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lunes, 12 de julio de 2021

Bette Davis: Una de las mejores "malas" de Hollywood


Ruth Elizabeth Davis nació el 5 de abril de 1908 en Lowell, Massachussets (EEUU). Fue la primogénita de Harlow Morrell Davis, abogado, y Ruthie Augusta Favor, ama de casa. Su nacimiento no fue motivo de alegría para su padre, que, al saber del embarazo de su mujer, le pidió que abortara para poder prosperar en su carrera laboral. El hecho de que su progenitor nunca la hubiera querido marcó el carácter de Ruth, para quien la vida fue siempre una carrera de obstáculos. En 1909, nació su hermana Bárbara, a la que llamaban Bobbie. Betty, que cambiaría su apelativo familiar por Bette tras la lectura de la novela de Balzac "La cousine Bette", fue una niña tímida y asustadiza, de frente abombada, nariz pequeña y dientes desiguales.

Cuando tenía siete años sus padres se divorciaron y su madre, que era una mujer de carácter, decidió, en 1921, trasladarse con sus hijas a Nueva York donde al principio salió adelante trabajando como maestra de una residencia femenina. Mientras las dos niñas estudiaban en un internado, estudió fotografía y montó su propio estudio. En la escuela, Bette fue una alumna brillante y perfeccionista. A los ocho años había visto su primera película, una sentimental cinta protagonizada por Mary Pickford, que despertó su fascinación por el cine. También le encantaban los cuentos de los Hermanos Grimm, las novelas de Louise May Alcott y los romances históricos.

Estudiante de arte dramático y danza

Estudio arte dramático en la Academia Cushing, donde conoció al que luego sería su primer marido, Harmon Nelson, y actuó en producciones escolares, compañías de repertorio estivales y grupos semiprofesionales. Tras ser rechazado su ingreso en la prestigiosa escuela teatral de Eva LeGallienne por tener "una actitud fría y poco sincera", estudió danza con Martha Graham y asistió a las clases de John Murray Andreson's Acting Dramatic School. George Cukor, el que años más tarde sería uno de los más destacados directores de la época dorada de Hollywood, le ofreció su primer papel pagado, debutó en Broadway en 1929 y, en una de sus funciones, un cazatalentos de la Universal le propuso hacer una prueba para el cine. Así un frío día invernal de 1930, Bette y su madre llegaron a Los Ángeles en tren. No vieron a nadie en el andén aunque, según ella misma explicó años más tarde, "había alguien del estudio esperándonos en la estación, pero se fue de allí porque no vio a nadie con aspecto de actriz". Los inicios de su carrera cinematográfica fueron en la Universal, compañía que la contrató tras someterla a una segunda prueba de cámara, y, en 1931, debutó con "Bad sister". Cinco películas después, la contrató la Warner Brothers.

Una boda, dos Oscar y un romance con Wyler

En 1932, año en que se casó con Harmon Nelson, la actriz se decía a sí misma que "si Hollywood no funciona, estoy preparada para ser la mejor secretaria del mundo". Pero funcionó. Más de veinte filmes después, obtuvo excelentes críticas por "Cautivos del deseo" (1934) y, al año siguiente, ganó su primer Oscar por "Peligrosa". Tuvieron que pasar otras 12 películas para que ganara de nuevo el Oscar a la Mejor Actriz por "Jezabel" (1938), donde compartía protagonismo con Henry Fonda. Durante el rodaje mantuvo una relación amorosa con el director, William Wyler, al que describió como "el hombre causante de mi perfecta felicidad". Se adoraban de una forma pasional. Bette le insistía en que se casaran, pero él le daba largas y la ruptura llegó de una forma inesperada: Wyler le envió una carta en la que le pedía que se casara con él, advirtiéndole de que, si no le respondía en 24 horas, se casaría con otra. Davis tardó una semana en abrir la misiva y la relación se rompió. Eso no fue óbice para que trabajaran de nuevo juntos en una película que, ironías del destino, se llamó "La carta". Al poco, Bette se emparejó con el multimillonario Howard Hughes y su marido, cansado de sus aventuras, presentó el divorcio alegando "comportamiento lascivo y ademanes crueles". Por su parte, ella aseguró: "No sé por qué me casé con Ham. Era un hombre blando, sin carácter. Supongo que, en aquellos momentos, necesitaba estabilidad sentimental".

"La cantina de Hollywood" con Cary Grant

Cansada de los papeles flojos e insulsos que le daba la Warner, dejó colgados a estos estudios para irse a Inglaterra, pero aquello le costó un juicio que perdió y tuvo que volver a EEUU, donde le rebajaron el sueldo y tuvo que aceptar todo lo que le proponían. En 1940, se casó con Arthur Farnsworth y, junto a Cary Grant, montó "La cantina de Hollywood", un bar por el que tanto pasaban las estrellas como los militares. A lo largo de la década de los 40 hizo algunos de sus trabajos más prestigiosos como "La loba" o "El señor Skffington" y, en 1945, dos años después de haber enviudado ya que su segundo marido falleció de un infarto, se casó por tercera vez con el ex boxeador William Grant Sherry, con el que, en 1947, tuvo a su hija Bárbara Dee Bee. Tras su maternidad, volvió al cine para protagonizar la película de Mankiewicz "Eva al desnudo", que le proporcionó una nominación al Oscar por su excelente interpretación y un nuevo marido, ya que se enamoró del actor Gary Merrill. Se casaron en el verano de 1950 y, durante su relación, adoptaron dos hijos: una niña, Margot, que sufría retraso mental, y un niño, Michael. Pero, la vida familiar nunca fue el fuerte de esta mujer que ha sido, para muchos, la mejor "mala" de la historia del cine y, para otros, una de las grandes estrellas de la etapa dorada de Hollywood. Dotada de una mirada magnética, su imagen de mujer fría, colérica, neurótica y egocéntrica le acompañó durante toda su carrera. No por casualidad, desde luego.

Tras una nueva etapa de teatro en Broadway, Frank Capra la recuperó para Hollywood con "Un gangster para un milagro" (1961), cuyo rodaje fue un infierno por las peleas entre Davis y Glenn Ford. Al parecer, éste había declarado que él había aconsejado la contratación de Bette en agradecimiento a la oportunidad que ella le había brindado años atrás. Lejos del agradecimiento, la reacción de la actriz fue tan fulminante como acerada: "¿Quién es ese hijo de perra que se ha atrevido a decir que ha ayudado a que me llamasen de nuevo? ¡Ese tío de mierda no me hubiera ayudado ni a salir de una cloaca! ¡Jamás debí volver a Hollywood!"

Duelo real y escénico con Joan Crawford

Al año siguiente, junto a la diva Joan Crawford, Bette protagonizó "¿Qué fue de Baby Jane?", en cuyo rodaje se vivieron algunos de los enfrentamientos más famosos de la historia del cine. Ambas actrices demostraron su carácter. En la escena donde Davis golpeaba a Crawford, los golpes fueron tan fuertes que a Joan le tuvieron que dar puntos. En la secuencia que la Davis arrastraba a la Crawford, ésta última puso pesas en sus bolsillos para que la Bette se dañara la espalda. Lo más divertido fue cuando Bette colocó una máquina dispensadora de Coca-Cola en el "set" para enojar a Joan, ya que su esposo era un alto ejecutivo de Pepsi. En lo verbal, la cosa no fue mejor, ya que la Davis le dedicó frases como "No la mearía aunque estuviese ardiendo en llamas" o "ha dormido con todas las estrellas masculinas de la MGM, menos con Lassie".

Aunque la truculenta composición que hizo en aquella película la había convertido de nuevo en una de las actrices mejor pagadas del cine americano, su carrera empezó a tocar fondo y, con su vitriólico humor, publicó un anuncio en la revista "Variety" con el siguiente texto: "Se ofrece actriz con treinta años de experiencia en el cine y dos Oscar. Capaz de moverse y más afable de lo que dicen los rumores. Madre de tres hijos y divorciada. Desea empleo estable en Hollywood". Pero no hubo suerte para una actriz 10 veces nominada al Oscar que, por su intensidad y amaneramiento, siempre se imponía a sus personajes, y su carrera entró en un imparable declive.

Nueve últimas películas

Entre 1965 y 1989, año de su muerte, sólo intervino en nueve películas, la mayoría de muy baja calidad y que aceptó para poder mantener a sus hijos y a su hermana, ingresada en un hospital mental. En los años 80, los múltiples avatares de su vida privada quedaron al descubierto en un libro -"My mother's keeper"- publicado por su hija Bárbara, que no dejaba a la actriz muy bien parada y que provocó que la desheredara. Davis publicó, después, una biografía que tituló "Esto y aquello".

En 1983, mientras rodaba el episodio piloto de la serie "Hotel", la operaron de un cáncer de mama y tuvo cuatro embolias que le causaron parálisis en el lado derecho de la cara, en el brazo izquierdo y dificultad para hablar. Tras una dura rehabilitación, intervino en "Las ballenas de agosto" (1987) junto a la leyenda del cine mudo Lillian Gish y, cuando ya creía que todo el mundo se había olvidado de ella, acudió muy enferma, en septiembre de 1989, al Festival Internacional de Cine de San Sebastián donde le otorgaron el Premio Donostia por toda su trayectoria. En su discurso de agradecimiento, dijo emocionada: "Ustedes me han devuelto la vida". Pero le quedaba muy poca. El 6 de octubre cuando estaba a punto de volver a Los Ángeles, tuvo que ser internada en un hospital de Neuilly (París) en el que falleció a consecuencia del cáncer que se le había vuelto a reproducir. En su epitafio hizo inscribir: "Lo hizo del modo más difícil". Por el centenario de su nacimiento, Correos de EEUU sacó una edición limitada de sellos con su efigie.


 

domingo, 27 de junio de 2021

Jesse James: El pistolero más famoso del Oeste

 


Jesse Woodson James nació el 5 de septiembre  de 1847 en una granja de lo que hoy es Kearney, en Missouri. El mito habla de un chico pobre que se vio abocado a caer  en la delincuencia, pero no fue así. Su familia tenía un buen nivel social y era muy culta. Su padre, Robert, era granjero y pastor de la iglesia baptista, aunque al poco de nacer James se contagió de la "fiebre del oro" y partió hacia California, donde murió de pulmonía sin encontrar una pepita. James y sus hermanos , Frank y Susan, quedaron al cuidado  de su madre Zerelda.

Al poco tiempo, en 1855, Zerelda se casó con un médico, el doctor Reuben Samuel, propietario de grandes extensiones de tierras, adyacentes a las de su granja. Toda la familia se dedicó a cuidar una de las mejores plantaciones de tabaco del Estado y llegaron  a tener hasta siete esclavos. Jesse se llevaba fenomenal con el nuevo esposo de su madre. Lo consideraba el padre que nunca había tenido. Iban a pescar y a cazar juntos y tenían largas conversaciones.

Enrolado, con su hermano, en el ejército sudista

Missouri era un estado esclavista y, cuando los americanos se enzarzaron en su Guerra Civil, en 1861, Zerelda y su marido no dudaron en dar soporte al Ejército Confederado, partidario de mantener la esclavitud. En 1864, Jesse, con solo 17 años, y su hermano Frank se unieron a la guerrilla sudista liderada por William Quantrill, quien formó su propio destacamento que, además de atacar a las fuerzas de la Unión, robaba diligencias y cometía todo tipo de tropelías hasta que lo declararon fuera de la ley. En 1865, cuando acabó la Guerra Civil, Jesse intentó rendirse a las fuerzas unionistas, pero le dispararon. Herido, fue atendido en casa de sus tíos, bajo los cuidados de su prima, Zerelda Mimms, una chica de 19 años de la que se quedó prendado. Ella también se enamoró de su aventurero primo.

