Mostrando entradas con la etiqueta Actor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Actor. Mostrar todas las entradas

viernes, 4 de febrero de 2022

Harrison Ford: El "héroe" de Hollywood

 



Harrison Ford nació el 13 de julio de 1942 en Chicago. Su padre, Christopher Ford, fue un ex actor y publicista de origen católico-irlandés y su madre, Dora Nidelman, una ex actriz radiofónica de origen judeo-ruso. Su infancia transcurrió en el seno de una familia de clase media, sin ninguna ostentación.

Aficionado al cine junto con su hermano, Terence

De pequeño le encantaba escuchar las historias de su abuelo, un ex comediante de vodevil y, junto a su hermano Terence iba mucho al cine, siendo "Bambi, de Walt Disney, la primera película que le marcó. Este "hobby" aumentó a medida que empezó a salir con chicas ya que "las salas de cine eran los mejores lugares para ir con ellas, eran oscuras, baratas y pasábamos buenos momentos", explicó, una vez convertido en estrella. En la escuela fue un alumno normal y corriente y, a diferencia del resto de sus compañeros, jamás perteneció a ninguna pandilla, no se metía en problemas y era un chico muy educado.

Solitario, introvertido y tímido con las chicas

Aquella personalidad solitaria e introvertida le marcó durante algunos años, hasta que se inscribió en los Boy Scouts de América, donde participó en todo tipo de actividades. En el instituto prosiguió con su carácter reservado, a duras penas hablaba con las chicas, pero poco a poco se fue abriendo y participando en la asociación de alumnos, acudía a las clases de gimnasia, al Club del Ferrocarril y, de tanto en tanto, ejercía como locutor en la emisora de de la escuela. Tras graduarse en 1960, a los 18 años, se matriculó en Literatura Inglesa y Filosofía en Ripon, una pequeña universidad de Wisconsin. "Era una persona muy perezosa, me costaba abrir un libro, siempre tenía la sensación de estar al borde del fracaso y carecía de ambición. No me interesaba nada lo que enseñaban", así que, al no sacar adelante su tesis sobre el dramaturgo Edward Albee, abandonó la universidad pocas semanas antes de su graduación. Sin embargo, no todo fue tan negativo, ya que durante sus estudios se enamoró de su compañera Mary Marquardt: "Éramos dos jovenes alocados, en aquel momento creíamos que no había ningún problema en la vida que un chico y una chica sinceramente enamorados no pudieran solucionar", decía de esa época. Tras dejar los estudios y pese a su timidez, se matriculó en un curso de arte dramático. Le daba terror enfrentarse al público, pero le fue pillando el tranquillo a la actuación y ésta se convirtió en su pasión. En esa época se sacó el carnet de conducir y, debido a su poca experiencia, tuvo un accidente de coche que le dejó una cicatriz en la barbilla que nunca se arregló con cirugía estética. Tras casarse con Mary en 1964, dejaron Wisconsin para instalarse en Los Ángeles, en busca de una nueva oportunidad.

Camarero, vendedor de yates y ebanista

En aquella época había miles de actores buscando su primera oportunidad, así que Harrison, para llegar a final de mes, tuvo que trabajar como camarero, vendedor de yates, pizzero, aprendiz de contable en unos grandes almacenes y ebanista. Tras intervenir en una modesta producción local, le gestionaron una entrevista con un cazatalentos de los estudios Columbia y consiguió un contrato de siete años por 150 dólares semanales. Su primera película fue "Ladrón y amante" (1966), a la que siguieron otras con papeles insignificantes. En 1967, enfadado, rescindió su contrato y entró en la nómina de la Universal. Empezó a intervenir en series tan populares como "El virginiano" o "Kung Fu", pero las cosas no marcharon como el esperaba y se planteó dejar de ser actor para mantener debidamente a sus dos hijos, Benjamín (nacido en 1968) y Williard (1969). Dedicó gran parte de su tiempo a estudiar carpintería y le llovieron un montón de ofertas. "Siempre he tenido una gran habilidad con las manos y me alegré enormemente cuando el músico Sergio Mendes me llamó para que le reconvirtiera un antiguo garaje en un estudio de grabación. A partir de ese momento me llamaron muchísimas personas para que arreglara su casa y empecé a ganar mucho más dinero como carpintero que como actor", ha admitido. Entre esos clientes y amigos estaba un director de cine llamado Fred Roos, que no dudó en poner su nombre entre las decenas de aspirantes a participar en "American Graffiti" (1973), realizada por un entonces desconocido director llamado George Lucas, con el que entabló una sólida amistad. Una de las anécdotas más divertidas de su carrera ocurrió en esa época, "ya que la actriz Sally Kellerman me contrató para que hiciera unas reformas en su casa, pero me llamó Lucas para incorporarme al rodaje y no fui a casa de Sally. Cuando me la encontré años después me dijo que todavía estaba esperando a que fuera a hacerle aquella reparación. No sé, tal vez me anime algún día...".

"American Graffiti", su primer gran éxito

Para sorpresa de todos , "American Graffiti" se convirtió en un gran éxito y la carrera de Harrison empezó a despegar. Compró una casa más grande  y confortable para su familia, con la que salía a comer a orillas del Pacífico y, de tanto en tanto, montaban excursiones los fines de semana. Sin embargo, meses después las ofertas empezaron a escasear, tenía la moral por los suelos y pensó en volver a la carpintería. Por fortuna, la suerte volvió a cruzarse en su camino. Lucas estaba preparando una película de ciencia ficción, "La guerra de las galaxias. Episodio IV. Una nueva esperanza" (1977), pero uno de los actores tuvo un accidente de coche y llamó a su amigo Harrison para dar vida al capitán Han Solo.

Éxito profesional y crisis de su matrimonio

Este personaje le reportó 650.000 dólares y fue su plataforma a la fama, ya que la película se convirtió en objeto de culto en todo el mundo. Sin embargo, su éxito profesional coincidió con una gran crisis en su matrimonio, que terminó en divorcio en 1979. "Ninguno de los dos tuvo la culpa de la separación y nos empezamos a preocupar por nuestros hijos, ya que no queríamos que sufrieran", ha explicado. Tras protagonizar "La guerra de las galaxias. Episodio V. El imperio contraataca", Steven Spielberg le llamó para hacer de Indiana Jones en "En busca del arca perdida" (1981), que aún sigue siendo una de las películas más taquilleras de la historia. Aquel papel (al que había renunciado Tom Selleck porque tenía que protagonizar la serie "Magnum") le cambió la vida en dos sentidos: por un lado, se convirtió en la estrella más grande de todos los tiempos y Spielberg le presentó a su futura mujer, Melissa Mathison, guionista de "E.T.". La pareja se casó en marzo de 1983 y, en palabras del actor, "aquella unión era perfecta ya que los dos nos dedicábamos al mundo del cine y podíamos entender todos nuestros problemas". Junto a ella encontró nuevamente la estabilidad sentimental. No les gustaba frecuentar las fiestas y se compraron una gran mansión cerca de Hollywood a donde invitaban a sus amigos. Tras hacer "Blade Runner" (1982), protagonizó "La guerra de las galaxias, episodio VI. El retorno del Jedi" (1983), al año siguiente "Indiana Jones y el templo maldito" y, en 1985, "Único testigo", que le valió su primera nominación al Oscar. En 1987, nació su tercer hijo, Malcolm y, a los cuatro años, su hija Georgia.

El nombre de Ford empezó a cotizar bien alto y, siendo consciente  de que varias de sus películas estaban entre las más taquilleras de la historia, exigió un aumento de salario. Así, en poco más de 20 años, había pasado de ganar 150 dólares semanales a cobrar 12 millones y medio de dólares por "Presunto inocente" (1990), 22 millones por "Air Force One" (1997) o un millón de dólares por minuto por "K-19" (2002). Es decir, 25 millones de dólares más un 20% de la recaudación de taquilla.

Unido a la joven actriz Calista Flockhart

En el 2003, anunció que protagonizaría la última entrega del superhéroe de aventuras Indiana Jones y, al año siguiente, después de 21 años de matrimonio, se separó de Melissa. El acuerdo de divorcio fue multimillonario y, a pesar del dolor de esta decisión, enseguida encontró consuelo en Calista Flockhart, protagonista de Ally McBeal y 22 años más joven que el actor. En los últimos años, la pareja pasea por todo el mundo su amor y, según se ha comentado, tiene intención de adoptar al hijo  de ésta, Liam. "Calista no solo está criando un hijo de 5 años, sino también otro de 65. No es que me sienta así, pero ella piensa que todavía lo soy. Es una mujer excepcional, con ella estoy pasando algunos de los mejores momentos de mi vida y me encantaría trabajar con ella porque es una actriz de gran talento", confesaba el autor que se considera un hombre normal y corriente. En lo político es un demócrata acérrimo y un luchador incansable por la conservación del medio ambiente.

