Fonda vivieron en una gran casa en Beverly Hills, en la que la pequeña -una niña hermosa, tímida y juguetona a la que apodaban "lady Jane"- recibía los arrumacos de estrellas como Greta Garbo, Judy Garland, James Stewart o Ginger Rogers. Tras nacer su hermano Peter, en 1940, toda la familia se trasladó a una enorme granja en las colinas de Santa Mónica, donde había establos y huerto.

Su madre se suicidó

A pesar de vivir en un aparente cuento de hadas, la infancia de Jane estuvo marcada por la falta de afecto. Henry empalmaba una película con otra y nunca le demostró cariño, mientras que  su madre se preocupaba más por los actos sociales que por sus hijos. Aquello marcó profundamente a la futura actriz, que décadas más tarde afirmó que, "si un padre y una madre que te mimen y te digan 'te quiero', resulta muy difícil llegar a quererse uno mismo. Mi padre era un héroe para los que les gustaba el cine, pero a casa no traía aquel espíritu. Su trabajo solo nos dio problemas y desavenencias, jamás la felicidad. Y mi madre siempre  estuvo desequilibrada con grandes depresiones". La situación familiar se hizo insostenible. Henry pidió el divorcio, lo que fue un durísimo mazazo para el delicado equilibrio psíquico de la madre. La internaron en un sanatorio y el 25 de abril de 1950 se quitó la vida cortándose el cuello con una cuchilla de afeitar. A Jane y Peter, que se fueron a vivir con su abuela materna, les dijeron que Frances había muerto de un ataque al corazón, pero, años más tarde, descubrieron por la prensa lo que había pasado.

Graves problemas de bulimia y anorexia

Tras estudiar en la Brentwood School y en la Emma Willard School, ingresó en un internado donde empezaron sus trastornos alimenticios. Quería ser una chica guapa y delgada para atraer a los chicos. Esos problemas derivaron en una bulimia grave, alternada con períodos de anorexia, que mantuvo en secreto durante más de veinte años.

Adolescente poco brillante en sus estudios, trabajó en dos películas junto a su padre. A instancias de éste, que estaba en contra de que Jane siguiera sus pasos profesionales, ingresó en el elitista Vassar's College y se especializó en música y pintura, lo que la llevó a trasladarse a París para continuar su formación. Pero, al poco tiempo, regresó a casa con la firme intención de dedicarse a la interpretación. Influida por una amiga, la actriz Susan Strasberg, en 1956 se matriculó en el célebre Actor's Studio, de Nueva York. Para pagarse las clases, trabajó como modelo, siendo muy cotizada.

Tras intervenir en varias  obras teatrales, en 1959, el director Joshua Logan, que era su padrino, la contrató para su primera película: "Me casaré contigo", que protagonizó junto a Anthony Perkins. Durante el rodaje se le disparó la bulimia, tuvo episodios de sonambulismo, de miedo a los hombres y problemas de identidad. En esa época descubrió el ballet, al que se hizo "adicta" porque le permitía controlar y cambiar la forma de su cuerpo. Hasta que empezó con el "Programa de Gimnasia de Jane Fonda", en 1978, practicaba ballet en cualquier parte del mundo donde estuviera. Tras su primer gran éxito con "Un domingo en Nueva York" (1963), el director francés Roger Vadin, descubridor de la actriz Brigitte Bardot, la llamó para protagonizar "Juegos de amor a la francesa". Durante el rodaje surgió el amor y se casaron en 1965. A partir de ahí, Jane alternó el cine francés con el americano. Tuvo un gran éxito con "Descalzos por el parque" (1967), junto a Robert Redford, y, al año siguiente, estrenó "Barbarella", que la convirtió en "sex symbol" de la época. Apodada la "Bardot americana", en 1968 tuvo a su primera hija, Vanessa. Tras el Mayo francés y un iniciático viaje a la India tomó  conciencia política, una faceta que nunca ha abandonado.

Por su trabajo en la excepcional "Danzad, danzad, malditos" (1969), de Sidney Pollack, recibió su primera candidatura al Oscar, pero su relación con Vadim se iba desmoronando. Sus colaboraciones profesionales no tenían éxito y, a veces, complacía a su marido realizando tríos sexuales. "Nunca me obligó a nada, sabía lo que estaba haciendo, pero sentía que si no lo hacía, Vadim me dejaría. Pensaba que, sin él, no existiría", confiesa descarnadamente en su biografía, "Jane Fonda. Memorias" ("Temas de hoy"), publicada hace unos años.