Al año siguiente, Jesse y su hermano volvieron a su rol de forajidos formando la "James Band" junto a otros seis miembros de la cuadrilla de Quantrill. El 13 de febrero de 1866 atracaron su primer banco, en la ciudad de Liberty. Era la primera vez que una banda armada robaba un banco tras la Guerra Civil y sería el único de una cadena  de audaces fechorías que les llevaría a asaltar una infinidad de bancos, siete trenes e innumerables diligencias en los estados de  Virginia, Alabama, Arkansas, Iowa, Kansas y Minnesota. Al menos quince asesinatos se le atribuyeron directamente a Jesse James.

La leyenda de que robaba a los ricos para dárselo a los pobres nació de que él mismo justificaba sus robos, en cartas que enviaba a los periódicos, como una revancha de los Confederados "y para devolver a mi gente lo que se llevaron los del norte". La realidad es que Jesse James robaba a los ricos porque eran los que tenían el dinero y los únicos pobres que se beneficiaban eran los bandoleros.

Casado con su prima, con la que tuvo dos hijos

Las gentes del sur lo consideraban un héroe de la causa y hacían guardia ante la casa de Zerelda Mimms cuando Jesse iba a ver a su enamorada. En 1874, se tomó un descanso de sus actividades delictivas y contrajo matrimonio con su prima en Kansas City. La prueba de su relativa impunidad, pese a la persecución de la famosa agencia detectives Pinkerton, fue que la pareja viajó de luna de miel al Golfo de México. El matrimonio se instaló en una pequeña cabaña  en las afueras de Kearney, bajo los nombres de Mary y Thomas Howard, y se dedicaron a ser granjeros unos meses. Allí nacería su primogénito, Jesse Edward, en agosto de 1875, que, con los años, sería abogado. Cuando en 1879 nació su segunda hija, Susan, hacía tiempo que Jesse había vuelto a las andadas.

Una sustanciosa recompensa de 10.000 dólares

El 7 de septiembre de 1876 fue clave en su vida. La banda robaba el First Nacional Bank de Northfield (Minnesota) y Jesse mató al cajero. Pero los ciudadanos del lugar respondieron a tiros, matando a tres de sus miembros mientras el resto resultaron heridos y capturados. Los hermanos James lograron huir y, con su banda desmantelada, permanecieron una temporada escondidos. Jesse se trasladó con su familia a Nashville, en Tennessee, donde nadie les conocía, bajo la falsa apariencia del granjero Thomas Howard.

Los hermanos James no tardaron en formar una nueva banda. Entre los nuevos se encontraban los hermanos Charlie y Robert Ford, los luego famosos "cobardes" de la película de Brad Pitt. En 1979, reemprendieron sus fechorías hasta que, en 1881, asesinaron al conductor del tren que estaban asaltando. El gobernador de Missouri decidió que ya no podía más y emitió un bando -los famosos "Se busca"-, en el que ofrecía 10.000 dólares por la captura de Jesse James "vivo o muerto". Era la mayor recompensa ofrecida hasta la época. Jesse volvió a intentar pasar desapercibido alquilando una casa en Saint Joseph, cerca de donde había nacido, una pequeña población que era el último puesto de abastecimiento antes de adentrarse en el "Salvaje Oeste". Allí se llevó a su familia y a los hermanos Ford.

Pero Robert Ford no era de fiar. se puso en contacto con el Gobernador, ofreciéndole sus servicios a cambio de la sustanciosa recompensa. Él mismo describió con todo lujo de detalles los acontecimientos de aquel 3 de abril de 1882 en una carta dirigida al Gobernador: "Era por la mañana, primero fuimos a comprar los periódicos, como de costumbre. Volvimos a la casa hacia las ocho y nos sentamos en la sala". Los dos hombres comentaron las noticias "hasta que la señora James nos dijo que el desayuno estaba preparado". Según Robert, Jesse podría haberle matado en cualquier momento si hubiera tenido sospechas de la traición, como había hecho anteriormente con algún otro miembro de la banda. Pero Robert confiaba en que "no me iba a matar allí, en presencia de su mujer y sus hijos".

Asesinado, a traición, cuando tenía 34 años

Extrañamente, según confesó Robert, Jesse se quitó su cinturón con los cuatro revólveres que siempre llevaba encima y lo tiró en la cama. "Era la primera vez en mi vida que lo veía sin su cinturón, supongo que lo hizo para hacerme ver que él no sospechaba nada". Para Jesse no era el momento ni el lugar para ajustar cuentas, pero Robert no tenía tantos escrúpulos: "Me enseñó un cuadro en la pared. Está sucio. me dijo, y empezó a quitarle el polvo. Lo tenía allí, de espaldas y desarmado. Era la oportunidad. O lo haces ahora o él te matará esta noche". Desenfundó su revólver y le apuntó a la cabeza: "Escuchó el clic al amartillar el arma, pero en cuanto empezó a girarse apreté el gatillo. La bala le entró por detrás de la oreja y cayó como un tronco. Muerto". Jesse James tenía 34 años. Condenado a morir en la horca, el Gobernador indultó a Robert y le pagó la recompensa que acabó con el bandido más famoso del Oeste.


jueves, 20 de mayo de 2021

Frank Sinatra: La Voz de la música norteamericana

 


Frank Albert Sinatra nació el 12 de diciembre de 1915 en un barrio de clase media de Hoboken (Nueva Jersey). Fue el único hijo de Anthony Martin Sinatra, Marty, procedente de Sicilia, y de Natalie Della Agravantes, Dolly, de origen genovés. De día, Marty trabajaba de bombero y, por las noches, regentaba una taberna y Dolly, activa militante del Partido Demócrata, ejercía de comadrona, yendo a parar a la cárcel varias veces por practicar abortos ilegales. Tanto Dolly como su bebé estuvieron a punto de morir, ya que ella era una mujer menuda que tuvo que parir una criatura de más de 6 kilos. El médico extrajo a Frank con forceps, dejando a la madre imposibilitada para tener más hijos y al niño con una cicatriz tras la oreja izquierda y una rotura de tímpano. El bebé no respiraba y su abuela, también partera, lo puso bajo un chorro de agua fría y Frank dio su primer do de pecho.

Frank Sinatra era un niño gamberrete y fanfarrón, que se acostumbró a andar solo por el barrio, ya que su madre se tenía que ausentar a menudo por su actividad política y social. No era buen estudiante pero en el David F. Rue Junior High School divertía a compañeros y profesores con sus imitaciones de los famosos del momento. Después, pasó al instituto A.J. Demarest, donde actuó por primera vez. En 1931, abandonó los estudios para trabajar como repartidor de periódicos, recadero, camionero... Eran los difíciles años de la Gran Depresión, pero gracias a la influencia política de su madre Frank tenía trabajo, a pesar de que llevaba una vida desordenada. Le gustaba el boxeo y, sobre todo, la música. Soñaba con ganarse la vida como cantante y, de noche, actuaba en clubs de medio pelo a cambio de un bocadillo, cigarrillos o nada.

A los 19 años, Frank se hizo novio de Nancy Barbato. Una noche, la pareja fue a un concierto de Bing Crosby, el ídolo de Frank, y Sinatra se dio cuenta de que «no quería imitarle a él porque todos los chicos de mi escalera copiaban su estilo. Yo sabía que mi voz era más aguda y me dije: "tengo que ser un cantante distinto"».

Empezó en la radio, con «The Hoboken Four»

En 1935, Sinatra se presentó al «casting» de un concurso radiofónico y ganó, junto a un trío llamado «The Flashes». Los responsables del programa les propusieron actuar juntos y se convirtieron en «The Hoboken Four». Su interpretación en el programa batió todos los récords de llamadas recibidas jamás y la cadena organizó una gira por todo el país para que el público lo conociese en directo. Los fans acudían a verles, enloquecidos, y hasta les llevaban comida por si echaban de menos la cocina casera. A pesar del éxito, el grupo se disolvió al acabar la gira.

Boda con Nancy, con la que tuvo tres hijos

En 1938, Frank se casó con Nancy y, al año siguiente, entró en la orquesta de Harry Arden, con la que actuaba cada noche en una emisora de Nueva York. Allí lo escuchó Harry James, el famoso trompetista de la orquesta de Benny Goodman, que lo fichó para su propio grupo. La orquesta pasó por graves problemas económicos y acabó disolviéndose. Fueron tiempos difíciles para Frank y también para Nancy. Ella lo acompañaba en sus giras a pesar de estar embarazada de su primera hija, Nancy, que nació el 8 de junio de 1940.

Por esa época, Frank Sinatra fue contratado por Tommy Dorsey para su orquesta. Además de aprender muchísimo, tanto de música como del negocio del espectáculo, junto a Dorsey grabó su primer disco, «I'll never smile again», que llegó al número uno de la famosa lista de éxitos Billboard. Con Dorsey, Sinatra grabó varios discos más y comenzó a saborear la popularidad, pero las desavenencias entre ellos propiciaron que el cantante abandonase la banda en 1942 con una estricta cláusula de rescisión que le otorgaba a Dorsey el 43% de los beneficios de Frank de por vida, un yugo del que Sinatra se deshizo años después.

A finales de 1942, «La Voz», como ya se le apodaba, participó como estrella invitada en un espectáculo de la orquesta de Benny Goodman en el Teatro Paramount de Nueva York y descubrió que se había convertido en el ídolo de la juventud, sobre todo, de las quinceañeras, que lo perseguían y asediaban de una manera inusual para la época.

En apenas un año, su fama se disparó: fichó por la Columbia Records para la música y por la RKO para el cine, fue portada de la revista «Life» y empezó a cobrar un millón de dólares al año. En 1944, el mismo año en el que nació su segundo hijo, Frank Jr., comenzó a emitirse por radio el programa «The Frank Sinatra's Show», que estaría en antena 14 años. Había debutado en el cine en 1941 con «Las Vegas nights», pero no tuvo éxito hasta tres años después, cuando hizo con Gene Kelly la exitosa «Levando anclas». Su vida profesional no podía ser mejor, pero Frank y Nancy pasaban por una grave crisis. Mujeriego empedernido, el cantante no ocultaba sus romances con toda mujer que se le pusiera a tiro. Nancy, con la que en 1948 tuvo a su tercera hija, Tina, sufría en silencio las juergas de su díscolo cónyuge, pero sabía que siempre regresaba a casa. Hasta que un día se cruzó en la vida del cantante la escultural Ava Gardner. Aunque a la bellísima actriz Sinatra le pareció un tipo «arrogante, engreído y prepotente», no tardaron en iniciar una relación apasionadamente violenta.

Ava Gardner, un amor apasionado y violento

Aquella vez, Sinatra no volvió con con Nancy y el 7 de diciembre de 1951, tras obtener el divorcio pese a la negativa inicial de su mujer, el cantante se casó con Ava. La relación se convirtió en un amor loco: tanto podían pasarse días enteros encerrados en la habitación como gritarse como salvajes. A los celos enfermizos de Frank se añadió la rotunda negativa de la actriz a ser madre. Tras abortar en dos ocasiones, la pareja se divorció en 1957 coincidiendo con el momento más bajo de la carrera de Sinatra. Sus películas no gustaban y sus canciones se habían quedado antiguas. Cuando expiró su contrato con Columbia Records, nadie quiso ficharle.