Un rancho, aviones, helicópteros y motos

Aunque hace más de dos décadas, 1998, fue elegido por la revista "People" el hombre vivo más sexy del mundo, sigue siendo bastante tímido, es muy celoso de su vida privada, le enloquece jugar con sus nietos y no le gusta la ostentación. Gran parte de su fortuna la ha invertido en la compra de propiedades inmobiliarias, entre ellas, un rancho de 3,2 kilómetros cuadrados en Jackson (Wyoming), valorado en 30 millones de euros y que considera como su hogar. Cede cerca de la mitad de sus tierras al Jackson Hole Land Trust con fines de conservación de la naturaleza. Obtuvo su licencia de piloto privado en 1996 y extendió su práctica, más tarde, al pilotaje de hidroaviones monomotor y de helicópteros. Posee media docena de aviones y varios helicópteros que pilota él mismo y con los que ayuda en tareas de rescate. El 23 de octubre de 1999 fue víctima de un accidente de helicóptero durante un vuelo de entrenamiento de rutina sobrevolando el lago Piru, cerca de Santa Clarita en California. Durante una práctica de autorrotación, pierde altitud y se estrella violentamente contra el suelo. Ni él, ni su instructor resultan heridos de gravedad. Durante una entrevista televisiva en el programa Inside the Actor's Studio le preguntaron sobre el suceso, y él respondió simplemente: «Lo rompí». Tiene una flota de coches de lujo de coleccionista, unas cuantas Harley Davidson con las que se pierde por las carreteras de su país, una impresionante bodega de carísimos vinos y una colección de arte del siglo XIX valorada en 12 millones de euros.

En 2008 se estrenó en todo el mundo "Indiana Jones y el reino de la calavera de Cristal -con Cate Blanchett y John Hurt y dirigida por Steven Spielberg- en la que el héroe tiene la misión de encontrar un cráneo de cristal y evitar que caiga en manos de agentes soviéticos que quieren utilizarlo con fines siniestros.  

Crossing Over, se estrenó en marzo de 2009; en ella desempeña el papel del juez Max Brogan y comparte protagonismo con Ray Liotta y Ashley Judd. Este filme nos muestra a inmigrantes de diferentes nacionalidades que se esfuerzan en conseguir un estatus legal en Los Ángeles. Trata sobre las fronteras, la falsificación de documentos, el asilo, la naturalización y el choque de culturas.

En 2020 protagoniza The Call of the Wild, película de aventuras que combina imagen real y animación por computadora basada en la novela de 1903 del mismo título escrita por Jack London.

El oficio de actor, según él, no es nada más que un simple «curro» y que no tiene vocación de hacer feliz al espectador sino más bien ayudarlo a ser más altruista.

Contrariamente a sus comienzos, cuando reprochaba a los productores que no le permitían expresarse lo suficiente, él se califica de «servidor de la historia» e interpreta lo que se le dice. No se considera a sí mismo como una estrella, sino como alguien que tuvo mucha suerte al inicio de su carrera y todavía más para estar siempre en lo alto de la cartelera.

Contrariamente a la opinión que Ford tiene de sí mismo, el realizador Mike Nichols manifestó que le consideraba como «el Ferrari de los actores».

martes, 14 de diciembre de 2021

Antonio Ozores: Uno de los maestros del humor surrealista español

 


Antonio Ozores Puchol nació el 24 de agosto de 1928 en Burjassot (Valencia). Sus padres, Mariano Ozores y Luisa Puchol, eran descendientes de varias generaciones de actores. Se casaron en 1920 y tuvieron tres hijos varones, José Luis, "Peliche" (1922), Mariano (1926), director y guionista clave en la etapa del "destape", y Antonio, que también siguió los pasos de sus padres y debutó, a los 8 años de edad, en un teatro de barcelona haciendo, en catalán, "Els Pastorets", y pasó su infancia de pueblo en pueblo con la Compañía de Comedias Cómicas Puchol-Ozores, con la que hizo numerosas comedias. En 1950, debutó en el cine con "El último caballo", al lado de Fernando Fernán Gómez, Conchita Montes y Julia Caba Alba. Sería la primera de las 168 películas en las que intervendría. En 1958, se casó con la también actriz Elisa Montes, hermana de Emma Penella y Terele Pávez, con la que tuvo a su única hija, Emma, nacida en 1966. Al poco, la pareja se separó, aunque no consiguieron el divorcio hasta 20 años después. La relación acabó tan mal que, en una entrevista, Ozores afirmó: "Afortunadamente me separé de Elisa hace más de 40 años. Lo único que me queda hacia mi ex mujer es rencor porque se portó muy mal con Emma y eso no se me podrá olvidar nunca". Pese a los problemas personales, el actor dejaba las penas en casa y se esforzaba por hacer reír a los demás, que era lo que más le ha gustado en la vida. De ahí, que a partir de los años 50 se especializara en registros cómicos, en los que su desgarbado porte y su hablar anárquico y surrealista, así como su capacidad para la improvisación se convirtieron en su marca de identidad artística.

En 1952, junto a su padre y sus dos hermanos, había publicado chistes en la famosa revista de humor "La Codorniz", dibujos que años después recuperó para estamparlos en camisetas, bolsos y joyas, lo que le ayudaba a redondear una economía en tiempos en los que ser actor no era sinónimo de riqueza.

Presentador del primer concurso de televisión

Durante su juventud, salió a menudo de parranda con otros actores como Paco Rabal o Fernando Fernán Gómez, con los que las juergas duraban hasta altas horas de la madrugada. Con su hermano José Luis presentó en 1956 "Piense, acierte y premio", considerado el primer concurso televisivo, y protagonizó la primera serie de TVE titulada "¡Qué felices somos!". En aquellos años en que se rodaba con poco presupuesto, Ozores llegó a trabajar hasta en tres películas a la vez. "Era tan duro y estaba tan cansado que me iba a un rodaje y me dormía. Al despertarme, preguntaba: '¿Qué película es ésta?', me decían el título y ya me hacía con ella", explicaba. Ahí quedarán para siempre títulos emblemáticos como "Manolo guardia urbano" (1956), "¡Cómo está el servicio!" (1968) o "El turismo es un gran invento" (1968), en los que trabajó al lado de los más grandes como Concha Velasco, Tony Leblanc, Gracita Morales, Pepe Isbert, o Paco Martínez Soria. Ya en la segunda fase de su carrera cinematográfica, a finales de los 70, participó en casi todas las películas de su hermano Mariano, actor y productor de muchas de las películas del destape y el "landismo".

Cuando su hija cumplió 11 años, se fue a vivir con él y, desde entonces, han sido inseparables. Con tanto trabajo le costó apañárselas para cuidarla: "Lo pasé fatal porque entre función y función iba a casa a hacerle la cena, la dejaba acostada, volvía al trabajo... Desde luego mi hija tiene un estómago a prueba de bombas porque comía todas las tonterías que yo le cocinaba. Así está ella de sana, fuerte y llena de vida".

Compartió su vida con Maribel Tello durante unos años, pero la relación también se deterioró y, tras la separación, decidió anteponer la risa al sexo y al amor. "La gracia de vivir en pareja es jugar. Por ejemplo, en la cama les hablo de usted y les propongo decir mentiras. Un día una mujer aceptó y le dije: 'Tienes un culo gordísimo y la celulitis te desborda por los lados de la silla'... ¡Me dio un bofetón y se enfadó! No lo entiendo", así era su sentido del humor. En 1983, debutó en la dirección con "Los caraduros" y actuó junto a Fernando Esteso y Andrés Pajares en la comedia "Agítese antes de usarla", pero fue en 1986 cuando logró sus mayores cotas de popularidad gracias al concurso "Un, dos, tres... responda otra vez", donde daba vida a un personaje que explicaba cosas sin pies ni cabeza con una peculiar y atropellada forma de hablar y donde hizo famosa la coletilla "No, hija, no". Repitió en el concurso de Chicho Ibáñez Serrador en el 2004.

Radio, libros y la gestión del teatro Arlequín

Otra de sus facetas más conocidas fue la radio. Trabajó con Luis del Olmo desde 1985 hasta 1994 en "El Estado de la Nación", espacio del programa "Protagonistas" junto a Mingote, Tip y Coll, Gila, Forges, Chummy Chúmez o Manuel Summers. Tras aparecer  por última vez en la gran pantalla en "El pelotazo nacional" (1993), se dedicó a escribir y dirigir obras de teatro -"Achipé, achipé" o "Mientes con todos tus dientes"-, editó varios libros -"La profesión más antigua del mundo" o "Antonio Ozores. Su autobiografía"- y, gestionaba junto a su hija el teatro Arlequín de Madrid, donde estrenó "El último que apague la luz". Le gustaba decir que era "un hombre muy vago. No quiero trabajar, aunque siempre tengo que hacerlo". El dinero le servía para completar la pensión de 810 euros que percibía, aunque él, con su estrafalario sentido del humor aseguraba que "como soy un señor mayor y he ganado mucho dinero, tengo para jamón de York y pan hasta que me muera".

Durante los últimos años su hija Emma se había convertido en su principal apoyo, la persona que le acompañaba a todas partes: "Es absolutamente anormal porque tiene una bondad innata, un gran sentido del humor, es muy buena gente y quiere a todo el mundo", decía de la joven, que ha seguido sus pasos, al igual que su prima, Adriana, hija del ya fallecido José Luis. En la faceta sentimental, Ozores bromeaba diciendo que esperaba "a una chica guapa, alta, de ojos claros, inteligente y más joven que yo. Pero como no llega, me quedo con mi perra, llamada No sé, a la que considero mi señora porque la quiero muchísimo. Creo que el perro y el hombre son los únicos animales que mueven el rabo cuando están contentos".

Un homenaje al que ya no podría asistir

Consciente de lo muchos homenajes que le estaban dando en vida -el 31 de mayo del 2010 le dieron, en el VII Festival de Cine de Alicante, el Premio a Toda una Vida, que ya no pudo recibir personalmente-, solía comentar que "he trabajado muchísimo y quedamos pocos, porque todos se han muerto. Me da igual cómo vaya a ser recordado porque como no voy a estar, que piensen lo que quieran". Durante muchos años se le denominó "el Groucho Marx español" y se le comparaba con Charles Chaplin, porque actuaba, escribía y dirigía.