Oscar por "Klute" y boda con Tom Hayden

En 1970 la pareja se separó, Jane dejó a Vanessa al cuidado de su padre y se metió de lleno en temas sociales. Tras ganar el Oscar a la Mejor Actriz por "Klute" (1971), en cuyo rodaje se enamoró de Donald Sutherland, se convirtió en uno de los personajes famosos que se manifestaba contra la guerra de Vietnam: apoyó a los norvietnamitas, denunció la actuación de los soldados americanos y viajó al país asiático. Fue acusada de "traidora" y la apodaron "Hanoi Jane". Además, se convirtió en feminista radical, luchó contra la marginación de indios y negros, fue detenida en cinco ocasiones y el FBI le abrió un expediente. Les llevó a juicio, que ganó al demostrar que habían atentado contra sus derechos civiles. En 1973, se casó con Tom Hayden, un radical de origen apache que comulgaba con sus mismas ideas. Seis meses después nació su segundo hijo, Troy Garity. Durante los años 70 intervino en filmes tan conocidos como "El pájaro azul" (1976), "Julia" (1977) -que le valió otra nominación al Oscar por su interpretación de la escritora Lillian Hellman-, "El regreso" (1978), junto a John Voight, con la que ganó su segunda estatuilla, y "El síndrome de China" (1979), apología contra las centrales nucleares que le valió una tercera nominación al más preciado premio de Hollywood.

Después de muchos años distanciados, a principios de los 80 se produjo la reconciliación definitiva con su padre, entonces ya muy enfermo. Su nueva relación quedó plasmada en una gran película: "En el estanque dorado" (1981), en una de cuyas escenas se dijeron por primera vez "te quiero". Aquella interpretación le valió a Henry Fonda el Oscar al Mejor Actor, que no pudo recoger porque falleció al año siguiente víctima del cáncer.

El aerobic la convirtió en multimillonaria

Para superar sus problemas de autoestima, Jane encontró su tabla de salvación en el aerobic, ideó un programa de televisión con ejercicios, comercializó libros y vídeos, que son, hasta la fecha, los más vendidos de la historia de su especialidad. Aquello la convirtió en multimillonaria. Durante los 80, Fonda intervino en "Agnes de Dios" (1985), "A la mañana siguiente" (1986) -un trabajo por el que fue nuevamente nominada al Oscar- "Gringo viejo" (1989), con un entrañable y veteranísimo Gregory Peck, y "Cartas a Iris" (1989). junto a Robert de Niro, con la que decidió retirarse de la interpretación.

Tercera boda con el presidente de la CNN

Para entonces, se había separado de Tom y, en 1990, consiguió el divorcio. Cuando se hizo pública la noticia, recibió una llamada de Ted Turner, propietario de la cadena de televisión estadounidense CNN, que la invitó a salir. "No estoy con ánimos, llámame en tres meses", le contestó, pero el magnate de la comunicación insistió hasta derrotar las resistencias de la actriz. El 21 de diciembre de 1991, día de su 54º cumpleaños, Jane y Ted se casaron en Atlanta y ella asumió el papel de devota esposa. "Siempre estuve tan desesperada por complacer a los hombres de mi vida que me volví completamente desapegada de mi yo auténtico", explicó en una ocasión. Aunque descubrió, al poco tiempo, que su marido tenía una amante, la pareja no se rompió. Por su parte, el empresario seguía anclado en una parte de su pasado, ya que su padre también se había suicidado y seguía sin superarlo. En sus múltiples apariciones públicas ofrecían la imagen de pareja feliz, pero Jane seguía sin sentirse una mujer completa y, a pesar de disfrutar de aviones privados, mansiones de ensueño y trajes de alta costura, decidió divorciarse en abril del 2001.

Sola de nuevo, y sin intención de volver a ponerse el anillo de casada, la actriz reside en Atlanta, donde disfruta de la compañía de sus dos nietos: Malcolm y Viva. En los últimos años se dedica a la filantropía y el activismo, colabora en la prevención de los embarazos en adolescentes, la educación sexual y el desarrollo del concepto de resilencia (capacidad para sobreponerse a las circunstancias adversas que experimentan algunas personas siendo niños). Abrió el "Jane Fonda Center for Adolescent Reproductive Health" en la universidad de Emory.

En el 2005, tras casi veinte años retirada, aceptó un papel en "Una suegra de cuidado", y "Georgia Rule". En septiembre del año 2007, la entonces princesa Letizia le entregó un premio de la fundación "Save the Children" por su defensa de los derechos de la infancia.

En los últimos años Jane Fonda ha incrementado su presencia en el cine. Encarnó a Nancy Reagan en The Butler (El mayordomo), participó en la comedia This Is Where I Leave You (Ahí os quedáis) y también ha tenido un papel en la multipremiada Youth (La juventud) de Paolo Sorrentino, codeándose con Michael Caine y Harvey Keitel.

En 2019, comenzó unos "Fire Drill Fridays", donde se dedicaba a protestar frente al Capitolio de los Estados Unidos para intentar evitar lo peor de la crisis climática. Por ello, ha sido arrestada cuatro viernes seguidos.