En 1953, Sinatra se obsesionó por conseguir un papel en la película de Fred Zinnemann «De aquí a la eternidad» y lo consiguió. Su actuación le valió el Oscar al Mejor Actor Secundario. En los dos siguientes años protagonizó 11 películas y estuvo nominado como mejor actor por «El hombre del brazo de oro» (1955). Fichó por Capitol Records, que relanzó su carrera, y la cadena ABC, lo contrató para conducir el televisivo «The Frank Sinatra's show».

En esa época el cantante fraguó su amistad con otros artistas como Sammy Davis Jr., Dean Martin, Peter Lawford y Joey Bishop con los que formó la «Rat Pack» («pandilla de ratas», nombre con el que la actriz Lauren Bacall bautizó al grupo de juerguistas. Además de con Bacall (con la que estuvo a punto de casarse), se le relacionó en esa época con Judy Garland, Kim Novak, Lana Turner, Marilyn Maxwell, Marlene Dietrich y Zsa Zsa Gabor, entre otras.

Cansado de luchar contra los productores de Capitol Records, que, según su criterio, le imponían unas canciones y una forma de grabar que no le gustaban, consiguió anular el contrato y creó su propia productora: «Reprise» e inició una exitosa carrera como empresario. En los años 60 ya era millonario gracias a sus cuatro compañías discográficas, sus productoras de cine y televisión, sus acciones en la radio, sus inversiones inmobiliarias y sus negocios de juego en Las Vegas y el Lago Tahoe. Entre sus producciones se cuentan la gala de investidura de John F. Kennedy, en 1961, o el mítico programa televisivo en el que actuó con Elvis Presley, que cobró 100.000 dólares por 10 minutos de actuación.

Relaciones con Marilyn Monroe y con la Mafia

En la década de los años 60, a Sinatra se le relacionó con Marilyn Monroe y Juliet Prowse, una bailarina de 26 años con quien anunció que iba a casarse, aunque luego el compromiso se suspendió. Pero había otras «relaciones» que preocupaban más a la justicia y, en 1963, tuvo que testificar ante el Consejo de Control del Juego del Estado de Nevada, que había presentado cargos contra él por haber alojado en uno de sus hoteles al mafioso Sam Giancana. Sinatra decidió renunciar a su licencia de juego y a los beneficios de sus casinos de Las Vegas. A finales de ese mismo año, se llevó otro enorme susto cuando tres hombres secuestraron a su hijo. Se lo devolvieron 54 horas después, sano y salvo.

Matrimonio fugaz con la jovencísima Mia Farrow

A punto de cumplir los 50 años, Frank conoció a la actriz Mia Farrow, de 19, y en julio de 1966, la pareja se casó. Sin embargo, el matrimonio se rompió a los 13 meses cuando, al parecer, él quiso prohibirle que participara en la película «La semilla del diablo».

A finales de los 60, Sinatra empezó a padecer la enfermedad de Dupuytren, una disminución del tejido muscular de la mano derecha por la que necesitó ser operado en 1970. Ese mismo año, la Comisión Investigadora del Estado de Nueva Jersey volvió a interrogarle en relación a su posible vinculación con la Mafia, pero el cantante lo negó todo y, pocos meses después, aparecía como el principal apoyo de Ronald Reagan, candidato a gobernador de California. Seis años después, Sinatra era fotografiado a la salida de un concierto junto a rostros conocidos del crimen organizado, como Jimmy Fratianno o Carlo Gambino. Extremadamente leal con sus amigos, sus pasiones tenían que ver con el juego, la buena mesa, la ropa exquisita y el lujo.

En el terreno sentimental, Sinatra conoció en 1974 a la también actriz Barbara Marx, esposa del pequeño de los Hermanos Marx, con la que se casó dos años después. Vivieron una relación de altibajos, pero no se separaron. En los años 70, y sobre todo en los 80, «La Voz» recorrió el mundo con una gira de macroconciertos. A finales de la década, cuando rondaba los 75 años, su memoria empezó a fallar y las cataratas que tenía no le permitían ver bien las pantallas gigantes en las que su equipo le ponía las letras. En 1993, tras 10 años sin grabar un disco, «La Voz» se metió en el estudio para crear «Duets», un álbum de versiones  de su repertorio más popular interpretadas junto a otras estrellas como Bono, de U2, Julio Iglesias o Liza Minelli. El disco llegó a número uno de las listas. Luego, grabó «Duets II».

Tras recibir un Grammy a toda su carrera, el 25 de febrero de 1995 ofreció el postrer concierto de su vida. La última canción que cantó fue «Lo mejor está aún por llegar». Enfermo de cáncer, Sinatra sufrió un ataque al corazón que acabó con su vida el 14 de mayo. Murió en Los Ángeles, a los 82 años, dejando una herencia de más de 180 millones de euros que agravaría aún más la mala relación entre su esposa y sus hijos.



martes, 18 de mayo de 2021

Amelia Earhart: Pionera de la aviación

 


Amelia Mary Earhart nació el 24 de julio de 1897 en Atchinson (Kansas, Estados Unidos). Fue la primogénita de Edwin Stanton, abogado, y Amy, quien, tras haber sufrido un aborto en su primer embarazo, regresó a casa de sus acaudalados padres para dar a luz a su primer bebé. Amelia, a la que familiarmente llamaban Millie, fue la niña mimada de sus abuelos que la colmaban de lujos y regalos. Dos años después nació su hermana Muriel, apodada Pidge.

Un carácter muy travieso

Mientras su padre intentaba abrirse camino en la abogacía, Amelia empezó a estudiar en escuelas elitistas, donde dejó ver su carácter travieso: le gustaba disparar a las ratas con rifle, deslizarse en trineo o subirse a los árboles y coleccionaba recortes de revistas de mujeres que hubieran destacado en actividades tradicionalmente destinadas a los hombres. Al fracasar como abogado, su padre aceptó un trabajo como ejecutivo en la compañía de ferrocarriles de Des Moines, en Iowa, pero las niñas continuaron al cuidado de sus abuelos. Una vez que Edwin y Amy encontraron hogar decente, sus hijas se fueron a vivir con ellos. A los 10 años vio en una feria su primer avión, un aparato que en sus memorias recordaba como "una cosa hecha de cables oxidados y madera, nada interesante". Al poco tiempo, Edwin cayó en el alcoholismo y empezó a descuidar a su familia. Le echaron del trabajo y, debido a los problemas económicos, Amy y sus hijas se mudaron en 1914 a la casa de unos amigos de Chicago. Pero Amy logró que sus hijas siguieran estudiando en institutos de pago gracias al dinero que sus padres habían dejado para ellas.

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, Amelia ejerció como enfermera voluntaria en un hospital militar canadiense hasta el armisticio en 1918 y, posteriormente, trabajó como asistente social en Boston. "Tras aquella experiencia me di cuenta por primera vez de lo que significaba aquella guerra. En lugar de nuevos uniformes lo único que vi fue el resultado de cuatro años de terror, hombres a los que les faltaban las piernas o los brazos, tetrapléjicos o ciegos", explicaba a sus allegados. En 1919, se matriculó en la Universidad de Columbia (Nueva York) pero dejó sus estudios al año siguiente para reunirse con su familia en California. Acompañó a su padre a un espectáculo aéreo en Long Beach y quedó tan impresionada con la exhibición que no paró hasta conseguir que un piloto la subiera en un biplano con el que sobrevoló Los Ángeles. "Nada más despegar, al ver todo aquello a mis pies, me dije a mí misma que algún día yo tendría que volar", recordaría años más tarde. Se enteró de que la piloto Anita Snook daba clases y se apuntó al curso.

"El Canario", el primer avión que se compró

A los pocos meses compró su primer avión, al que bautizó como "El Canario". Tras sufrir varios accidentes, su instructora le dijo que no tenía la destreza suficiente, opinión que compartirían a lo largo de su vida algunos de sus compañeros. Pese a ello, en octubre de 1922 consiguió su primer récord de altitud al volar a 14.000 pies de altura.

Un tanto desalentada por la falta de apoyo, vendió su avión, abandonó momentáneamente la aeronáutica y se compró un coche al que llamó "El peligro amarillo" con el que cruzó el país junto a su madre hasta llegar a Boston. Allí se afilió a la Asociación Aeronáutica Nacional e invirtió parte de sus ahorros en la construcción de un aeropuerto con varias pistas de aterrizaje, vendió aviones Kinner y promocionó la aviación entre las mujeres. Su nombre empezó a aparecer en la prensa del país y el Boston Globe la catalogó como una de las mejores pilotos de Estados Unidos.

Un editor de Nueva York llamado George Palmer Putnam, ávido por conseguir historias interesantes, contactó con el capitán H.H. Railey para ver si sabía de alguna mujer que quisiera ser la primera en cruzar el Atlántico. Railey llamó a Amelia, a la que llamaba lady Lindy por su gran parecido físico con Charles Lindbergh, otro pionero de la aviación, y así fue como el 3 de junio de 1928 Amelia se subió a un trimotor Fokker -pilotado por Wilmer Stultz y el mecánico Louis Gordon-, que cubrió los 3.200 kilómetros que separan Terranova de Gales. Amelia acaparó la atención de la prensa y publicó el "best-seller" "20 horas y 40 minutos".

Tras casarse, conservó su apellido de soltera

Se hizo tan famosa que apareció en las portadas de muchas revistas, los fabricantes querían que promocionaran sus productos, fundó una compañía de fotografía y fue columnista en un diario. George, que se había enamorado de la aviadora, se divorció para casarse con ella en 1931. Tras la boda, Amelia conservó su apellido de soltera. Obsesionada con volar, quería sentirse libre y pronunció entonces su frase más famosa: "La vida es algo más que ser un pasajero". Así, entre el 20 y el 21 de mayo de 1932, se convirtió en la primera mujer en realizar en solitario la travesía del Atlántico, un hito que no se había repetido desde el vuelo de Charles Lindbergh, cinco años antes. Bautizada como "la novia de América", aprovechó su fama para crear su propia marca de ropa, fue editora asociada de la revista "Cosmopolitan" y, por su entusiasmo y optimismo, se convirtió en el símbolo del espíritu americano. Además de alcanzar una nueva marca de velocidad, fue la primera mujer condecorada por el Congreso de EEUU con la Cruz Distinguida de Vuelo y se hizo íntima amiga de la esposa del presidente, Eleanor Roosevelt. Feminista convencida, creó la organización de mujeres piloto "Noventa y Nueve", siguió realizando vuelos a lo largo y ancho de su país y promovió el uso comercial de la aviación. Gracias a su tesón, logró numerosos récords como volar sin escalas entre México DF y Nueva York en 14 horas o realizar en solitario la difícil travesía entre Honolulú y Okland (California), en la que habían fallecido anteriormente una decena de pilotos.