El actor falleció al mediodía del 12 de mayo del 2010 en la Clínica Oncológica Anderson, de Madrid, tras perder una dura batalla contra el cáncer.


viernes, 19 de noviembre de 2021

Al Pacino: Uno de los grandes actores de Hollywood

 


Alfredo James Pacino nació el 25 de abril de 1940 en el East Harlem de Manhattan (Nueva York, EEUU). Su padre, Salvatore Alfredo Pacino, tenía sólo 17 años cuando se casó con su madre, Rose Gerard, de 22, y el matrimonio se divorció cuando el pequeño Al apenas había cumplido 2 años. Salvatore se enroló como soldado, mientras que Al y su madre se mudaron al barrio del Bronx para vivir con sus abuelos maternos -oriundos del siciliano pueblo de Corleone- en un pequeño apartamento que compartían con dos ancianas tías sordas. Cuando dejó el Ejército, Salvatore (al que todos conocían como Sal) se instaló en Covina (California). Allí abrió un restaurante, en el que solía animar a sus clientes cantando y actuando. Dotado de un gran atractivo, Sal Pacino volvió a casarse en cuatro ocasiones más, matrimonios de los que nacieron cuatro hijas: Josette, Roberta, Paula y Desirée. La ausencia de su padre, con el que no tuvo mucha relación durante la infancia, marcó a Al, dándole un punto retraído y tímido a su carácter, aunque su abuelo materno, James, fue para él un gran referente. Gracias a su madre, con la que cada sábado iba al cine, Pacino descubrió hasta qué punto le gustaba el cine y la facilidad que tenía para imitar a los actores en su forma de hablar y de gesticular. Tan bien lo hacía, que en su casa le apodaban "el actor". Tras ser rechazado por el Ejército debido a su baja estatura (mide 1,65), dejó los estudios y la casa de sus abuelos y se matriculó en las clases de Arte Dramático de la High School for Perfoming Arts. Para costeárselas, trabajó en empleos tan diversos como mensajero, limpiador, conserje o recitando poesías en la calle para luego pasar el sombrero. Abrirse camino le fue extremadamente duro, sobre todo, porque su madre, que enfermó gravemente, no podía ayudarle en nada. Su precariedad económica le obligó a dormir en más de una ocasión en la calle o a las puertas de los teatros.

Empezó a hacer sus primeras obras en sótanos de Nueva York y luego se unió a la Herbert Bergdof Studio, donde conoció a su amigo y mentor, el actor Charles Laughton, su principal apoyo cuando le detuvo la policía por un error y su gran consuelo cuando en 1962 murió su madre. Rose tenía sólo 43 años y no pudo ver a su hijo convertido en una de las más influyentes estrellas de Hollywood. Al año siguiente, la tragedia volvió a golpearle, ya que falleció su abuelo. A pesar de la tristeza, en 1966 consiguió pasar las pruebas de admisión del prestigioso Actor's Studio, donde estudió en el mismo curso que Dustin Hoffman, con el que se dice que desde entonces mantiene una gran rivalidad. Allí ya se vio que aquel joven de mirada penetrante y cuerpo menudo tenía futuro como actor.

Coppola le convenció para hacer "El Padrino"

Su debut en Broadway fue en 1969 con "Does the tigre wear a necktie?", con la que consiguió un premio Tony, y ese mismo año apareció en la pantalla grande en "Yo, Natalie", película que pasó sin pena ni gloria, por lo que volvió a los escenarios. En una de esas representaciones le vio Francis Ford Coppola, que preparaba una nueva película sobre la mafia y le ofreció el papel de Michael Corleone. "Yo no me veía en el papel, no creía en mis posibilidades, estaba inseguro, pero Coppola me convenció y acepté", recuerda el actor, en el que tampoco creían los productores de la cinta, que hubieran preferido a Robert Redford o Jack Nicholson. Contra todo pronóstico, su excelente trabajo en "El Padrino" (1972) le consagró como intérprete, con una nominación al Oscar como mejor actor secundario. No lo ganó, pero su nombre dejó de ser anónimo. Pacino estaba encantado porque había trabajado con su ídolo, Marlon Brando, de quien dijo que "es como de otro planeta, un planeta donde sólo surgen grandes actores. Es imposible trabajar con él y no sentirse influenciado. Su forma de actuar es la que más ha influido en mi carrera". En el rodaje conoció a Diane Keaton, con la que vivió un romance que, con altibajos, duró 15 años. En los 70, protagonizó tres de los filmes más importantes de su carrera y que le reportaron tres nominaciones a los Oscar: "Serpico" (1973), "El Padrino II" (1974) y "Tarde de perros" (!975), donde hacía de un ladrón de bancos gay en un momento en que la homosexualidad era tabú en Hollywood. Ese papel, junto con el de "A la caza" (1980), donde interpretó a un policía que se disfrazaba de homosexual para descubrir a un asesino en serie, estuvieron a punto de costarle su carrera.

Convertido en una gran estrella, en lo personal seguía siendo bastante introvertido y desconfiado, "excepto con mi familia y amigos, pero con el tiempo tuve que ir aprendiendo a bajar la guardia porque soy una persona con una gran necesidad de afecto", según ha comentado este hombre que canalizaba su ansiedad fumando hasta cuatro cajetillas diarias y bebiendo. "A veces es difícil asumir el éxito y en la bebida encontré el coraje que necesitaba. Fue una tontería y me arrepiento de ello, pero en aquel momento fue mi tabla de salvación. Con respecto a la fama, a veces me encantaría convertirme en una mosca y desaparecer", confesó hace unos años al revelar que había dejado el alcohol y el tabaco.

Muchos romances y padre de tres hijos

En 1983, protagonizó la aclamada "Scarface", mientras sentimentalmente seguía sin estabilizarse. Tras sus fracasos amorosos con las actrices Jill Clayburgh, Marthe Keller, Debra Winger o Ellen Barkin, encontró la estabilidad con la profesora de Arte Dramático Jan Tarrant, con la que en 1989 tuvo a su primera hija, Julie Marie. "Disfrutaba muchísimo jugando con ella, contándole cuentos y dándole un beso de buenas noches. Cuando su madre y yo nos separamos, nuestra relación no cambió y nos veíamos a menudo. Tenemos muy buena química entre los dos", ha explicado. En 1990, protagonizó "El Padrino III" e intervino en "Dick Tracy" y, dos años después, le dieron el Oscar al mejor actor por "Esencia de mujer", en la que daba vida a un teniente coronel ciego y jubilado. Director de tres películas -"The local stigmatic", "Looking for Richard" y "Chinese Coffee"-, en 1996 recibió un homenaje a toda su carrera en el Festival de Cine de San Sebastián y ese mismo año se emparejó con la actriz Beverly d'Angelo, que le convirtió en padre de los gemelos Anton James y Olivia Rose. De nuevo separado en el 2003 (un año después de la muerte de su padre), se refugió en el trabajo. En el 2004, recibió un Globo de Oro por "Angels in America" y el 14 de abril de 2010 estrenó su trabajo "You don't know Jack", un telefilme en el que encarnaba al Doctor Muerte. A la presentación le acompañó su novia, la argentina Lucila Polak, 36 años menor que él y con la que no piensa casarse  porque Pacino nunca se ha casado.

Sus últimos trabajos son "Son of no one" (2011), un drama policíaco, y la comedia "Jack & Jill" (2011) en la que aparece como él mismo.

El 13 de febrero de  2012 el presidente Obama le impuso la Medalla de las Artes. El presidente quiso rendir homenaje al actor por su contribución a la cinematografía del país, también como director, por ser "una figura emblemática y duradera" y participar en "una de las décadas más interesantes del cine estadounidense, la década de 1970".

"Su intensidad como actor fue perfeccionándose en el escenario, bajo la tutela de Lee Strasberg y se ha convertido en uno de los artistas estadounidenses más destacados y exitosos".


miércoles, 27 de octubre de 2021

Tom Hanks: Uno de los grandes actores de Hollywood

 


Thomas Jeffrey Hanks nació el 9 de julio de 1956 en Concord (California). Sus padres, el cocinero Amos Hanks y la enfermera Janet Frager, se divorciaron en 1960, cuando él y sus tres hermanos (Jim, actor; Larry, profesor de entomología, y Sandra, escritora) eran muy pequeños. El joven Hanks se fue a vivir con su padre, con quien recorrió varias ciudades hasta establecerse en Oakland (California). Allí, además de trabajar en el estadio de fútbol americano Oakland Coliseum vendiendo palomitas y cacahuetes, Tom cursó bachillerato en la Skyline High School donde ya mostró un gran interés por la interpretación. "Yo era un "friki", exageradamente tímido, pero también el gracioso que hacía comentarios divertidos cuando pasaban dispositivas en clase. Nunca me metía en problemas. Era un buen chaval, muy responsable", dijo en una entrevista.

Dos hijos de su primer matrimonio

El punto de inflexión de su vida llegó cuando se matriculó en el Chabot College de Hayward (California) para estudiar teatro y vio la obra "El repartidor de hielo", de Eugene O'Neill, interpretada por Joe Spano, que dejó a Tom encandilado. Tras pasar por la Universidad Estatal de Sacramento, dejó California a finales de los 70 para irse a la ciudad de Nueva York, donde conoció y se casó con la actriz Samantha Lewes. La boda se celebró en 1978 y, antes de divorciarse en 1985, la pareja tuvo dos hijos, el ahora también actor Colin Hanks (1977), que le ha hecho abuelo de dos nietas, y Elizabeth Ann (1982).

