viernes, 19 de noviembre de 2021

Al Pacino: Uno de los grandes actores de Hollywood

 


Alfredo James Pacino nació el 25 de abril de 1940 en el East Harlem de Manhattan (Nueva York, EEUU). Su padre, Salvatore Alfredo Pacino, tenía sólo 17 años cuando se casó con su madre, Rose Gerard, de 22, y el matrimonio se divorció cuando el pequeño Al apenas había cumplido 2 años. Salvatore se enroló como soldado, mientras que Al y su madre se mudaron al barrio del Bronx para vivir con sus abuelos maternos -oriundos del siciliano pueblo de Corleone- en un pequeño apartamento que compartían con dos ancianas tías sordas. Cuando dejó el Ejército, Salvatore (al que todos conocían como Sal) se instaló en Covina (California). Allí abrió un restaurante, en el que solía animar a sus clientes cantando y actuando. Dotado de un gran atractivo, Sal Pacino volvió a casarse en cuatro ocasiones más, matrimonios de los que nacieron cuatro hijas: Josette, Roberta, Paula y Desirée. La ausencia de su padre, con el que no tuvo mucha relación durante la infancia, marcó a Al, dándole un punto retraído y tímido a su carácter, aunque su abuelo materno, James, fue para él un gran referente. Gracias a su madre, con la que cada sábado iba al cine, Pacino descubrió hasta qué punto le gustaba el cine y la facilidad que tenía para imitar a los actores en su forma de hablar y de gesticular. Tan bien lo hacía, que en su casa le apodaban "el actor". Tras ser rechazado por el Ejército debido a su baja estatura (mide 1,65), dejó los estudios y la casa de sus abuelos y se matriculó en las clases de Arte Dramático de la High School for Perfoming Arts. Para costeárselas, trabajó en empleos tan diversos como mensajero, limpiador, conserje o recitando poesías en la calle para luego pasar el sombrero. Abrirse camino le fue extremadamente duro, sobre todo, porque su madre, que enfermó gravemente, no podía ayudarle en nada. Su precariedad económica le obligó a dormir en más de una ocasión en la calle o a las puertas de los teatros.

Empezó a hacer sus primeras obras en sótanos de Nueva York y luego se unió a la Herbert Bergdof Studio, donde conoció a su amigo y mentor, el actor Charles Laughton, su principal apoyo cuando le detuvo la policía por un error y su gran consuelo cuando en 1962 murió su madre. Rose tenía sólo 43 años y no pudo ver a su hijo convertido en una de las más influyentes estrellas de Hollywood. Al año siguiente, la tragedia volvió a golpearle, ya que falleció su abuelo. A pesar de la tristeza, en 1966 consiguió pasar las pruebas de admisión del prestigioso Actor's Studio, donde estudió en el mismo curso que Dustin Hoffman, con el que se dice que desde entonces mantiene una gran rivalidad. Allí ya se vio que aquel joven de mirada penetrante y cuerpo menudo tenía futuro como actor.

Coppola le convenció para hacer "El Padrino"

Su debut en Broadway fue en 1969 con "Does the tigre wear a necktie?", con la que consiguió un premio Tony, y ese mismo año apareció en la pantalla grande en "Yo, Natalie", película que pasó sin pena ni gloria, por lo que volvió a los escenarios. En una de esas representaciones le vio Francis Ford Coppola, que preparaba una nueva película sobre la mafia y le ofreció el papel de Michael Corleone. "Yo no me veía en el papel, no creía en mis posibilidades, estaba inseguro, pero Coppola me convenció y acepté", recuerda el actor, en el que tampoco creían los productores de la cinta, que hubieran preferido a Robert Redford o Jack Nicholson. Contra todo pronóstico, su excelente trabajo en "El Padrino" (1972) le consagró como intérprete, con una nominación al Oscar como mejor actor secundario. No lo ganó, pero su nombre dejó de ser anónimo. Pacino estaba encantado porque había trabajado con su ídolo, Marlon Brando, de quien dijo que "es como de otro planeta, un planeta donde sólo surgen grandes actores. Es imposible trabajar con él y no sentirse influenciado. Su forma de actuar es la que más ha influido en mi carrera". En el rodaje conoció a Diane Keaton, con la que vivió un romance que, con altibajos, duró 15 años. En los 70, protagonizó tres de los filmes más importantes de su carrera y que le reportaron tres nominaciones a los Oscar: "Serpico" (1973), "El Padrino II" (1974) y "Tarde de perros" (!975), donde hacía de un ladrón de bancos gay en un momento en que la homosexualidad era tabú en Hollywood. Ese papel, junto con el de "A la caza" (1980), donde interpretó a un policía que se disfrazaba de homosexual para descubrir a un asesino en serie, estuvieron a punto de costarle su carrera.