Un amor extraconyugal y rumores de bisexualidad

Amelia tuvo una historia de amor con Eugene Vidal, padre del escritor Gore Vidal y miembro de la denominada aristocracia americana, y corrieron rumores sobre su supuesta bisexualidad. Ni una cosa ni la otra rompieron su matrimonio. Fiel a la creencia de que "las mujeres deben intentar hacer las mismas cosas que han hecho los hombres y, si fracasan, su fracaso debe ser un desafío para otras mujeres", en 1937 se marcó un nuevo reto. Junto al copiloto Frederick J. Noonan, decidió dar la vuelta al mundo siguiendo la línea del Ecuador, una ruta diferente a la habitual. Iniciaron el viaje el 1 de junio desde Miami hasta Sudamérica y, desde allí, a África para luego seguir a las Indias Orientales. Recorrió 33.000 kilómetros en 30 días pero en la penúltima etapa el avión desapareció el 2 de julio en medio de un fuerte temporal. Su marido removió cielo y tierra para encontrarla con vida y el presidente Roosevelt envió 66 aviones y 9 barcos en busca de la aeronave. A las dos semanas se suspendieron las labores de rastreo y un año más tarde la dieron por muerta, pero llegó a publicarse que había sobrevivido y adoptado la identidad de Irene Bonlam, una banquera neoyorquina que se parecía mucho a ella y que desmintió tales informaciones. George publicó un libro basado en el diario del último viaje de su esposa. En el año 2009 se estrenó "Amelia", película basada en la vida de esta mujer, encarnada por Hillary Swank, con Richard Gere (George P. Putnam) y Ewan McGregor (Eugene Vidal)


miércoles, 12 de mayo de 2021

Jane Fonda: Activista y actriz ganadora de dos Oscar

 


Jane Seymour Fonda nació el el 21 de diciembre de 1957 en Nueva York. Fue la primogénita del actor Henry Fonda y de su segunda esposa, Frances Seymour, perteneciente a una familia de la alta sociedad norteamericana y que ya tenía una hija, Pan Brokaw de un anterior matrimonio. A los pocos meses del nacimiento de Jane, la familia se trasladó a Los Ángeles, donde Henry Fonda empezaba una prolífica carrera cinematográfica que le llevaría a convertirse en leyenda del Séptimo Arte. Los Fonda vivieron en una gran casa en Beverly Hills, en la que la pequeña -una niña hermosa, tímida y juguetona a la que apodaban "lady Jane"- recibía los arrumacos de estrellas como Greta Garbo, Judy Garland, James Stewart o Ginger Rogers. Tras nacer su hermano Peter, en 1940, toda la familia se trasladó a una enorme granja en las colinas de Santa Mónica, donde había establos y huerto.

Su madre se suicidó

A pesar de vivir en un aparente cuento de hadas, la infancia de Jane estuvo marcada por la falta de afecto. Henry empalmaba una película con otra y nunca le demostró cariño, mientras que  su madre se preocupaba más por los actos sociales que por sus hijos. Aquello marcó profundamente a la futura actriz, que décadas más tarde afirmó que, "si un padre y una madre que te mimen y te digan 'te quiero', resulta muy difícil llegar a quererse uno mismo. Mi padre era un héroe para los que les gustaba el cine, pero a casa no traía aquel espíritu. Su trabajo solo nos dio problemas y desavenencias, jamás la felicidad. Y mi madre siempre  estuvo desequilibrada con grandes depresiones". La situación familiar se hizo insostenible. Henry pidió el divorcio, lo que fue un durísimo mazazo para el delicado equilibrio psíquico de la madre. La internaron en un sanatorio y el 25 de abril de 1950 se quitó la vida cortándose el cuello con una cuchilla de afeitar. A Jane y Peter, que se fueron a vivir con su abuela materna, les dijeron que Frances había muerto de un ataque al corazón, pero, años más tarde, descubrieron por la prensa lo que había pasado.

Graves problemas de bulimia y anorexia

Tras estudiar en la Brentwood School y en la Emma Willard School, ingresó en un internado donde empezaron sus trastornos alimenticios. Quería ser una chica guapa y delgada para atraer a los chicos. Esos problemas derivaron en una bulimia grave, alternada con períodos de anorexia, que mantuvo en secreto durante más de veinte años.

Adolescente poco brillante en sus estudios, trabajó en dos películas junto a su padre. A instancias de éste, que estaba en contra de que Jane siguiera sus pasos profesionales, ingresó en el elitista Vassar's College y se especializó en música y pintura, lo que la llevó a trasladarse a París para continuar su formación. Pero, al poco tiempo, regresó a casa con la firme intención de dedicarse a la interpretación. Influida por una amiga, la actriz Susan Strasberg, en 1956 se matriculó en el célebre Actor's Studio, de Nueva York. Para pagarse las clases, trabajó como modelo, siendo muy cotizada.

Tras intervenir en varias  obras teatrales, en 1959, el director Joshua Logan, que era su padrino, la contrató para su primera película: "Me casaré contigo", que protagonizó junto a Anthony Perkins. Durante el rodaje se le disparó la bulimia, tuvo episodios de sonambulismo, de miedo a los hombres y problemas de identidad. En esa época descubrió el ballet, al que se hizo "adicta" porque le permitía controlar y cambiar la forma de su cuerpo. Hasta que empezó con el "Programa de Gimnasia de Jane Fonda", en 1978, practicaba ballet en cualquier parte del mundo donde estuviera. Tras su primer gran éxito con "Un domingo en Nueva York" (1963), el director francés Roger Vadin, descubridor de la actriz Brigitte Bardot, la llamó para protagonizar "Juegos de amor a la francesa". Durante el rodaje surgió el amor y se casaron en 1965. A partir de ahí, Jane alternó el cine francés con el americano. Tuvo un gran éxito con "Descalzos por el parque" (1967), junto a Robert Redford, y, al año siguiente, estrenó "Barbarella", que la convirtió en "sex symbol" de la época. Apodada la "Bardot americana", en 1968 tuvo a su primera hija, Vanessa. Tras el Mayo francés y un iniciático viaje a la India tomó  conciencia política, una faceta que nunca ha abandonado.

Por su trabajo en la excepcional "Danzad, danzad, malditos" (1969), de Sidney Pollack, recibió su primera candidatura al Oscar, pero su relación con Vadim se iba desmoronando. Sus colaboraciones profesionales no tenían éxito y, a veces, complacía a su marido realizando tríos sexuales. "Nunca me obligó a nada, sabía lo que estaba haciendo, pero sentía que si no lo hacía, Vadim me dejaría. Pensaba que, sin él, no existiría", confiesa descarnadamente en su biografía, "Jane Fonda. Memorias" ("Temas de hoy"), publicada hace unos años.

Oscar por "Klute" y boda con Tom Hayden

En 1970 la pareja se separó, Jane dejó a Vanessa al cuidado de su padre y se metió de lleno en temas sociales. Tras ganar el Oscar a la Mejor Actriz por "Klute" (1971), en cuyo rodaje se enamoró de Donald Sutherland, se convirtió en uno de los personajes famosos que se manifestaba contra la guerra de Vietnam: apoyó a los norvietnamitas, denunció la actuación de los soldados americanos y viajó al país asiático. Fue acusada de "traidora" y la apodaron "Hanoi Jane". Además, se convirtió en feminista radical, luchó contra la marginación de indios y negros, fue detenida en cinco ocasiones y el FBI le abrió un expediente. Les llevó a juicio, que ganó al demostrar que habían atentado contra sus derechos civiles. En 1973, se casó con Tom Hayden, un radical de origen apache que comulgaba con sus mismas ideas. Seis meses después nació su segundo hijo, Troy Garity. Durante los años 70 intervino en filmes tan conocidos como "El pájaro azul" (1976), "Julia" (1977) -que le valió otra nominación al Oscar por su interpretación de la escritora Lillian Hellman-, "El regreso" (1978), junto a John Voight, con la que ganó su segunda estatuilla, y "El síndrome de China" (1979), apología contra las centrales nucleares que le valió una tercera nominación al más preciado premio de Hollywood.

Después de muchos años distanciados, a principios de los 80 se produjo la reconciliación definitiva con su padre, entonces ya muy enfermo. Su nueva relación quedó plasmada en una gran película: "En el estanque dorado" (1981), en una de cuyas escenas se dijeron por primera vez "te quiero". Aquella interpretación le valió a Henry Fonda el Oscar al Mejor Actor, que no pudo recoger porque falleció al año siguiente víctima del cáncer.

El aerobic la convirtió en multimillonaria

Para superar sus problemas de autoestima, Jane encontró su tabla de salvación en el aerobic, ideó un programa de televisión con ejercicios, comercializó libros y vídeos, que son, hasta la fecha, los más vendidos de la historia de su especialidad. Aquello la convirtió en multimillonaria. Durante los 80, Fonda intervino en "Agnes de Dios" (1985), "A la mañana siguiente" (1986) -un trabajo por el que fue nuevamente nominada al Oscar- "Gringo viejo" (1989), con un entrañable y veteranísimo Gregory Peck, y "Cartas a Iris" (1989). junto a Robert de Niro, con la que decidió retirarse de la interpretación.

Tercera boda con el presidente de la CNN

Para entonces, se había separado de Tom y, en 1990, consiguió el divorcio. Cuando se hizo pública la noticia, recibió una llamada de Ted Turner, propietario de la cadena de televisión estadounidense CNN, que la invitó a salir. "No estoy con ánimos, llámame en tres meses", le contestó, pero el magnate de la comunicación insistió hasta derrotar las resistencias de la actriz. El 21 de diciembre de 1991, día de su 54º cumpleaños, Jane y Ted se casaron en Atlanta y ella asumió el papel de devota esposa. "Siempre estuve tan desesperada por complacer a los hombres de mi vida que me volví completamente desapegada de mi yo auténtico", explicó en una ocasión. Aunque descubrió, al poco tiempo, que su marido tenía una amante, la pareja no se rompió. Por su parte, el empresario seguía anclado en una parte de su pasado, ya que su padre también se había suicidado y seguía sin superarlo. En sus múltiples apariciones públicas ofrecían la imagen de pareja feliz, pero Jane seguía sin sentirse una mujer completa y, a pesar de disfrutar de aviones privados, mansiones de ensueño y trajes de alta costura, decidió divorciarse en abril del 2001.

Sola de nuevo, y sin intención de volver a ponerse el anillo de casada, la actriz reside en Atlanta, donde disfruta de la compañía de sus dos nietos: Malcolm y Viva. En los últimos años se dedica a la filantropía y el activismo, colabora en la prevención de los embarazos en adolescentes, la educación sexual y el desarrollo del concepto de resilencia (capacidad para sobreponerse a las circunstancias adversas que experimentan algunas personas siendo niños). Abrió el "Jane Fonda Center for Adolescent Reproductive Health" en la universidad de Emory.

En el 2005, tras casi veinte años retirada, aceptó un papel en "Una suegra de cuidado", y "Georgia Rule". En septiembre del año 2007, la entonces princesa Letizia le entregó un premio de la fundación "Save the Children" por su defensa de los derechos de la infancia.

En los últimos años Jane Fonda ha incrementado su presencia en el cine. Encarnó a Nancy Reagan en The Butler (El mayordomo), participó en la comedia This Is Where I Leave You (Ahí os quedáis) y también ha tenido un papel en la multipremiada Youth (La juventud) de Paolo Sorrentino, codeándose con Michael Caine y Harvey Keitel.

En 2019, comenzó unos "Fire Drill Fridays", donde se dedicaba a protestar frente al Capitolio de los Estados Unidos para intentar evitar lo peor de la crisis climática. Por ello, ha sido arrestada cuatro viernes seguidos.


miércoles, 5 de mayo de 2021

Patrick Swayze: Actor y bailarín de los años 80

 


Patrick Wayne Swayze nació el 18 de agosto de 1952 en Houston, Texas (EEUU). Fue el segundo de los cinco hijos del matrimonio de origen irlandés formado por Jessie Swayze, delineante, y Patsy Karnes, coreógrafa y profesora de baile. El ambiente artístico de su progenitora hizo que desde bien pequeño se aficionara a la música, el baile y el deporte, pero con el tiempo, Patrick reveló que su infancia no había sido tan idílica. "Mi madre no tenía piedad, siempre que todos sus hijos fuéramos perfectos. Mamá siempre nos hacía sentir que no valíamos nada y que, si hacíamos algo, debíamos ser los mejores. Tenía mucha rabia contenida porque no era feliz de la manera en que nos había criado", explicó.