De la comedia a los papeles dramáticos

Tuvo su primera oportunidad televisiva con "Bosom Buddies" e intervino en otras series como "Vacaciones en el mar" o "Enredos de familia" y debutó en el cine con un pequeño papel en "Sabe que estás sola" (1980). A partir de entonces, su vis cómica le valió el título de rey de la comedia y protagonizó cintas como "1,2,3... Splash" (1984), en la que trabajó con Daryl Hannah; "Esta casa es una ruina" (1986) y "Big" (1988), donde era un niño atrapado en el cuerpo de un adulto, papel con el que ganó el Globo de Oro y fue nominado por primera vez al Oscar. Entre filme y filme, Hanks se casó en segundas nupcias con la actriz y productora Rita Wilson, a la que había conocido en 1985 en el rodaje de "Voluntarios". La pareja ha tenido dos hijos, Chester (1991) y Truman (1996)

Al final de los 80, el actor dio un giro a su carrera buscando papeles más profundos y complejos. En 1989, rodó "La hoguera de las vanidades", y, tres años más tarde, dio un impulso definitivo a su faceta dramática con el papel de un abogado enfermo de sida en "Philadelphia", con el que ganaría su primer Oscar. Al año siguiente, repitió el éxito de crítica y público con la inolvidable "Forrest Gump", gracias a la cual se llevó a casa su segunda estatuilla al mejor actor. La conquista de dos Oscar consecutivos (ha sido el segundo actor de la historia en lograrlo, tras Spencer Tracy) hizo que su cotización aumentara hasta convertirse en uno de los actores mejor pagados del cine.

Duro teniente en la Segunda Guerra Mundial

Tom no paraba de trabajar. En 1995, hizo "Apolo 13" y, en 1998, a las órdenes de Steven Spielberg, protagonizó "Salvar al soldado Ryan", que le supuso una nueva nominación. Ese año -1998- trabajó con Meg Ryan en la comedia romántica "Tienes un e-mail", repitiendo fórmula con la actriz, con la que en 1993 ya había rodado otro éxito de taquilla: "Algo para recordar". "Náufrago" (2001) supuso una nueva nominación y su cuarto y último Globo de Oro hasta el momento. En 1996, después de participar en la serie "Historias de la cripta", debutó como guionista y director con "The Wonders" y, en el 2011, repitió detrás de las cámaras con "Larry Crowne". Esa experiencia como realizador no le ha impedido seguir eligiendo buenos papeles y formando parte de producciones como "Camino a la perdición", "Atrápame si puedes", con Leonardo DiCaprio; "La Terminal", "El Código da Vinci", "Ángeles y Demonios", "Capitan Phillips", "El puente de los espías", y la última que se ha estrenado, "Esperando al rey", donde Hanks da vida a un empresario que viaja a Arabia Saudí por negocios.

La lista de filmes de Tom, que han recaudado más de 8.500 millones de euros en todo el mundo, es inacabable y sigue creciendo. En otoño llegó "Inferno", tercera parte de "El Código da Vinci").

Problemas de drogas de su hijo Chester

Pero este éxito en la gran pantalla y su sólido matrimonio con Rita Wilson no le han protegido contra una de las peores pesadillas para un padre: la caída en el infierno de las drogas de su hijo Chester, que ha tenido serios problemas con la cocaína. A pesar de la gran discreción con la que el actor siempre ha llevado su vida privada, el año pasado se supo que su hijo estuvo supuestamente más de un mes desaparecido. Después, el joven admitió públicamente sus adicciones. "Hace un par de meses estaba vendiendo coca, y esnifando hasta que no podía más", confesó el joven, que señaló que había ingresado en un centro de desintoxicación y que por eso no había dado señales de vida en tanto tiempo. El apoyo de su padre ha sido y sigue siendo constante para lograr que Chester pueda rehacer su vida lejos de las drogas.

En el 2013, el actor anunció en un conocido programa de TV que padece diabetes del tipo 2, circunstancia que sospechaba desde que, a los 36 años, sus niveles de azúcar en sangre empezaron a ser más altos de lo normal. El protagonista de "Big" ha sido capaz de mantener su peso a raya a pesar de lo difícil que es siendo diabético, especialmente cuando, por exigencias de algunos guiones, ha tenido que engordar y adelgazar en varias ocasiones. En "Ellas dan el golpe", que protagonizó con Geena Davis y Madonna, tuvo que aumentar 15 kilos, mientras que en "Náufrago", primero ganó 20 kilos de peso en dos meses y después, en cinco meses, perdió 30.

Tom saltó a las páginas de los diarios al anunciar que, el 12 de julio de 2016 -tres días después de su 60º cumpleaños- su madre, Janet Frager, había fallecido a los 84 años de edad. "Ella marcaba la diferencia en muchas vidas. Le dijimos adiós ayer. Buen viaje, mamá", escribió en las redes sociales.

El asteroide número 12.818 lleva su nombre

Entre las aficiones del actor está la de coleccionar máquinas de escribir antiguas, de las que tiene unas 80. Aparte, es un gran apasionado de la historia espacial. De hecho, además de intervenir en la serie de la HBO "De la tierra a la luna", tiene un asteroide, el 12.818, que lleva su nombre. Como dato curioso hay que decir que está emparentado con uno de los presidentes más importantes de EEUU, Abraham Lincoln. Lo explicó cuando fue el narrador del telefilme "Matar a Lincoln" y dijo que su relación con el político le viene por parte de la madre del mandatario, Nancy Hanks, que se casó con Thomas Lincoln en 1806. 


jueves, 14 de octubre de 2021

Bud Spencer: El "duro" del "spaghetti western"

 


Carlo Pedersoli nació el 31 de octubre de 1929 en Nápoles. Fue el primero de los dos hijos de Alessandro, propietario de una industria que trabajaba el hierro, y Rosa, una ama de casa, que, según el actor, era "muy dulce, pero se transformaba en un sargento cuando mi hermana, Vera, y yo nos portábamos mal". La familia no conoció apuros económicos hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Los bombarderos destruyeron la fábrica y, arruinados, los Pedersoli emigraron a Roma en 1940. "En pocos meses pasé de ser heredero de una fortuna a comer el queso y el pan negro del racionamiento", recordaba en una entrevista. Pese a las estrecheces, padre e hijo se inscribieron en una sociedad deportiva para practicar su deporte favorito: la natación. Acabada la guerra, el patriarca decidió probar suerte en América, y la familia se instaló en Brasil, donde puso una tienda que vendía bidones de gasolina.

En 1948, la familia volvió a Roma y Carlo cursó un año de la carrera de Química para después pasarse a Derecho. El joven, que seguía entrenando diariamente en la piscina, participó en el Campeonato de Italia de 1950, obteniendo la medalla de oro en los 100 metros libres y convirtiéndose en el primer italiano que nadó esa distancia en menos de un minuto. Su carrera deportiva estuvo llena de éxitos y fue olímpico en dos ocasiones: en Helsinki, en 1952, y en Melbourne, en 1956.

Un waterpolista que fue extra en "Quo Vadis?"

También practicó el waterpolo y entró, ocasionalmente, en alguna convocatoria de la selección. En 1954, fue campeón de la Liga italiana con el Lazio. Entre competición y competición, probó suerte en el cine y, en 1951, hizo una pequeña aparición en "Quo Vadis?". Contra todo pronóstico, en 1957, Carlo abandonó el deporte. "Con poco más de 20 años era un campeón con unas perspectivas de futuro brillantes y un físico que gustaba a las chicas, pero no me sentía satisfecho. Parecía que todo había llegado por casualidad, sin que yo hubiera podido tomar parte activa", aseguraba.

Con la intención de encontrarse a sí mismo viajó hasta Caracas (Venezuela) donde trabajó en diversas canteras. Tras dos años en este país y con más dinero en el bolsillo que cuando llegó, regresó a Italia. Allí retomó la relación que ya tenía antes de marcharse con María Amado, con la que contrajo matrimonio en febrero de 1960. "Nos casamos en una pequeña iglesia romana, María estaba bellísima y yo me sentía seguro de haber hecho la elección correcta", recuerda el actor, que ha tenido tres hijos con ella: Giuseppe (1961), Cristina (1962) y Diamante (1972).

Compositor de melodías para anuncios


Durante la década de los 60, trabajó componiendo melodías para anuncios publicitarios hasta que, en 1967, recibió una llamada que le cambiaría por completo la vida y también el nombre. El director Giuseppe Colizzi, viejo amigo suyo, preparaba una película y le propuso ser el protagonista. Se trataba de un "spaghetti western" (nombre que designa al género de películas del Oeste hechas en Italia) titulado "Dios perdona... yo no". Para trabajar en ella tuvo que aprender a montar a caballo y a hablar inglés... en sólo tres meses. Fue entonces cuando Carlo Pedersoli se convirtió en Bud Spencer, su nombre artístico. Eligió el apellido en honor a su admirado Spencer Tracy, mientras que el nombre surgió de su marca de cerveza favorita, Budweiser. El el filme, compartía protagonismo con otro italiano, Mario Ginotti (Terence Hill de nombre artístico), con quien interpretaría más de 15 títulos que él ha calificado de películas "de tiros y peleas".