Convertido en una gran estrella, en lo personal seguía siendo bastante introvertido y desconfiado, "excepto con mi familia y amigos, pero con el tiempo tuve que ir aprendiendo a bajar la guardia porque soy una persona con una gran necesidad de afecto", según ha comentado este hombre que canalizaba su ansiedad fumando hasta cuatro cajetillas diarias y bebiendo. "A veces es difícil asumir el éxito y en la bebida encontré el coraje que necesitaba. Fue una tontería y me arrepiento de ello, pero en aquel momento fue mi tabla de salvación. Con respecto a la fama, a veces me encantaría convertirme en una mosca y desaparecer", confesó hace unos años al revelar que había dejado el alcohol y el tabaco.

Muchos romances y padre de tres hijos

En 1983, protagonizó la aclamada "Scarface", mientras sentimentalmente seguía sin estabilizarse. Tras sus fracasos amorosos con las actrices Jill Clayburgh, Marthe Keller, Debra Winger o Ellen Barkin, encontró la estabilidad con la profesora de Arte Dramático Jan Tarrant, con la que en 1989 tuvo a su primera hija, Julie Marie. "Disfrutaba muchísimo jugando con ella, contándole cuentos y dándole un beso de buenas noches. Cuando su madre y yo nos separamos, nuestra relación no cambió y nos veíamos a menudo. Tenemos muy buena química entre los dos", ha explicado. En 1990, protagonizó "El Padrino III" e intervino en "Dick Tracy" y, dos años después, le dieron el Oscar al mejor actor por "Esencia de mujer", en la que daba vida a un teniente coronel ciego y jubilado. Director de tres películas -"The local stigmatic", "Looking for Richard" y "Chinese Coffee"-, en 1996 recibió un homenaje a toda su carrera en el Festival de Cine de San Sebastián y ese mismo año se emparejó con la actriz Beverly d'Angelo, que le convirtió en padre de los gemelos Anton James y Olivia Rose. De nuevo separado en el 2003 (un año después de la muerte de su padre), se refugió en el trabajo. En el 2004, recibió un Globo de Oro por "Angels in America" y el 14 de abril de 2010 estrenó su trabajo "You don't know Jack", un telefilme en el que encarnaba al Doctor Muerte. A la presentación le acompañó su novia, la argentina Lucila Polak, 36 años menor que él y con la que no piensa casarse  porque Pacino nunca se ha casado.

Sus últimos trabajos son "Son of no one" (2011), un drama policíaco, y la comedia "Jack & Jill" (2011) en la que aparece como él mismo.

El 13 de febrero de  2012 el presidente Obama le impuso la Medalla de las Artes. El presidente quiso rendir homenaje al actor por su contribución a la cinematografía del país, también como director, por ser "una figura emblemática y duradera" y participar en "una de las décadas más interesantes del cine estadounidense, la década de 1970".

"Su intensidad como actor fue perfeccionándose en el escenario, bajo la tutela de Lee Strasberg y se ha convertido en uno de los artistas estadounidenses más destacados y exitosos".


No hay comentarios:

Publicar un comentario