Se enamoró de su mujer, Lisa, con solo 19 años

Estudió en cuatro escuelas -St. Rose of Lima Catholic School, Oak Forest Elementary School, Black Middle School y la Waltrip High School- en las que destacó en las disciplinas artísticas y deportivas, especialmente en ballet clásico, patinaje sobre hielo y fútbol. Fue una época difícil porque Patrick tuvo que soportar las pesadas bromas de amigos y vecinos que le tildaban de afeminado por practicar el baile. Aunque atractivo, nunca fue mujeriego y, con solo 19 años, se enamoró de Lisa, una chica de 15 que asistía a las clases de su madre. "Fuimos amigos mucho tiempo antes de llegar a ser amantes. Vivimos y dormimos juntos durante un año antes de que tuviéramos sexo. No fue fácil", explicaba Patrick con respecto a la que ha sido el amor de toda su vida. Una grave lesión de rodilla le obligó a abandonar una carrera como jugador de fútbol americano que se revelaba prometedora. Lejos  de deprimirse, en 1972 decidió dar un cambio radical a su vida y se mudó a Nueva York, la tierra prometida para miles de artistas que buscaban una oportunidad. Allí, Patrick completó su formación como bailarín profesional y empezó a trabajar en el Ballet Joffrey.

Debutó profesionalmente en algunos espectáculos de la Disney y, al poco, en el exitoso musical de Broadway, "Grease". Mientras su carrera avanzaba, el 12 de junio de 1975 se casó con Lisa Niemi, la preciosa chica rubia que ha sido su principal bastión en los peores momentos.

Su debut en la gran pantalla se produjo en 1979 con la película titulada "La fiebre del patín", que pasó sin pena ni gloria. Su gran oportunidad llegó en 1983 de la mano de Francis Ford Coppola con "Rebeldes", el filme que supuso también el descubrimiento de otros actores de la talla de Tom Cruise, Rob Lowe o Matt Dillon. Todo parecía sonreírle a nivel profesional, pero en lo personal estaba hundido en la miseria. Su padre había muerto poco antes del estreno de la película y Patrick empezó a beber desaforadamente. Fueron momentos muy duros para su mujer, que no conseguía convencerle para que pidiera ayuda, hasta que le dio un ultimátum: o ella o la botella. Patrick dejó la bebida y volvió al trabajo. En 1985, protagonizó la serie "Norte y Sur", que narraba la historia de la Guerra de Secesión Americana con un reparto de lujo formado por Elizabeth Taylor, David Carradine o Gene Kelly.

Un matrimonio muy unido que no tuvo hijos

En 1987, contra todo pronóstico, alcanzó la fama internacional gracias a "Dirty Dancing", en la que enamoró a millones de espectadoras de todo el mundo gracias a sus sensuales bailes con la co-protagonista del filme, Jennifer Grey. Para la película, Patrick, que fue nominado a su primer Globo de Oro por su trabajo, compuso y cantó el tema "She's like the wind", que ocupó durante varias semanas el número dos en la lista de "singles" más vendidos. "Aquel éxito fue un gran sueño. No me podía creer lo que estaba pasando porque, después de tantos sacrificios, me llegaba la recompensa", confesaría años más tarde. Fue la primera película que vendió un millón de copias en vídeo.

En el revuelto Hollywood, Patrick y Lisa siempre fueron el matrimonio perfecto al que nunca se vio en crisis. Se adoraban, se apoyaban, se amaban y se respetaban. Pero su unión no se vio bendecida con la llegada de hijos. "Lisa tuvo dos abortos, pero logramos superar aquellos momentos tan duros estando el uno al lado del otro. Luego pensamos en la adopción porque nos encantan los niños, pero no quisimos ser egoístas porque nuestros ritmos de vida eran bastante caóticos y aquello no hubiera sido justo para los pequeños".

"Dirty Dancing" y "Ghost", sus películas más taquilleras

Dispuesto a no encasillarse y pese a que le ofrecieron muchos millones de dólares para protagonizar una segunda parte de "Dirty Dancing", Patrick luchó en 1990 para conseguir el papel protagonista de "Ghost". Pero el director, Jerry Zucker, opinaba que Swayze no era el actor adecuado. Solo después de que Tom Hanks, Tom Cruise, Kevin Bacon, Bruce Willis, Harrison Ford y Alec Baldwin rechazaran el papel, Zucker accedió a que Patrick hiciera una prueba y, finalmente, le dio el papel de Sam Wheat, un alma errante que vuelve del otro mundo para seguir amando a Demi Moore. La película, que catapultó a la fama a esta actriz, fue un auténtico taquillazo y le valió al actor su segunda nominación al Globo de Oro. También lo transformó en un icono hollywoodiense. Al año siguiente, fue elegido por la revista People como el hombre vivo más sexy del mundo. Su tercera y última nominación al Globo le llegó por un papel muy alejado de sus registros habituales, el de "drag queen" en la inusual "A Wong Foo, gracias por todo, Julie Newmar". Esta película, junto con el personaje de surfero en "Le llaman Bodhi" (1991) -al lado de un debutante Keanu Reeves- y el de buen samaritano en "La ciudad de la alegría" (1992), fueron los títulos más relevantes de su carrera en los años 90, que empezó a entrar en declive por un alcoholismo con el que intentaba mitigar la presión que Hollywood ejerce sobre sus estrellas. La muerte de su hermana Vicky por sobredosis en 1994 todavía lo hundió más. Afortunadamente, su mujer consiguió convencerle para que se desintoxicara. El budismo y criar caballos en su rancho de Nuevo México acabaron de ayudarle a dejar la botella.

Una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama

Sus actuaciones se hicieron cada vez más esporádicas y Swayze, que tiene su nombre en el Paseo de la Fama de Hollywood, volvió a la actualidad, en enero del 2008, por la noticia de que se le había detectado un cáncer de páncreas que obligó a que le extirparan parte del estómago. Muchos aseguraron que le quedaba poco de vida, pero Patrick contraatacó en una entrevista de la periodista Barbara Walters, a la que aseguró: "Pienso seguir viviendo hasta que se encuentre una cura. Tengo miedo, estoy cabreado, estoy viviendo un infierno, pero pienso seguir viviendo". Decidido a no rendirse, y pese a las sesiones de quimioterapia, Swayze aceptó un papel en la serie de televisión ·The Beast", negándose a tomar calmantes contra el dolor porque creía que afectarían a su trabajo. Veinte meses después del anuncio de su enfermedad, Patrick Swayze murió en la madrugada del 14 de septiembre en su casa de Los Ángeles en compañía de sus seres queridos.


domingo, 4 de abril de 2021

Kim Peek: El auténtico "Rain Man"

 


Kim Peek nació el 11 de noviembre de 1951 en Salt Lake City (EEUU). Fue el menor de los tres hijos de un matrimonio mormón formado por Fran, ejecutivo publicitario, y Jeanne, ama de casa. A los 9 meses los médicos le diagnosticaron un retraso mental severo debido a una macrocefalia -tenía el cráneo más grande de lo normal- y a la ausencia de cuerpo calloso, parte del cerebro que une los dos hemisferios cerebrales y que regula la conexión entre ambos. Esa particularidad de su cerebro hizo que se produjera un fallo en el sistema de filtración de la información, que le llevaba a retener hasta el 98% de todo lo que leía o veía en televisión, mientras que una persona normal sólo puede recordar un 45%.

Los especialistas aconsejaron a sus progenitores que le ingresaran en un centro especial, pero, tras sopesar las ventajas e inconvenientes de esta opción, sus padres decidieron criarle de la forma más normal posible en su casa, en compañía de Brian y Alison, sus dos hermanos. Fran y Jeanne se quedaron helados cuando, con sólo 16 meses, el pequeño empezó a hablar con fluidez. Además, leía perfectamente el periódico y podía recitar de memoria las obras de Shakespeare. Aquella situación desconcertó tanto a la familia que buscaron asesoramiento y los especialistas les explicaron que Kim padecía el síndrome de Savant (síndrome del sabio), que consiste en una serie de discapacidades mentales, físicas o motrices acompañadas de determinadas habilidades propias de las personas superdotadas. Eso quería decir que el pequeño Kim no era capaz de valerse por sí mismo en necesidades tan básicas como darse un baño, vestirse o comer, pero en cambio podía recordar con todo lujo de detalles la trama de cualquier novela o recitar libros enteros de poesía. Eso sí, sin entender su significado y sin mostrar ningún tipo de emoción ante lo que decía.

Los médicos recomendaron una lobotomía

No aprendió a caminar hasta los 4 años y su mayor diversión era memorizar listines de teléfonos y códigos postales del país o sumar los números de las matrículas de los coches. A los 6 años, el cirujano Peter Lindstrom sugirió a sus padres que sería conveniente practicar una lobotomía, una operación quirúrgica por la que se procedía a la ablación de los lóbulos frontales del cerebro del paciente. Este tipo de intervención estuvo muy de "moda" en EEUU en los años 50 y una de las 10.000 pacientes que la sufrieron fue Rosemary Kennedy, hermana mayor del presidente J.F. Kennedy, si bien esto se mantuvo en secreto durante años. Pese a la opinión e los especialistas, los padres de Kim se negaron a convertir a su hijo en un vegetal.

Un calendario de 10.000 años en su memoria

A los 7 años, Kim ya se sabía de memoria toda la Biblia y, a los 14, ya había terminado el instituto, si bien las autoridades académicas se negaron a darle el título porque había acabado los cursos con cuatro años de antelación. Con tal de que llevara una vida lo más normal posible, a los 18 años empezó a trabajar en un departamento de contabilidad, donde dio muestras de su extraordinaria habilidad para efectuar operaciones matemáticas, ya que, sin la ayuda de calculadoras, era capaz de rellenar mentalmente las hojas de contabilidad, pagar a los proveedores y rellenar las nóminas de los trabajadores.

Con el tiempo llegó a tener en su memoria un calendario de 10.000 años que le permitía situar cualquier hecho en las coordenadas correctas, por lo que llegó a ser conocido con el sobrenombre de Kimputer. Debido a su discapacidad para desenvolverse con otras personas siempre estuvo muy protegido por su familia y, a duras penas, tenía amigos. Su tiempo libre lo invertía devorando libros. Era capaz de leer dos páginas en menos de ocho segundos porque usaba los dos ojos al mismo tiempo -con el izquierdo leía la página izquierda y con el derecho hacía lo propio con la derecha-, almacenaba el contenido en su memoria y, pese a que transcurrieran muchos años, recordaba los personajes, sus historias y los lugares en los que transcurría la trama, aunque sin comprender la historia  sacar alguna conclusión. En el momento de su muerte se sabía de memoria la asombrosa cifra de 9.000 libros. Por si esto fuera poco, también era capaz de memorizar partituras enteras que tocaba al piano con pasmosa facilidad pese a no tener ningún conocimiento musical.