Su contundente físico y su 1.94 de estatura le llevaron a encarnar una y otra vez al bonachón capaz de ganar cualquier pelea con la fuerza de sus puños. "Le llamaban Trinidad" fue uno de los éxitos más sonados del tándem de actores, y en Italia logró imponerse en taquilla a todo un clásico de la época: "El último tango en París".


Piloto de aviación


Durante los años 70, Spencer rodó una película casi cada año, pero todavía tuvo tiempo de sacarse el título de piloto. "Mi ilusión de siempre fue volar. Así que me saqué el título de piloto civil de helicópteros, después el de aviones y, más tarde, el de reactores", ha relatado.


La buena relación con Terence Hill fue más allá de la pantalla y los actores se convirtieron en excelentes amigos. Bud Spencer estuvo al lado de su compañero cuando éste perdió en accidente de coche a su hijo Ross, de 17 años. Para intentar sacar a su amigo de la depresión, le propuso interpretar una nueva película juntos. "Y en Nochebuena... ¡Se armó el Belén!" (dirigida por Terence Hill en 1994) los reunió tras nueve años en que ambos habían desarrollado carreras artísticas por separado.


En solitario, Bud Spencer rodó una treintena de filmes que alternó con apariciones en series televisivas. Desde finales de los 90, ha frenado su ritmo de trabajo, aunque sigue en activo y, por ejemplo, en nuestro país se emitió en el 2009 un anuncio para una entidad bancaria, "Bancaja", con un estilo que recuerda a las películas grabadas en la década de los 70 con Terence Hill.


Este hombre, que no se considera un actor, "sino un hombre que hace películas. Me dan envidia los buenos intérpretes como Marlon Brando o Robert Redford", aún interpreta con más de 80 años.


Dos de sus hijos también se dedican profesionalmente al mundo del cine. Giuseppe es director y productor, mientras que Diamante, que ha adoptado el nombre de Diamy Spencer, es actriz y coincidió con su padre en dos películas.


Una línea aérea que compró el Vaticano

Su pasión por la aviación y los ingresos obtenidos a lo largo de su vida profesional, le permitieron crear, en 1981, la compañía aérea de carga Mistral Air, que en el 2007 fue comprada por el Vaticano para ofrecer a los fieles viajes a lugares santos como Lourdes, Fátima o Santiago de Compostela. El polifacético actor también quiso probar suerte como político y, en 2005, se presentó a las elecciones regionales de su país como miembro de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, a quien conocía desde mucho antes. "He hecho una veintena de películas con él", comentó Bud Spencer en referencia al mandatario, propietario de la productora Medusa Films. No consiguió el escaño y no volvió a presentarse.

Entrenador de natación

Con casi 80 años, Bud Spencer retomó el interés por el deporte acuático, y se sacó el título de entrenador de natación y waterpolo. Dos años antes, en el 2007, la Federación Italiana de Natación le había otorgado el 'Caimán de Oro', como reconocimiento a su carrera deportiva.

Y en el 2010 recibió, junto a Terence Hill, el premio 'David de Donatello' por su trayectoria artística.

Falleció en su casa en Roma a las 18:15 del lunes 27 de junio de 2016. Según declaró su hijo Giuseppe Pedersoli, su última palabra fue «Gracias».

        

 


miércoles, 11 de agosto de 2021

Carlos Larrañaga: Popular actor español

 


Carlos Larrañaga Ladrón de Guevara nació en Barcelona el 11 de marzo de 1937. Fue hijo de la gran actriz María Fernanda Ladrón de Guevara, casada en segundas nupcias con el actor y médico Pedro Larrañaga. Su hermana, Amparo Rivelles, era hija del primer matrimonio de su madre con el actor Rafael Rivelles. Con sólo 4 años, Carlos debutó en "Alma de Dios", y, a los 9, intervino en "Serenata española", protagonizada por su hermana. Debido a las largas giras de sus progenitores, pasó parte de su infancia en Cuba. A los 13 años dejó los estudios para dedicarse al teatro y, en 1950, rodó "Pequeñeces", un clásico del cine español protagonizado por Aurora Bautista y Jorge Mistral. "Orgullo y pasión" (1957) le abrió las puertas grandes del cine español tras haber trabajado junto a Sofía Loren, Frank Sinatra y Cary Grant quien, según dicen, quedó perdidamente enamorado de la belleza del actor, de cuyo perfil decía que era el más perfecto y helénico que había visto jamás. "Sufrí acoso, pero no derribo", aseguró décadas más tarde.

Padre de su primer hijo con una bailarina

Durante esa época tuvo una breve relación con una bailarina sevillana, Isabel Raya, que meses después le comunicó que había dado a luz un hijo suyo: Juan Carlos, familiarmente llamado Kako. "Mi madre y yo nos hicimos cargo del bebé y, como los dos estábamos rodando, le llevamos a un centro de pediatría en Navacerrada donde le cuidó Mimi, un ama tan agradable que nos la llevamos a casa", contó en una ocasión.

Tras un corto noviazgo, Carlos contrajo matrimonio el 26 de julio de 1959 con María Luisa Merlo con la que tuvo tres hijos más: Amparo (1963), Pedro (1965) y Luis (1966). El matrimonio creó una compañía teatral con el propósito de pasar más tiempo juntos, pero tras representar "Vidas privadas", en 1970, se produjo su primera separación y la disolución de su compañía. A pesar de que se reconciliaron a las pocas semanas y en 1973 obtuvieron un gran éxito con la serie "La pareja a través de la historia", su relación estaba tocada y en 1975 se separaron definitivamente, aunque María Luisa siempre ha sido para Larrañaga una de las mujeres más importantes de su vida. "Le tengo un gran cariño, la respeto y no puedo ni quiero borrarla de mi vida. Conservo un maravilloso recuerdo de ella", asegura.

Su fracaso matrimonial coincidió con el luto por la muerte de su madre. "Mi vida tiene dos partes: antes y después de su muerte", ha dicho siempre. Pero el amor volvió pronto a su vida y, en los ensayos de la obra "La gata sobre el tejado de zinc", se enamoró de la actriz y guionista Ana Diosdado. "Lo nuestro fue un flechazo. Nos gustamos desde el primer momento".

Boda en Londres con Ana Diosdado


El 14 de abril de 1979 contrajeron matrimonio civil en Londres y cuatro años después -cuando ya hubo ley de divorcio en España- volvieron a casarse en Toledo. El inicio de esta nueva unión coincidió con su retirada de los escenarios durante siete años, aunque Carlos no dejó de trabajar, ya que protagonizó algunas de las series más famosas de TVE como "Los gozos y las sombras" (1982), "Goya" (1984) y "Tristeza de amor" (1985) con Alfredo Landa, "uno de mis mejores amigos y uno de los grandes actores de todos los tiempos".


En lo personal, Carlos era feliz. Sus hijos habían continuado con la saga artística, aunque por diferentes caminos. Kako se dedicaba a temas técnicos, Pedro -actual marido de Maribel Verdú- es productor y Amparo y Luis son actores. "Todos ellos son maravillosos, me dan ganas de vivir, he respetado siempre sus decisiones y sólo me dan alegrías". La plenitud familiar llegó en 1982, cuando se convirtió en abuelo a los 45 años, ya que Pedro fue padre de su hijo Carlos Javier y Amparo tuvo a Ismael Vicente. "Me encanta que me llamen abuelo y ejerzo el papel a la antigua usanza. No me preocupa envejecer, asumo el paso del tiempo con dignidad y jamás me sometería a una operación de cirugía estética", confesaba en esa época.


Junto a Alberto Closas y Arturo Fernández se convirtió en el galán de referencia del cine español -se dice que se acostaba con la mayoría de sus compañeras de rodaje-, pero Carlos asegura que la etiqueta de hombre guapo ha sido como un lastre y, según él, "he sido una víctima de las mujeres hombriegas". A principios de los 80, se definía como un cazador arrepentido, "ya que cada vez me da más pena matar a un animal", pero ha seguido cultivando "hobbies" como fumar, pescar, pintar o leer.


Nostálgico de las tablas, en 1986 reanudó su romance con el teatro con "¿Qué tal, cariño?", que se prolongó ininterrumpidamente hasta 1990, año en el que empezó a trabajar en "Farmacia de guardia" (1991 - 1995), una de las series más exitosas en la historia de la televisión (algunos de sus capítulos los vieron más de 11 millones de personas) y por la que ganó dos TP de Oro. Durante esa época, Carlos explicaba riéndose de uno de sus nietos: "No le preocupa ponerse enfermo porque sabe que su abuelo tiene una farmacia".


