domingo, 8 de agosto de 2021

Joan Báez: La reina de la música folk

 


Joan Chandos Báez nació el 9 de enero de 1941 en Staten Island, New York. Fue la hija mediana del matrimonio formado John Báez, afamado físico de origen mexicano, y Joan Bridge Báez ama de casa escocesa. Debido al trabajo del patriarca como profesor y asalariado de la UNESCO, la familia se mudó en repetidas ocasiones a diferentes ciudades americanas y a países tan diferentes como Francia, Suiza, Italia o Irak, donde vivieron hasta 1951. Con tan solo 10 años , la pequeña Joan empezó a ser consciente de la pobreza y las injusticias que sufren los más desfavorecidos. Junto a su hermana mayor, Pauline, y la pequeña, Mimi, fue testigo en Bagdad del trato vejatorio al que sometían a los ciudadanos; veía apaleamientos mortales de personas o animales, niños sin piernas mendigando...Años después, confesó que aquellas imágenes jamás se le borraron de la mente.

Sus inicios musicales

Al regresar a Estados Unidos, estudió en la Península School y la Palo Alto High School, donde empezó a desarrollar su creatividad musical. Compró por 50 dólares su primera guitarra, acudió al concierto de Pete Seeger, padre de la música folk, y en seguida empezó a cantar en público su repertorio. Para ganar un dinero extra daba clases de ukelele y organizaba pequeños conciertos en la escuela.

En 1958, se graduó y su padre aceptó un puesto como profesor en el prestigioso Massachussetts Institute of Technology, por lo que la familia se mudó a Belmont, un suburbio de Boston que era el epicentro de la música folk. Joan empezó a cantar en clubs y pequeños locales al tiempo que se matriculó en la universidad. Allí conoció a su primer novio, Michael New -él fue en 1979 su inspiración para el tema "Michael"-, pero quería concentrarse en su incipiente carrera, así que dejó la relación y los estudios.

Su primer concierto fue en el Club 47 Mount Auburn, de Cambridge, y pensó en cambiar su nombre por el de Rachel o Mariah Sandperl, en honor a su profesora y mentora pacifista Ira Sandpert, pero algunos la acusaron de renegar de su origen mexicano, así que no lo hizo. Unos meses más tarde grabó en un sótano junto a dos amigos el disco "Folksingers Round Harvard Square"; conoció a los cantantes Bob Gibson y Odetta, adalid de la música folk, y su carrera empezó a despegar. Gibson la invitó a cantar con él varios duetos en 1959 en el Newport Folk Festival, su primera gran plataforma, y en 1960 consiguió un contrato para grabar con la discográfica Vanguard.

Idilio entre cantautores

Cuando debutó en Nueva York, tenía solo 20 años, pero mostraba una gran madurez, era generosa, fiel a sus compromisos sociales, humilde y muy sensible al dolor ajeno. El rechazo de su padre a trabajar en el proyecto Manhattan para crear una bomba atómica en Los Álamos y en diferentes empresas de defensa en el momento álgido de la Guerra Fría influyó mucho en ella. En 1961, se cruzó en su camino un casi desconocido Bob Dylan, que al principio cortejó a su hermana Mimi, pero que, después, se enamoró de ella. La relación empezó a finales de 1962, cantaron juntos en el Newport Festival, y se separaron a principios de 1965, año en el que ella tuvo su primer éxito comercial con "There but for fortune". Poco después, musicó los poemas de Federico García Lorca y James Joyce, entre otros. En esa época, Dylan escribió "Blowing in the wind", que se convirtió en la canción pacifista más famosa de la historia, y ambos se ganaron los títulos de rey y reina de la canción protesta.

En 1963, se unió a Martin Luther King en la Marcha sobre Washington a favor de los derechos civiles y fundó en Palo Alto un instituto de estudios sobre la no violencia. Seguía grabando discos, realizando giras y cantando en actos políticos contra el gobierno de su país. Igual de combativa se mostró contra la guerra de Vietnam a mediados de los 60, participando en innumerables marchas y siendo arrestada en dos ocasiones por bloquear la entrada al Ejército en la sede de una organización californiana: "Nunca fui una patriota y muchos americanos me odiaron por ello. Mis prioridades y lealtades van más allá de un país o una bandera. Viajé mucho de pequeña y, aún hoy, cuando voy a Túnez, por ejemplo, y escucho parte de su folklore, me siento como en casa". 

Durante los diez días de arresto en la cárcel de Santa Rita conoció a David Harris, otro líder  antibelicista con el que se casó al cabo de tres meses por el rito episcopaliano y cuáquero en Nueva York.

Hecha para vivir sola

Compraron cuatro hectáreas de terreno que formaban parte de una comuna en Los Altos Hills y se convirtieron en vegetarianos. David fue procesado y encarcelado durante 15 meses por negarse a alistarse en el Ejército; Báez se quedó sola embarazada pero tuvo fuerzas para participar en 1969 en el archiconocido festival de Woodstock, evento que se convirtió en icono de toda una generación. Escribió las canciones "A song for David", "Prison trilogy" o "Fifteen months" en homenaje al tiempo que pasó su marido en la cárcel. En diciembre nació su único hijo, Gabriel Harris, conocido familiarmente como Gabe. Su carrera estaba consolidada, pero su matrimonio acabó rompiéndose en 1973. "Me di cuenta que estaba hecha para vivir en soledad, pero siempre mantuve una buena amistad con mi ex marido y compartimos la custodia de nuestro hijo", confesaría Báez en su autobiografía. Más tarde, a finales de los 70 y principios de los 80, vivió un romance con Steve Jobs, cofundador de la exitosa empresa informática Apple.

Unos años antes del fin de la Guerra del Vietnam, Joan se había centrado en componer canciones de estilo pop rock -en 1975 su álbum "Diamonds & Rust" sería superventas-, había rescindido su contrato con Vanguard y firmado con A&M Records. Grabó también un disco en español, "Gracias a la vida", con la canción de Violeta Parra, que se convirtió en un gran éxito en Estados Unidos y Latinoamerica. Su voz potente, aguda, próxima a la de una soprano y su dramatización de las comprometidas letras de sus canciones han dado a su música un carácter muy particular.

Orgullosa de su vida

En 1983, apareció por primera vez en la gala de los Grammy cantando "Blowing in the wind", continuó sus giras mundiales y sus compromisos sociales, visitando también antiguos países comunistas como Checoslovaquia o zonas en conflicto como Sarajevo y Bosnia-Herzegovina. En la última década, no ha bajado la guardia, pero ya no es tan activa como antes: "Durante mucho tiempo me arrepentí de no haber dedicado más tiempo a los míos, aunque me siento feliz por todo lo que hecho en la vida. Vivo en la misma casa desde hace 35 años, para los estándares de Hollywood es humilde, pero para los míos ya es bastante lujosa. Mi padre murió hace un año y mi madre, a la que adoro, vive conmigo. También quiero disfrutar de mi hijo y divertirme con mi nieta, Jasmine". Fue una de las invitadas de honor en el concierto de Nelson Mandela.

 Joan Báez eligió el Teatro Real de Madrid como el enclave donde dar su último adiós a los escenarios el 28 de julio de 2019. La artista llevaba desde el miércoles 24 ofreciendo varios conciertos en España dentro de su gira de despedida, "Fare Thee Well Tour". Durante esos días, aprovechó también su paso por Catalunya para mostrar su apoyo al movimiento independentista por su carácter no violento, así como para visitar a Carme Forcadell el pasado viernes en la prisión de Mas d'Enric, Tarragona.


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