Un impresionado guionista de Hollywood

Tras el divorcio de sus padres en 1981, Kim se quedó bajo el cuidado de su padre, que siempre estuvo muy pendiente de él, aconsejándole correctamente para que nadie sacara provecho de sus dotes. Durante su comparecencia en 1984 en la conferencia de la Asociación de Personas Retardadas de Arlington (Texas) conoció al productor y guionista Barry Morrow, que unos años antes había escrito el guión para la película "Bill", sobre un hombre con retraso mental, que interpretó Mickey Rooney. Kim y Barry charlaron durante varias horas sobre la Guerra de Secesión norteamericana, la I y II Guerra Mundial y otros asuntos históricos. El guionista quedó tan impresionado con sus habilidades que decidió inspirarse en él para escribir el guión de su siguiente filme, "Rain Man", la historia sobre un joven "yuppie" (Tom Cruise) que, al morir su padre, descubre que tiene un hermano autista (Dustin Hoffman), que ha heredado toda la fortuna. Hoffman se vio varias veces con los Peek y en aquellas entrevistas charlaron sobre temas tan variados como la monarquía británica, el cine, el programa espacial o de libros de literatura y geografía. La película consiguió tres de los ocho Oscar a los que estaba nominada -mejor director, mejor actor y mejor guión- y Hoffman, en reconocimiento a las capacidades de Kim, aseguró que "puede que yo sea una estrella, pero tú eres el cielo".

"Tenemos que reconocer y respetar las diferencias entre las personas"

Aunque a Kim nunca se le llegó a considerar autista, el éxito de la película cambió radicalmente la vida de los Peek, ya que fueron el centro de atención de numerosos medios de comunicación y realizaron innumerables conferencias en universidades, prisiones y otras instituciones de Estados Unidos para concienciar a la gente sobre los discapacitados mentales. Antes de empezar sus discursos, los dos leían la misma nota introductoria: "Tenemos que aprender a reconocer y respetar las diferencias existentes entre las personas y tratarlas de la misma manera como queremos que nos traten a nosotros. De esta manera albergaremos la felicidad y la esperanza". Jamás cobraron un dólar por sus intervenciones, pero Kim se lo pasaba en grande porque al acabar cada una de sus exposiciones mostraba a toda la audiencia el Oscar especial que había recibido. A lo largo de su vida protagonizó varias anécdotas que dejaban perplejo a quien le escuchaba, como cuando cuatro meses después de haber leído en poco más de una hora la novela "La caza del octubre rojo", de Tom Clancy, le preguntaron si recordaba el nombre del operador de radio ruso del libro. Ni corto ni perezoso, Kim reprodujo mentalmente todo el fragmento que hacía referencia al personaje.

En 1996, Fran escribió un libro sobre su hijo que tituló "El auténtico Rain Man: Kim Peek" y que fue todo un éxito de ventas. En el 2004, la NASA empezó a estudiar su cerebro con tomografías y resonancias magnéticas para intentar descubrir por qué una persona con un coeficiente intelectual de sólo 87 (la media está en unos 110) era capaz de realizar cosas tan asombrosas. Su padre aseguró que la investigación tenía "el objetivo de medir qué sucede en su cerebro cuando se expresa y cuando piensa sobre lo que expresa".

Tras sufrir una infección de las vías respiratorias, Kim, que era especialista en 15 temas pero era incapaz de atarse los zapatos o saber en qué cajón estaban sus calcetines, falleció el 19 de diciembre de 2009, a los 58 años, debido a un paro cardíaco.


domingo, 14 de marzo de 2021

Liza Minnelli: La estrella de "Cabaret"

 


Liza May Minnelli nació el 12 de marzo de 1946 en Hollywood. Fue la única hija del matrimonio formado por Judy Garland, actriz y cantante, y el segundo de sus cinco maridos, el director  Vincente Minnelli. Eso propició que Liza creciera en los estudios de la Metro Goldwin Mayer, donde sus padres trabajaban. Con tan solo 3 años, apareció por primera vez en el cine en "In the good Old Summertime", protagonizada por Judy y Van Johnson y, a los 8, bailó en Broadway con su madre. Empezó a tomar clases de baile  con el coreógrafo Nico Charisse y admiraba profundamente a Fred Astaire y a Gene Kelly. Sin embargo, Liza quería ser patinadora de hielo, porque la respuesta del público era más inmediata mientras que los rodajes de cine le parecían muy aburridos. Su vocación le llegó a los 13 años, cuando quedó fascinada por el teatro de Broadway.

En 1951, sus padres se divorciaron y, un año más tarde Judy se casó con Sydney Luft, padre de sus hijos Lorna y Joel, y Vincente hizo lo propio con Georgette Magnani, con quien tuvo  Cristiana Nina.

Una madre neurótica y un padre soñador

De su niñez, Liza recuerda que "crecí en la meca del cine, al igual que otras decenas de hijos de estrellas, y no me sentía especial en comparación con otros niños, ya que no conocía otra realidad". Sobre sus padres siempre ha dicho que "mi madre era una artista muy neurótica, bastante estricta y siempre me decía lo que tenía que hacer o llevar. En el fondo era amable y amorosa, pero prefería ir a casa de papá, una persona muy calmada que me colmaba de felicidad. Mamá me dio el empuje, pero papá alimentó mis sueños".

A los 16 años, la joven Liza dejó la escuela, se marchó de casa y, en contra de la opinión de sus progenitores, se trasladó a Nueva York con la firme intención de ser una actriz reconocida. Su primer éxito lo logró en 1963 con "Best food forward", que estuvo siete meses en cartelera y dio título a su primer disco. Un año después, Judy invitó a su hija a su célebre "show" del London Palladium, estableciéndose una relación de tira y afloja entre ambas. Tal y como recordó posteriormente en una entrevista a "The New York Times", "mamá se dio cuenta de que era buena... Hubo momentos en los que me sonreía e instantes después se convertía en una leona que protegía el escenario como si alguien le estuviera invadiendo el territorio". Durante esos conciertos, Liza conoció a Peter Allen, un protegido de Judy que se convertiría en su primer marido en 1967. A los 19 años, Liza Minnelli empezó a saborear las mieles del éxito ganando su primer Tony -el Oscar teatral- por la obra "Flora the red menace", en 1967 intervino en su primera película, "Charlie Bubbles" y, a los 23, consiguió su primera nominación al Oscar por "The Sterile Cuckoo" (1969). Ese mismo año su madre falleció tras un largo calvario de inestabilidades psíquicas y adicciones a las drogas y el alcohol, siendo una sobredosis de barbitúricos lo que acabó con su vida. Liza, que siempre se caracterizó por su carácter optimista, se sumió en una depresión.

Un Oscar a los 23 años

Pero, como suele decirse, el espectáculo debe continuar y, en 1970, realizó su primer especial en televisión para la NBC "Liza", y salió de gira con sus números. Tras superar un duro "casting", fue la elegida para protagonizar "Cabaret" de Bob Fosse, que la catapultó a la fama internacional. Recibió el aplauso del público, la crítica la elevó a lo más alto y fue galardonada con los mas reputados premios por su interpretación, entre ellos, el Oscar, el Globo de Oro, el British Academy Award y el Entertainer of the Year de la American Guild of Variety Artists.

La década de los setenta fue una de las más fructíferas en su vida. Grabó más de una decena de discos, participó en varios programas e intervino en siete películas, entre ellas "New York, New York" (1977), junto a Robert de Niro, en la que popularizó la canción del mismo nombre, que luego interpretaría Sinatra, su querido mentor durante los primeros años de Liza en la Gran Manzana.

No pudo ser madre, lo que la marcó de por vida

En 1972, la actriz se divorció de Peter y, dos años más tarde se casó con Jack Haley Jr., productor y director, cuyo padre interpretaba al Hombre de Hojalata en "El mago de Oz" junto a Judy Garland. Durante ese matrimonio, Liza tuvo un aborto en el quinto mes de gestación -posteriormente tuvo dos más-, un hecho que la marcó de por vida. En esa época, se dejó ver asiduamente por la célebre discoteca "Studio 54" de Nueva York, junto a Andy Warhol, Elizabeth Taylor, Salvador Dalí o Bianca Jagger, viviendo las noches más alocadas de su vida. En 1976, protagonizó "Nina", la última película de su padre, que falleció 10 años después. Recién estrenada la década de los 80, Liza se divorció de Jack para, unos meses más tarde, casarse con el escultor Marc Gero.

A partir de ese momento, su vida entró en una espiral autodestructiva. Rodó la película "Arthur", grabó el disco "Live at Carnegie Hall", realizó una gira internacional y ganó otro Tony, pero a pesar de su éxito o, a causa de él, su vida personal estaba fuera de control. Como su madre, comenzó a abusar del alcohol y de ciertos  fármacos, mostrándose cada vez más agresiva, olvidadiza y huraña. En 1984, ingresó en la clínica de rehabilitación Betty Ford -donde era asidua su gran amiga Elizabeth Taylor- y, durante varios meses se sometió a una intensa terapia. En 1985, resurgió de sus cenizas y consiguió su segundo Globo de Oro por el telefilme "A time to live". Sin embargo, a pesar de este renacer, sus nuevas películas tuvieron poco éxito y se fue  refugiando en la televisión apareciendo en algunas series o documentales.

Sufrió una encefalitis

En 1988, realizó un exitoso tour mundial junto a Frank Sinatra y Sammy Davis Jr llamado "The ultimate event", y, un año después, los Pet Shop Boys produjeron su disco "Results". En 1990, recibió un Grammy en reconocimiento a toda su carrera y, al año siguiente, se divorció de su tercer marido. Cinco años  más tarde sustituyó a Julie Andrews en Broadway en el musical "Víctor o Victoria" y parecía que había encarrilado su vida, pero volvió a ser ingresada  para rehabilitarse  de sus adicciones. A los 54 años, sufrió una encefalitis aguda que a punto estuvo de postrarla en una silla de ruedas para siempre. "Soy una persona extremadamente optimista. Amo la vida y me niego a estar en esta situación", confesó. Sus ejercicios y sus clases de baile diarios, así como su gran fortaleza la ayudaron a resurgir nuevamente. Y, una vez más, se volvió a casar, esta vez, con el productor David Gest, teniendo como padrinos a Elizabeth Taylor y Michael Jackson. Pero los problemas entre el matrimonio no tardaron en surgir y, un año después, en el 2003, se separaron. A lo largo de su complicado divorcio, que duró cuatro años, David exigió a su mujer una compensación de seis millones de euros tras acusarla de agresión cuando estaba borracha. Finalmente, la actriz y cantante obtuvo el divorcio en el 2007. Durante su visita a España, en el 2007, comentó con gracia sobre sus adicciones que "muchas estrellas jóvenes de hoy en día están fuera de control por sus continuos abusos de las drogas y el alcohol y eso les hace ser glamurosas. Si ir a una clínica de rehabilitación está de moda, yo soy la más glamurosa del mundo".

Con más de cuarenta años de exitosa carrera, Liza es una auténtica superviviente. Tiene dos implantes de cadera, la han operado tres veces de las rodillas, recae continuamente en sus problemas con el alcohol y sale victoriosa de las rehabilitaciones. Es una de las pocas actrices que tiene en su haber un Oscar, un Grammy, un Emmy, dos Globos de Oro y tres Tony y la única cuyos padres también tuvieron su Oscar. Es una estrella nacida de dos estrellas.



domingo, 7 de marzo de 2021

Wallis Simpson: La mujer por la que abdicó Eduardo VIII

 


Bessie Wallis Warfield nació el 19 de junio de 1896 en Blue Ridge Summit, una localidad cercana a Baltimore (Estados Unidos), ciudad en la que residía la adinerada familia de su padre, Teackle Wallis Warfield. La niña fue el único retoño de éste y Alice Montague. De salud delicada, su progenitor falleció cuando ella tenía sólo 7 meses y el hermano de su padre, Solomon Warfield, se hizo cargo de la educación de Bessie hasta que la madre de ésta contrajo matrimonio de nuevo, en 1908. Por aquel entonces, la niña ya daba muestras de un fuerte carácter y fue ella quien decidió que la llamaran por su segundo nombre, Wallis. Educada en los mejores colegios de Baltimore, en la adolescencia asombraba a sus compañeras luciendo un atrevido peinado con el cabello corto y rizado.