Un tercer matrimonio que acabó ante el juez


Al poco de divorciarse de Ana Diosdado en 1999, Carlos volvió a sus andadas amatorias y conquistó a Pilar Velázquez, su compañera en la obra "Todas las mujeres de Jack". Aquel romance duró unos meses y tras la ruptura, llegó otra actriz, la canaria Isabel Prinz, de la que dijo: "Sólo le pido lealtad, amor y paciencia", algo que no debió ofrecerle porque la relación también fue breve. La siguiente en caer rendida a sus encantos fue María Teresa Ortiz Bau, directora de comunicación de la Fundación Wintherthür, con la que se casó por lo civil en un cigarral toledano el 13 de noviembre del 2000. Ambos prodigaban su amor a los cuatro vientos, se les veía contentos y felices en los numerosos actos públicos a los que asistían y todo parecía indicar que lo suyo iba a ser eterno hasta que, en el 2004, estalló el escándalo: María Teresa se enteró a través de una exclusiva vendida a una revista por su marido -condecorado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en el 2002- que su matrimonio se había acabado. Algunas fuentes aseguraban entonces que María Teresa había sido estafada por su marido, que se había quedado con una importante cantidad de dinero. Las desavenencias entre ellos llegaron hasta los tribunales, ante los que María Teresa lo acusó de ser un maltratador. "No la maltraté y la jueza me dio la razón", se defendió el actor, que curó sus heridas al lado de Sarah Glattstein, entonces directora de la revista "Cosmopolitan". Una relación que, al parecer, simultaneaba con otra secreta con María Durán, quien llegó a conservar en su móvil montones de mensajes románticos del tipo: "No tengas miedo, mi amor. Todo saldrá bien. Te quiero. Duerme tranquila". La actriz aseguró que Larrañaga "me repetía constantemente que estaba enamorado de mí y que no quería estar con nadie más que conmigo". Sin embargo, al final, no fue ni la una ni la otra. En octubre de 2006, el actor volvió a la primera página de actualidad porque su primogénito, Kako, le acusó públicamente de unos supuestos malos tratos cuando era pequeño y por su boda -la cuarta- con Ana Escribano, una actriz 38 años más joven que le hizo nuevamente padre tras el nacimiento de una niña llamada Paula. Sin embargo, en el 2010 llegó el divorcio: "Han sido cuatro años de una locura maravillosa", declaró, poco antes de poner punto final a su historia.


Un ictus y la operación de urgencia de un cáncer

Carlos sufrió un ictus que estuvo a punto de costarle la vida y por el que tuvo que pasar hasta en cinco ocasiones por el quirófano. Cuando preparaba su regreso a los escenarios con la obra "Quizás, quizás", un grave problema de salud le volvió a apartar de la vida pública: fue ingresado para ser operado de un tumor en la vías urinarias en el Xanit Hospital Internacional de Benalmádena (Málaga). El 20 de agosto de 2012 fue ingresado de urgencia en la UCI del Hospital Xanit Internacional de Benalmádena, a causa de una descompensación cardíaca. Carlos Larrañaga falleció la tarde del 30 de agosto de 2012, tras no poder superar dichas complicaciones cardíacas.

 


miércoles, 4 de agosto de 2021

Michael Caine: El "gentleman" del cine británico

 


Maurice Joseph Micklewhite, verdadero nombre de Michael Caine, nació el 14 de marzo de 1933 en un humilde hogar de un barrio del sur de Londres (Gran Bretaña). Su padre, Maurice, era mozo en un mercado de pescado y su madre, Ellen Frances Marie, asistenta. Durante los bombardeos alemanes de la segunda guerra mundial, él y su hermano Stanley, tres años menor, fueron evacuados y trasladados a una granja en Norfolk. Acabada la guerra, toda la familia se trasladó al East End, barrio obrero por excelencia. En la biografía que escribió en 1992, Caine recordaba que los dos únicos lujos de su infancia los tuvo por dos taras físicas: "Unas botas ortopédicas como remedio a una cojera producida por el raquitismo y unas gafas que necesitaba debido a una enfermedad llamada blefora, que tenían los cristales tan gruesos como su montura de concha negra".

Fascinado por el cine y las lecturas, Maurice vivió una infancia llena de privaciones y una primera juventud bastante conflictiva ya que se integró en una banda, de la que llegó a ser cabecilla. Por suerte, cuando tenía 14 años conoció a un sacerdote que le permitió salir del entorno de "hooligans" y le abrió las puertas al teatro de aficionados.

Soldado en la guerra de Corea y actor teatral

En 1949, con 15 años, dejó la escuela para desempeñar trabajos poco cualificados hasta que cumplió el servicio militar en Corea con los Fusileros Reales. Cuando lo licenciaron, continuó con el mismo tipo de ocupaciones, pero empezó a estudiar interpretación por las tardes. Su primer trabajo en teatro fue como ayudante de regidor y, al poco, ingresó en el Lowestoft Repertory Theatre de Suffolk, como joven protagonista con el nombre artístico de Michael Scott. Allí se enamoró de la primera actriz, Patricia Haines, con la que se casó en 1955 y tuvo una hija, Dominique. Su confianza en sí mismo y un cambio de apellido, tomado de "El motín del Caine", película que vio anunciada en la marquesina de un cine, le animaron a regresar a Londres, donde ingresó en la compañía Theatre Workshop de Joan Littlewood. Hizo un pequeño papel en la película "Un infierno en Corea" y trabajó como figurante en montajes del West End, pero todo eso no era suficiente para llegar a fin de mes. En 1958, ya divorciado de Patricia con la que la relación no había funcionado, Michael se fue a París, intentando una nueva vida. Al cabo de unos meses, volvió a Londres y, con la ayuda económica de su madre, siguió en el teatro, trabajando por todo el Reino Unido.

Después de muchas obras y televisión de segunda fila, suplió a Peter O'Toole en una obra teatral que tuvo mucho éxito en Londres y que le supuso una larga gira.

Disimuló su acento de barrio para ser teniente

Pero el gran giro en su carrera se produjo cuando, a los 30 años, obtuvo el papel del degenerado y aristocrático teniente Bromhead en "Zulú" (1964), para el que tuvo que disimular su acento "cockney" (típico de barrio y considerado muy vulgar en Londres, pero del que él se siente muy orgulloso). Los críticos se fijaron en un excelente trabajo y, traspasada la barrera del anonimato, encarnó a dos de sus personajes favoritos: Harry Palmer, el antihéroe triste y laborioso de "Ipcress" (1965) y el mujeriego y derrochador profesor de "Alfie" (1966), film que le convirtió en estrella y le valió su primera candidatura al Oscar. En lo que quedaba de años 60 y principios de los 70, Caine aumentó su prestigio como actor versátil, dando vida a personajes muy diversos en películas dirigidas por realizadores de la talla de Vittorio de Sica, Joseph Losey, Robert Aldrich, John Huston, Otto Preminger, John Frankeheimer o Joseph L. Mankiewicz. Su trabajo en un film de éste último, "La huella" (1972) -en magistral duelo con el gran Laurence Olivier -le valió una nueva nominación para el Oscar, premio que le arrebataría Marlon Brando con "El padrino".

Miembro activo de una pandilla de seductores y bebedores del calibre de Peter O'Toole, Richard Harris, Oliver Reed y Terence Stamp (con el que compartió piso), la bebida llegó a ser un serio problema para Caine en los años locos del "swinging London", hasta que un día vio un anuncio de café en televisión. No es que decidiera sustituir el "gin tonic" por los cortados, sino que se quedó fascinado con la protagonista. Removió cielo y tierra hasta dar con la que creía una bellísima brasileña. Resultó ser Shakira Baksh, una joven de ascendencia india nacida en la Guyana Británica, que, conocedora de su fama de crápula, se negó a salir con él. "Ella vivía en la zona de Fulham con su madre, que me cogía el teléfono y me decía que su hija no podía salir conmigo porque en ese momento se estaba lavando el pelo...Tras varias negativas idénticas, pensé que era la chica con el pelo más limpio de Londres", ha explicado el actor con su proverbial ironía. Tras dos semanas de insistencia, se conocieron y, en 1973, se casaron. Ahí acabó la vida disoluta de Caine, que, al poco, fue padre de su segunda hija, Natasha Halima. "Si solo me hubiera dedicado a actuar me habría vuelto loco", ha dicho, reconociendo que encontró en su segundo matrimonio una estabilidad emocional que aun dura. 

Dos Oscar para un caballero de la Reina

Amante de la jardinería, la vida hogareña y el "fish and chips", este actor, propietario de siete restaurantes y un productora de cine, se marchó en 1979 a EEUU para escapar de la presión fiscal británica. Logró su primer Oscar en 1987 por su trabajo en "Hannah y sus hermanas", de Woody Allen, mientras que el segundo llegó 13 años más tarde por su entrañable médico de "Las normas de la casa de la sidra". Ese mismo año 2000, Isabel II le nombró "sir". "Lo considero una victoria de mi gente, la clase obrera", declaró este hombre que ha trabajado en más de un centenar de películas. 

En 1997 encarnó al expresidente de Sudáfrica, Frederik de Klerk, que sacó a Nelson Mandela de la cárcel en la película "Mandela and the Klerk".

En 2000 la Corte Real británica le nombró caballero, lo que le convirtió en Maurice Micklewhite. Él escogió recibir su caballería bajo su verdadero nombre como un signo de respeto por su padre, que se llama de la misma manera. En el interior del Actors Studio en 1998, indicó que se trataba de una tradición gitana la de poner el nombre Maurice al primogénito en la familia. Contrariamente a la costumbre generalizada entre los actores, Caine siempre ha utilizado su nombre verdadero en la vida real.

En 2013, a sus 80 años interpretó a Matthew Morgan en la película "Mr. Morgans Last Love" junto a Clemence Poesy, personificando a un viudo octogenario que entabla una cercana relación con una mujer joven (Pauline). En la película aparecen también Gillian Anderson y Justin Kirk.