A los 19 años, fue a visitar a su prima Corinne a Florida, donde conoció al teniente Earl Winfield Spencer, con el que contrajo matrimonio siete meses después, en noviembre de 1916, pero, durante su luna de miel, la joven se dio cuenta de que su esposo tenía serios problemas con la bebida. El consumo de alcohol provocaba que el teniente se volviera irascible y, a lo largo de su matrimonio, Wallis tuvo que soportar episodios de violencia física. En una ocasión, su marido la encerró durante toda la noche en el lavabo. Para ella, aquello fue la gota que colmó el vaso y decidió pedir el divorcio. Su familia no veía con buenos ojos la iniciativa, pues lo consideraba un desprestigio dada su posición social. La joven se instaló en Washington, donde conoció a un diplomático argentino, Felipe Espil, a quien ella definió como "un maestro en el arte de vivir". Su historia de amor duró dos años y, tras la ruptura, en 1924, Wallis intentó reconciliarse con su todavía marido. Aunque, durante unas semanas, la pareja convivió plácidamente, Earl no había dejado de beber y volvieron las discusiones, por lo que Wallis solicitó formalmente el divorcio.

Se instaló en Londres con su segundo marido

Poco tiempo después, entró en su vida Ernest Simpson, hijo de un destacado naviero británico. Se enamoraron y se instalaron en Londres. Cuando ella obtuvo el divorcio de su primer marido, contrajeron matrimonio, el 21 de julio de 1928. Wallis se adaptó a la perfección a su nueva vida en Gran Bretaña, donde alternó de manera habitual con la alta sociedad. La joven estadounidense entabló amistad con Consuelo Thaw, hermana de Thelma Furness, quien entonces era amante del príncipe de Gales. En noviembre de 1930, Consuelo fue invitada a una cacería en la que también participó el futuro Eduardo VIII, pero ésta no pudo asistir y propuso que su lugar lo ocupara el matrimonio Simpson. Aquello propició el primer encuentro entre Wallis y el que sería su tercer marido. Según contó a sus allegados, lo que más le llamó la atención entonces fue la escasa estatura del príncipe, aunque, desde el principio, reconoció que tenía unos modales excelentes y una naturalidad cautivadora.

Wallis Simpson y el heredero de la corona británica coincidieron en diversas reuniones sociales y se convirtieron en grandes amigos. La llama del amor se iba encendiendo poco a poco y fue en 1933 cuando el príncipe le hizo su primer regalo: una orquídea.

Inició su romance con el príncipe estando aún casada

A lo largo de 1934, el heredero la agasajó con joyas y, en verano, invitó al matrimonio Simpson a pasar unas semanas con él en una villa de Biarritz, al sur de Francia. Ernest no pudo ir al encontrarse en Estados Unidos y, aunque Wallis acudió acompañada de su tía Bessie para que actuara de carabina, la pareja inició un romance que alteraría el curso de la historia. El crucero por el Mediterráneo a bordo del yate "Rosaura" resultó inolvidable para ambos. "Traspasamos la frontera de la amistad al amor", relató ella en sus memorias, "El corazón tiene sus razones". "Por mucho que me esforzaba, no entendía cómo el hombre con más encanto del mundo podía estar seriamente atraído hacia mí", escribiría décadas después. A pesar de que seguía formalmente casada con Ernest Simpson, éste no se opuso en ningún momento a la nueva relación de su esposa. De hecho, él mismo también había encontrado una nueva compañera, Mary Kirk, y ambos estuvieron de acuerdo en iniciar los trámites de divorcio.

El heredero a la corona británica empezó a plantearle a Wallis la posibilidad de que, cuando fuera libre, se convirtiera en su mujer. "No te dejarán nunca", le aseguró ella. A lo largo de 1935, prosiguió su historia de amor y el príncipe le regaló joyas cada vez más caras en las que estaba presente la inscripción WE, las iniciales de ambos, que coinciden con la palabra "nosotros", en inglés.

El 20 de enero de 1936 murió el rey Jorge V, padre de Eduardo, con lo que él se convirtió en el nuevo monarca. Pocos meses después, organizó una cena para presentar a la que sería su futura esposa a los políticos del momento, que le advirtieron que el enlace no sería bien visto ni por la familia real ni por sus súbditos. Eduardo VIII sugirió la posibilidad de un matrimonio morganático, es decir, que Wallis no pudiera ostentar el título de reina, pero ni sus allegados ni la clase política lo aceptaron, por lo que tomó la decisión de abdicar. El 11 de diciembre de 1936, el rey comunicó por radio a su pueblo que dejaba el trono y que le sucedería su hermano. Wallis oyó el discurso, con lágrimas en los ojos, en Cannes, donde se había refugiado cuando se inició el escándalo.

Una boda discreta en Francia

Convertido en duque de Windsor, Eduardo ya fue libre para casarse con su amada y la boda, una ceremonia privada, tuvo lugar en el castillo de Candé, en Francia, el 3 de junio de 1937. Durante 1938, el matrimonio residió en Cap d'Antibes hasta que se trasladó a una exclusiva mansión en el Bois de Boulogne de París. Allí los sorprendió el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la invasión nazi de Francia en 1940. Los duques lograron salir del país y llegaron a España. Eduardo, de quien se ha apuntado que sentía simpatías hacia el régimen de Hitler, se negó a volver a su país hasta que a su esposa se le reconociera el título de Alteza Real. Finalmente, las autoridades le ofrecieron el cargo de gobernador de las Bahamas mientras durara la contienda. Durante los cinco años que estuvieron en estas islas, los duques se ganaron el cariño de la población. Wallis, nombrada jefa de la Cruz Roja, creó el primer centro de maternidad para mujeres de color del país y también colaboró en la cantina a la que acudían los militares británicos.

Terminada la guerra, el matrimonio regresó a su mansión parisina. A partir de entonces, su rutina consistió en pasear a sus perros y en alternar con la alta sociedad. Durante las décadas de los 50 y los 60, fueron frecuentes sus viajes a Estados Unidos, donde asistieron a fiestas con compañías como los Rotschild o los reyes de Yugoslavia. En estos eventos a la duquesa le encantaba lucir modelos de alta costura y las carísimas joyas que su marido le regalaba. La rumorología apunta que, durante su matrimonio con Eduardo, Wallis tuvo más de un amante. Joachim von Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores de Hitler, o el "playboy" Jimmy Donahue fueron dos de los hombres con los que habría mantenido relaciones.

La frustración de no haber podido ser madre

Aunque la duquesa ya tenía 40 años cuando se casó con Eduardo, nunca descartó la idea de ser madre hasta que, por motivos médicos, tuvo que ser sometida a una histerectomía. "Toda mujer que ha sido amada como yo lo he sido ha conocido la vida en su plenitud. A pesar de todo, existe una sombra: no he sentido jamás la alegría de ser madre", se lamentaba en sus memorias.

Tras la subida al trono de Isabel II, la relación de los duques con la familia real mejoró, aunque no fue hasta 1967 cuando el matrimonio tomó parte en un acto público en Londres junto con la reina. A lo largo de la década de los 60, la salud del duque de Windsor, fumador empedernido, se había ido deteriorando y, en 1971, se le diagnosticó un cáncer de garganta. El 28 de mayo de 1972, Eduardo falleció en su mansión parisina y sus restos fueron trasladados a Londres, donde recibió sepultura en el cementerio privado real de Frogmore. La duquesa, a la que tras el fallecimiento de Eduardo se le concedió el título de Alteza Real, asistió al entierro de su marido, pero enseguida volvió a Francia.

Retirada en la casa del Bois de Boulogne, vivió 14 años sin su amado esposo. Enferma de artritis y arterioesclerosis, fue perdiendo movilidad hasta quedar postrada en una silla de ruedas. Una bronconeumonía empeoró su ya delicado estado de salud, provocándole la muerte, a los 89 años, el 24 de abril de 1986. Fue enterrada junto a Eduardo.



viernes, 5 de marzo de 2021

Tom Cruise: Uno de los actores más taquilleros de Hollywood


Thomas Cruise Mapother IV nació el 3 de julio de 1962 en Syracuse, Nueva York. Es el tercer hijo y único varón de los cuatro que tuvieron Thomas Cruise Mapother III, ingeniero electrónico, y Mary Lee, una actriz fracasada reconvertida en profesora. Sus tres hermanas se llaman Mary Lee, Marian y Cass.

Debido a la inestabilidad laboral del patriarca, los Cruise cambiaron de domicilio en tantas ocasiones que el pequeño Tom llegó a estudiar en 15 colegios diferentes. Jamás pudo hacer amigos, se sentía rechazado en las pandillas y fue un ser solitario, tímido y poco dado a exteriorizar los sentimientos. Todo ello le ayudó a despertar su imaginación, ocasionándole algún problemilla, ya que de pequeño jugaba con unos soldaditos que llevaban paracaídas, por lo que decidió imitarles fabricándose uno parecido con unas sábanas para tirarse desde el tejado de casa. Se estampó contra el suelo y quedó inconsciente durante unos minutos. También entretenía a su familia imitando al Pájaro Loco y al Pato Donald.

Creció junto a su madre y sus tres hermanas

Por si esto fuera poco, tuvo serios problemas en sus estudios debido a la dislexia, una enfermedad heredada que le provocó dificultades para leer y escribir y que en los inicios de su carrera le impidió memorizar correctamente los guiones. Eso le distanció todavía más de sus compañeros, que creían que Thomas era retrasado. Uno de los momentos más duros llegó cuando, a los 12 años, sus progenitores se separaron y su madre decidió empezar de cero. Mientras su madre daba clases de teatro y vendía lavadoras, Tom cortaba la hierba de los vecinos, recogía papel usado y vendía helados, ya que su padre no pasaba la pensión.

"Mi madre hizo todo lo humanamente posible para alimentar y mantener unidos a sus hijos. Encontraba tiempo para estar con nosotros y, por mal que fueran las cosas, siempre cantaba por las mañanas y nos levantaba el ánimo. Sólo puedo decirle una cosa: bendita seas", confesó en plena madurez. En el colegio demostró una gran habilidad en los deportes, especialmente en la lucha libre, pero en uno de los entrenamientos se lesionó la rodilla y tuvo que abandonar esta disciplina. A los 14 años ingresó en un seminario franciscano en Cincinnati, donde incluso hizo voto de celibato porque la educación era buena y gratuita, pero colgó los hábitos al no comulgar con la llamada del Señor. Poco después, salió con su primer amor del instituto, Laurie Hobbs, y empezó a picarle el gusanillo por la actuación tras interpretar la obra escolar "Guys and Dolls". Finalmente, su madre decidió establecerse con sus cuatro hijos y su nuevo marido en New Jersey, donde Tom se graduó en 1980 en el instituto Glen Ridge.

Íntimo amigo de Sean Penn y Matt Dillon

Con 18 años recién cumplidos, se marchó a Nueva York para ser actor y se matriculó en una escuela de arte dramático que alternaba con trabajos como camarero, dependiente, vendedor de helados o descargador de camiones. Le rechazaban sistemáticamente en los "castings" y se hizo íntimo amigo de Sean Penn y Matt Dillon, quienes también probaban suerte en aquella época. A pesar del acné y de su desastrosa dentadura, logró algunos trabajos en varios anuncios para televisión, donde captó la atención del director Franco Zeffirelli, que en 1981 le dio su primera oportunidad en el cine con "Amor sin fin", en la que apenas tenía tres frases. Poco después rodaría "Taps, más allá del honor", por la que cobró 35.000 euros.