Recientemente ha explicado que la muerte (natural o por algún cáncer) es su principal preocupación y está librando una batalla para prolongar su longeva existencia mejorando drásticamente su estilo de vida siendo apoyado por su esposa. Michael Caine se ha posicionado a favor de la separación de Reino Unido de la Unión Europea, votando a favor del "Brexit".



lunes, 5 de julio de 2021

Peter O'Toole: Protagonista del filme "Lawrence de Arabia"

 


Peter Seamus O'Toole nació el 2 de agosto de 1932 en Connemara, County Galway (Irlanda). Fue hijo de Patrick Joseph, orfebre y corredor de apuestas de caballos, y Constance Jane, una enfermera escocesa. Siendo un bebé, sus progenitores viajaron durante unos cinco años por el norte de Inglaterra donde se realizaban las mejores apuestas.

Poco después de iniciarse la II Guerra Mundial fue evacuado a Leeds, donde estuvo durante seis o siete años en un colegio católico de monjas, donde le golpeaban con la regla porque era zurdo: "Aquel lugar era maravilloso, pero las monjas querían que yo hiciera todo con la derecha, no podían soportar que un niño fuera diferente".

De pequeño, soñaba con ser periodista y, tras dejar el colegio a los 14 años, ejerció como tal en el "Yorkshire Evening News". Tiempo después, se enroló en la Royal Navy como telegrafista. De regreso a Leeds, un amigo le animó a que se dedicara a la actuación y se inscribió en la Royal Academy of Dramatic Art, donde coincidió con Richard Harris, Alan Bates y Albert Finney, quien se convirtió en uno de sus amigos íntimos. O'Toole empezó su carrera en los escenarios del Bristol Old Vic Theater, donde se especializó en obras clásicas.

Boda con Sian Phillips, madre de sus dos hijas

Su debut en el prestigioso West End londinense, en 1957 con la comedia "Oh, My Papa", fue tan desastroso que se emborrachó y terminó en los juzgados. En una obra de teatro se enamoró de la actriz Sian Phillips, que se quedó embarazada estando aún casada con otro. Tras lograr un divorcio rápido en México, O'Toole se casó con ella y nació su primera hija, Kate, en 1960. Ese mismo año empezó a hacer pequeños papeles en películas como "Kidnapped", "Los dientes del diablo" y "El robo al banco de Inglaterra", hasta que el director David Lean le dio el papel protagonista de "Lawrence de Arabia", película que se convertiría en uno de los clásicos del séptimo arte. Gracias a este trabajo, el hasta entonces desconocido actor logró su primera nominación al Oscar. No lo ganó, pero se convirtió en una estrella de primera magnitud, cuya intensa mirada azul se hizo tan legendaria como la de Elizabeth Taylor y Paul Newman. O'Toole bordó la interpretación de Thomas Edward Lawrence, quie, en la vida real, había sido uno de los hijos ilegítimos de Sir Thomas Chapman, arqueólogo especializado en el Medio Oriente. Poco antes de la I Guerra Mundial, Lawrence trabajó para una compañía topográfica que, en realidad, era una tapadera del espionaje británico. Tras ser aceptado como consejero militar, se unió al príncipe Faysal -convertido posteriormente en Faysal I de Iraq- y juntos organizaron la sublevación e insurrección de los árabes contra el Imperio turco, aunque sus esfuerzos a favor de la independencia del pueblo árabe no tuvieron fruto. Falleció en 1935 en un accidente de moto tras licenciarse de las Fuerzas Aéreas Reales (RAF).

Burton y Harris, compañeros de juergas

En 1963, Peter O'Toole fue padre de otra niña, Patricia y su carrera cinematográfica avanzaba a toda máquina, ya que obtuvo su segunda nominación a la estatuilla por "Becket" (1964), donde trabajó con Richard Burton, uno de sus compañeros de juergas y borracheras. "El, Richard Harris y yo hacíamos, en público, lo que los demás hacían en privado. Bebíamos y sabíamos lo que era la maría", explicó en una ocasión.

En los años 60 rodó películas tan inolvidables como "Lord Jim" (1965); "Cómo robar un millón y..." (1966) con Audrey Hepburn; "La Biblia" (1966) y "El león en invierno" (1968), junto con Katharine Hepburn, con la que no se llevó muy bien hasta que protagonizaron la siguiente anécdota: "Decía que yo estaba medio loco y tuvimos mala relación hasta que ella dio un puñetazo a un taxista. Eso nos empató y desde entonces fuimos buenos amigos. Era una mujer divina". En 1969, protagonizó "Adiós, míster Chips" y "¿Qué tal Pussycat?", primera aparición cinematográfica de Woody Allen.

En la siguiente década, su carrera empezó a deteriorarse, siendo una excepción el filme "El hombre de la Mancha" (1972), con Sofía Loren, porque estaba más ocupado en emborracharse que en actuar. Protagonizó tantas juergas hasta altas horas de la madrugada que, en una ocasión, salió a tomar una copa en París y se despertó en Córcega. En 1975, estuvo a punto de morir por lo que fue descrito como una "irregularidad abdominal", pero la verdad fue que le tuvieron que extirpar parte del estómago y del intestino a causa de su abuso del alcohol. "No me arrepiento de una sola gota", solía repetir. Su esposa, que tiempo después manifestó que O'Toole "era un ser peligroso y perjudicial", le abandonó por otro hombre tras protagonizar numerosas broncas. El actor jamás volvió a casarse, al parecer porque su moral católica le hacía ver mal el divorcio.

En 1979, protagonizó la escandalosa "Calígula" y, tres años más tarde, conoció a la modelo Karen Brown, con la que convivió durante seis años y con la que tuvo a su tercer hijo, Lorcan, nacido en 1983 y que ha seguido sus pasos profesionales, aunque con menor éxito. La pareja se separó y, tras una agria disputa por la custodia del niño, fue finalmente el actor quien se encargó de criarle. Padre e hijo se lo pasaban muy bien, compartían confidencias en su casa de Hampstead -a las afueras de Londres- y se divertían practicando cricket, deporte favorito de O'Toole.

Oscar honorífico por toda su carrera artística

Poco a poco fue menguando su actividad en el cine. Tenía los ojos tan sensibles que los focos de los estudios y del teatro habían empeorado su visión hasta casi dejarle ciego. Sobre su estado de salud comentaba que "he tenido todas las enfermedades posibles e imaginables, salvo, para mi fortuna, el infarto de miocardio y el cáncer. Físicamente siempre he sido muy vulnerable" y así lo dejó patente en sus últimas apariciones públicas.

Durante el rodaje de "Fantasmas" (1998) se enamoró platónicamente de Rose Mcgowan, quien, años después, saltó a la fama con la serie "Embrujadas". También se comentó que había tenido un breve romance con Ursula Andress. A partir de los años 80, intervino en películas como "Masada" (1981), "El último emperador" (1987), "Los viajes de Gulliver" (1996) y "Troya" (2004). Ni las drogas ni el alcohol habían mermado su memoria y su genio interpretativo y, de hecho, se sabía de memoria los 154 sonetos de Shakespeare, a quien consideraba el escritor más importante del mundo.

Ganó cuatro Globos de Oro, un Emmy, un Bafta y estuvo nominado ocho veces a los Oscar, pero jamás lo obtuvo como mejor intérprete. La Academia intentó hacer justicia otorgándole, en el 2003, una estatuilla honorífica, que, en principio, él rechazó porque creía que aún tenía posibilidad de "ganar esa mierda de premio de forma rotunda, pero mis hijos me convencieron". Hombre amable y discreto, jamás hablaba mal de nadie y dedicaba su ocio a la lectura.

Un retiro sin lágrimas y mucho agradecimiento

En julio del 2012, anunció su retirada a través de un comunicado: "Queridos todos, me ha llegado la hora de tirar la toalla. Me retiro del cine y del teatro. Me he quedado sin aliento y no volveré", añadiendo que "uno debe decidir por sí mismo cuándo es el momento de irse. Me voy de la profesión sin una lágrima y profundamente agradecido". A partir de ese momento no concedió ninguna entrevista y se dedicó a escribir sus memorias. Con todo, no se pudo negar a aceptar un papel en "Catalina de Alejandría"´. Finalmente, un cáncer se llevó al actor, en su casa de Londres, el pasado 14 de diciembre de 2013.


martes, 1 de junio de 2021

Fernando Fernán Gómez: Actor, director, escritor y académico de la lengua

 


Fernando Fernández Gómez nació el 21 de agosto de 1921 en Lima (Perú), aunque fue inscrito a los siete. días en el registro civil de Buenos Aires (Argentina), nacionalidad que conservó hasta 1984, año en que consiguió la española. Fue hijo natural de la actriz Carola Fernández Gómez (aunque usaba el apellido artístico de Fernán Gómez), que se  encontraba de gira por Latinoamérica con la compañía de María Guerrero cuando dio a luz al que sería su único hijo. Con pocos meses de edad, Fernando embarcó con su abuela, Carola Gómez, rumbo a España y se instalaron en Madrid a la espera de que volviera la madre del pequeño. En los primeros, vivieron en pensiones o compartiendo habitación con otras familias hasta que la situación económica les permitió instalarse en un pequeño piso de alquiler de la calle Álvarez de Castro.

Su abuela. Carola, referente de su infancia

Allí creció Fernando, con su abuela como gran referente. "Para mí, era la ternura, el calor, la compañía", escribió el propio Fernán Gómez en su libro de memorias, "El tiempo amarillo", publicado en 1990. De la mano de su abuela aplaudió la proclamación de la República, cuando él tenía 10 años, mientras que su madre, monárquica, veía con preocupación la llegada del nuevo régimen. Estudiante en los Hermanos Maristas, este polifacético artista tuvo una infancia en la que su madre y su abuela se "esforzaban en que me pareciera natural el hecho de no tener padre y yo me esforzaba en que ellas no se dieran cuenta de que yo no me daba cuenta de que aquello no era normal", escribía. Hizo sus pinitos como actor en el colegio y, a los 16 años, cuando su abuela opinaba que tenía que tener "un oficio limpio" mientras su madre replicaba que "obrero, de ninguna manera", empezó a estudiar declamación en la Escuela de Actores de la CNT. Para entonces era un lector compulsivo, que tenía "Los Miserables", de Víctor Hugo como libro predilecto. Finalizada la guerra, y tras un breve paso por Filosofía y Letras, entró de meritorio en una compañía de teatro. Su primer actuación fue de comparsa en el teatro Pavón y, en su primera función, con una compañía de vodeviles, en el teatro Eslava, el miedo le impidió pronunciar las dos frases de su papel. Pero el dramaturgo Enrique Jardiel Poncela supo apreciar lo que valía y le dio un papel en "Los ladrones somos gente honrada". "La obra había sido un gran éxito; mi actuación mereció muchos comentarios, pero en las críticas que aparecieron al día siguiente del estreno no había ni una mención destacada para mí. (...) Más adelante sí tuve una mención elogiosa en una crítica, porque Jardiel Poncela le pidió al crítico Alfredo Marquerie el favor de que me mencionara", escribía Fernán Gómez en sus memorias. Y es que aquel pelirrojo larguirucho y delgadísimo tenía prisa por encontrarse con su destino: el de ser uno de los actores más importantes que ha habido en España. No era solo una cuestión de vanidad ni de necesidad de reconocimiento, sino que había razones sentimentales: se había enamorado de María Dolores Pradera, entonces una joven actriz que aún no había empezado cu carrera como cantante, y quería casarse.

6000 pesetas por su primer papel en cine

En 1943, estaba actuando en "Los habitantes de la casa deshabitada", de Jardiel Poncela, cuando recibió una oferta de Cifesa: 6000 pesetas por tres meses del rodaje en "Cristina Guzmán", una película de Gonzalo Delgrás. Como en el teatro ganaba 20 pesetas diarias, no dudó en aceptarlo. Aquel mismo año participó en ocho películas más, convirtiéndose en lo que se llamaba galán cómico debido a su rostro excéntrico y a su vozarrón inconfundible. Su recién iniciada carrera cinematográfica, que simultaneó con la radio y el doblaje de películas, le permitió contraer matrimonio con María Dolores el 29 de agosto de 1945. "Quiero tener 11 hijos, por lo menos, para formar un equipo de fútbol", decía entonces. Su prole, sin embargo, quedó reducida a dos hijos: Elena y Fernando. 

Celos artísticos y dos caracteres muy fuertes

En 1947, "Botón de ancla", uno de los grandes éxitos del cine español de posguerra con el Dúo Dinámico como protagonistas, le dio popularidad. El éxito llamaba a su puerta mientras su estabilidad conyugal se rompía. Al parecer, los celos profesionales y la fortísima personalidad de ambos provocaron que, doce años después de la boda, la pareja se separase.

Años antes, su papel de joven calavera en "Balarrasa" había confirmado la popularidad de este artista que, a lo largo de su carrera, participó en casi 200 películas. Actor en el Instituto Italiano de Cultura, donde se montaban obras de dramaturgos comprometidos y se organizaban las primeras proyecciones de películas del neorrealismo italiano, el cine que había entonces Fernán Gómez era más bien "alimenticio". Los productores le llamaban para personajes intrascendentes en películas insulsas, salvo honrosas excepciones como "Esa pareja feliz" (una joya del neorrealismo a la española firmada por Bardem y Berlanga), "La ironía del miedo", o "El soltero". En 1952, Fernán Gómez hizo su debut tras la cámara, codirigiendo con Luis María Delgado su primera película, "Manicomio". Al año siguiente, ya solo realizó la segunda: "El mensaje". También en aquella época se inició como director teatral con "La vida en un bloc", obra que le deparó un gran éxito. Al poco, creó su propia compañía.

En 1957, Fernán Gómez se unió sentimental y profesionalmente a la argentina Analía Gadé. Juntos obtuvieron gran popularidad protagonizando comedias producidas por José Luis Dibildos como "La vida por delante", "La vida alrededor" o "Solo para hombres", con guión y dirección de Fernando. Excelente escritor, la publicación en 1961 de su primera novela "El vendedor de naranjas", cuyo protagonista era un guionista pluriempleado, fue acogida con escaso interés por el público, lo que le llevó a aparcar esa faceta hasta los años 80, cuando resurgió con fuerza el novelista que llevaba dentro con títulos tan apreciados, entre otros, como "El viaje a ninguna parte", "El mal amor", "El ascensor de los borrachos" u "Oro y hambre", una relectura de la novela picaresca medieval. También probó suerte con la poesía y ejerció como articulista de prensa.

"El extraño viaje", su obra maestra

En 1963, firmó la carta de protesta contra las torturas a los mineros de Asturias y, a partir de entonces, quedó marcado como "rojo" con las inevitables secuelas negativas laborales. Pero, más que comunista, era un espíritu libre, bohemio y libertario. Al año siguiente, dirigió "El extraño viaje", una extraordinaria comedia negra ambientada en la sociedad rural franquista, que muchos consideran la mejor de las 25 películas de su filmografía como director. En 1968, su popularidad se afianzó con su interpretación en televisión de "El pícaro".

Fue precisamente a finales de los años 60 cuando conoció a la actriz catalana Emma Cohen, de 22 años, que ha sido la mujer de su vida y de la que ha dicho en ocasiones que le rescató del "desastre sentimental" en el que se encontraba. Así debió ser, porque el inicio de su convivencia con Cohen, en 1970, coincidió con la etapa más fructífera de su trayectoria profesional.

Numerosos premios

Requerido por excelentes directores de la época como Jaime de Armiñán, Carlos Saura, Víctor Erice, Josefina Molina, Manuel Gutiérrez Aragón, Gonzalo Suárez, Pedro Olea o Fernando Trueba, Fernán Gómez dejó su impronta de genial intérprete en películas como "Ana y los lobos", "El amor del capitán Brando", "El espíritu de la colmena", "Pim, pam, pum, fuego" o "Mamá cumple cien años", entre otras muchas. "El anacoreta", de Juan Estelrich, le permitió ganar en 1976 el Oso de Plata al mejor actor en la Berlinale. Un premio al que siguieron muchos más: siete Goyas, tres "osos" berlineses, Premio Nacional de Cinematografía, Premio Nacional de Teatro. Premio Donostia, Premio Príncipe de Asturias de las Artes y la "parte" que le corresponde del Oscar que ganó Fernando Trueba por la coral "Belle époque". En 1978, ganó el Premio Lope de Vega por "Las bicicletas son para el verano", una obra escrita y dirigida por él que fue todo un fenómeno teatral. Un mundo del que decidió retirarse en 1985, decisión que mantendría salvo contadas excepciones, como en el año 2004 cuando estrenó "Morir cuerdo y vivir loco", una aproximación melancólica al Quijote, personaje por el que sentía debilidad. Hombre de verbo rotundo, no tenía ningún empacho en proclamar que le molestaba la presencia del público en los teatros. "No me gusta que la gente me mire mientras trabajo", decía. También aseguraba que no escogía las películas en las que intervenía. Solo ponía algunas condiciones para aceptarlas: tener fechas libres, que le pagaran su sueldo, que no hubiera escenas de riesgo físico y que no tuviera que montar a caballo, cantar ni tocar un instrumento. Y nada de improvisaciones. "Y, si no, que me paguen como guionista", afirmaba. En los 80 se asomó a la tele con "Los ladrones van a la oficina", y "Mambrú se fue a la guerra", "La lengua de las mariposas" o "El abuelo" fueron algunas de las películas de los 90. De timidez casi enfermiza, le divertía cultivar la que él llamaba su "natural antipatía". Famoso se hizo el estentóreo "¡Váyase usted a la mierda!" que le soltó a un admirador pesado que intentaba conseguir un autógrafo. Pero, pese a la fama de cascarrabias malhumorado y al celo huraño con que preservaba su vida privada, sus amigos lo retratan como un excelente conversador, un pensador original y una persona tan cálida y educada que parecía salido de otro siglo. Él se definía como un hombre de pocas palabras y amante de la lectura. "Más que culto, hice un buen bachillerato", decía con sorna este hombre que copiaba a Einstein para exclamar: "No soy feliz, ni falta que hace". Polifacético en lo artístico, reconocía no saber conducir, ni nadar, ni montar en bici. Le apasionaba el whisky, el flamenco y el tango y odiaba hablar por teléfono.

Boda de un académico

En el 2000, se casó con Emma Cohen al poco de pronunciar su discurso de entrada en la Real Academia de la Lengua, donde ocupaba el sillón B. Ese mismo año. mientras rodaba "Lázaro de Tormes", le ingresaron por un cáncer. Restablecido de su enfermedad, siguió trabajando. "Mia Sarah", de Gustavo Ron, ha sido la última aparición en la pantalla grande de este actor genial e irrepetible. Galardonado con un premio otorgado por sus compañeros de profesión -para los que ha sido un maestro-, el actor fue ingresado a finales de octubre de 2007 en el hospital de La Paz, de Madrid. El 19 de noviembre fue ingresado en el área de oncología para ser tratado de una neumonía. Falleció el miércoles 21 de noviembre a los 86 años de edad, acompañado por su mujer y sus dos hijos.