Tras un año de sequía, su primera gran oportunidad en el cine le llegó de la mano de Coppola con "Rebeldes", que protagonizó al lado de Rob Lowe, Sean Penn, Timothy Hutton, Matt Dillon, Patrick Swayze y Emilio Estévez, y a los que la crítica llamó el "Brat Pack" (atajo de mocosos) porque se convirtieron en la nueva generación capaz de relevar a las viejas glorias de Hollywood en edad de jubilarse. Durante el rodaje, demostró que también era un rebelde en privado, ya que, entre otras travesuras, untó de miel las tapas de los retretes. Con el dinero que ganó, se puso unas fundas dentales que iluminaron aún más su irresistible sonrisa.

Reconciliación con su padre moribundo

En 1983 protagonizó "Risky Business" junto a Rebecca de Mornay, con quien salió durante un par de años. Tom adelgazó, se cortó el pelo, cambió su dicción y demostró que podía ser un joven bachiller que pone en marcha un negocio de prostitución. La escena en la que baila en ropa interior le lanzó al estrellato. "A partir de esa película las cosas se desmadraron. De repente, la gente me miraba por la calle y me daba por pensar si tenía un moco colgando de la nariz... Me costó acostumbrarme", afirmaría años más tarde. Al acabar el filme le comunicaron que su padre se estaba muriendo y decidió acercarse al hospital después de una década sin saber nada de él. "Estaba agonizando y vi en él un profundo arrepentimiento que le estaba torturando. Lo único que pude decirle es: 'Mira, todo está bien". Y se prometió a sí mismo que jamás sería como él. Su padre le zurraba de pequeño, llegó a casarse por segunda vez y tuvo hijos, pero nunca se ha hablado de sus hermanos. En 1986 llegó su estrellato a nivel internacional con "Top Gun, ídolos del aire", donde interpretó a un piloto de bombardero de la armada norteamericana. Su cazadora de aviador, sus tejanos negros, sus camisetas blancas y, sobre todo, las gafas de sol Rayban, se popularizaron entre los adolescentes de todo el mundo, haciendo que se dispararan las ventas.

Entre sus sonados idilios de aquella época figuran los nombres de actrices como Heather Locklear, Melissa Gilbert, Lori Singer, Patty Scialfa (actual esposa de Bruce Springsteen) y Kelly McGillis -su compañera en "Top Gun"-, cuya relación terminó cuando se cruzó en su camino Cher, que por aquel entonces tenía 41 años y Tom, 24. En 1986, Scorsese se fijó en él para protagonizar junto a Paul Newman "El color del dinero", "remake" del clásico protagonizado por el legendario actor de los ojos azules "El buscavidas". "Paul me dio muy buenos consejos sobre la vida, la interpretación y sobre cómo desacelerarme. Me ayudó respecto a lo que hay que tomarse en serio y lo que no", dijo Tom.

Durante los rodajes, Newman le inculcó su pasión por la velocidad y acudían juntos a correr en circuitos profesionales. Entre ambos se estableció una química especial y una gran amistad que perduró hasta la muerte del legendario intérprete. Justamente, en una de esas carreras conoció a la actriz Mimi Rogers, separada recientemente de Tom Selleck y divorciada de James Rogers, consejero de la Iglesia de la cienciología. La pareja se casó en la más estricta intimidad el 9 de mayo de 1987 y las fans del actor se quedaron tan decepcionadas que algunas llegaron a ponerse un brazalete negro en señal de luto.

Se rumoreó que es homosexual y estéril

Durante los casi tres años que duró su matrimonio, Mimi introdujo a Tom en la cienciología, doctrina que abrazó en 1990, poco antes de su separación, y protagonizó dos de las películas más emblemáticas de su carrera, "Rain Man" (1988) y "Nacido el 4 de julio" (1989), por cuya interpretación ganó su primera nominación al Oscar. Su divorcio le costó ser el blanco de la venganza de mimi, que acusó a su exmarido de tener un miembro viril pequeño, de ser estéril y de no tener casi relaciones sexuales. A partir de ese momento se dispararon los rumores sobre su supuesta homosexualidad. Unos meses después, durante el rodaje de "Días de trueno", se enamoró de la actriz australiana Nicole Kidman, que poco a poco estaba abriéndose camino en Hollywood. Se casaron en la navidad de 1990 en Colorado y adoptaron a Isabella Jane, nacida en 1992, y Connor Anthony, en 1995, motivo por el que se reanudaron los rumores sobre su supuesta homosexualidad y esterilidad.

Pero Andrew Morton, autor del libro, "Tom Cruise, una biografía no autorizada" lo niega: "Tom no es gay ni estéril. Decidieron adoptar porque Nicole había tenido dos abortos y esto les produjo tanto dolor que no querían hablar de ello. Además, los médicos les recomendaron que no tuvieran hijos". Durante su matrimonio protagonizaron dos filmes más, "Un horizonte muy lejano" y "Eyes Wide Shut". A lo largo de la década de los 90, Tom protagonizó algunos de los éxitos más importantes de su carrera como "Algunos hombres buenos", "La tapadera", "Entrevista con el vampiro", "Jerry Maguire" -su segunda nominación al Oscar-, "Magnolia" -su tercera y última nominación- y la taquillera "Misión imposible" por la que llegó a ganar casi 50 millones de euros entre sueldo y porcentaje de taquilla. Con las siguientes secuelas, "MI 2" (2000) y "MI 3" (2006), se embolsó en cada una otros 54 millones de euros.

Sorprendente divorcio de Nicole Kidman

Cuando todos apostaban que Nicole era la mujer de su vida, en agosto del 2001 Tom sorprendió con un divorcio que provocó que se le tachara de manipulador y egoísta. De hecho, aún hay varias incógnitas por resolver respecto a este tema. Por un lado, el actor porno gay Chad Slater contó que había mantenido relaciones sexuales con Cruise mientras éste estaba casado con Nicole, lo que provocó que Cruise le demandara por 70 millones de euros para limpiar su honor, aunque finalmente sólo se llevó 7 millones. Y por otro llegó a decirse que Nicole no gustaba a la cienciología porque su padre es un psicólogo que podía causarles problemas. A la actriz se la amenazó con revelar aspectos de su vida sexual si hacía demasiado ruido en el divorcio, un proceso en el que Tom se las arregló para demostrar que su matrimonio había durado 10 años menos una semana porque, de haber estado casados una década completa, tendría que haberle dado a Nicole la mitad de su fortuna, cifrada entonces en unos 240 millones de euros. Tras la separación, Tom aclaró que "nunca he tenido interés en hacer daño o menospreciar a la madre de mis hijos y compartimos la custodia sin problemas. De esta manera los niños lo viven sin traumas. Hacemos muchas cosas juntos, jugamos, les educamos y les criamos en un ambiente seguro y responsable".

Una relación de tres años con Penélope Cruz

Durante el rodaje de "Vanilla Sky" (2001), adaptación de "Abre los ojos", de Amenábar, Tom cayó bajo el embrujo de Penélope Cruz y mantuvieron una relación hasta la primavera del 2004. Pasearon su amor por los cinco continentes, Tom viajó a España en diferentes ocasiones -incluso inauguró la primera sede de la Iglesia de la cienciología en Madrid- y, de la noche a la mañana, Penélope consiguió hacerse un hueco en Hollywood. Se comentó que su noviazgo fue producto de un contrato mercantil que permitía a Tom limpiar su imagen y que de esta manera a cambio la actriz alcanzara el estrellato sin tener ninguna película destacable. De hecho, llegaron a acaparar conjuntamente la portada de la prestigiosa revista "Vanity Fair".

A tenor de lo que cuenta Morton en su libro, la relación falló porque Penélope no ingresó en la cienciología debido al padre de la actriz, Eduardo: "Estaba preocupado por que su hija acabara metida en algo parecido a una secta, le inquietaba perderla para siempre y por eso contactó con un grupo de ayuda a las víctimas de las sectas para enterarse de qué era exactamente la cienciología, porque en España entonces no era legal". Además, el escritor afirma que Tom Cruise es homófobo y dominante. Desolado por la ruptura, intimó con la actriz, Sofía Vergara "Modern Family"), pero, tras quejarse en repetidas ocasiones por la mala suerte que había tenido con las mujeres, David Miscavige, productor de cine y máximo dirigente de la Iglesia de la cienciología, organizó un "casting" con el único fin de encontrarle a la mujer ideal.

Según explica Morton, "primero lo intentaron con intérpretes cienciologistas como Sofia Milos y Erica Howard, que fueron descartadas. Luego tentaron a Scarlett Johansson, Jessica Alba y Jennifer Garner y, finalmente, escogieron a Katie Holmes -famosa por la serie "Dawson crece"- que desde pequeña sentía adoración por Tom". En el verano de 2005 se comprometieron en lo alto de la Torre Eiffel de París y algunos diarios se hicieron eco de este supuesto montaje, como el prestigioso "The New York Times", que tituló "Te amo con toda mi proporción". En abril del 2006 nació su hija, Suri, nombre de origen hebreo y persa que significa "princesa" y "rosa roja", pero hasta cinco meses después no se vio en público al bebé, por lo que se llegó a cuestionar la existencia de la criatura.

Una vez publicada la fotografía, se extendió la leyenda urbana de que Suri era el fruto del semen congelado del fundador de la cienciología. Actualmente, la única hija biológica del actor se ha convertido en un icono de la moda al llevar zapatitos de tacón, maquillarse y lucir prendas a imagen y semejanza de su madre y de Sarah Jessica Parker, amiga de la familia.

Impresionante boda en un castillo italiano

El 18 de noviembre, Tom y Katie se casaron en el castillo Odescalchi de Bracciano, a 35 kilómetros de Roma, en una boda que costó 2,5 millones de euros, ante la presencia de Jennifer López y Marc Anthony, Will Smith, Kylie Minogue, y Victoria y David Beckham, entre otras muchas caras famosas.

Las malas lenguas aseguran que Katie estaba prisionera dentro de un matrimonio asfixiante porque, debido al rito cienciólogo, Tom es un gran manipulador. Pero el actor siempre tuvo palabras románticas para su mujer. "Es la persona más maravillosa del mundo, me hace muy feliz, me siento muy afortunado por haberla encontrado y la quiero mucho", aseguraba. Debido a sus creencias, sus otros hijos, Isabella y Connor, no viven con su madre, y se dice que Bella -como popularmente llaman a su primogénita- quiere abandonar esta fe porque no comulga con sus fines. Por su parte, Tom niega la existencia de cualquier nubarrón: "En mi vida no hay nada extraño, ya que trabajo para que mis hijos tengan la mejor educación del mundo". 

Considerado uno de los hombres más ricos del mundillo del espectáculo, Tom viaja siempre en avión privado, tiene mansiones de ensueño en California, Colorado y Londres, le encanta navegar en su propio yate y en su tiempo libre le gusta practicar jogging, submarinismo, lanzarse en paracaídas, realizar vuelos acrobáticos y comer pizzas y dulces junto a sus hijos.

En junio de 2012, Katie Holmes pidió el divorcio de Cruise alegando diferencias irreconciliables y la custodia de Suri. Según apunta el medio TMZ, el motivo principal que llevó a la actriz a dar el paso fue la obsesión desmesurada que mostraba su marido por la cienciología.